Enrique Úraga P. et al.
permite observar una colonia blanco-grisácea que adquiere un aspecto velloso de color verde oscuro o negro, pruebas bioquímicas como la hidrólisis de la caseína,10 exploración con microscopio de electrones, reacción de cadena de polimerasa. El examen dermatoscópico es una técnica útil que ayuda en la diferenciación de la tiña negra con una lesión melanocítica permitiendo su identificación en una forma simple y económica.11 Pilouras et al.12 realizan un estudio de 50 casos de tiña negra y comparan la eficiencia del diagnóstico clínico vs el diagnóstico con ayuda de la dermatoscopía encontrando, que de un total de 50 casos estudiados se hicieron 13 diagnósticos posi-
Tinea nigra. Artículo de Revisión.
tivos usando la dermatoscopía y cuando la misma no fue usada no se hizo ningún diagnóstico. El primero en describir las características dermatoscópicas de la tiña negra fue Gupta en 1997,13 en una paciente con lesión plantar izquierda que había vacacionado en las playas de Bermuda. En el examen dermatoscópico reporta la presencia de espículas pigmentadas regularmente distribuidas pero sin formar una red pigmentaria. Las espículas pigmentadas reportadas por Gupta representan hebras o estrías finas, superficiales, café claras formando parches que semejan un retículo de un color café uniforme.12 Estas líneas que dan la imagen de patrones reticulares no siguen la líneas anatómicas de la piel mientras que en el caso del melanoma acral y el nevo melanocítico acral. la dermatoscopia muestra un patrón de crestas paralelas con pigmentación sobre las crestas y un patrón de surcos paralelos con pigmentación en los surcos respectivamente.14 Bernuy J. y Bravo F. en el 2004,15 concuerdan con Gupta12 en la visión dermatoscópica de las lesiones en forma de espículas pigmentadas distribuidas de manera regular con ausencia de red pigmentaria y en su utilidad para descartar nevos melanocíticos y melanoma maligno. En nuestros casos observamos dos patrones dermatoscópicos claramente definidos que a continuación exponemos en 4 de nuestros pacientes, patrones que es probable que representen etapas evolutivas de las lesiones: En un primer grupo encontramos lesiones que dermatoscópicamente presentan un patrón en encaje compacto (Fotos 9 y 10) que semeja una red pigmentaria y que clínicamente se traduce por una lesión pigmentada y uniforme y que es el tipo de lesión que entra en el diferencial con nevos melanocíticos y melanoma. Las lesiones en esta micosis no guardan relación con las líneas de la piel en clara contraposición a los patrones observados en las lesiones melanocíticas. En otro grupo, observamos lesiones en que la imagen dermatoscópica se presenta en forma de espículas pigmentadas de apariencia deshilachada, agrupadas en islotes de bordes policíclicos (Ver foto 11 en pag. siguiente) o con aspecto menos compacto que en el primer grupo con bordes más marcados y centro más claro. (Ver foto 12 en pag. siguiente)
Foto 9 (arriba). Patrón dermatoscópico compacto a manera de encaje que se traduce clínicamente por una lesión pigmentada y compacta. Foto 10 (abajo). Patrón dermatoscópico compacto a manera de encaje que se traduce clínicamente por una lesión pigmentada y compacta.
Dermatología · Vol. 17, Nº 1-4 · 2011
El tratamiento del cuadro es simple y muchas veces el control de la hiperhidrosis es suficiente. El uso de agentes queratolíticos como el acido salicílico al 3 %, el uso de la vieja pomada de Whitfield o la aplicación de antifúngicos tópicos como el ketoconazol, clotrimazol o ciclopiroxolamina son adecuados para la resolución del proceso. En raras ocasiones se precisa el uso de antimicóticos orales como los azoles.16
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