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BRONTIS JODOROWSKY
Brontis Jodorowsky (1962) es un director y actor de teatro mexicano-francés, quien ha participado en obras como “El sueño sin fin” y “Le Gorille”, entre otras. Es hijo del escritor, director y actor chileno-francés Alejandro Jodorowsky y de la actriz Bernadette Landru.
Siendo esta la primera vez que tengo contacto con una personalidad así de importante, sobre todo de alguien a quien admiro no sólo como persona, sino también a su trayectoria, fue muy especial, porque supuso un acercamiento a alguien verdaderamente maravilla, en cuanto a su pensamiento y su humanidad… hablar con él, conocerlo y preguntarle respecto a su perspectiva sobre este camino de encontrarse como artista y encontrarse sobre todo para él, fue no sólo emocionante, sino también profundo y llenador.
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Recuerdo que la primer película que ví en la que él participó fue Poesía Sin Fin (2016) de su padre y a través de él pude conocer sobre su trabajo y ahí conocí también más películas donde él participó como lo fue La Danza de la Realidad (2013), Las Tinieblas (2016), Táu (2012), para posteriormente enterarme que participó en Animales Fantásticos (2018).
BRONTIS:
Bueno, vivo entre Francia en parte, en realidad me estoy desplazando hacia México. El año pasado por distintas circunstancias, algunas felices, algunas más tristes, pues pasé mucho tiempo en México. Me gustó mucho. Desde 2015 ya tenía, yo esta idea de en vez de tener residencia en París y de vez en cuando ir a México a trabajar porque pues, en el cine en México, de vez en cuando hago ciertas cosas, es al revés, ¿no?, O sea, vivir en México y pues de vez en cuando, quizás venir a hacer cosas aquí en Francia porque pues, no sé, también me ofrecen ciertas aventuras, (...), por circunstancias históricas, geopolíticas, que sé yo, pues en la familia de mi padre y la familia de su madre porque todos también somos nacidos de una madre, también yo inclusive, pues se fueron a Sudamérica, a Chile y Argentina, se conocieron, y luego, pues mi padre salió de Chile, viajó, vino primero a Francia y conoció a mi madre acá con Marcel Marceau, se fue a México, en México se estableció como director, entonces pues mi madre, que trabajaba con él en esa época, pues también se fue para allá, ahí, puf, ahí aparecí y pues yo, tuve muchas idas y vueltas de niño,(...).
Ahora me regué aquí, porque cuando llegué aquí, la última vez a los 16, pues ya hice mi adolescencia acá, ya hice mi autonomía acá, ya me salí del círculo familiar cercano, ya me encontré una mujer con quien tuve 2 hijas y luego me separé de esa mujer, pero mis hijas están aquí, son francesas, entonces, dentro de mi fantasía de siempre, pensé que no iba a quedarme toda la vida aquí, (...) Mi madre era francesa, entonces de bebé por cartas que encontré de ella, de su pasado, que escribía a su familia, pues aprendí español porque estábamos en México, pero aprendí también francés al mismo tiempo. Entonces crecí teniendo acento en acento francés en español y acento en latino en francés,(...). Luego las circunstancias hicieron que aprendiera inglés, porque estuvimos 2 años en Nueva York, también de niño, y luego me gustó el poder arreglármelas en 3 idiomas. Cada idioma es una manera de estructurar el pensamiento.Y tuve la oportunidad de trabajar en Italia, entonces me interesó aprender italiano, aprendí italiano también. (...) entonces puede trabajar en en películas inglesas y en películas en México y cosas aquí en Francia en el teatro, etcétera.
CINEUAQ:
Has estado en producciones inglesas, producciones mexicanas, producciones americanas, pero partiendo de ahí, y precisamente ya que me cuentas un poco todo este proceso que has tenido de tu vida, ¿cómo ha sido tu recorrido en el campo de la actuación? Sabemos que empiezas en El Topo (1970) de muy pequeño, pero ¿cómo es este acercamiento?
BRONTIS:
Empecé en El Topo, a los 6 años y medio, en una época en la que no había de VHS, ni siquiera, o sea, que el cine era celuloide y para ver la película o ver lo que hacía, no había combo, ni siquiera en aquella época en las salas de el cine, ahora es totalmente distinto como se fabrica. Para mí, pues también actuar en El Topo fue el momento que correspondió con el momento en que conocí a mi padre, porque durante mis primeros 6 años viví con mi madre nada más, pero así fue, yo tenía 6, estaba muy orgulloso y lo hice, lo tomé muy en serio y me hizo bien ese pequeño papel en El Topo, y luego participé en una película que se llama Pubertinaje (1971), y ha desaparecido esa película, eran, creo que eran 3, era una película hecha por 3 directores y cada cual tenía un tercio o un sketch, y luego es esta película que se llama El Muro del Silencio (1974) de Luis Alcoriza, que tenía ya 10 años algo así, y esa la hice muy seriamente, si la tomé, así como medio, sí me sentía totalmente actor comprometido, y tenía esta cosa maravillosa que tienen los niños, que es la espontaneidad de la fotogenia, la naturalidad; que luego, en tanto que actor, pues estás ahí luchando para reencontrar esas cualidades de la de la infancia, (...) luego, ya cuando nos fuimos a Francia con 16, hago el proyecto de Duna para que me prepare, que iba a hacer de Paul. estuve en contacto para volver el tema del estímulo con el arte siempre en cierta forma, siempre me ha gustado el arte, artes gráficas, cine, o sea, obviamente nada se genera espontáneamente, siempre hay circunstancias que crean, (...). A partir de ahí ya me empecé a buscar, había muchas escuelas de teatro aquí en París, fui, visité algunas y ya en aquella época yo ya entendí, ya sabía, ya había integrado, que para conocerte, para saber quién eres hay que saber quien no eres, pues es muy rápido y entendí que no quería hacer en el teatro.Yo quería hacer teatro porque el teatro te puedes disfrazar. Me gustaba eso de la transformación, no ser yo en cierta manera es ser un personaje. Todo, maquillaje, máscara.
Entonces me preparé mucho, me preparé un par de par de años para eso y luego el proyecto, pues no se hizo, porque es como ocurre en el cine, que el proyecto no se hace. En la adolescencia te empiezan a interesar mucho más que “¿Qué va a ser de mi vida? Quiero ser actor” todo eso, los amigos, las amigas y descubrirse también, y alejarse de cierta manera, o sea, para descubrir quién eres, tienes que comprender quien no eres (...).
Entonces, luego llega un momento en el que comprendes que eres tú, (...) Entonces tenemos todo este proceso en nuestro desarrollo de nuestra personalidad, nuestro ser, que es de ir, de ser uno con el mundo, de descubrir que es uno mismo, pero luego ya haces parte también de otro cuerpo con el cual no te distancias y este es el cuerpo de la familia, cuál sea la familia, (...) entonces, yo creo que llega un momento en este proceso de desarrollo de ir a la búsqueda de ti,(...) entonces durante un cierto tiempo para volver a mí yo olvidé el arte, teatro todo esto, yo quería cuando tenía 14 años quería ser veterinario, porque me encantaban y me encantan todavía los animales, pero luego, pues me di cuenta que eso no era, luego mi sueño era ser piloto de avión, y luego maravilloso de la vida, lo increíble, la vida es que regrese a la actuación en el teatro por los amigos, (...) 2 de mis amigos se iban a una clase de teatro y un sábado pues andaba ahí haciendo nada con ellos, entonces iban a su clase. (...).
Y bueno, resulta que un alumno no vino, entonces el profesor me pidió que yo participara la clase, porque de verdad ahí empezó, me di cuenta que ponga eso es lo que quiero hacer.Y desde ahí, pues ahí empezó el transcurso, ahí empezó el recorrido, (...)
CINEUAQ:
¿Qué ha sido lo más difícil de este camino? ¿Qué ha sido lo más difícil que ha llevado?
BRONTIS:
Nada ha sido difícil, fui muy consciente desde muy joven que era una vía exigente, obviamente que pues económicamente, a pesar de lo que la gente pueda creer e imaginar porque pues ve la espuma del mar, pero no ve las corrientes que atraviesan el océano, ganas más estudiando para ser trader que para ser actor, entonces yo había aceptado cierta modestia de vida, pero al mismo tiempo, tuve la posibilidad de escoger, de hacer lo que me gustaba. ¿Entonces? dejas caer ciertas cosas por otras, entonces hay momentos en este en este transcurso que son más arduos que otros. (...)
Considero que tuve mucha suerte en conocer a ciertos artistas, ciertos maestros del teatro , suerte también se hubiera podido crecer en México y hubiera sido otra vida, pero tuve la suerte de estar aquí en Europa, entonces siento que he recibido mucho y que llegó un momento en la vida, bueno, para mí, no digo que es una ley para todos o tu artista en el que para tú seguir progresando y seguir entendiendo lo que ha recibido, pues lo tienes que transmitir o ver qué puedes transmitir, porque no sé, la vida es así, es circulación, ¿no? todo en el cosmos es transformación constante, entonces, el día que yo fallezca, pues mi conciencia de mí, Brontis, va a desaparecer, pero los átomos que componen mi organismo se van a disolver y van a seguir siendo parte del cosmos, no y se van a devolver gas o planta lo que tu quieras, un mineral, lo que sea, ¿no?, sí estamos hechos, todos estamos hechos de polvo cósmico. (...) Los átomos que nos componen, siguen siendo de ahí, entonces,tu transmites y si tengo la oportunidad de que se realice mi plan de establecerme más en México, que yo pueda trabajar en el cine, en México, etcétera pues quisiera a nivel de teatro también ver como. Entonces ya empecé a hacerlo, ya de un taller en el inba en mayo, en mayo de junio, luego anime un taller más corto, ya en pequeño lugar en la Ciudad de México, porque tenían ese justo ese tiempo trabajamos tres mediodías y pues sí, sentí que quizás había algo que yo podía comunicar, en todo caso, transmitir las preguntas, no transmitir mis respuestas, pero sí transmitir las preguntas me parecen esenciales para el trabajo ¿no?