• 25 Aniversario de CIMNE •
El principio
El proyecto me pareció
Entonces, setiembre de 1986, Eugenio Oñate estaba ya decidido a crear un atractivo inmediatamente, Instituto de Métodos Numéricos en Ingeniería en Barcelona. El proyecto me era tan abierto y de pareció atractivo inmediatamente, ya que, por un lado, me permitía volver a Barcelona después de tres años de lluvia y fish and chips y, por otro, era tan futuro que no tenía abierto y de futuro que no tenía ni nombre ni sede. Mi contrato laboral con la ni nombre ni sede Secretaria de la Comissió Interdepartamental de Recerca i Innovació Tecnològica del Departament de la Presidencia de la Generalitat de Catalunya establecía que, con efectos 1 de octubre de 1986, colaboraría en las tareas de creación del Instituto de Métodos Numéricos en Ingeniería. A tal efecto me contrató como Ingeniero de Caminos y se estableció que los servicios específicos se desarrollaran en la ETS de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Los meses siguientes fueron de lo más interesante. Por un lado, volví a mi Escuela, esta vez, al otro lado del abismo de la tarima. Pronto comencé a dar clases de Estructuras con Juan Miquel Canet y mi siguiente contrato fue ya como profesor. Por otro lado, empecé a trabajar en lo que hoy seguimos llamando “proyectos”. En aquellos años eran sobre todo proyectos de colaboración con empresas ligadas a la ingeniería civil, constructoras, hidroeléctricas, etc. En 1987 se creó CIMNE. El status de consorcio tripartito del Centro tenía sus ventajas y sus inconvenientes. Recuerdo las negociaciones y los acuerdos de última hora. Y los viajes al aeropuerto a recoger y acompañar a visitantes. En una ocasión llevé directamente a uno de ellos del aeropuerto al Palau de la Generalitat. Después de la protocolaria firma de los acuerdos de creación de CIMNE, el Presidente Pujol se acercó al grupo en el que estábamos algunos de los que hoy escribimos estas páginas, copa de cava en mano, y nos dijo: “Llavors, vostès són els científics, no?”. Nadie antes se había referido a mí como “científico”. Claramente, empezaba una nueva etapa.
70º Aniversario del Prof. Zienkiewicz, octubre de 1991
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