Investigación sobre Fotografía - Francois Xavier Laso Chenut
Todo está hábilmente dispuesto: la luz, la geometría, el volumen de la ciudad y los figurantes. Como en aquella fotografía en donde dos hombres, fotografiados en la Plaza de la Independencia caminan de espaldas y que tienen una asombrosa similitud con otros dos, esta vez religiosos, que caminan igual, de espaldas, en la misma plaza pero en la esquina contraria (fig. 30).
Fig. 30 (de izquierda a derecha) Quito, homenaje de admiración al heroico pueblo de Guayaquil. Fototipia Laso. 1922. Fuente AHMC/E. Álbum Quito a la vista, 1911. Fototipia Laso. Fuente BAEP.
Diferencia y repetición son constantes en las fotografías urbanas de Laso. Estas dos fotografías yuxtapuestas coinciden con una exactitud sorprendente y muestran una inventiva casi científica. En las fotografías se despliega una metodología extremadamente consciente y compleja. Para inicios del siglo XX, si bien la tecnología de captura de fotografías había cambiado con la llegada de la emulsión de gelatino-bromuro de plata, las cámaras seguían siendo pesadas máquinas de la visión en las que la imagen se proyectaba invertida sobre un vidrio esmerilado y necesitaba un dilatado tiempo de operación para el enfoque, la composición y la medición de luz.107 107 Acostumbrados hoy a la instantánea automática, realizar una fotografía nos parece un acto sencillo en el que el programa de la máquina resuelve mucho sólo con apretar el disparador. Las cámaras fotográficas que Laso utilizaba pesaban cuatro kilos y tenían que ser colocadas sobre un trípode para poder operarlas y, además, para que la imagen saliera nítida. Las fotografías se realizaban una por una, se cargaba la placa de vidrio o de acetato de gelatino bromuro de plata en un chasis de madera y se insertaba delante de un vidrio esmerilado que servía también de visor. Una vez la toma realizada, se retiraba el negativo y se lo guardaba protegido de la luz antes de reiniciar el proceso para otra toma.
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