Viajeros en la esperanza
empobrecido. Cuando los sacerdotes de Lyon dialogaron, la situación a lo largo de 1832 se llegó al acuerdo de que la proposición de Colin sería aceptada y que se tendría una nueva elección para un nuevo líder y que Chanut permanecería en el Hermitage para ayudar al P. Champagnat. A finales del año, Séon fue elegido como nuevo superior de los sacerdotes Maristas en Lyon. Una vez confirmado por la arquidiócesis en su nuevo puesto, Séon tenía autoridad sobre los sacerdotes de Valbenoîte y el Hermitage y Pompallier, que en ese tiempo era el capellán del internado escuela conducido por los miembros de la Tercera Orden en Lyon. La paciencia (Colin), la humildad (Champagnat), la oración y el espíritu de familia (por parte de todos) fueron los ingredientes para el remedio del problema de Valbenoîte. El espíritu de mutua caridad, el dar y recibir, que animaban a estos primeros Maristas sin lugar a dudas fue ocasionado, en parte, por su participación conjunta en los retiros que alternativamente se tuvieron en Lyon y en Belley. En el Retiro de 1831 redactaron una oración de consagración a María que fue recitada y firmada en los siguientes Retiros. Esta consagración se remonta a la promesa de Fourvière y muestra la continuidad de seguir en su determinación para proseguir en sus intentos espirituales y apostólicos en compañía de la Buena Madre María. Da una idea de qué es lo que respalda esa constante resolución que los aguijoneaba. He aquí una parte de la consagración”....Tierna y amorosa Madre, en este momento y para siempre, ponemos en tus manos nuestro corazón, nuestra voluntad, nuestra persona, nuestros bienes y todos nosotros. Te prometemos continuar, con todos los medios a nuestra disposición, el éxito y el agrandar
tu Sociedad, trabajar durante toda nuestra vida por la gloria de tu
Divino Hijo y también por tu gloria, extender la devoción hacia ti lo más que se pueda, y nunca hacer algo o emprender algo sin antes implorar tu asistencia. Virgen Santa, que siempre seas para nosotros una Madre llena de ternura y de misericordia. Sé nuestra abogada y protectora ante Dios...” .154 Una oración como ésta es un breve develar que nos muestra el horno espiritual que se consumía dentro de estos hombres de María. NUBARRONES EN EL HORIZONTE 154
Marist Consecration to Mary made at Belley Retreat Sept. 1831, O.M. I, Doc. 2, Lines 8-17.
114