El Pueblo periodismo ideológico, político y literario.

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El Pueblo periodismo ideológico, político y literario.

Una mirada al pensamiento político romántico latinoamericano reflejado en este impreso Resumen El Pueblo, un periódico de inicios de la historia del periodismo tarijeño se vincula en sus cinco años de vida (1875-1880) a lo que sus mismos seguidores denominan dogma socialista, un pensamiento e ideología emergida de Inglaterra y Francia pero que ingresa a América con Esteben Echeverría a través de Montevideo y Buenos Aires. En América Latina, a pesar de la influencia que emergió de las ideas de la revolución francesa, países sudamericanos vivieron dictaduras que lastimaron su emergente vida republicana. Este estudio historiográfico tiene un enfoque de reflexión teórica y bibliográfica pero también un acercamiento a los contenidos de las ediciones y un somero abordaje a la ideología compartida en estos movimientos migratorios entre Argentina y Bolivia. Es una excusa para mirar y relacionar parte del pensamiento político romántico latinoamericano circunscrito a estas doctrinas del liberalismo político.

Karina Olarte Quiroz Boliviana, Licenciada en Ciencias de la Comunicación; Máster en Educación Superior y en Investigación en Ciencias Sociales; Especialista en Comunicación y Desarrollo; docente de pregrado en la Universidad Domingo Savio y de posgrado en la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho, Tarija, Bolivia. Correo: kolarte@gmail.com

Palabras clave: Periodismo, historia, política e ideología Resumo El Pueblo, um jornal do início da história do jornalismo de Tarija, está vinculado, em seus cinco anos de existência (1875-1880), ao que seus próprios leitores denominam dogma socialista, um pensamento e uma ideologia que surgiu na Inglaterra e na França, mas que ingressou na América com Esteben Echeverría, através de Montevidéu e Buenos Aires. Apesar da influência das ideias da revolução francesa, países sul-americanos viveram ditaduras que afetaram sua emergente vida republicana. Este estudo historiográfico tem um enfoque na reflexão teórica e bibliográfica, mas também faz um diálogo entre os conteúdos das edições e uma superficial abordagem da ideologia compartilhada nos movimentos migratórios entre Argentina e Bolívia. É uma desculpa para olhar e relacionar parte do pensamento político romântico latino-americano circunscrito a estas doutrinas do liberalismo político.

Recibido: enero 2013 Aprobado: febrero 2013

Palabras chave: jornalismo, história, política e ideologia

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Dentro de la lógica de influencia social, cultural y política, los ámbitos de la poesía y el periodismo se ven atravesados por influencias que los mantienen interrelacionados. El periodismo boliviano del siglo XIX se caracteriza por la influencia recibida de corrientes filosóficas y políticas de una práctica que respetaba, más que la técnica, la pasión por las ideas y los ideales.

Una mirada hacia el periodismo boliviano republicano Desde principios de la República, hasta el advenimiento de la tecnología en las postrimerías del siglo XIX, las publicaciones impresas en Bolivia han tenido como rasgo característico la eventualidad o la poca permanencia. Según Víctor Santa Cruz, la primera época del periodismo boliviano transcurre en los primeros años de la República cuando La Paz y Chuquisaca fueron las ciudades de mayor importancia tanto económica e intelectual, por lo que aquí es donde se editaron y circularon los primeros periódicos de Bolivia. La primera época del periodismo boliviano describe Santa Cruz se cierra hacia el año 1860, ya que con el advenimiento a la presidencia de la República del Gral. José María de Achá, la prensa en general adquiere una nueva modalidad, se hace más combativa en política y, a la vez, deja el tono doctoral con que se hallaba descrita anteriormente, para dar preferencia al acento festivo” (p.52)

La tercera época que determina Santa Cruz se inicia a fines del siglo con un incesante progreso en la prensa boliviana. Ya en esta época desaparecen las publicaciones efímeras para dar paso a publicaciones durables y con cierta imparcialidad en sus editoriales, además de convertirse en empresas de publicidad para dejar de servir a intereses políticos y personales o de clase. Los primeros periódicos que vieron a la luz pública en territorio boliviano fueron “La Gaceta de Chuquisaca” y “Cóndor de Bolivia”. Sin embargo, antes de estas publicaciones existieron impresos en el Alto Perú que corresponden a boletines militares editados por los ejércitos en guerra. El más antiguo fue editado en 1811 y el segundo corresponde a una proclamación del Gral. José Manuel de Goyeneche en 1813 (Montenegro pp. 57-58).

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En febrero de 1825, días antes que el Mariscal Antonio José de Sucre llegara a La Paz junto con el Ejército Libertador, apareció “El Chuquisaqueño” del que Julio Díaz Arguedas comenta: “En 1825, el Ejército Libertador comandado por el Mcal. Sucre, importó un taller tipográfico con el nombre de ‘Imprenta Volante’, la que fue traída a La Paz y en el que fue editado el primer periódico boliviano con el nombre de ‘El Chuquisaqueño’”. (Ocampo p.43). El 30 de julio de 1825, en Chuquisaca, vio la luz pública “La Gaceta de Chuquisaca”, que “...apareció editada en la Imprenta de la Gaceta de Chuquisaca (Ocampo, p. 49). El sábado 12 de noviembre de aquel año salió a la luz pública el primer número de “El Cóndor de Bolivia” y, de acuerdo a Gunnar Mendoza fue “El primer periódico formal de Bolivia”. El segundo número circuló el 11 de diciembre y “... a partir de esa fecha normalizó sus ediciones como ‘gaceta de los jueves’” (Ocampo p.53). Chuquisaca y La Paz fueron los centros más importantes para la producción de publicaciones impresas. Víctor Santa Cruz se refiere a algunos de estos como “...periódicos sostenidos por los gobernantes de aquellos tiempos, propiamente eran gacetas encargadas de echar incienso a sus respectivos mecenas y de llenar de improperios a los enemigos del gobierno” (p. 52).

Tarija, su situación y antecedentes periodísticos Tarija1 fue una población alejada de los centros económicos, políticos y religiosos del Alto Perú y de los virreinatos de Lima y Buenos Aires o los arzobispados, situación que no permitió alcanzar algún progreso el cual “... fue muy mediano y debido exclusivamente a sus propias riquezas.” 1 Tarija fue fundada el 4 de julio de 1574 por el capitán Luis de Fuentes a encargo del virrey de Lima, Francisco de Toledo. La Villa de San Bernardo de Tarija ya había sido explorada por Francisco de Tarifa en 1554 cuando funda un caserío en la región actualmente denominada San Lorenzo. Durante el primer cuarto de siglo de su fundación, este territorio fue invadido por hordas chiriguanas por lo que se creó una frontera entre los territorios chiriguanos y los colonizados por los españoles. Durante el siglo XV se introdujeron mercaderías, como seda, tinú, procedentes de España. También a finales de este siglo se estableció el servicio de correos “... llegaba sólo dos veces al mes trayendo la correspondencia de Potosí, La Plata, Cuzco y Lima. Más tarde empezó a recibirse correspondencia de España” que tardaba en llegar por lo menos 100 días.


El correo, traído en carreta, llegaba y salía de Tarija una vez por semana por lo que en ocasiones los acontecimientos que se producían en La Paz se conocían con 8 o 10 días de retraso. El viaje a lomo de mula duraba entre 30 a 40 días de manera que el problema de vías de comunicación fue el principal impedimento para el desarrollo regional. El servicio telegráfico solo llegaba hasta Tupiza desde donde se enviaba correspondencia a esta ciudad. En el ámbito político, es de destacar que Tarija hacía eco del movimiento político nacional. La feudalidad que se mantenía en el gobierno, cambiando rostros solamente, debía dar paso a una transformación a partir de una base económica social feudo – colonial hacia los primeros pasos del capitalismo, sin embargo se encargó de obstaculizarla, manteniendo y reafirmando el sistema colonial de antes. Dicha repercusión se desarrolla en Tarija de una manera tenue ya sea por la distancia con los centros políticos – sociales, como lo son La Paz y Chuquisaca, o por la falta de interés de la población. La sociedad tarijeña mayoritariamente conservadora y tradicionalista no daba cabida a más de dos o tres fuerzas políticas a la vez, de manera que los tarijeños de aquella época se encontraban divididos en bandos: el primero conservador, el otro popular – obrero y un tercero liberal. A ellos bastaría denominar, durante la contienda electoral para la presidencia del 1876, los civilistas y los militares; los unos apoyando al candidato civil, Belisario Salinas y José María Santibáñez y el otro al Gral. Hilarión Daza. Los panfletos y las proclamas, productos manuscritos de antaño, representan los primeros pasos del periodismo tarijeño. Los libros judiciales, del siglo pasado, también guardan los recursos manuscritos utilizados en épocas anteriores al ingreso de la imprenta y otras tecnologías a Tarija. De acuerdo al historiador B. Trigo “Una de las primeras publicaciones que se conoce es la de don Cecilio Trigo, allá por el año 1817.” Al parecer se trata de un panfleto manuscrito donde se debate qué finalidad tendrá una partida de testamento: si se la dedica a la educación, o para comprar armas. Los religiosos franciscanos, por su parte, elaboraron unos cuadernos donde se escribían noticias, artículos y otros trabajos a manera de

reflejar los sucesos pasados. Dichos cuadernos llevan el denominado de “Anal” y se encuentran numerados cronológicamente, cuentan con un índice y es relevante la pulcritud y la caligrafía de los escritos. Aunque los franciscanos montaron su imprenta en 1896, para imprimir su “Boletín Antoniano”, los anales siguen existiendo hasta la actualidad. Respecto al trabajo impreso podemos remontarnos a los primeros años del siglo XIX cuando, de acuerdo a afirmaciones de la historiadora Cristina Minutolo de Orsi, circulan en Tarija algunos impresos. “Dejando la huella colonial nos adentramos a la época independiente. Algunos documentos habrán de revelarnos cómo Tarija se adhiere a la defensa de la soberanía americana, cuando en Buenos Aires se producen las invasiones inglesas, difundiéndose algunos impresos en 1805, no solo en la ciudad sino también en los pueblos interiores como Potosí y Oruro.”

La sociedad tarijeña mayoritariamente conservadora y tradicionalista no daba cabida a más de dos o tres fuerzas políticas a la vez, de manera que los tarijeños de aquella época se encontraban divididos en bandos: el primero conservador, el otro popular – obrero y un tercero liberal.

Uno de los documentos a los que hace referencia la Dra. Minutolo se trata de un oficio fechado en Tarija el 26 de junio de 1805 El documento se encuentra en el Archivo General de la Nación, Buenos Aires, Sala XI-6-5-3. Posteriormente, en 1810 se consigna haber recibido un oficio en el que se notifica la instalación de la Junta Superior Gubernativa y de algunos de los impresos que anuncian su creación ante la dimisión del Virrey. Este oficio se encuentra en el Archivo General de la Nación, Buenos Aires, Archivo de Gobierno de Sala X tomo XXXV. Sin embargo, no se especifica dónde fueron editados dichos impresos. Siguiendo los documentos compilados en el Hábeas Documental sobre la historia de Tarija, encontramos que se transcribe un extracto de un artículo publicado en “La Gaceta de Buenos Aires”, el 1º de noviembre de 1810 en donde se habla del movimiento de los españoles en el Alto Perú y de las fuerzas patrióticas que esperaban

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ser reforzadas, en Yavi, por un grueso contingente tarijeño. Por lo que comprobamos que impresos de lugares alejados de Tarija llegaban a la ciudad y circulaban entre los habitantes. Aunque estos antecedentes pueden considerarse algo forzados, porque no responden a la concepción cabal de un trabajo periodístico, propiamente dicho, a través de ellos podemos delinear la ruta que siguieron los medios escritos impresos o no, anteriores a la llegada de algún taller tipográfico a la ciudad.

Los primeros pasos del periodismo tarijeño La llegada de la primera imprenta a la ciudad de Tarija se produjo en 1850 bajo el gobierno del Gral. Manuel Isidoro Belzu. Al respecto, Carlos Montenegro cita revelaciones que se publicaron en “La Época” de La Paz: “Hasta entonces Potosí, Oruro y Tarija no la tenían (imprenta): hoy las capitales de estos tres departamentos poseen una imprenta costeada por el gobierno... Al de Tarija, cuyos habitantes hicieron repetidas reclamaciones por medio de su prefecto, se le proporcionó otra que hoy sirve para la publicación de “El Telégrafo”, sin gravamen de los fondos públicos”. En 1855 se editó el semanario “La Espada”, redactado por el Gral. Timoteo Raña y José del Carpio para sostener la Candidatura del Gral. Celedonio Ávila. El 30 de noviembre de 1870 salió a la luz pública “La Juventud Revolucionaria” redactada por don Manuel Anselmo Serrano y José Benito Caso”... sirvió de órgano al grupo revolucionario que derrotó al presidente de la República, Mariano Melgarejo y dio a la publicidad los documentos del movimiento producido en Tarija el 25 de diciembre de ese año.” Con esta publicación, editada en la imprenta de Serrano, se reinicia el trabajo periodístico en Tarija que nuevamente se cuenta con los medios técnicos necesarios para la impresión.

Un periodismo asiduo se posiciona en Tarija En diciembre de 1875 apareció “La Unión”, coincidiendo con la etapa pre electoral, esta publicación apoyaba la candidatura a la presidencia

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de la República del Gral. Hilario Daza. “En su pasión política llegó a expresar textualmente lo siguiente: sostenemos al ínclito Gral. Daza porque la espada es necesaria para la salvación de la República que no quiere frases y pergaminos. Son Linares y Frías, quienes han hecho la ruina de Bolivia, habiendo el segundo abierto las puertas para los anarquistas y los bandidos”, testificaba “La Unión” solventando la presencia del militar como imprescindible postulante a la presidencia. En uno de sus párrafos de su primer editorial justifica su posición indicando “... querríamos que los bolivianos de corazón y de sano criterio se afilien en nuestro estandarte, porque el Gral. Daza representa la verdadera democracia, profesa los principios de la actualidad, ha dado inequívocas pruebas de su adhesión a su patria en Chacoma, Cochabamba y su marcha al Litoral, se ha mostrado inflexible a toda seducción... ha merecido la plena confianza del gobierno... y cuando escala al poder será el padre de los afligidos y protector de los necesitados”. Justamente este año, pero meses atrás, el 15 de Abril de 1875 nace el periódico El Pueblo dirigido y redactado por Luis y Domingo Paz, editado por Santiago Maldonado y bajo la Administración de José Manuel del Carpio. A decir de Bernardo Trigo“... fue el periódico de mayor vuelo intelectual de su época... se distinguió por sus rebeldías combatiendo a la política de Daza”. El Pueblo en la etapa pre electoral de las elecciones presidenciales de 1876, apoyó la candidatura civilista encabezada por Belisario Salinas y luego por José María Santibáñez. Consecuente con esa pasión política “La Unión” se opone a El Pueblo del que se refiere en una de sus crónicas afirmando que “... se ha convertido en una inmunda cloaca porque no haya habido un boquirrubio y barbilampiño que no haya votado un andrajo, un adoquín o un escupitajo... la municipalidad que lo representa ha cuidado muy poco de extirpar estos males con medidas higiénicas apropiadas a su conservación, está expuesto a fallecer y su cadáver quedará insepulto...” De manera que se van desde simple oposición política a calumnias y agresiones verbales. Sumadas a esas afirmaciones, en los tres números que se encuentran en el Archivo Nacional en


Sucre (el 2º de 25-XI-1875, el 3º de 16-XII-1875), también observamos alusiones negativas sobre los redactores de El Pueblo; ironizaron la corta edad de los escritores, se mofaron de su profesión denominándolos “abogaduchos” y resaltaron el uso de una teoría universitaria llamándolos “escritores nóveles”. Sin embargo, al parecer tras la ascensión de Daza al poder, objetivo perseguido por la publicación, “La Unión” dejó de editarse.

Los Paz y El Pueblo, un naciente periodismo con pasión y pensamiento Juan Casimiro de Paz junto con sus hijos Paulino, Severo, Rufino y Fidel arribaron a Tarija, procedentes de la República Argentina, el 4 de febrero de 1841 en busca de asilo político por la opresión del dictador argentino Juan Manuel Rosas. Se establecieron en Tarija. La casa de los Paz la “... frecuentaban bolivianos y argentinos. Era lógico que allí se hablase de la patria, de la libertad, de la igualdad, del deber del hombre frente al despotismo, de la fraternidad y hasta del sacrificio.”, afirma Bernardo Trigo. Las reuniones eran presididas por don Juan Casimiro o don Paulino. Paulino Paz organizó a la juventud en la “Asociación de Voluntarios del Pueblo” que, de acuerdo a Heriberto Trigo, se trata de la primera organización socialista, cronológicamente refiriéndonos, creada en Bolivia. Dicha organización propagaba la “revolución de ideas” y tenía bases en las “Palabras Simbólicas del Dogma Socialista” de Esteban Echeverría, otro exiliado político de Rosas y principal impulsor del Dogma Socialista. En base a los postulados de Echeverría se adicionaron algunos tales como “Unidad y fuerza para combatir las dictaduras”, “Hermandad con los hombres que aman la libertad” y otros lemas que fueron redactados por Paulino Paz. El primer hijo de Paulino Paz nace en Tarija el 19 de agosto de 1854, (Luis), posteriormente, el 31 de agosto de 1855 nace Domingo; luego se suceden María Rosalía, José Manuel, María Mercedes, María Flavia y Paulino.

Al igual que antaño, la casa de Paulino Paz se convierte en un lugar de reunión para la gente joven tarijeña y argentina y todos los que coincidiesen con el espíritu socialista. Luis y Domingo son enviados a Sucre para cursar sus estudios a la edad de 10 y de 9 años, respectivamente. En 1870 obtienen el bachillerato y en 1874 reciben sus títulos de Licenciatura en Derecho en la Universidad Mayor, Real y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca –espacio académico donde se alimentaban las ideas románticas procedentes de Europa-.

El romanticismo y el Dogma Socialista El romanticismo europeo y su extensión en América, la dictadura de Juan Manuel Rosas en Argentina y el Dogma Socialista sin duda marcan las bases para alimentar el conjunto de ideas políticas, ideológicas y sociales que guiaron la conducta de Luis y Domingo Paz en especial durante la vida de El Pueblo. En principio, el Romanticismo nace en Europa en el último cuarto del siglo XVIII, inicialmente en Inglaterra y Alemania para pasar en la primera década del XIX a Francia donde tiene su mayor florecimiento y desde donde se extenderá a España, Italia y Rusia entre otros. Autores y poetas ingleses como Lord Byron que se considera el más auténtico representante del romanticismo inglés, personaje que influyó de distintas formas tanto en los demás románticos europeos como latinoamericanos que hoy, es posible clasificar sus características y hablar del “Byronismo”. El romanticismo tomará gran auge en países profundamente católicos como Francia e Italia y, por extensión, en buena parte

El romanticismo europeo y su extensión en América, la dictadura de Juan Manuel Rosas en Argentina y el Dogma Socialista sin duda marcan las bases para alimentar el conjunto de ideas políticas, ideológicas y sociales que guiaron la conducta de Luis y Domingo Paz en especial durante la vida de El Pueblo.

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de América Latina, en los cuales, una visión de Cristo como redentor de los humildes marcará todo su desarrollo.El romanticismo francés pasa por tres periodos importantes que marcan su historia. En el caso de la política se identifica con el liberalismo y combate la anarquía de la revolución popular, es decir, se busca libertad en una sociedad estable. En el campo de la Filosofía se considera que el romanticismo nació como defensa del sentimiento y de la imaginación frente a la razón, el análisis y la especulación, pero sin los cuales no hubiera podido existir. En consecuencia, el romanticismo ha sido presentado como el conjunto de movimientos intelectuales que a partir de fines del siglo XVIII hicieron prevalecer el sentimiento sobre la razón y la imaginación por encima del análisis crítico. El romanticismo no fue sólo un fenómeno literario, nació ligado igualmente a otras corrientes de pensamiento político y social: el Liberalismo, el socialismo y el comunismo y se aferra a una profunda voluntad de trascendencia histórica, de ahí su énfasis en dos asuntos: la Libertad y el Progreso. Tales ideas son justamente la piedra fundamental del pensamiento ideológico y político de grupos de jóvenes argentinos que influidos por el romanticismo francés reflejan su aspiraciones y sueños de libertad, progreso y estabilidad. Esta corriente de pensamiento entonces viaja desde Europa ingresa a Montevideo, luego a Buenos Aires por escritores como Esteban Echeverría y discurre hacia las fronteras de Tarija y Bolivia a través del pensamiento socialista de los Paz y otros. Byron y Lamartine son simplemente varias veces citados en las páginas de El Pueblo donde incluso se transcriben fragmentos de sus escritos o poemas cortos. En 1837 Esteban Echeverría, perteneciente a la generación romántica, fundó en Buenos Aires, una asociación de jóvenes denominada Salón Literario que trataba temas literarios, históricos y políticos. Estas reuniones, al ser observadas por Rosas, fueron destituidas por persecuciones ordenadas por el gobernador. Sin embargo, el 8 de julio de 1838, Echeverría y los antiguos afiliados fundaron una sociedad secreta de carácter netamente política denominada “La Joven Argentina”. Esta organización conocida

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tradicionalmente como “Asociación de Mayo” tenía como base ideológica el “Dogma de Mayo” y “Las Palabras Simbólicas” escritas por Echeverría. Sin embargo para el historiador argentino José María Rosa solamente se trata de una copia reemplazada de escritos europeos pertenecientes a la joven Europa y la joven Suiza. Echeverría redactó el Dogma Socialista y el 9 de julio de 1837, los jóvenes asociados juraron fidelidad a esos principios. Posteriormente se fundaron asociaciones en Córdoba, Tucumán, San Juan y Corrientes. Se destacaron personas como Sarmiento, Avellaneda, Villafañe, Rodríguez, Aberestain, Cortines y otros. Ya cuando la “revolución material” contra Rosas hacia frente, los hombres de la Asociación de Mayo se incorporaron a la escuadra militar antirosista. En oposición, Rosas mandó matar a todos los miembros de la asociación de manera que tuvieron que buscar asilo en diferentes países de América. Echeverría en Uruguay, Paz en Bolivia, otros en Chile, Paraguay, Brasil y Perú. Quince son las palabras que determinan la esencia del Dogma Socialista y se encuentran agrupadas en 13 parágrafos. I Asociación II Progreso III Fraternidad, igualdad, libertad; IV Dios, centro y periferia de nuestra creencia religiosa. El cristianismo, su ley. V El honor y el sacrificio móvil y norma de nuestra conducta social. VI Adopción de todas las glorias legítimas tanto individuales como colectivas, de la revolución; menosprecio de toda reputación usurpada e ilegítima; VII Oposición a las tradiciones retrógradas que nos subordinan al antiguo régimen; VIII Emancipación del espíritu americano; IX Organización de la patria sobre la base democrática; X Confraternidad de principios; XI Fusión de todas las doctrinas progresivas en un centro unitario;


XII Abnegación de las simpatías que puedan ligarnos a las dos grandes fracciones que se han disputado el poderío durante la revolución. Los jóvenes seguidores de la Asociación de Mayo se suscriben ante esos principios que vendrían a convertirse en guía de su accionar político y social, tomándolos como una forma de vida. Luis y Domingo Paz, directores y redactores de El Pueblo, hijos de los emigrados argentinos se formaron dentro de la familia que describimos como católica, democrática hasta socialista, formadores de derecho, libertad y justicia. No solo el roce y experiencias familiares y su relación con la dictadura fueron fundamentales para formar sus ideas políticas, sino que es también la Universidad y el momento político –un gobierno civil con la posibilidad de ser transformado en militar– los aspectos que tienen que ver con su ideología. Describimos a los Paz como civilistas porque su apoyo a la Sociedad Civil se hace evidente al apoyar y comprometerse con esta línea política. “El civilismo es unidad Social y fusión de partidos”, decían en uno de sus editoriales de El Pueblo. Antimilitaristas porque las experiencias del abuelo Juan Casimiro de Paz y luego del Padre Paulino Paz con el gobierno de Rosas alimentaron en sus vidas el rechazo a la clase militar. Demócratas por la defensa de los principios democráticos y socialistas, por la identificación con los ideales de libertad, igualdad y respeto a los derechos humanos. Se denominan después conservadores, por su compromiso con la Constitución Política del Estado y la continuidad con el civilismo ya que, al delinearse las fuerzas políticas entre conservadores y liberales, los Paz consecuentes a la corriente “roja” se identifican con el partido conservador por lo cual luego serán perseguidos ya cuando el partido liberal se encuentra en el poder. En noviembre de 1874 los hermanos Paz llegan a Tarija y abren un estudio jurídico, pero luego pensaron en la prensa como un medio de acercarse y comunicarse con el pueblo. “Desde niños, tenían grabados en sus mentes sensitivas las imágenes que les transmitió su

padre, en sus luchas, particulares en la prensa y en el parlamento argentino.” De manera que “... levantaron en alto el “Dogma de Mayo”; primero en las cruzadas libertarias con el venerable estadista José María Santibáñez, al frente de la dictadura militar de Daza y, después, siendo los exponentes bravos y gallardos en la mentalidad boliviana en la política, diplomacia, Parlamento, judicatura y actividades de la vida social” Luis y Domingo Paz tenían una visión política, consecuente con el Dogma Socialista, de modo que el civilismo ligado a la La influencia del libertad y el derecho eran claras bases de los pensamiento principios periodísticos que sostenían en El Pueblo. romántico en los Algunos ejemplos de Paz se denota en los ello los encontramos en espacios importantes de artículos y reflexiones los editoriales y artículos extranjeros impresos en las que se publican en las páginas de este periódico. Una política opositora al militarismo y, en especial, al gobierno resultado en un motín de cuartel encabezado por Daza, fueron objeto de editoriales, artículos de opinión, remitidos y otros. Los hermanos Paz, junto con el entonces editor, Liborio Rivero fueron puestos en prisión bajo el gobierno de Daza por realizar “una oposición abierta y sistemática en contra del gobierno” y aunque estuvieron presos, volvieron a la palestra periodística luego de ser liberados en agosto de 1876.

páginas de El Pueblo. Los poetas y autores franceses son invitados en las páginas de este periódico que es concebido y utilizado por los jóvenes como un instrumento de propagación de sus ideas socialistas y demócratas.

Luis y Domingo Paz fueron nuevamente a prisión pero liberados ante la intervención de los ciudadanos tarijeños. La publicación reapareció el 19 de octubre de 1876 y a decir de los redactores “Ardiente y sólido patriotismo se necesita para continuar con una empresa que la hemos considerado siempre superior a nuestras fuerzas... pero llama otra vez a ocupar un puesto en la prensa independiente.”

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Desde entonces y hasta finalizar sus ediciones Luis, Domingo Paz y sus colaboradores mantuvieron una política crítica opositora al gobierno pero, sobre todo, centrada en los intereses regionales. 1877 y 1878 transcurren con relativa tranquilidad. En 1879 se desencadena la Guerra del Pacífico y los redactores del El Pueblo infunden patriotismo a los lectores a través de sus publicaciones. Conceptos de libertad, igualdad, paz y otros que se alimentan de la ideología romántica que trasuntó el océano y llenó sus mentes eran desarrollados por los escritores en El Pueblo Ya cuando finalizan las acciones bélicas en la Costa, El Pueblo agota sus ediciones en 1880. Sin embargo, al parecer, ambos hermanos no se sintieron conformes de modo que el 30 de noviembre de 1881 circula en Tarija el primer número de “El Trabajo”, periódico semanal fundado por Luis y Domingo Paz. La influencia del pensamiento romántico en los Paz se denota en los artículos y reflexiones que se publican en las páginas de El Pueblo. Los poetas y autores franceses son invitados en las páginas de este periódico que es concebido y utilizado por los jóvenes como un instrumento de propagación de sus ideas socialistas y demócratas.

Algunas conclusiones de un acercamiento El periodismo ejercido por Luis y Domingo Paz inspirado en las corrientes del pensamiento romántico latinoamericano, emergido de las corrientes europeas principalmente la francesa, pone en relieve la vocación de reflexionar, informar y promover el pensamiento e intelectualismo de la época en un espacio como Tarija, aunque aislado de los centros de poder y económicos, asume un reto importante de estos tiempos del siglo XIX. •• El desarrollo histórico del El Pueblo se mantuvo paralelamente ligado a la historia política y social de la República, ya que mientras evolucionan los acontecimientos referidos a estas esferas, el periódico aborda los temas relacionados con ellas. Por ejemplo los acontecimientos sociales y políticos como son el gobierno de Frías garante de libertades y democracia, el golpe del 4 de Mayo, el gobierno

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de Daza, la guerra con Chile se encuentran tratados en El Pueblo. •• Se distinguen tres etapas dentro de la vida de El Pueblo la primera la denominamos “Rebeldía Política”, la Segunda “Consolidación y Tendencia Regional” y la tercera, “Exaltación del Espíritu Nacional”. •• La etapa de Rebeldía Política: se caracteriza por el compromiso político de los redactores de El Pueblo primero ante la ideología de sus ascendientes –el socialismo alimentado por los conceptos políticos, filosóficos y artísticos del romanticismo europeo- y, después, consecuente con esta ideología, con la corriente civilista –resultante de un rechazo a los militares-. •• La etapa de consolidación y dedicación regional: está centrada, en el aspecto profesional en la continuidad y periodicidad como medio de comunicación y, en el aspecto de contenido, dando énfasis en los temas regionales y departamentales. Construcción política del país, y construcción de la región es parte del interés. •• La etapa de exaltación del espíritu Nacional: está referida principalmente al contenido manifiesto de las secciones del periódico y, en especial, a aquellas dedicadas a la guerra con Chile. Editoriales, Boletín de la Guerra, Remitidos y, en ocasiones, todo el periódico tiene el eje temático en base a las acciones bélicas y el apoyo moral a los patriotas. •• Consecuente con su propósito de servir a los intereses nacionales, locales y departamentales, el contenido pone énfasis en la práctica de las libertades, en especial la del sufragio, como base para obtener gobiernos democráticos y estabilidad social. •• Durante sus cinco años de vida El Pueblo se mantuvo al lado de la corriente política civilista, sin traicionar los ideales políticos que fueron los móviles del accionar de los redactores del periódico. •• La fuerza ideológica del periódico está centrada en los editoriales, principales representantes de la mentalidad conservadora de los redactores.


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