G u a tea m a l a
María Noel Langone Centro Cultural Terminal Goes, Montevideo. 12 al 24 de noviembre Organiza: Centro Cultural Terminal Goes
Los paisajes retratados de María Noel son mucho más que una buena selección de imágenes costumbristas. La obra en su conjunto posee la poética trágica y maravillosa de nuestra propia existencia. Nos remite a la comunión insoslayable del hombre con la tierra. Noel logra que la “escena congelada” que dejó de existir en el preciso momento que fue capturada por la cámara fotográfica se sienta vida viva. El alma de los retratados no les fue quitada. Por el contrario, la autora ha sabido preservar e interpretar las imágenes que hoy nos son reveladas de manera sutil y silenciosa. Las sentimos, nos conmueven, son inasibles. Esta bitácora de viaje, cerrada durante mucho tiempo, decide abrirse y mostrarse. En estos casos, “el tiempo y la lejanía” son buenos amigos, colaboran en el nuevo diálogo que se establece entre el creador y su propia producción. Es una etapa de reflexión y definiciones, sensiblesracionales-técnicas que tienen como objetivo materializar una investigación profesional. El siglo XXI trajo consigo el uso y consumo masivo de tecnología visual (entre otras). Estamos rodeados por la polución y banalización de la imagen pero también es cierto que los artistas visuales hoy en día poseen infinitos recursos técnicos que los habilitan a nuevos procedimientos creativos-sensibles. Los lenguajes no mueren, se reformulan. La tecnología no es ni buena ni mala, depende cómo se utilice. En el caso de María Noel, podemos decir que ella ha sabido manipular los nuevos recursos tecnológicos para obtener los resultados deseados en la imagen fotográfica. Esta etapa del proceso y salvando las distancias,
es algo así como fue en un pasado reciente (foto blanco-negro) el cuarto oscuro para la fotografía analógica. La autora es extremadamente rigurosa y sensible en el artilugio de utilizar las nuevas tecnologías. Y hay que serlo, si aspiramos a que este medio de comunicación adquiera el valor de metáfora visual. Noel lo logra. Lic. Sandra Pastorino
Nací cálidamente en pleno invierno de 1980, Paysandú. Mi infancia brilla entre correrías de primas, amigos, cañada, campo, limonero, jazmines, entre pelos despeinados, pies al sol, mimos de abuelos y de abuelas. Padre y madre trabajadores, y un hermano desfachatado. Ellos y ellas modelos, musas de mis primeros disparos en una Kodak Brownie, que me regaló el parsimonioso Tío Tito: tabaco en mano, dedos amarillos y jarrita de vino, eternizado en una imagen borrosa. Me pasaba largos ratos observando, revisando fotos viejas, tratando de leer los gestos, descifrar personalidades de desconocidos, ver mi imagen de bebé, y la del año, buscando llegar a ese ser que soy en un tiempo impreso, en un tiempo sin recuerdos. Desde 1998 vivo en Montevideo, soy licenciada en Artes Plásticas y Visuales, trabajo como docente de Expresión Plástica con niños que me enseñan todos los días. Vivo la vida, la muerte. Adoro al amor.
María Noel Langone. Sin título. 2010. Fotografía digital. 40 x 50 cm
96