Cinemascomics: La revista. Nº 12

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Mel Gibson en Braveheart. 1995

do la complicidad del espectador por su descorazonada voluntad de aferrarse a la vida.

IMPROVISA SI ES NECESARIO Otro de los requisitos a la hora de llevar a cabo una venganza es contar con que todo saldrá tal y como estaba previsto, algo que sucede en la sorprendente y demasiado poco valorada El caso Slevin. Josh Hartnett es Slevin, un genio del engaño y la improvisación que, sacrificando la integridad de su nariz y su propia seguridad física, consigue diseñar un enredado método que le lleva a unir a los responsables de la muerte de su padre, unos mafiosos que hasta ese momento nadie había conseguido reunir en la misma habitación, y que ahora se encuentran a merced del joven huérfano. Fresca, de ritmo ágil y diálogos simples, la obra demuestra que se necesita muy poco para crear una muy original e inesperada historia, tan sólo algo de suerte y un reparto de lo más magnánimo.

NO TE OLVIDES DE LA DIVERSIÓN Vale que la venganza es un asunto muy serio, pero, ¿por qué renunciar al buen humor? La jungla 3:

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Cinemascomics

│Especial 2012

La venganza nos regala a un divertidísimo Bruce Willis en su mejor versión del siempre enojado John McClane. La cinta es, simplemente, irrepetible, como irrepetible es ver al resacoso McClane en medio de Harlem con un letrero que indica que odia a los negros, o intentando averiguar un sencillo acertijo sobre botijos y agua con la que es la mejor pareja posible para el entrañable agente de la ley, Samuel L. Jackson que ofrece muchos de los mejores momentos de la cinta.

ELIGE UNA FRASE CON GANCHO Los hechos perpetrados podrán pasar a la historia, pero nada se recuerda tan bien y rápido como una simple frase. Mel Gibson marcó a toda una generación con tan sólo diez palabras: “Pueden quitarnos la vida, pero jamás nos quitarán… ¡¡la libertad!!”. El mejor grito de guerra no sólo se hizo con cinco Oscar de la Academia, sino que se consagró como la cinta más inspiradora de la historia, y posiblemente la última decente de Gibson, que tiempo después de saborear el éxito como director empezaba a perderse en su propio mundo de historias demasiado complejas como para ser entendi-

das por todos. No obstante, Braveheart es la más noble de todas las venganzas, porque es llevada a cabo por la simple valentía de un hombre que luchó contra un reino y lo hizo sin más armas que su insigne coraje (y algunos fieles seguidores), algo que desarma los sentidos de cualquier espectador.

NO DEJES PRUEBAS Es imprescindible que cuides el más mínimo detalle, no puedes dejar que tu identidad te delate. Por ello, no tengas miedo y haz los cambios de imagen que estimes necesario: por ejemplo, cambia de sexo. Sí, puede sonar algo drástico, pero Sean Young es el claro ejemplo, en Ace Ventura, un detective diferente, de que el resultado es de lo más convincente para despistar a detectives de mascotas y astros de la Super Bowl cuando se quiere perpetrar una enfermiza venganza. Claro que si Jim Carrey está en escena, es fácil que cualquier otro personaje pase desapercibido en esta desenfrenada y genial excentricidad del humor más absurdo y contagioso.

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