E N P O RTA DA
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Quién no se ha enfrentado a la casi imposible tarea de comprar un traje? Ya sea para una graduación, boda o momento especial, elegir el traje perfecto es tan difícil como escoger un vestido para las mujeres. La diferencia, en el caso de los hombres, es el número de alternativas, las cuales se reducen al final para elegir “el menos peor”. Con la idea de ofrecer trajes a la medida que satisfagan a sus clientes al 100 por ciento, Rogelio y Adrián decidieron abrir Gallo Azul, un modelo de negocio que nació de la difícil tarea descrita hace unos renglones. Rogelio, cuentan los jóvenes empresarios, buscaba comprar un traje a la medida que ofreciera una gran variedad de opciones para personalizarlo y, sobre todo, que tuviera un precio accesible. Después de platicar con Adrián sobre su experiencia, éste le comentó que él ya había pasado por lo mismo y le parecía una buena idea convertir la experiencia en negocio. Con manos a la obra y después de meses de preparación y pruebas, se encuentran listos para asegurar un outfit de la mejor calidad. “El nombre Gallo Azul representa la masculinidad del hombre, ya que éste es el macho de la gallina. Nos gustó el hecho de que la cresta y los barbullones de estos animales se usan para atraer a las hembras. De esta manera, quisimos representar a nuestros trajes como ese ícono de atracción. En pocas palabras Gallo Azul simboliza elegancia, poder y masculinidad, valores que el traje aporta al hombre”, comentan al saltar la pregunta sobre el original nombre de marca.
AdrIáN roEl
Así, con nombre listo y a punto de comenzar, los socios se dividen tareas dentro del negocio: Rogelio se inclina hacia el lado creativo y aporta ideas estratégicas, mientras que Adrián se enfoca más hacia la administración. Sin embargo, es su amistad y la gran confianza que se tienen lo que da vida a este proyecto, el cual va dirigido a todos los hombres que buscan originalidad en su vestimenta. Y es que este último concepto es el pilar dentro de Gallo Azul, pues ofrece al cliente la oportunidad de elegir cada detalle del traje o smoking, desde el número de botones, el estilo de las bolsas, el color del forro y hasta el monograma dentro del saco. “El cliente puede llegar con una idea propia y en la mayoría de los casos es factible que el producto se haga como lo desea”. Con esta premisa, la difícil tarea de buscar un traje o hacerlo a la medida con resultados que no sean los esperados, será cosa del pasado.
roGElIo MENéNdEZ Mayo 15, 2014. C H IC M AG A Z I N E . |
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