Revista de Bellas Artes, núm. 11, 1966

Page 22

perder. Por fortuna, se Ie ocurre un truco. Hace que por Ia noche, mientras el diablo duerme, su vaca se meta a destruir el campo y cuando el diablo despierta, atontado todavia por el sueiio, grita enfurecido que quien esta destruyendo su campo de tabaco. El vaquero escucha el nombre, gana el trato y se queda con el campo. As!, nos dice Akutagawa, Ia tradicion, que ofrece respuestas diferentes a las de Ia historia, nos cuenta como se introdujo el tabaco en el Jap6n. La narracion esta llena de sutiles referencias literarias e historicas y de ironicas contradicciones que continuamente trastocan los terminos, convirtiendo el bien en mal, el mal en bien, hasta que uno y otro son despojados de sus atributos y son simplemente posibles, pero no absolutos, ni comprobables. AI final, para subrayar el hecho de que todo es relativo, Akutagawa agrega Ia siguiente meditacion: " ... yo siempre me he preguntado si esta tradicion no puede tener un sentido mas profundo, Porque aunque el diablo no f ue capaz de apropiarse del cuerpo y el alma del vaquero, consiguio en cambio diseminar el tabaco en todo el Japon. Por tanto, como Ia salvacion· del vaquero esta unida a su caida, el fracaso del diablo .: no se vio acompaiiado por el exito? Cuando el diablo cae, no se levanta simplemente otra vez . .:No puede ser verdad que cuando un hombre piensa que ha vencido a la tentacion encuentra, para su sorpresa, que ha sido derrotado?" La ironia de este parrafo

es tan obvia que no necesita comentario y se une naturalmente a esa posibilidad de que la mentira sea verdad. Akutagawa vuelve repetidamente a este tema en muchas de sus historias. De el se desprende esa continua e inquietante sensacion de relatividad que, en medio de su tono ironico, cruel y a veces hasta francamente festivo, todas elias poseen. En La nariz, el monje que sufre secretamente por el desorbitado tamaiio de su aditamento nasal, experimenta una aguda nostalgia por el cuando, mediante una dolorosa curacion, consigue reducirlo, y se reconoce a si mismo en el sufrimiento cuando Iogra restituirle su tamaiio original. As!, el inevitable dualismo de todas las cosas, su posibilidad de ser anverso y reverso, impiden alcanzar Ia tranquilidad. En El tejon, Ia mentira de una muchacha que le dice a su madre que el canto que las dos escuchan es el de un tejon para ocultarle que se trata de su amante que Ia espera, provoca que Ia mentira se propague y poco a poco mucha gente, en el pueblo primero y luego hasta e.n otros pueblos y en toda Ia region, asegura haber visto tejones que se convierten en hombres y cantan. Mucho despues, otra noche, Ia muchacha escucha el canto de su amante, sale a verlo y solo encuentra las huellas de un tejon sobre Ia arena. Otra vez, Ia mentira se ha hecho verdad. En La pipa el procedimiento se repite, deslizandose hacia Ia burla de los valores. Un Samurai, orgulloso de su pipa de oro, que

21

,, ,

D1g1tallzado por

[l lllllllllnstituto Nacional de UCONACULTA l .:····::. :m::!!: BellasArtes


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.