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BOLETÍN ÁGORA Vol.1 - 2da Época

EL MADIDI ES UNO DE LOS PARQUES MÁS BIODIVERSOS DEL PLANETA Y ESTÁ EN PELIGRO POR LA AMBICIÓN DEL ORO

Por Juan Carlos Núñez Director de la Fundación Jubileo

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El Parque Natural y Área de Manejo Integrado Madidi tiene más de 8.244 especies de plantas registradas. Es hogar de 1.465 especies de animales vertebrados, con casi un millar de especies de aves y centenares de especies de peces, reptiles y anfibios. Algunas de sus variedades de flora y fauna son únicas en el mundo. Se extiende desde la cordillera de Apolobamba, por encima de los 5.000 msnm, en el departamento de La Paz, y desciende hasta las pampas amazónicas, a menos de 300 msnm.

Allí han subsistido pueblos indígenas como lecos, tacanas y uchupiamonas. Sus cuencas nutren al río Amazonas; sus bosques contribuyen a retener el dióxido de carbono y producen lluvias sin las cuales muchos campos y ciudades no accederían al agua, entre otros beneficios para la medicina, el ecoturismo y la alimentación libre de químicos.

Pero la incursión de la minería ilegal y de otrosoperadores con licencia del Estado se han vueltouna amenazante presencia. Grupos violentoscustodian territorios que se han convertido eninaccesibles. Dragas gigantescas circulan sin control,alteran la armonía y destruyen el hábitat natural. Esla ambición por el oro amalgamada al uso demercurio.

El Coordinador del doctorado en Toxicología Ambiental de la Universidad de Cartagena, Colombia, Jesús Olivero, ha presentado a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en marzo de 2022, un estudio con base en 350 muestras científicas.

El resultado es para poner la mayor atención: Las concentraciones de mercurio en los organismos delos indígenas de la cuenca amazónica del río Beni, en Bolivia, tienen entre siete y hasta 27 veces más de lo tolerable por el organismo humano.

¿Cómo ha sido posible? Los pueblos amazónicos conviven con la naturaleza. El consumo de pescado es una de sus fuentes de alimentación de los indígenas. El científico detectó en las personas pérdida de memoria, temblor en las manos y problemas sensoriales. La contaminación por mercurio se expande por ríos, aire y tierra.

Los ministerios de Minería, de Medio Ambiente y Agua, la Autoridad Jurisdiccional de Administración Minera (AJAM) ni el Servicio Nacional de Áreas Protegidas actúan para frenar a empresarios y cooperativistas auríferos, asociados a algunos comunarios.

Una comitiva presidida por la senadora Cecilia Requena, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente, intentó realizar una inspección en el río Beni, en el límite entre los departamentos de La Paz y Beni. “Aquí no puede entrar ni el Presidente”, le gritaron operadores auríferos mientras tiraban piedras hacia la embarcación cuando se acercaba a la orilla.

Requena advirtió desprotección de derechos, abuso, ilegalidad, violencia, avasallamiento de áreas protegidas y territorios indígenas, como “consecuencia de un Estado inoperante, indolente y, a menudo, cómplice y creador de condiciones de enfrentamiento”.

Alex Villca, dirigente de la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígenas Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiocap), es también líder de su comunidad uchupiamona, y tiene una maestría en turismo ecológico. Él advierte que las amenazas contra la naturaleza están en aumento. Su acción de denuncia es cotidiana y consistente.

El 10 de mayo informó que “guardaparques del Madidi, sector Apolo, denuncian que fueron rebasados por los cooperativistas mineros en el Puesto de Control del Distrito Santa Cruz del Valle Ameno, quienes llevando maquinaria pesada, se dirigen hacia la cuenca alta del Río Tuichi, para explotar oro aluvial”.

El parque Madidi está desprotegido y en peligro, y con él los pueblos indígenas, la biodiversidad, los bosques y las lluvias. Pueblos indígenas y sectores de la sociedad civil boliviana están en alerta y en disposición de defender este patrimonio natural de la humanidad.

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