F oto g r a f i a n d o e n A m é r i c a L at i n a
año 1909 (del 410 al 420) desfilan reproducidos en secuencia y serialmente “[…] los ‘asuntos nacionales’; los ‘paisajes nacionales’ y los ‘paisajes venezolanos’; los ‘tipos nacionales’ con sus manifestaciones regionales específicas: ‘tipos yaracuyanos’, ‘tipos aragüeños’; pero también los ‘caminos regionales’ y las ‘costumbres regionales’; así como las ‘escenas criollas’[…]”.61 Algo semejante puede encontrarse por entonces en publicaciones de otros países a lo largo de toda América Latina. Simultáneamente, la producción masiva de la postal y de la estereografía convirtió a América Latina en uno de sus escenarios de exploración visual. Incluso, en lugares como Argentina y México hubo por entonces una importante producción local de postales, que incluyó a los tipos como uno de sus principales motivos iconográficos, pero en casi todos los países del continente se montaron talleres para ese fin62. Quizás la modificación más importante que se observa en la fotografía de tipos realizada en América Latina durante esos años sea el frecuente desplazamiento de los sujetos fotografiados del estudio a su escenario natural. En general, en las nuevas condiciones históricas del entre siglo, con la consoli61 Rafael Castillo Zapata. “El espejo del mundo. Imagen fotográfica de la prensa ilustrada del entre siglo modernista”. En: Sueños e imágenes de la modernidad. América Latina 1870-1930. Caracas: Corporación Andina de Fomento / Fundación Celarg, 1997, p. 40 (catálogo). 62 En Argentina, en mayo de 1897, la Compañía Sudamericana de Billetes de Banco fue encargada por la Dirección General de Correos y Telégrafos de producir la primera serie de tarjetas postales impresa en el país. La Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados proveyó las imágenes para esta edición, hecha en fototipia. En 1901, Roberto Rosauer, propietario de la Casa Filatélica –un próspero negocio de este ramo radicado en Buenos Aires–, ofreció por primera vez una colección de postales con vistas de Buenos Aires y la República Argentina en general. Al año siguiente concluyó su colección, que contaba de 103 postales, de las cuales 98 fueron del fotógrafo de origen estadounidense H. G. Olds. Este mismo editor lanzó en enero de 1903 una nueva serie compuesta por 1409 imágenes, realizadas por numerosos fotógrafos del país, entre ellos: E. Avanzi, la Sociedad Fotográfica Argentina de Aficionados, E. C. Moody, C. Onelli, Blom & Weber, O. E. Hahn, H. G. Olds, O. Bollinger, A. S. Witcomb. La expansión del negocio de producción de tarjetas postales en Buenos Aires incluyó pronto a otros editores tales como: Stephan Lumpert, Jacobo Peuser, F. Weiss, Kirchoff & Cia., G. B. Pedrocci, América Cristiana, Pita & Catalano y Mitchell. (Ver: Abel Alexander y Luis Priamo. “Noticias de un desconocido”. En: H. G. Olds. Fotografías 1900-1943 (idea y selección de fotografías de Luis Priamo.) Fundación Antorchas, Buenos Aires, 1998, pp. 30-31.) En México, en los años finales del porfiriato, correspondientes a los inicios del siglo XX, la industria de la postal tuvo gran auge. Sobresalió en la producción del ramo la Sonora News Company, empresa que contrató los servicios, entre otros fotógrafos, de Charles B. Waite. Muchas imágenes de notables fotógrafos de la época como Guillermo Kahlo, Miret, Scott, Percy S. Cox, Carmichael y Ramos fueron difundidas a través de este procedimiento comercial. (Ver: Francisco Montellano. Charles B. Waite, la época de oro de las postales en México. México, D. F.: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1998).
73