Relatos de Vida en los Mares Australes

Page 104

nía pescando, pero fui a hablar con los viejitos, me saqué un proyecto con SERCOTEC y empecé a trabajar. Un poco ingenuo, por recomendación dejé a la gente que me iba a hacer el trabajo. Así es en el varadero. Dije, «Maestro de ribera tengo para que haga el casco»; buscar una persona para estopar, después necesitaba hacer el puente, y necesitaba una persona que me hiciera la soldadura, lo que es el mástil. Me dijeron, «Sabes, esta persona lo hace». Fui a conversar con él y le di el 50%. Le dejé a cada uno el 50% y me vine para acá y la lancha estuvo botada como tres años. El de la soldadura no hizo nada: fui a hablar con él y me dijo, «Sabes qué, no tengo plata». ¿Y qué gano con denunciarlo?, nada. Tenía que buscar otra persona. En ese entonces se me había echado a perder la lancha acá y no sabía de dónde meter plata. Me fui ocho meses, estuve viviendo en Punta Arenas hasta que la saqué. Y sacando plata de donde no tenía, vendimos una casa que teníamos con mi señora arriba, la teníamos arrendada, vendimos un terreno y lo metimos en la lancha, plata que tenía guardada en una cuenta, o sea todo, todo. Estuve casi ocho meses sin trabajar. Todo el día en la lancha, el maestro de ribera, al que le había pagado el 80%, tenía hecho el 50% y después tenía mucho trabajo que hacer y poca plata que cobrar. Llegaba, pegaba dos martillazos y se iba a conversar por allá, para que me cabree, seguro. Pasó una semana y le dije, «Maestro, sabe qué más, agarre sus herramientas y váyase». Se fue, pero se quedó con una Embarcación Rodrimar al lado de la Caleta de Pescadores Artesanales de Puerto Williams, Isla Navarino (M.A. Mellado, 2016).

104


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.