El indio ecuatoriano

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ra y cuarta semanas: conocimiento de las semillas, selección de éstas, cuidado de las herramientas, buenos hábitos del agricultor; denominación de algunas plantas y animales del lugar. Quinta semana : entierro de las basuras, hojas secas, ramas y desperdicios, etcétera, para utilizarlos como abono; preparación de almácigas y hortalizas; selección de semillas para el cultivo directo. (*) Es claro que la reforma de la educación rural en el Ecuador se ha iniciado en el papel con todo detalle, con demasiado detalle sin duda, como queda en claro por la minuciosidad de las prescripciones. Ya los programas sintéticos que se expiden para todo el país son suficientemente detallados, pero los provinciales llegan a una especificación artificiosa e inútil como puede verse por el ejemplo del programa de prácticas agrícolas que se ha citado. No tiene importancia para mi objeto hacer una crítica del programa ideado para la escuela rural, sí deseo hacerla del método de reforma que se ha seguido. La reforma, como se ve, es de gabinete, acusa una preocupación pedagógica más bien que una preocupación social; olvida que el factor maestro, importante siempre, lo es mucho más en el campo de la escuela rural. Juzgando por lo que vi, casi podría asegurar que cuando los promotores de la reforma se fijen en este punto van a proceder a transformar o preparar el cuerpo magisterial enseñándole más pedagogía y más técnica metodológica. El hecho es que el Ecuador sufre de pedagogía y de normalismo, situación que si ya para las escuelas organizadas de la ciudad puede, exagerándosela, resultar perjudicial, es sencillamente fatal cuando se trata de formular un programa de educación socializante para las masas campesinas. Es también significativo el hecho de que, a pesar del convencimiento expreso de las autoridades del Ministerio de Educación en el sentido de que la reforma de la educación pública debe tener en cuenta el problema del indio, ni el plan de estudios que esta oficina expidió, ni los programas sintéticos, ni los detallados dicen media palabra sobre el indígena. La escuela rural que pretende implantarse, podrá llegar a ser una institución de educación activa y quizá hasta funcional dentro del medio rural, pero v

(*) Dirección -de E s t u d i o s , P r o g r a m a s analíticos p a r a las escuelas r u r a l e s de la Provincia de Pichincha. Educación, n ú m e r o s 59-61, octubrediciembre, 1931, Quito, p p . 56-57.


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