Investigación sobre Fotografía - Andrea Cuarterolo
permitía ocultar el fondo, aislar el rostro y convertirlo en el punto focal del retrato. Una viñeta, en términos fotográficos, es básicamente una imagen que funde gradualmente a blanco o a negro hacia los bordes. Este efecto se lograba al momento de la toma mediante la utilización de una máscara, generalmente de formato oval o circular del mismo color que el fondo, que se colocaba muy cerca de la lente de manera de que los bordes aparecieran fuera de foco. El procedimiento podía realizarse también durante la fase de copiado mediante una técnica similar, que permitía enmarcar el rostro dentro de una variedad de formas prediseñadas. El uso de viñetas fue también un recurso sumamente explotado por el cine del período silente. Dentro de la multiplicidad de variedades posibles, el cierre y la apertura en iris estuvieron entre las elecciones más populares. Como en el caso de los viñeteados fotográficos, algunos autores consideran que los cierres en iris son el principal precedente del primer plano cinematográfico, pues se utilizaban para aislar o destacar personajes u objetos en planos de conjunto, centrándose sobre los mismos (Fig. 6). Como sugiere Tom Gunning53, el “cine de atracciones” no utilizó el primer plano como un signo de puntuación narrativa, como haría el cine posterior, sino que lo adoptó por su potencial espectacular y exhibicionista. En estos primeros films, esta técnica no funcionaba como un procedimiento expresivo de tensión narrativa, sino que era en sí misma una atracción, un truco para incitar la atención del espectador y provocar su placer visual. Las viñetas fotográficas y cinematográficas tuvieron, sin embargo, otra importante función narrativa en la producción visual de este período, relacionada con la adopción de puntos de cámara subjetivos. Es frecuente encontrar hacia fines del siglo XIX y principios del XX, una gran variedad de imágenes fotográficas que simulan haber sido tomadas a través de binoculares, cerraduras, lupas, telescopios y otros dispositivos ópticos similares y que, usando viñetas con estas formas particulares, aíslan lo representado para mostrarlo a través de una suerte de toma subjetiva (Fig. 7). La utilización de estas viñetas sugiere la presencia de un ojo en perspectiva, que mira desde una posición análoga a la del espectador. Este procedimiento, que en términos de lenguaje fílmico se denomina ocularización interna primaria “construye la imagen como un indicio, como una huella que permite que el espectador establezca un vínculo 53 Gunning (2006), op. cit., p. 58.
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