PLANTAS EPIFITAS La palabra epífita proviene del griego y significa literalmente “sobre una planta”. La plantas epífitas son aquellas que usan como sustrato a otra planta para crecer (Fig. 9). A diferencia de las plantas trepadoras, que crecen desde el suelo y se enredan en otras plantas, las plantas epífitas nunca tocan el suelo. Un ejemplo común de una planta epífita es el clavel de aire (Tillandsia, Bromeliaceae), que se cultiva como planta ornamental. En su ambiente natural esta planta crece sobre algunas especies de árboles. Las plantas epífitas sobreviven del agua y nutrientes que se acumulan en los tallos y hojas de las plantas donde viven y del agua de lluvia que escurre por los fustes. El hábito epífito se puede encontrar en diversos grupos de plantas, desde los musgos hasta las plantas con flores. Similar a las plantas trepadoras, las plantas epífitas se aprovechan de otra planta para alcanzar mayores alturas, y mejores condiciones lumínicas. Muchas plantas epífitas conforman el hábitat de numerosas especies de insectos, anfibios y otros animales.
(Fig. 9)
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Plantas Trepadoras Epífitas y Parásitas Nativas de Chile