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Querida Congregación

Editorial

Querida Congregación

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Deseando que nuestro servicio misionero continúe en sinodalidad.

Siguiendo las líneas de la exhortación “Querida Congregación” y la exhortación de nuestra Provincia “Soñando con Claret”, continuamos desarrollando nuestro servicio misionero entre semillas y malezas. En el contexto mundial, así como en el contexto nacional aparecen muchas malezas: guerras, inseguridad, violencia… Pero, valorando el esfuerzo y viendo el acontecer de las pastorales de nuestra Provincia podemos ver semillas, todo esto con mucha esperanza, siempre en misión compartida.

El Papa Francisco en Evangelii Gaudium, expresa: “No nos dejemos robar la esperanza” (86). Y para el misionero la esperanza es nuestro Señor Jesucristo; Él que es la Palabra de Dios hecha carne.

Como Oyentes y Servidores de la Palabra continuemos dejando que ella nos siga impulsando. Que esta Palabra de Dios nos siga fortaleciendo para llevar a cabo realmente una Revisión de Vida, Obras y Posiciones. Para que nos dejemos llevar por esta Palabra y continuemos en una conversión pastoral y ecológica.

Los motivo a que retomando las Sagradas Escrituras la hagamos propia a través de la Lectio Divina, que no dejemos de beber de ella, ya que nos ayuda a nuestro diario vivir y en nuestro servicio pastoral.

La Palabra de Dios que es Jesús siga impulsando nuestros derroteros misioneros. Que la Palabra de Dios siga siendo fermento en nuestras opciones pastorales en salida. Y sobre todo, que la Palabra de Dios siga siendo la buena semilla en nuestros senderos misioneros transitados y por transitar.

En un apartado de nuestro Sueño Provincial se hace referencia directa a la Palabra de Dios: “Soñamos una Provincia que partiendo de la Animación Bíblica de la Pastoral es fermento de vida y comprometida con los pobres, cada vez trabaja más en misión compartida utilizando adecuadamente los medios de comunicación” (SCC, 60).

Esta Palabra de Dios debe seguir siendo nuestra fortaleza ante cualquier maleza que se nos vaya presentando y el alimento para nuestra respuesta misionera y así lograr nuestro Sueño Provincial. Que ante los desafíos de las realidades pastorales la Palabra de Dios siga siendo para nosotros esa fuente inagotable y aquello que le da sentido a nuestra vocación.

Como nos lo recuerda San Pablo: “Predica la Palabra. Insiste a tiempo y a destiempo” (cfr. 2 Tim. 4,2). Y como Oyentes y Servidores de la Palabra sigamos compartiendo la Buena Noticia en medio de cualquier escenario por más difícil que parezca.

¡Nuestro sueño se hace realidad si estamos arraigados en Cristo y si somos audaces en la misión!

M.R.P. Ernesto Mejía Mejía, CMF Superior Provincial

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