Mensajero Ala Blanca - Enero-Febrero 2013

Page 13

Atributos de un

Liderazgo Ungido Un liderazgo ungido seguirá el plan de Dios sin los títulos y posiciones prestigiosas, y sin el reconocimiento ni el aplauso. El concepto bíblico del liderazgo no encuentra lugar en el mundo secular o en las organizaciones religiosas tradicionales. De acuerdo a los estándares de este mundo, las cualidades del liderazgo incluyen la capacidad de dominar, manipular y controlar a los demás. Este mismo concepto demanda que las personas logren la grandeza por medio de maquinaciones despiadadas y que suban por la escalera del éxito mostrando una gran indiferencia por las personas a las que puedan destruir en el camino. Este es un juego vicioso y sin final en el intento de convertirse en el rey de la montaña. El liderazgo exitoso muchas veces se caracteriza por los grandes imperios financieros, los monumentos, la fama, y las multitudes que lo adoran y le rinden pleitesía. Sin embargo, encontramos un cuadro completamente diferente del liderazgo ungido en los textos sagrados de la Palabra de Dios. “Pero entre ustedes no debe ser así. Más bien, el que quiera ser más importante entre ustedes debe hacerse su siervo. El que quiera ser el número uno entre ustedes debe ser su esclavo; así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvieran, sino a servir a los demás y a dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:26-28, versión Palabra de Dios para Todos). Estoy seguro de que todas las personas que se encuentran dentro de los linderos de la fe cristiana estarán de acuerdo en que nuestro ejemplo supremo y exclusivo del liderazgo ungido se encuentra en Jesús. ¡No hay un ejemplo mayor, ni una descripción más perfecta del liderazgo ungido en toda la historia! “Quien cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente; quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. Porque vosotros erais como ovejas descarriadas, pero ahora habéis vuelto al Pastor y Obispo de vuestras almas” (1 Pedro 2:23-25). Un liderazgo ungido seguirá el plan de Dios sin los títulos y posiciones prestigiosas, y sin el reconocimiento ni el aplauso. El liderazgo ungido no está buscando la aprobación de los hombres, sino la de Dios. El liderazgo ungido no tiene tiempo

“…Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos” (Mateo 20:25-28).

para las rivalidades, los celos y la ambición carnal. Más bien, el liderazgo ungido está centrado en el ganar almas, el avance del reino y la proclamación del evangelio. El liderazgo ungido está preparado para sacrificar toda comodidad y conveniencia para que se cumpla la voluntad de Dios en su vida. El liderazgo ungido está preparado para morir por las ovejas, si fuera necesario, para garantizar su seguridad en este mundo. “Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. Yo soy el buen pastor; y conozco mis ovejas, y las mías me conocen” (Juan 10:11-14). El liderazgo ungido es sufrido, es benigno; no tiene envidia, no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor. El liderazgo ungido no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. El liderazgo ungido todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta (1 Corintios 13:4-7). Los líderes ungidos entienden que su ejemplo es el mensaje más poderoso, la lección más impactante y la instrucción más transformadora. El venerable apóstol Pablo escribió al joven Timoteo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12). El liderazgo ungido está cubierto de humildad, y siempre está pendiente de darle la gloria a Dios y saciar las necesidades de los demás. “…revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo” (1 Pedro 5:5, 6). Finalmente, podemos ver los atributos y las recompensas de un liderazgo ungido en 1 Pedro 5:2-4: “Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino siendo ejemplos de la grey. Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”. Tony Comer Brunswick, Georgia mensajeroalablanca@wwph.com 13


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.