Westfield 01

Page 180

LYDIA DARE El Encanto de un Lobo 1° de la Serie Los Hermanos Westfield

¿Vestido nuevo? Simon le acarició la espalda cubierta de seda. ¿Cómo no se había dado cuenta? —¿Es uno de los vestidos de madame Pelletier? —Sí —asintió Lily—. Ha llegado un baúl lleno de vestidos esta mañana. No me quiero ni imaginar lo que te habrá costado un guardarropa como ése. ¡Ni cómo has conseguido que lo cosieran tan de prisa! Simon sonrió satisfecho. Al diablo con los vestidos. Si el encargo estaba completo, Lily tenía que haber recibido también algunas prendas que no iban a ver más ojos que los suyos. —¿Qué significa esa mirada, Simon? —Nada, cariño —respondió él, alzando una ceja—, solo me estaba imaginando cómo te quedarían los camisones nuevos. Lily sintió las mejillas ardiendo. —La verdad, Simon, no entiendo para qué los encargaste. No dejan nada a la imaginación. Daría igual que fuera desnuda. Él le dio un apretón en la nalga. —Excelente sugerencia. Lily se libró de su abrazo, riendo divertida. —Compórtate, Simon Westfield. Y ten paciencia. Salgo hacia Langley Downs en unos minutos. Langley Downs. La sonrisa se borró del rostro del duque para convertirse en una mueca de enfado. —Preferiría que no pasaras tanto tiempo con Prisca Hawthorne. —¿Por qué? —preguntó Lily, sacudiendo la cabeza, incrédula. —¿Quién crees que le contó a la señora Bostic que estabas viviendo aquí sin carabina? —Lily se quedó parada sin decir nada, por lo que Simon continuó—: La muy metomentodo puede mangonear las vidas de sus hermanos tanto como quiera, pero no me gusta que se meta en la mía. —Simon, si no te hubiera preocupado mi reputación, ¿te habrías casado conmigo? No. Se habría mantenido alejado de ella, sufriendo a distancia, por no obligarla a compartir su vida y su futuro con él. Al ver que no respondía, Lily frunció el cejo. —Ya veo. ¿Te arrepientes de haberte casado conmigo? —No, ni se te pase por la cabeza —le aseguró él, acercándose—. Nada me hace más feliz que saber que eres mía. —El bastardo egoísta que era no la dejaría escapar. Ya no. —Bien —replicó Lily, cruzándose de brazos—, no sabía que Prisca era la responsable. Tendré que darle las gracias cuando la vea.

El mayordomo de Langley Downs anunció a la duquesa de Blackmoor y regresó a su puesto. Al entrar en el saloncito verde, Lily comprobó con sorpresa que Prisca no estaba sola. —Su excelencia —la saludó Emory Hawthorne, haciendo una reverencia—, permítame que la felicite por su reciente matrimonio.

Escaneado y corregido por MERCHE

Página 180


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.