El Juez Jefe en los Concursos por Jorge Blanco CNJ

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es posible hacer una remedición en ese mismo instante si hay alguna protesta. Perder una huella por borrado precipitado es una situación grave que debe evitarse a toda costa. Puede darse el caso de que un artefacto golpee con la jaula, desviando su trayectoria y acortándola, por lo que caerá lejos de dónde la esperan los Jueces de Huella y cerca del círculo. Si el lanzamiento es válido por caer correctamente dentro del sector y el atleta quiere que se le mida, el Juez de Huella tendrá dificultades para encontrarla, por lo que deberá ser ayudado por el Adjunto del Juez Jefe, que deberá estar atento a esta situación. Una vez hecha la medición, es conveniente tapar o borrar la huella con el pie o pello de hierba levantado, para así evitar confusiones con posteriores huellas y mantener el césped sin huecos, contribuyendo a evitar su deterioro.

Cuando la medida es del tipo 56´05, es conveniente decirla así: cincuenta y seis, cero cinco. Con ello se evita que un Secretario 1 poco experto o distraido, que está escribiendo cifras de cuatro números, la escriba como 56`5, con lo que luego, al revisarla, no se sabrá qué cifra falta y puede pensarse que es de 56`50. El Juez Jefe y el Secretario 1 deberán saber lo suficientemente de marcas y atletas como para detectar inmediatamente un posible error de lectura, así como para reconocer récords, mínimas, etc. Asimismo deberán estar atendos a que, una vez dicha en voz alta la marca, pueda surgir alguna protesta o duda por parte de atletas o espectadores. Para ello, el Juez Jefe deberá salir del círculo, una vez hecha la medición, aguantando la cinta por la cifra de la medición, antes de que el Medidor 1 la recoja o extienda para la siguiente medición. Con ello se da unos instantes de margen para que, si alguien o él mismo sospecha de la medición, se pueda reafirmar o rectificar adecuadamente. Es fácil equivocarse al leer en la cinta. Una vez efectuada la medición, el Adjunto del Juez Jefe colocará un cono o similar en el círculo, para evitar que éste sea usado mientras el siguiente lanzador no sea avisado.

Una distancia medida debe ser comunicada de forma clara y sin lugar a dudas La medición se habrá hecho entrando el Medidor 1 en el círculo y llevando la cinta hasta el centro de éste, recogiendo o estirando la cinta lo necesario para que quede tensa y el Juez Jefe proceda a decidir la marca a registrar. Es conveniente que los Medidores 1 y 2 acompasen sus movimientos, tal y como se expresó con anterioridad, con objeto de ganar en rapidez y evitar el deterioro de la cinta por dobleces en su superficie. La medida se hará hasta el borde interior de la pletina metálica que delimita el círculo. Una vez decidida la medida del lanzamiento, el Juez Jefe la comunica al Secretario 1, para que éste la registre en la hoja de campo y proceda a supervisar la colocación en el Marcador. El Juez Jefe puede comunicar esta medida en voz lo suficientemente alta para que pueda ser oida y entendida por el público cercano y los atletas, si procede. Deberá decirlo en voz muy clara y asegurarse de que el Secretario 1 la ha entendido. Por ejemplo, un lanzamiento de 56´65 puede confundirse con uno de 56´75 al pronunciarse. Si fuese necesario se diría número a número. Así: cincuenta y seis, sesenta y cinco, cinco, seis, seis cinco.

Colocada la cifra en el Marcador, el Juez girará éste lentamente 360º, con objeto de que en toda la pista pueda ser leida la marca. Si es necesario, la dejará unos instantes dirigida hacia el locutor. El Secretario 2, alejado del Secretario 1, tomará nota en su hoja de campo de lo que refleje el marcador. Tras cada ronda, chequeará con el Secretario 1 sus notas, para detectar posibles errores. Una marca puede ser anotada adecuadamente en la hoja de campo y reflejada erróneamente en el marcador, que es lo que ve el público, con el consiguiente problema de dilucidar la marca correcta. Si hubiese un Juez de indicadores de distancia, se fijará en lo que refleja el marcador y rectificará o no la referencia visual de la marca del atleta en las tablillas colocadas al lado del sector. Hecho esto, se colocará a la altura de la marca del siguiente lanzador, fuera del sector, y esperará el lanzamiento. Los Recogedores de Artefactos, que se acercarán a la huella del mismo después del Juez de Huella y no antes, devolverán los mismos al Juez de Artefactos. Es conveniente llevarlos cuanto antes, sin correr ni lanzarlos, sobre todo si hay pocos artefactos o si dos atletas que lanzan seguidos 29


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