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Introducción X
La construcción del reactor nuclear en el Barrio Islote de Arecibo impactó a la comunidad inmediata y al país en general. Las expropiaciones de tierras asi como las pruebas que se hacían en el terreno del valle del Caño Tiburones, sembraron mucha inquietud entre los vecinos. Las informaciones que llegaban de parte de la Autoridad de las Fuentes Fluviales (hoy la Autoridad de Energía Eléctrica —AEE) eran confusas y tergiversadas. En una palabra, no se sabía a ciencia cierta qué pasaba y qué planes se proponían los planificadores en el mejoramiento del suministro de energía eléc
trica.
En este país de los constantes experimentos, la historia del reac tor atómico representa otra aventura del gobierno colonial en su afán por promover el llamado progreso económico. Después del desastroso experimento "BONUS" en Rincón (1960-66), la planta nuclear fue propuesta para Manatí (1967), después para Aguirre (1972) y finalmente, para el Barrio Islote (1973), entre los pueblos de Barceloneta y Arecibo en la costa norte. Presionados por la nece sidad de suplirle energía eléctrica a los complejos industriales a construirse, los oficiales gubernamentales impulsaban el proyecto, asegurando que tal facilidad no implicaría ningún peligro para la salud y seguridad de los vecinos.
Desde el principio, el proyecto nuclear fue un fracaso. En Rin cón, el reactor nuclear se probó ser tan peligroso que tuvieron que cerrar la planta y sellarla con una capa de cemento. Más adelante, el proyecto fue abandonado en cada uno de los sitios propuestos debido a la presión ejercida por un esfuerzo organizado de parte de
Una vez alertados a los propósitos reales de los varios "estu dios" que llevaban a cabo los científicos de la AFF en sus terrenos, los hombres y las mujeres de la comunidad de Islote lograron frus trar toda intención de engañarlos. En búsqueda de información, no tardaron mucho en acudir a científicos, organizadores comunales, organizaciones legales y sobretodo a su propio e incontenible liderato para descubrir lo que se pretendió hacer en Islote y luego, luchar organizadamente para preservar su comunidad.
Durante un largo tiempo se dieron a la tarea de averiguar lo que era el supuesto inofensivo reactor hasta que descubrieron lo peli groso y mortífero del proyecto. De ahí en adelante comenzó una lucha que se extendió a todo el país dirigido por los vecinos de Islote y ayudados por un contingente de personas de muy buena fe.
La consecuencia y tenacidad de esos vecinos y sus aliados dieron al traste con un proyecto que estaba más bien en las mentes de los que hacían planes económicos y no en los intereses del pueblo. Gracias a la ayuda de otros factores que convergieron, el proyecto de la planta atómica se detuvo. Pero la iniciativa de los vecinos del Barrio Islote frente a un peligro tan grande convirtió este hecho en
un triunfo del pueblo.
Piqu Pie de vecinos de Islote frente a la alcaldía
