Revista Alboroto - Edición Piloto

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0 EDICIÓN

DICIEMBRE 2023


A R DE G A CI

MIENTOS

Director: Welinton Osorio Editor: Derik Mazariegos Comunicación: Maylin Hernández y Efraín Alvisurez Arte: Daniel Lemus Diagramación y Portada: Derik Mazariegos Esta Revista es posible gracias al apoyo de: Asociación Maíz de Vida OXFAM Dinamarca Reconocimientos especiales a vecinos de aldea Sanguayabá, La Concepción, Yerbabuena, Los Mixcos, El Paraíso y Plan Grande. También a los actores comunitarios del municipio que permitieron y acompañaron el inicio de un proceso de investigación sobre la historia, cultura e identidad del municipio de Palencia. Agradecemos a los miembros de las comisiones de Arte y Cultura, Incidencia, Educación y Comunicación del Colectivo Chiviricuarta por acompañar e impulsar los procesos comunitarios. Además, extendemos nuestro agradecimiento a Eva Mejía por su inmenso apoyo al caminar junto a nosotros en nuestra búsqueda de nuevas narrativas. Cada uno de ustedes ha sido el alma de esta revista. Les expresamos nuestro más sincero agradecimiento por ser parte fundamental de esta alborotada experiencia editorial. Su dedicación y entusiasmo han dado vida a cada página y han convertido este proyecto en algo verdaderamente especial.

¡GRACIAS POR FORMAR PARTE DE ESTE ESFUERZO POR PRESERVAR LA MEMORIA DE PALENCIA! La Terraza, 1a calle 4-08, Agua Tibia Palencia, Guatemala colectivochiviricuarta@gmail.com (502) 3345-0804


Periodismo comunitario: para un panorama enfermo de olvido y desinformación. En un contexto donde la desmemoria y la fractura social amenazan la supuesta democracia, se expone la disfuncionalidad del sistema político guatemalteco. Resaltamos la necesaria tarea de organizar e intencionar palabras que rescaten la historia, la memoria, el diálogo y la verdad sepultada en el laberinto del olvido e indiferencia. En estos escenarios, que nos ofrece un país marcado por el racismo, el patriarcado y la desigualdad, la necesidad de medios de comunicación independientes locales se hace evidente. Especialmente aquellos que surgen desde una visión comunitaria y autónoma, se presentan como vías de resiliencia para alcanzar la verdad. Desde el colectivo Chiviricuarta, redefinimos el periodismo como una oportunidad transformadora que va más allá de la mera difusión de hechos. Nuestro proyecto 'Alboroto' representa un desafío y una invitación para reconstruir el tejido social en Palencia. Nos sumergimos en la esencia de las comunidades, apostando por la participación incisiva de las juventudes y la investigación crítica como motores de cambio. No solamente informamos, sino que cuestionamos, exploramos a fondo y convocamos a la reflexión colectiva para impulsar una sociedad más consciente y comprometida.

Alboroto no solo es un medio de comunicación; es una expresión de nuestro compromiso educativo. Valoramos contrarrestar la desinformación que impacta en nuestras comunidades, reconocemos la importancia de restaurar los lazos sociales afectados por diversas circunstancias y nos esforzamos por amplificar las voces de nuestros vecinos y vecinas. En esta perspectiva, abrazamos la sinceridad de relatos intergeneracionales como un elemento vital para fortalecer el tejido comunitario, aprendiendo de sus vivencias y colaborando juntos en la búsqueda del Buen Vivir. Como jóvenes organizados, impulsar estas iniciativas nos permite entender y explorar más a fondo nuestro territorio, contribuyendo a construir un tejido social fuerte, rico y diverso. En un entorno donde la política tradicional y las secuelas del conflicto armado interno continúan determinando y amenazando nuestra realidad, el periodismo emerge como el primer paso para abordar las disfunciones sistémicas y las desigualdades estructurales que impactan directamente a nuestras comunidades, especialmente a las mujeres, a las juventudes y a la infancia en Palencia. De alguna manera, escucharnos y reconocernos actúa como un remedio para una sociedad enferma de olvido, corrupción y desigualdad. Municipio de Palencia, Guatemala, diciembre de 2023.


Contenidos Rezado Aldea La Yerbabuena Los Antiguos, los abuelos... Los ancestros Doña Daniela Ticurú Mijangos: Sanación, Sabiduría y Servicio Comunitario La Luna y su influencia en la vida, cultura e identidad de los Palencianos La laguna "Virgen de la Concepción" en Potrero Grande, Palencia Un cuento sobre serpientes y cerros Espacio Poético Riesgos Psicosociales que enfrenta la juventud del Municipio de Palencia Politizar el arte por MC Buffón ¿Por qué navegar por nuevas narrativas? ¿Cómo nos financiamos? Mosaico Fotográfico de Colaboradores Comunitarios


En la aldea La Yerbabuena, cada 23 de diciembre en la casa de la familia “Franco Cante“ se realiza el "rezado del niño". Transmitida hace más de 30 años a doña Facunda Cante por parte de los abuelos Luis Franco y Vicenta Zuleta, quienes antes que ella también realizaban el rezado en su casa. Desde tempranas horas de la mañana, las familias se preparan para recibir a cientos de personas que se congregan al caer la noche. Cuatro hogares distintos en la comunidad abren sus puertas para albergar el rezado, cada uno dedicado a un niño Jesús distinto, para luego el 24 de diciembre regresar a la iglesia de la aldea en dónde esperarán para el siguiente año del rezo. El “rezado del niño” inicia a las 7 de la noche, donde la comunidad se reúne para participar de las plegarias y agradecimientos; luego de eso, la familia Franco Cante comparte un de tamal y ponche con los vecinos que asisten, este gesto también simboliza la generosidad y solidaridad entre los habitantes. El "mento", un gesto especial que sigue a las plegarias, destaca como uno de los momentos más significativos de la tradición. Los niños, portadores de las imágenes del niño Jesús, se acercan a los asistentes para recibir saludos y respeto, perpetuando una costumbre arraigada la cultura vecina, el Pueblo Xinka. La expresión completa "Tarti a na mento" va más allá de un saludo; representa la conexión profunda muestra de respeto a los abuelos y abuelas y significa “mi corazón te saluda" La tradición del "rezado del niño" en La Yerbabuena, aunque no tiene una fecha exacta de origen, se erige como un bastión cultural que preserva la identidad de la aldea. Este evento anual no solo celebra la fe, sino que también promueve la unidad y el respeto, asegurando que las futuras generaciones continúen llevando consigo esta rica herencia cultural.


Nombrar nuestra historia como palencianos siempre ha resultado un desafío, no porque carezcamos de ella, sino debido a que históricamente hemos buscado nuestros orígenes fuera de nuestro propio territorio. En las escasas fuentes de consulta dentro del municipio, encontramos referencias únicamente a la llegada de los españoles y cómo estos bautizaron al municipio. También hallamos menciones a la llegada de los Dominicos, y es en este punto donde el Dr. Francisco Escobar, en su libro 'Palencia en la Historia', nos brinda una breve referencia sobre la vida de los palencianos y sus raíces históricas. Cuando los Dominicos arribaron, el presidente Rafael Carrera solicitó que no se utilizara la tierra que ya tenía dueño para otros fines, y propuso "reunir a sus habitantes para formar un pueblo, sin ejercer violencia, dándoles ventajas para que voluntariamente abandonaran la vida aislada que llevaban en los lejanos bosques y educarlos con dedicación y esmero". En este punto, es crucial plantearnos varias interrogantes: ¿Por qué Rafael Carrera otorgó tierras que ya tenían propietarios a los Dominicos? ¿Por qué se sugería que los padres Dominicos debían actuar sin violencia? ¿Quiénes acompañaban a los padres Dominicos? ¿Por qué se instaba a los habitantes a abandonar voluntariamente la vida aislada en los bosques? ¿Qué ocurrió con aquellos que no abandonaron los bosques de manera voluntaria? ¿Quiénes eran estos habitantes? ¿Cuál es la historia no conocida de los poblados en las montañas de nuestro pueblo?. Responder a estas preguntas constituye una tarea ardua, ya que implica adentrarse en una historia que ha permanecido sin nombrarse durante décadas. Desde hace algún tiempo, de manera independiente, he recopilado una serie de datos e información con el fin de abordar algunas de estas interrogantes. Más recientemente, en colaboración con un equipo de investigación del Colectivo Chiviricuarta, llevamos a cabo talleres de investigación, visitas y entrevistas individuales en diversas aldeas del municipio de Palencia, entre las que se incluyen: aldea La Yerbabuena, Plan Grande, Sanguaybá, La Concepción, Los Mixcos, El Paraíso y cantones del Casco Urbano. Es importante destacar que el presente texto no propone una hipótesis ni refleja en su totalidad los resultados del proceso de investigación en las aldeas del municipio. En cambio, busca presentar una serie de datos entrelazados que aspiran a agitar la intuición, fomentar la duda y abrir nuevas posibilidades en torno a nuestra historia, cultura e identidad. Una de las primeras referencias se encuentra en el libro “Temas de la Palencianidad" del profesor Everardo Alvizuris. En este, señala que en Palencia existen yacimientos de obsidiana en las aldeas Los Mixcos, El Chayal y Sansur. Durante el periodo clásico, estos yacimientos estuvieron bajo el control del sitio Kaminal Juyú. Tras la caída de este imperio en el periodo postclásico, se convirtieron en objeto de control para poblados cercanos. En la franja norte del departamento de Guatemala, una zona crucial para el comercio que abarca lo que hoy conocemos como San Pedro Ayampuc, San José del Golfo, Palencia y parte del departamento de El Progreso, en el preclásico, estas áreas compartían un lenguaje común: el Xile, una variante extinta del idioma Xinka. Esta conexión lingüística evidencia la riqueza histórica y cultural de la región en períodos anteriores.


Los palencianos Daniel Gómez y Luis Orlando Gómez, en su obra "Sanguayabá, Historia y Remembranza", señalan que aún no se ha podido determinar con precisión el origen del nombre Sanguayabá. Una hipótesis, propuesta por el profesor Everardo Alvizuris, sugiere que los padres dominicos podrían haber asignado nombres de santos en otras lenguas, de ahí la inclusión del "San". No obstante, los mismos autores indican que la historia de la aldea tiene registros que datan desde el año 1779, cuando "se solicitó la primera medición y adjudicación, de parte del señor Josef Rodriguez a la Corona de España, aduciendo que esas tierras eran realengas, es decir, que eran terrenos pertenecientes al Rey". En ese periodo, la aldea era conocida como "Sanguayagua" o “Sanwayagua”, denominación utilizada por “los antiguos" habitantes.

Es crucial señalar que en ese momento, lo que hoy conocemos como Sanguayabá, anteriormente denominada Sanguayagua, no formaba parte de Palencia. El 22 de noviembre de 1779, el Juez Subdelegado, Juan de Dios Velasco, convocó a los reverendos padres de la comunidad religiosa de Santo Domingo, al personero del ingenio de Palencia y, por otro lado, a los mayordomos de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Mataquescuintla para que participaran en esta diligencia, presentando los títulos que respaldaban sus linderos. A través de una carta fechada el 26 de noviembre, el capellán del ingenio de Palencia expone que "los originales de las medidas de Palencia se perdieron y solicita proceder a las mediciones para conocer sus límites". Además, adjunta copias de las medidas solicitadas en el año 1773 por el mismo don Josef Rodríguez. La carta lleva la firma del padre Francisco Aguirre. Aquí es fundamental señalar que el territorio de Sanguayagua no solo limitaba con las tierras de la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Mataquescuintla, sino también con otras montañas realengas que “los antiguos" llamaban "Sansua". Esta proximidad entre Sanguayabá, Sansur y Mataquescuintla abarca no solo el ámbito territorial, sino que se extiende también a lo religioso y cultural. Durante las jornadas de investigación del Colectivo Chiviricuarta, llevadas a cabo en los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre en las aldeas de La Yerbabuena, Sanguayabá y La Concepción, algunas personas se referían a sus antepasados como "los Antiguos" de estas tierras. En algunas fuentes documentales también se menciona a "los antiguos" como los primeros habitantes de las comunidades. Gracias a los valiosos aportes de don Viviano Ortiz, un agricultor de 86 años de edad del casco urbano de Palencia, pudimos definir que, para los vecinos que participaron en los talleres, "los antiguos" eran considerados como "los abuelos y abuelas". A estas personas también se les llamaba "tatita" y "nanita", y eran personas que aún conservaban una gran cantidad de conocimientos sobre las formas de siembra y cosecha, basados en la lectura de la luna, el uso de las cabañuelas, el conocimiento sobre la medición del tiempo, la medicina natural, así como también saberes relacionados con la cultura y la religión. Muchas de estas personas eran parte de las cofradías y se encargaban de las celebraciones religiosas en las aldeas. En departamentos como Jalapa y Santa Rosa, las celebraciones de los santos patronos en diversas aldeas y cabeceras municipales son responsabilidad de las comunidades indígenas y las cofradías locales. Estas festividades desempeñan un papel crucial en la cohesión social y la reciprocidad, siendo motivos importantes para la unión comunitaria. Las tradiciones de las fiestas religiosas se remontan a siglos atrás y abarcan novenas, rezos, procesiones, comidas, quema de pólvora y una gran algarabía en honor al santo o santa de un lugar específico.


Es esencial señalar que las cofradías no limitan su labor únicamente a la preparación de la celebración del santo patrono, sino que trabajan durante todo el año. Sus miembros, capitanas y mayordomos asumen sus roles con devoción y gran responsabilidad, ya que la organización de la festividad demanda un considerable esfuerzo y dedicación. La Dra. Claudia Dary, en su libro "Historia e Identidad del Pueblo Xinka", señala que la novena al patrón de Mataquescuintla, Santiago Apóstol, comienza el 16 de julio. Los participantes en la celebración incluyen a los santos patronos de otros pueblos y sus respectivos mayordomos, como la Virgen de la Candelaria de la aldea Los Esclavos (Cuilapa), San Francisco, patrón de Jumaytepeque; San Gabriel de Sanguayabá (Palencia); la Divina Pastora de Sansur (Palencia) y la Virgen del Rosario de Nueva Santa Rosa, junto con santos de la aldea Espitia Barrera del mismo municipio. La Dra. Claudia Dary, en su libro "Historia e Identidad del Pueblo Xinka", destaca que las toponimias de buena parte de Jalapa, El Progreso y la franja norte del departamento de Guatemala tienen raíces xinkas. Ejemplos de estos nombres incluyen: Ayampuk, Alutate, Altupe, Sanarate, Sansare, Sanyuyo, Sansur, Sansupo, Samororo, Sansirisay, Sansurutate, Sachico, Sanguayabá, Tatasirire e Ipala, todos ellos siendo vocablos xinkas. Es importante aclarar que es incorrecto asumir que algunos de estos nombres hacen referencia a santos católicos. En este punto, cabe destacar que algunas comunidades y lugares del municipio de Palencia tienen nombres derivados del idioma Xinka, los cuales con el tiempo han sufrido procesos de deconstrucción debido al desuso, la castellanización y la ladinización. Asimismo, se ha producido la sustitución de elementos idiomáticos Xinkas por elementos religiosos. Entre los ejemplos más claros se encuentran: Sanguayabá, antiguamente conocida como Sanguayagua o Sanwayagua; Sansur, antes denominado Sansua; Tomastepec, previamente llamado Sanpewek, y el Calaguar. Al analizar los elementos idiomáticos de estos nombres y sus relaciones con el idioma Xinka, se observa que la palabra "San" es una variante de "Xan" en el idioma Xinka, que denota un artículo y puede traducirse como "el," "la," "los," o "las", y la preposición "en". La palabra "gua" se refiere a "lugar". En el caso de Sanwayagua, la palabra "Waya" se traduce como "Milpa" en Xinka, y la toponimia completa se interpreta como "El Lugar de la Milpa". Para Sansur o Sansua, "Sua" se traduce como "Arena", lo que sugiere que el nombre significa "El Arenal". En cuanto a la palabra Sanpewek, la construcción del nombre es más compleja, ya que en la zona costera del departamento de Santa Rosa, "Pewek" se refiere al tecomate. Su interpretación se ramifica, abarcando significados como "lleno de agua," "para llenar el tecomate" o "se mueve mucho"; por lo tanto, el nombre puede tener diversas interpretaciones. La palabra "Calaguar" se interpreta como "lugar de muchos calagues", siendo el calague o "Kaal gua" un árbol medicinal hormonal en la cultura Xinka. Estas observaciones forman parte de un proceso de investigación más profundo que se espera presentar en futuras ediciones de la revista. Estos conocimientos provienen de la colaboración de varios vecinos visitados y consultados en aldeas del municipio de Palencia. Además, se respaldan con un proceso de consulta, mediación, traducción, interpretación y comparación interregional, con el apoyo de Tata Chonito García, coordinador de la Comisión de Educación y Espiritualidad del Parlamento del Pueblo Xinka. Este trabajo más detallado, que incluye anotaciones bibliográficas, fotografías, documentos de consulta y anexos, está disponible para su consulta en la página web del Colectivo Chiviricuarta.


Palencia, tierra de tradiciones y saberes ancestrales, guarda en su memoria a Doña Daniela Ticurú Mijangos, una mujer cuya vida fue un legado de amor y entrega a su comunidad. Nacida el 2 de enero de 1949, durante más de cuatro décadas, Doña Daniela se convirtió en un faro de sanación y sabiduría para el municipio de Palencia. Catequista de Corazón, Curandera por Elección En los años 70 y 80, Doña Daniela desempeñó un papel fundamental como catequista de primera comunión en el movimiento de la acción católica, de la Parroquia San José Palencia. Su hogar no solo era un espacio para impartir enseñanzas bíblicas, sino también un refugio para cientos de niños. Además de compartir conocimientos religiosos, compartía un plato de comida y organizaba excursiones por las calles, bosques y ríos del municipio, conectando a los más jóvenes con la naturaleza. En la década de los 80, la falta de acceso a la salud y recursos en la comunidad la llevó a una nueva vocación: ser curandera comunitaria. Una necesidad que vivió en carne propia al ver a sus hijos enfermos. Doña Daniela, guiada por conocimientos ancestrales y medicina natural, se convirtió en la curandera de cabecera para cientos de familias en Palencia, aldeas circundantes, municipios y algunos departamentos. La Trilogía Cósmica en la Sanación Sus prácticas de sanación las basó en conocimientos ancestrales y de medicina natural; todo su conocimiento ancestral en medicina natural estaba regido en la lectura de la luna y el uso del número tres, un enfoque único de sanación que se basa en la Trilogía Cósmica, un concepto arraigado en la cosmovisión Xinka que se encuentra equilibrado en la interacción entre el sol, la luna y la tierra; y que está íntimamente relacionado con la estructura y procesos biológicos de los seres vivos. A pesar de no identificarse con un pueblo originario o directamente con la cultura Xinka, sus conocimientos guardan estrecha relación y se ven reflejados en el uso de la trilogía cósmica en los procesos de sanación. Cuando a un niño se le caía el cuajo, requería colgarlo tres veces, acompañado de tres palmadas en la planta de los pies. Si el mal era el empacho, la solución implicaba tres días consecutivos de sobadas. Si la niña o el niño tenía una mala posición en el vientre de la madre, en la luna tierna, Doña Daniela aplicaba sus conocimientos tres veces para corregir cualquier mala posición, creyendo en la conexión especial entre este astro y los procesos gestacionales. El uso de hierbas medicinales, otra faceta esencial de sus prácticas seguía el mismo patrón trinitario. Tres cojollitos, tres hojas, tres ramitas, tres cascaras o tres manojos eran distribuidos para las tomas, destinadas a ser ingeridas durante tres días consecutivos. Este ciclo, según Doña Daniela, era clave para aprovechar al máximo las propiedades curativas de las plantas. Para acompañar un proceso de embarazo, recomendaba que la gestación tiene un periodo de tres meses de cuidados intensivos.


El compromiso de Doña Daniela no se limitaba a intervenciones esporádicas; su proceso de acompañamiento tenía una estructura sagrada de tres días consecutivos. Si una niña, niño o adulto no mostraba mejoría al cabo de este tiempo, el ciclo se repetía por tres días adicionales. En sus manos, las indigestiones se disipaban con tres suaves sobadas al estómago, y las torceduras requerían el mismo trato. Doña Daniela se distinguió por su enfoque desinteresado en el servicio comunitario. Aunque no cobraba por sus servicios, solicitaba, en caso de ofrecer algo a cambio, que la contribución estuviera vinculada al número tres: 3 libras de frijol, 3 libras de maíz, 3 manos de naranjas o en su defecto; 3 o 30 quetzales. En algunas ocasiones cuando se le preguntaba sobre sus conocimientos y sus prácticas basadas en el número tres, se limitaba a responder que era “secreto” o “es que, si no, no hace efecto”, siempre resguardo estos conocimientos con recelo, pero abierta a ir compartiendo de a poco sus conocimientos.

Legado y Continuidad Durante sus años de servicio como curandera comunitaria, llego a desarrollar conocimientos importantes sobre la herbolaria y el uso de las plantas medicinales para los procesos de sanación; en este proceso recibió en su casa a cientos de niños y jóvenes que la visitaron para que les compartiera sus conocimientos sobre las plantas, ayudándolos a seleccionarlas e identificarlas según su uso. Durante sus últimos años de vida, entregó su servicio comunitario a visitar a enfermos, ancianos, acompañar rezados de vecinos. Además, acompañó a las juventudes y puso al servicio del Colectivo Chiviricuarta sus conocimientos, siendo una de las miembros del Colectivo Chiviricuarta que promovió la Terraza como espacio de acompañamiento para niñas y niños, además de apoyar con la facilitación de talleres de medicina natural con infancias y juventudes. Doña Daniela Ticurú Mijangos falleció el 15 de septiembre del 2022, pero sus conocimientos, historias y luchas siguen presentes en cientos de niñas, niños, adolescentes y juventudes que durante su vida sobó, curó y acompañó desde el amor y el servicio comunitario.


La Luna y su influencia en la vida, cultura e identidad de los Palencianos Durante los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre, un equipo multidisciplinario del Colectivo Chiviricuarta visito a varios actores comunitarios del municipio de Palencia en las aldeas de la Yerbabuena, Plan Grande, Sanguayabá, La Concepción, Los Mixcos, el Paraíso y el caso urbano de Palencia, estos recorridos tuvieron como objetivo iniciar un proceso de investigación sobre la historia, la cultura y la identidad de los Palencianos. Durante los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre, un equipo multidisciplinario del Colectivo Chiviricuarta visito a varios actores comunitarios del municipio de Palencia en las aldeas de la Yerbabuena, Plan Grande, Sanguayabá, La Concepción, Los Mixcos, el Paraíso y el caso urbano de Palencia, estos recorridos tuvieron como objetivo iniciar un proceso de investigación sobre la historia, la cultura y la identidad de los Palencianos. Durante estas jornadas de investigación, emergió un tema fascinante que capturó la atención del equipo: el profundo vínculo entre la Luna, el modo de vida, la agricultura y la identidad de los Palencianos. Participantes de talleres y entrevistas en aldeas como La Yerbabuena, Sanguayabá, El Paraíso y el casco urbano compartieron la creencia arraigada de que el ciclo de vida está equilibrado entre dos lunas, una en cada extremo de la vida, con una luna se nace y con esa misma luna se muere. En particular, en las aldeas de Yerbabuena y El Paraíso, la Luna es considerada el astro que equilibra la energía solar. Representa la energía reflejada del sol y su papel trascendental en la vida de los Palencianos, dictando los sistemas culturales y de vida. En una sesión de investigación en la aldea Yerbabuena, algunos líderes comunitarios y un abuelo agricultor del casco urbano, Don Viviano Ortiz, compartieron recuerdos de antepasados que utilizaban la luna como calendario lunar. Para ellos, trece lunas constituían un año, y un ciclo lunar equivalía a un mes. En aldeas como Sanguayabá y El Paraíso, comadronas y otros residentes afirmaron que el estado de la luna al momento de la concepción estaba vinculado a las habilidades y características de la persona. Sugirieron que las discapacidades eran resultado de una concepción durante una fase débil de la luna.


La Luna en la agricultura Muchos participantes en los talleres eran agricultores, y sus prácticas agrícolas se entrelazaban intrínsecamente con la influencia lunar. En varias comunidades de Palencia, la luna nueva es conocida como "luna tierna", mientras que la luna llena se denominaba "luna sazona". Este reconocimiento se revela vital para entender las prácticas comunitarias en torno a la relación de la luna con la agricultura. Según la sabiduría transmitida por los antepasados, la siembra de la milpa (maíz y frijol), café, flores y güisquil debe realizarse en luna sazona. De lo contrario, si se siembra en luna tierna, las plantas crecen desproporcionadamente y no dan frutos. El corte de frutas también se rige por la luna sazona para asegurar una buena maduración y sabor. La madera debe cortarse en luna sazona, ya que el árbol conserva la savia que lo hace más resistente a las polillas. Poda, siembra de árboles frutales y flores, todas estas actividades deben realizarse en luna sazona para garantizar su éxito. Muchos participantes en los talleres eran agricultores, y sus prácticas agrícolas se entrelazaban intrínsecamente con la influencia lunar. En varias comunidades de Palencia, la luna nueva es conocida como "luna tierna", mientras que la luna llena se denominaba "luna sazona". Este reconocimiento se revela vital para entender las prácticas comunitarias en torno a la relación de la luna con la agricultura. Según la sabiduría transmitida por los antepasados, la siembra de la milpa (maíz y frijol), café, flores y güisquil debe realizarse en luna sazona. De lo contrario, si se siembra en luna tierna, las plantas crecen desproporcionadamente y no dan frutos. El corte de frutas también se rige por la luna sazona para asegurar una buena maduración y sabor. La madera debe cortarse en luna sazona, ya que el árbol conserva la savia que lo hace más resistente a las polillas. Poda, siembra de árboles frutales y flores, todas estas actividades deben realizarse en luna sazona para garantizar su éxito.

Influencia lunar en la salud y decisiones comunitarias La luna, según las creencias, también desempeña un papel en la salud y las decisiones diarias. Los dolores en fracturas se intensifican durante la luna tierna debido al bajo magnetismo lunar sobre los seres humanos. Para sobar y acomodar a un bebé en el vientre, se prefiere la luna tierna, y el corte de pelo se aconseja en este período para un crecimiento saludable. Además, las decisiones importantes, tanto individuales como comunitarias, se consideran más propensas a conflictos si se toman durante la luna llena. Tradiciones como el cortejo matrimonial y la toma de decisiones grupales, según el testimonio de algunos habitantes, son preferibles en otros momentos lunares. La vida en las aldeas de Palencia, como se evidencia, está firmemente guiada por la Luna. Este astro no solo es percibido como un elemento vital, sino que también se integra profundamente en la identidad, la cultura y la vida agrícola del municipio. La relación simbiótica entre los Palencianos y la Luna, como narrada por los habitantes mismos, destaca la inquebrantable conexión entre la naturaleza y las creencias arraigadas que dan forma a sus vidas.


La laguna "Virgen de la Concepción" en Potrero Grande, Palencia.

En 1976, mientras trabajaba en la agencia de Extensión Agrícola de DIGESA, organicé a los jóvenes de Potrero Grande en el club 4-S "Oasis" para enseñarles técnicas agrícolas. Sus padres, reunidos en el comité Pro-mejoramiento y debidamente autorizados, participaron en proyectos que convirtieron a la comunidad en un modelo de desarrollo comunitario. Estos proyectos incluyeron la introducción de electricidad, mejoras en el camino de acceso, un salón comunal, un centro de salud, un pozo mecánico y una escuela. La comunidad estaba al inicio del corredor seco, lo que significaba que había escasez de agua para uso doméstico y ganadero. Como extensionista, había visto la construcción de charcas en otras áreas del país. Observé un área cerca de la iglesia que llamaban la "joya del cebollín", aproximadamente cuatro manzanas al lado poniente, en un día de logros del club 4-S el 8 de diciembre de 1997, mientras estaba con Ismael Alvizuris (Q E P D). Le pedí que me tomara una foto anecdótica porque le dije que en ese mismo lugar con el tiempo no podría tomar otra sin encontrarme en un lugar muy árido. Su sorpresa fue evidente ya que el área era extremadamente seca. Luego, solicité a la Dirección de Recursos Naturales (MAGA) que realizara un estudio topográfico y de permeabilidad del suelo, el cual se llevó a cabo y se me entregó una copia. En 1988, a través de DIGESA, el MAGA lanzó un programa nacional de construcción de embalses de usos múltiples. Presenté el proyecto, que fue aprobado de inmediato. Se proporcionó un tractor D-6 y, con el apoyo de la Región V de DIGESA, la agencia de extensión agrícola, la comunidad, la municipalidad y muchas personas que aportaron diesel para su funcionamiento, se construyó el embalse. Ese mismo invierno, se llenó hasta su máxima capacidad de 90 mil metros cúbicos de agua. Dada su magnitud, se llevó a cabo la inauguración con la participación del Embajador del Japón, Dr. Sumio Onno, el Ministro de Agricultura, Ing. Rodolfo Estrada Urtarte, el Ing. Abel Rodríguez Agreda, encargado de construcción de embalses a nivel nacional, el alcalde municipal Exequiel Girón y muchos funcionarios más. Este embalse contribuye a la restauración del medio ambiente y actúa como protección frente al cambio climático. Hay muchos terrenos adecuados en el país para seguir construyendo embalses, por lo que los gobiernos deberían invertir en la captación de agua de lluvia para mejorar las condiciones de vida de las comunidades. Lamentablemente, no pude regresar a tomar otra foto en el mismo lugar. Articulo escrito por Moises Quevedo, impulsor de la iniciativa para la Laguna Potrero Grande.



Espacio poético Sobre la Ausencia: Estoy desesperada por encontrarte, que te busco en los frijoles viejos que pondré en el almuerzo. Es tanto mi desespero, que aveces guardo los granos en mi delantal para buscarte luego... En la noche, quizás. Metida en la cama, con la tripa rugiendo por un fantasma que nunca volverá.

El hombre pobre de mi pueblo: El hombre pobre de mi pueblo no conoce las letras, no sabe nada sobre ciencia. Solo tiene su azadón, su machete y su mecapal. No tiene tiempo para soñar, come parado y duerme de vez en cuando. Si no tiene trabajo, se inventa uno. Si no tiene para comer, se traga las lágrimas y sigue trabajando. Siempre ha sido pobre, no porque él lo quiera, sino porque los ricos de mi pueblo se lo han hecho creer. No tiene memoria; la dejó guardada bajo tierra para no recordar lo mucho que sufrió ayer.

Autor: Karencia

Se tira sobre el petate, no a descansar, sino a esperar otro día para seguir siendo pobre. Siempre reza, aunque ya no crea ni en sí mismo. En su afán de querer vivir mejor, muere: viejo, solo y pobre... Hasta después de muerto sigue siendo pobre porque nadie le dijo en vida que de él es el reino de Dios. Autor: Welinton Osorio

Autor: Daniel Lemus

Donde habita el olvido: Dicen que el olvido es la muerte del corazón, la forma en que la vida nos arrebata lo que amamos. Pero yo sé que el olvido no es tan sencillo, que hay algo más oscuro en su mirada. El olvido no solo es un vacío en la memoria, es una forma de borrar lo que fuimos y lo que somos, una manera de desaparecer del mundo, una manera de dejar de ser para siempre. Autor: Derik Mazariegos

Ilustración inspirada en el relato de la serpiente gigante de Palencia. Autor: Daniel Lemus


Riesgos Psicosociales que enfrenta la juventud del Municipio de Palencia Cada etapa de desarrollo Psicosocial responde a problemáticas especificas relacionadas a la edad, si se desea mejorar la calidad de vida de todas las personas es imprescindible conocer las características sociodemográficas y psicosociales. Es por ello, que analizaremos las distintas condiciones sociales que impactan en el desarrollo de la juventud del municipio Palencia.

Por: Licda. Talía Calderín Barrios Psicóloga clínica y consejera social

En la juventud se construye la identidad a través de metas, valores y creencias de manera firme, el esfuerzo por darle sentido a su identidad es parte de un proceso sano que se fortalece sobre las bases de los logros conseguidos en etapas anteriores y que coloca los cimientos para enfrentarse a los retos de la vida adulta. Es por eso que la identidad se forma a medida que los jóvenes resuelven tres cuestiones principales: la elección de una ocupación laboral, la pertenencia de grupos sociales y la identidad sexual. Es decir, se vuelve indispensable crear condiciones que permitan facilitar oportunidades laborales, espacios de convivencia y convergencia, así como también la educación integral en sexualidad, lo cual fortalecería la estructura política, social y económica. Sin embargo, la situación actual de los jóvenes de Palencia muestra realidades cada vez más precarias, en educación hubo una disminución del 73% de jóvenes que asisten a algún centro educativo. Las consecuencias de dichas realidades desembocan a mayores riesgos de violencia, embarazos no deseados y migración. Es importante mencionar que La Organización Mundial de la Salud, afirma que los comportamientos relacionados con la prevención de enfermedades físicas o mentales en su mayoría son prevenibles dependiendo específicamente del estilo de vida, las familias que viven en condiciones de pobreza se detecta una mayor frecuencia de síntomas y visitas a los centros de salud. En el municipio de Palencia los jóvenes en situación de pobreza son el 57% y el 42% en pobreza extrema, dicha condición deriva a riesgos altos de trastornos como la depresión, ansiedad, abuso de drogas y suicidio. Lo anterior expuesto requiere formular estrategias nacionales e internacionales para mitigar los riesgos. Esto dependerá en buena medida de las decisiones que se tomen hoy para invertir en el desarrollo psicosocial de los Jóvenes, con un énfasis particular en aquellos que se encuentran en mayor riesgo de ser objeto de la desigualdad, ser excluidos y ser dejados atrás.

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“El freestyle para mí es más que un juego de rimas, es un ejercicio mental que merece reconocimiento. Es una oportunidad de crecimiento que no deberíamos subestimar” Me llamo Alexander Abigail Curtidor Lemus, aunque muchos me conocen como Abby o MC Buffón. Soy un joven palenciano de 18 años, específicamente de la aldea Potrero Grande. Terminé mi bachillerato en computación y trabajo, pero mi verdadera pasión está en el freestyle y el rap. Pensar en qué es soñar en Palencia, para nosotros, los jóvenes, está complicado. Sumando los prejuicios y la mentalidad cerrada de muchas personas, la falta de recursos y el hecho de que no nos consideren prioridad para el desarrollo, parece que, si queremos una vida más o menos tranquila, toca dejar de lado nuestros sueños. Cuando empecé a tirar rimas, el rap estaba en su etapa más popular. Para mí, fue una oportunidad de enfocar mi tiempo y desarrollar habilidades. Me identifiqué mucho con ese arte, además, siempre he sido crítico con las movidas del municipio y especialmente con las de la administración. A partir de esas inconformidades, decidí que eso se viera reflejado en mis letras para aquellos que, como yo, tuvieran algo con qué identificarse y sentirse acompañados en querer un mejor municipio. Cuando empecé a tirar rimas, el rap estaba en su etapa más popular. Para mí, fue una oportunidad de enfocar mi tiempo y desarrollar habilidades. Me identifiqué mucho con ese arte porque, así como yo es crítico. Desde chiquito no me convencían las cosas que suceden en el municipio. A partir de esas inconformidades, decidí que eso se viera reflejado en mis letras para aquellos que, como yo, tuvieran algo con qué identificarse y sentirse acompañados en querer un mejor municipio. A diferencia de otros en el rollo, descubrí que tengo más fluidez cuando trato temas políticos. Creo firmemente que ponerle carga política al arte es clave para abrir bien los ojos ante lo que nos afecta en las aldeas, cantones y caseríos. Mi mensaje es simple y directo: es hora de abrir los ojos, cuestionar lo que nos cuentan y ser conscientes de la realidad. Hay que dejar de normalizar esos discursos y acciones corruptas y alzar la voz, para que el silencio no sea lo que nos defina como palencianos. Mi música trata de exigir dignidad para ver a Palencia en mejores condiciones. Mi arte ha servido para provocar diálogo entre los jóvenes, algo que antes ni les llamaba la atención, y me ha demostrado que los jóvenes sí nos interesamos en lo que sucede en Palencia, pero no tenemos espacios para hablarlo y proponer. Mi meta es rapear para educar y llegar a más personas para crear espacios seguros donde los jóvenes puedan hablar y aportar a la sociedad.


Las historias que contamos no son solo cuentos. Son como el pegamento que une a la gente y les dice qué es importante y cómo deben comportarse en su comunidad. Para comprender el valor de explorar nuevas narrativas, es crucial definir qué representan estas. Las narrativas constituyen un conjunto de historias que transmiten una forma particular de percibir el mundo y, al repetirse, establecen normas sobre cómo deben ser las cosas. Cuando una narrativa se repite constantemente por aquellos con cierta autoridad, silenciando otras perspectivas, se convierte en una narrativa dominante: la historia mayoritariamente contada y validada. Por ejemplo, en cuestiones de género, los estereotipos son resultado e instrumento de una narrativa que proyecta a las mujeres como inferiores, perpetuando la desigualdad entre hombres y mujeres. Similarmente, las narrativas coloniales definen a las personas indígenas como violentas y poco inteligentes, invisibilizando sus luchas y logros como actores políticos con derechos. En el contexto de protestas sociales, es común estigmatizar a los activistas como vagos o criminales. LLos medios de comunicación, la educación, la religión, la música, el cine, el arte, el lenguaje, la publicidad y hasta los discursos políticos actúan como transmisores de narrativas. Las narrativas dominantes son validadas por la sociedad al conectar con valores arraigados, reforzar creencias o recurrir a figuras de autoridad. Estas narrativas configuran nuestra interpretación y compartición del mundo, actuando como lentes que influyen en nuestra forma de pensar y en nuestras relaciones sociales. Por ejemplo, las narrativas históricas y mediáticas no solo informan, sino que también moldean nuestra visión del pasado, nuestro lugar en el presente y nuestra comprensión de la identidad. Sin embargo, aunque las narrativas unen a las comunidades al identificarlas con ciertas ideas o creencias, suelen ser limitadas al representar la diversidad humana y las experiencias individuales. Este sesgo puede condicionar nuestra comprensión y perpetuar estereotipos dañinos sobre género, raza y otras identidades, impactando nuestra percepción de la sociedad y nuestras interacciones diarias. La exploración de nuevas narrativas resulta crucial actualmente. Es vital cuestionar las narrativas dominantes que refuerzan injusticias y desigualdades en nuestras comunidades. Al hacerlo, se abre la puerta a perspectivas más diversas y comprensivas. Estas nuevas narrativas pueden ser vehículos para reflexiones críticas y empatía, desafiando prejuicios arraigados y fomentando la igualdad y el respeto hacia la diversidad.


La búsqueda y difusión de nuevas formas de contar historias nos ofrecen la oportunidad de dar voz a aquellos marginados, cuestionar ideas preestablecidas y construir una sociedad más inclusiva. Al aprender de estas perspectivas, nos enfrentamos al desafío de reevaluar no solo nuestra percepción de los demás, sino también nuestra percepción de nosotros mismos, impulsando un cambio hacia una sociedad más equitativa. Explorar nuevas narrativas implica desafiar la visión establecida y buscar aquellas que amplíen nuestra comprensión del mundo. Estas narrativas pueden catalizar un cambio social significativo, desafiando conceptos arraigados y fomentando una sociedad más justa y comprensiva. Es el momento de ir más allá de las narrativas habituales y abrazar aquellas que nos impulsen a reflexionar sobre nuestra identidad y el rumbo de nuestra sociedad.

Ciclo de narrativas






Alboroto es un medio de comunicación vivo y dinámico que fomenta el diálogo, la investigación y la difusión de información para que todos y todas podamos participar y aprender juntos y juntas. Este medio surge como un esfuerzo del colectivo Chiviricuarta y está arraigado en Palencia, es un eco independiente que busca la libertad. Desde este espacio, buscamos amplificar voces a través de la investigación, las memorias comunitarias y la expresión artística, navegando en el lenguaje como territorio para romper las fronteras narrativas. Unidos en la búsqueda de transformar nuestras historias, comunicamos, investigamos y dialogamos confiando en la palabra como guía hacia un futuro más brillante y esperanzador, disipando el silencio que nos limita el Buen vivir.


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