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Leyenda de la totora
Investigación y construcción grupal
Hace muchos años, la provincia de Buenos Aires era una extensa llanura, toda naturaleza. La habitaban algunas tribus de indios que convivían con ella. Un año, hubo una ola de calor, todo estaba seco. Unos niños querandíes estaban jugando con fuego Por el gran calor, se produjo rápido un incendio y todos los árboles y arbustos se quemaron.
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Los animales corrieron lo más rápido posible buscando otra zona para sobrevivir.

A la noche refrescó y se largó a llover, el fuego por fin se apagó
Al día siguiente, cuando se fue todo el humo, los indios fueron a recorrer el territorio.
Lo único que encontraron fue una planta de TOTORA, que crecía en la orilla de la laguna Largas hojas verdes inclinadas hacia el agua y un fruto alargado de color marrón que parece quemado, les recuerda desde ese día que hay que tener cuidado y no jugar con fuego

3° A

Leyenda: por qué no hay pumas en la llanura pampeana
Investigación y construcción grupal
El gran puma color marrón mostraba sus dientes filosos y su mirada feroz, caminando por el pastizal enorme y descansando bajo la sombra de algún árbol que encontraba por ahí. Se sentía el dueño de las tierras.
Los venados, ñandúes y zorros se escondían al verlo.
Pero un día llegaron los hombres con sus armas. Los pumas al verlos se escondieron y sintieron miedo porque los querían cazar. Llegaron y quisieron construir sus casas y ocuparon el pastizal donde vivían los pumas en familia
Éstos se fueron corriendo porque se dieron cuenta que las armas eran más grandes y poderosas.
Por primera vez los pumas sintieron miedo y se fueron a otros territorios.
Desde aquellos días los pumas son animales solitarios y cuando ven una persona, se sienten amenazados y son capaces de atacar.
