Dyer, wayne la fuerza del espíritu [doc]

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LA FUERZA DEL ESPIRITU

Imagina por un momento que conoces a una persona que ha guardado todo lo que quieres o necesitas para tu felicidad, pero se niega a dártelo a menos que hagas lo que ella quiere, se lo pidas como es debido y te comportes como ella quiere. Además, esta persona puede curarte de la enfermedad pero te deja sufrir, y tal vez considere la posibilidad de curarte en un futuro. No sería una persona muy agradable, y mucho menos un Dios muy agradable. ¿Es éste el tipo de Dios que imaginas que es la energía espiritual? En las Escrituras se dice claramente: «Todo lo mío es vuestro». Estas cinco palabras pueden ser el secreto que has estado buscando para elevar tu conciencia a un nivel espiritual. Dios es percibido a menudo como un ser invisible a quien rezas cuando experimentas alguna carencia en tu vida. «Por favor, Dios, envíame el dinero que necesito; querido Dios, quiero que me cures de mi enrermedad; te lo suplico, Dios, devuélveme a mi esposa, que me abandonó por otro hombre». Y así, rezas para obtener las cosas que crees que te faltan. Crees que Dios decide si darte lo que te falta en la vida según te comportes, si cumples el castigo adecuado y lo pides del modo en que Él lo exige. Elevar nuestra energía al nivel del espíritu implica saber que dentro de una hora Dios no va a hacer nada diferente de lo que ya está haciendo. Es más, Dios no está haciendo nada diferente de lo que hacía hace una hora o cien años atrás. Dios sólo está aquí en el momento presente, en el eterno ahora. Dios está entrelazado de modo inextricable con tu capacidad de apartar tus pensamientos del ayer y del mañana y escapar al ahora, el único sitio donde Dios puede morar. El ahora es un punto en el universo de la abundancia que no tiene límites. «Todo lo que tengo» significa la prosperidad ilimitada de este universo. «Es tuyo» significa que puedes tener todo aquello a lo que dirijas tu atención con amor, ahora. No en algún momento del futuro, sino ahora. Dios no retiene tu parte de esta tarta ilimitada esperando que te comportes debidamente. Dios tampoco disfruta viéndote sufrir en la escasez y la enfermedad hasta que decida dejar de negarte lo que necesitas. Cualquiera que sea la solución que buscas a tus problemas la tienes a tu alcance ahora. Está en ti, no en algún ser mítico como Santa Claus con una larga barba que flota en los cielos, dispensando cosas buenas a unos y cosas malas a otros. Siempre estás unido a esta fuente universal de energía del momento presente. Como lo expresó san Pablo en su carta a los corintios: «No sabéis que sois el templo de Dios y que el Espíritu de Dios mora en vosotros» (I Corintios 3:16). 110


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