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Dentro de la comedia podemos encontrar muchos dúos masculinos, especialmente si del género policiaco se trata. Polos opuestos que inician una relación discrepante, pero que al final de la película terminan convertidos en “uña y mugre”, es la trama que ha plagado el género de la acción-comedia: nótense los casos de Riggs (Mel Gibson) y Murtaugh (Danny Glover) en Arma Mortal, Ray Tango (Sylvester Stallone) y Gabriel Cash (Kurt Russell) en Tango & Cash, o más recientemente Dos policías rebeldes, con Will Smith y Martin Lawrence. Sin embargo, ha sido un género casi completamente cubierto por los hombres, ya que han sido muy pocas ocasiones en las que los dúos policiacos femeninos se han visto en pantalla. Tal vez, el ejemplo más fuerte de féminas policiacas se encuentre en Los Ángeles de Charlie, pues tanto la serie como las películas nos presentaron investigación y acción, pero también reinaban el estilo, la delicadeza, la gracia y el sex-appeal. Otro buen ejemplo es la película de los 80’s titulada Cagney & Lacey. Paul Feig, director que recordaremos por Damas en guerra, vuelve a trabajar con Melissa McCarthy para emparejarla con Sandra Bullock, en una película que no sólo busca poner a chicas bonitas a pelear con chicos malos, sino que realmente quiere reinventar el género de los “Buddy Cop Films”. Armadas y peligrosas une a Sarah Ashburn, una agente del FBI fiel al reglamento pero rechazada socialmente y con un gato como único amigo, con Shannon Mullins, detective de Boston, extremadamente violenta, malhablada y con cierto desprecio a las reglas.