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Carta del Superior General a la Congregación

El despegue desde Vic

El Gobierno General comenzó su propia tarea de preparación para el servicio de liderazgo de nuestra Congregación en el ámbito General durante los próximos seis años. Transcurrimos dos semanas (17-31 de octubre de 2021) en Vic, junto al sepulcro de nuestro amado Fundador, para iniciar nuestro ministerio de gobierno en el espíritu que le movió a dedicarse apasionadamente al Señor y a su pueblo. En la primera semana, el P. Gonzalo Fernández nos presentó un programa de formación de equipos y liderazgo en discernimiento con la ayuda de técnicas y recursos que había obtenido participando en el programa de liderazgo con los jesuitas en Roma este año. La segunda semana la dedicamos a profundizar en el estudio de “Querida Congregación” y a la elaboración del Plan de Acción del Gobierno General. Este Plan de Acción es nuestro empeño en traducir el sueño, los diseños y los compromisos tejidos en el Capítulo General en pasos concretos y operativos que orienten el papel de animación del Gobierno General. Ciertamente, este Plan de Acción permanecería estéril sin la correspondiente participación en el ámbito de los Organismos Mayores y las comunidades locales.

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El Plan de Acción se enviará a los Superiores Mayores después del período navideño y se espera que los Organismos Mayores hagan o actualicen sus propios planes de acción adaptados a su contexto, teniendo en cuenta la Exhortación del Capítulo General y el Plan General de Acción. Esperamos celebrar la reunión de Superiores Mayores en Kenia del 4 al 18 de septiembre de 2022, para tener un diálogo sobre el Plan de Acción y otros temas que tenemos que abordar en este momento de nuestra historia.

Lo primero es lo primero

Entre las diversas prioridades que debemos cuidar, consideraría nuestro desarrollo vocacional como misioneros arraigados en Cristo, como nuestro Fundador, la más importante. La alegría de la vida misionera fluye de forma natural de un corazón en llamas en el amor de Dios, y propaga ese fuego a nuestro alrededor y nos forma en una “querida congregación”.

Las vidas de muchos de nuestros hermanos narran la historia del descubrimiento de las dimensiones más profundas de su vocación misionera y la lucha ejemplar para vivir su vocación con alegría en medio de entornos incluso vocacionalmente hostiles. La vida alegre y dedicada de los misioneros es fecunda en vocaciones, al invitar a nuevos miembros a nuestra Congregación.

Queridos hermanos, os invito a cada uno de vosotros a que tengáis como prioridad el anclaros en esa mado a pertenecer a Él y a ser enviados en misión donde Él quiera. Nuestra profesión de disponibilidad incondicional al Señor a través de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia tendría sentido incluso para nosotros mismos sólo en ese nivel. El Papa Francisco, en su audiencia a los miembros del Capítulo General, nos recordó: “Sois Misioneros; si queréis que vuestra misión sea verdaderamente fructífera, no podéis separar la misión de la contemplación y de una vida de intimidad con el Señor”. Una vida enraizada en Cristo será naturalmente fructífera. Las nuevas vocaciones no son reclutadas, sino atraídas por el Señor y despertadas por el ejemplo de la vida gozosa de los misioneros. Por lo tanto, todos nosotros tenemos un papel que desempeñar para fortalecer nuestra “amada Congregación” cuidando el desarrollo vocacional de cada uno, apoyando el de los demás y orando y alentando nuevas vocaciones.

Nuestro camino sinodal

La llamada del Señor a la Iglesia hoy es recuperar su naturaleza sinodal aprendiendo a caminar juntos de manera que las diversidades sean valoradas como dones del Espíritu para fortalecer la comunidad y tejer la unidad. Insto a todas

nuestras comunidades a participar plenamente en el proceso sinodal en las iglesias locales, que la Santa Sede ha iniciado recientemente para culminar en 2023. Es una ocasión para profundizar en el carácter sinodal de nuestra Congregación. La voluntad y la capacidad de escucharnos unos a otros y al Espíritu Santo es fundamental para el camino sinodal, que no es el gobierno de la mayoría al estilo de la democracia política. La conversión sinodal, necesaria para caminar juntos cuidándonos unos a otros en la comunidad y en la misión, es el antídoto para abordar muchos males que conducen a los escándalos en la Iglesia.

Capítulos y Asambleas en 2021-2022

La misión de nuestra Congregación fluye de nuestro estar arraigados en Cristo. Es un acto sinodal en el que todos tienen una parte que cumplir. Los Capítulos y las Asambleas son momentos especiales para discernir juntos y compartir el sueño de Dios para nosotros en cada lugar y tiempo.

Habrá 21 Capítulos y Asambleas que se celebrarán antes de finales de 2022, y que también implican elecciones o destinos de sus respectivos gobiernos.

Capítulos Provinciales: Colombia Oriental-Ecuador, Colombia-Venezuela, Sanctus Paulus, Santiago, Deutschland, Polska, México, Chennai, East Nigeria, Perú-Bolivia y St. Thomas.

Asambleas de Delegaciones Independientes: Mãe da África, Padre Xifré, Northeast India, Antillas, East Asia, Korea, West Nigeria, Congo, Cameroun y Kolkata.

Estos eventos congregacionales son momentos importantes de gracia y crecimiento en nuestra Congregación y acompañaremos a nuestros hermanos con nuestras oraciones y apoyo fraterno. Es alentador saber que los respectivos Organismos Mayores se están preparando para estos acontecimientos en el espíritu del Capítulo General, con la audacia del Espíritu.

La Asambla General de la Familia Claretiana

La Familia Claretiana celebró su 10ª Asamblea General del 4 al 8 de diciembre de 2021 en la casa Pasionista de Roma. Esta asociación de la Familia Claretiana está formada por ocho ramas que tienen como origen el Carisma Claretiano (cf. Dir. 30-31). Las ocho ramas son: Misioneros Hijos Del Inmaculado Corazón De María (1849), Religiosas De María Inmaculada/Hermanas Misioneras Claretianas (1855), Misioneras De María Inmaculada (1909), Misioneras Cordimarianas (1921), Instituto Secular Filiación Cordimariana (1943), Movimiento Seglares Claretianos (1988), Misioneras De La Institución Claretiana (1951), y Misioneras De San Antonio Mª Claret (1958) (cf. http:// www.familiaclaretiana.org/en/ claretian-family/).

La Hermana María Gracia García Baquero, de las Misioneras de la Institución Claretiana, fue elegida como la nueva Presidenta de la Familia Claretiana para los próximos cuatro años. Esperamos una más estrecha colaboración y comunión entre nosotros, de acuerdo con las posibilidades y la naturaleza específica de cada rama.

Visitas canónicas

El Gobierno General tiene previsto realizar las visitas Canónicas en el ámbito continental como en el último sexenio, comenzando por

los Organismos Mayores de Europa en 2023, seguidos de los de África, Asia y las Américas en los años siguientes.

Preparandonos para el Adviento y la Navidad 2021

Este año también, celebramos los ciclos de Adviento y Navidad a la sombra de las nuevas variantes recurrentes de la pandemia Covid- 19. El continuo combate con el virus pandémico está afectando al espíritu humano de diferentes maneras. Cuidaremos de no permitir que la pandemia nos robe nuestra resiliencia cristiana y la capacidad nacida de la fe, la esperanza y el amor para encontrar sentido y alegría en medio del sufrimiento.

Las enfermedades físicas infecciosas nos ayudan también a comprender las enfermedades más perniciosas del alma. Cuando estamos enfermos, ¡qué ansiosamente esperamos a un médico competente! Sabemos por la fe que hemos sido creados para participar en la vida de Dios y Dios nos llama a buscarlo, a conocerlo y a amarlo con todas las fuerzas (cf. Catecismo de la Iglesia Católica 1). También sabemos lo herida que está nuestra humanidad, cuando observamos cómo los humanos nos relacionamos entre nosotros y cuidamos de nuestra casa común. La pandemia da una imagen de rayos X de la naturaleza humana en acción cuando un peligro afecta a todos en el planeta.

Los Padres de la Iglesia eran conscientes de las patologías de la mente y del corazón que distorsionan el modo de ver el mundo y corrompen los deseos humanos y el auténtico disfrute de los dones de Dios. Los virus espirituales como la adoración al ego, la gula, el amor por el dinero, el cinismo, la acedia, la violencia, el miedo y la vanagloria infectan incluso a personas celosas y debilitan su vida interior. El sueño de una sociedad humana sana e integrada donde todos podamos vivir en fraternidad es parte de las expectativas de Adviento. La Navidad en el contexto de la pandemia mundial este año nos invita a esperar a Jesús, el sanador divino y médico supremo. Jesús viene a sanarnos y restaurarnos a la salud y el bienestar integral. Tenemos mucho que aprender de cómo el Padre Claret percibió los males de su sociedad contemporánea y los remedios que encontró para ellos en su tiempo. Hay varios virus espirituales que afectan invisiblemente la salud integral de las personas y la comunidad. Nosotros también podemos no ser conscientes de ellos en nosotros mismos, aunque debiliten nuestra vida espiritual, nuestra vida fraterna y nuestro entusiasmo misionero.

Aprendemos el antídoto para los virus espirituales que adormecen nuestra receptividad interior a la gracia de Dios por medio de María, quien se entregó al Espíritu Santo con su disposición interior de humildad, apertura, confianza y obediencia.

En este Tiempo de Adviento, haremos nuestras sus propias palabras de compromiso vocacional: “Yo soy la esclava del Señor: que se cumpla en mí tu Palabra” (cf. Lc 1, 38).

Acojamos a Jesús, el Salvador, con alegría, y dejémosle corregir nuestra visión distorsionada y fortalecer nuestro ser. Por Él, con Él y en Él, recuperaremos nuestra auténtica naturaleza humana que arde con el amor de Dios y propaga sus llamas dondequiera que seamos enviados en misión.

Os deseo a todos una feliz Navidad 2021.

P. Mathew Vattamattam, CMF Superior General Roma, 8 de diciembre de 2021

Mensaje del Superior General en la Fiesta de San Antonio María Claret

Por P. Mathew Vattamattam, cmf

Queridos hermanos:

Os deseo una feliz celebración de la fiesta de nuestro Fundador, san Antonio María Claret

Aunque la situación mundial de Covid-19 ha mejorado significativamente, aún habremos de mantener restricciones prudenciales en la celebración externa de la fiesta. La humanidad está volviendo lentamente a una «nueva normalidad» con las lecciones aprendidas de la experiencia de la pandemia. En efecto, las pruebas de la vida revelan los verdaderos tesoros ocultos en los corazones humanos.

El año pasado pudimos celebrar el Año Claretiano en el 150 aniversario de la muerte de nuestro Fundador y este año hemos llevado a cabo el XXVI Capítulo General bajo las sombras de la pandemia mundial. Al comenzar el periodo post-capitular que nos impele a experimentar los efectos de esta pandemia en la humanidad, hemos de acoger la «nueva normalidad» profundamente arraigados en Jesucristo y audaces en nuestra vida y misión. No permitamos que la pandemia nos robe nuestro entusiasmo misionero.

El Consejo General se encuentra reunido en Vic desde el 17 de octubre y prolongará su estadía allí durante dos semanas. Queremos inspirarnos en el espíritu de nuestro Fundador para caminar hacia la realización del Sueño que el Señor nos invitó a tejer juntos en el Capítulo General para este sexenio. Sabemos que la vida del Padre Claret estuvo marcada por el sueño de su infancia acerca de la eternidad. De joven, soñaba con una carrera de éxito, moldeada a través de su pasión por el diseño textil y por el deseo de su padre. Pero el Señor le enseñó el arte de soñar con Dios y de caminar con Él de otra manera. En la sociedad convulsa de su tiempo, el Padre Claret supo anclarse en Cristo y llevar a cabo con audacia la misión que se le había encomendado. Es interesante observar cómo nuestro Fundador describe su camino cotidiano en su autobiografía: «El Señor me dio a entender…» (Aut 93, 101, 117, 118, 191, 198, 254, 403, 534, 674, 680, 697, etc.). Este tipo de «comprensión dada» de la realidad a la luz de la Palabra de Dios es necesaria para vivir con audacia nuestra vocación misionera.

Queridos hermanos, tenemos muchos retos que afrontar en esta época de cambios. Como Congregación debemos estar arraigados en Cristo para dar los frutos del Espíritu en la Iglesia y en el mundo. Los frutos son diferentes de los productos. Los frutos nacen de la sana dinámica interior de un organismo y nos ayudan a crecer como discípulos de Cristo, mientras que los productos son el resultado de la actividad externa.

El Señor ha llamado este año a 51 misioneros a la casa del Padre, lo que, por un lado, suscita la gratitud por la asombrosa gracia que irradiaron sus vidas. Por otro lado, la muerte de tantos misioneros claretianos en nuestra pequeña Congregación (en su mayoría debido a la vejez y al Covid) nos invita a rezar y trabajar por las nuevas vocaciones. Cuando la propaganda negativa, la cobertura mediática de los escándalos en la Iglesia y ciertas ideologías desdibujan la verdad sobre la Iglesia, la vivencia gozosa de los valores propios de nuestra vocación (por ejemplo: un estilo de vida sencillo, la proximidad a la gente, el cuidado y la compasión en las relaciones, el acompañamiento de las personas en su búsqueda del sentido de la vida y el compartir nuestra experiencia de Jesús) puede revelar la auténtica belleza del seguimiento de Cristo como misioneros.

Cada uno de nosotros puede ser un promotor de vocaciones irradiando la alegría de seguir a Cristo de una manera única. Encomiendo nuestra pastoral vocacional a la intercesión de nuestro Fundador.

Caminemos como hijos del Corazón de María al estilo del Padre Claret como comunidad de discípulos, uniendo nuestras manos con las del resto de la Familia Claretiana y todos los que comparten su carisma para dar testimonio de la alegría del Evangelio en el mundo de hoy.

A todos vosotros, mis mejores deseos con ánimo festivo.

Mathew Vattamattam, cmf Superior General

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