Relatos Halloween

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Cada noche en mi clase pasaba algo extraño porque la mesa de mi compañero se movía de sitio. Nos pusimos a investigar la clase y cuando fuimos al despacho de nuestra tutora vimos un objeto en los aires. Lo alumbramos con la linterna. Corrimos y nos escondimos en la clase de sexto. Se lo decíamos a nuestros amigos pero no nos creían. A la noche siguiente nos decidimos ir a buscar al fantasma por parejas. Una de las parejas llevaba una linterna y lo alumbró pero descubrimos que el fantasma quería ser nuestro amigo. El fantasma dijo: No tengo amigos y me burro mucho así que…¿Queréis ser mis amigos? Todos - ¡Siiiiii!

Antonio, Tiago, Alejandra y Abraham 3ºB de Primaria


Hace mucho tiempo, en la biblioteca de Puente Mayorga, los libros de terror desaparecieron durante días y volvían a su lugar. El bibliotecario estaba muy extrañado con la desaparición de los libros. Se lo contó a todo el mundo y nadie se lo creía. Entonces decidió solucionar el problema solo. Una noche se escondió entre los libros y vio como el fantasma del anterior bibliotecario se levaba un libro y soltaba otro. Salió de las estanterías y dijo que soltara los libros en su sitio y los leyera por la noche para que los niños también los pudieran disfrutar. Así que el bibliotecario fantasma vigilaba la biblioteca por la noche y el bibliotecario por el día.

Lucía, Iván, Adriana G. y Brian. 3ºB de Primaria.


El año pasado, escuchamos unos ruidos extraños en el salón de actos. Fuimos un grupo de amigos a buscar información por todas partes. Nos encontramos a un fantasma. Intentamos hablar con él y se fue volando a esconderse en el patio a la sombra. Le seguimos y él se alejaba más. Al cabo de un rato, lo acorralamos. Al final, pudimos hablar con él y comprendió que su sitio no estaba aquí en el colegio y se marchó al inframundo.

Pablo, Adriana T, Daniel y Miriam 3ºB de Primaria


Una mañana, fui a la biblioteca a coger mi libro preferido. Cuando llegué escuché un ruido en el desván de la biblioteca. Se cayó un libro y se hizo un pequeño agujero en el suelo. Al llegar la noche, fuimos un grupo de amigos a la biblioteca y nos encontramos más libros caídos, y el agujero mucho más grande. Nos asomamos, vimos un pasadizo y decidimos entrar. Al final del pasadizo vimos un libro y una cosa blanca pasando por delante muy rápido. Al coger el libro, desapareció de repente. Nos escondimos y vimos lo que creíamos que era un fantasma, pero era un vigilante que se había disfrazado para la fiesta de Halloween.

Noah, Alejandro, Óscar y Triana 3ºB de Primaria


EL DÍA DE HALLOWEEN Todo comenzó el día de Halloween, cuando un grupo de amigos pasaba por delante de una mansión cerrada. Todos ellos iban disfrazados: Liam de pirata, Raily de Princesa zombi, Carlos de fantasma y Laura de diablillo. Todos iban a pedir caramelos, cuando pasaron por delante de una mansión. - Todo el mundo cuenta por ahí, que cuando fallecieron los dueños, sus almas se quedaron dentro, y cada vez que alguien pasa por la mansión, salen y se la llevan. – dijo Liam. - Pero ¡qué miedo!, ¡cállate! Que al final voy a tener pesadillas- le dice Laura a Liam. - Bueno, dejémonos de tonterías y vamos a pedir caramelos. ¡Al final nos vamos a quedar sin chuches!exclamó Raily entusiasmada. - ¿Qué te apuestas a que no os atrevéis a entrar esta noche a la mansión? - Pero ¡CALLAOS YAAAA!- Gritó Laura soltando toda su ira. Antes de la media noche se metieron en la mansión. Laura no quería entrar porque le daba miedo, pero entró a la fuerza, ya que también le daba miedo quedarse sola en la calle. Intentaron hacer el menor ruido posible par ano despertar a los fantasmas, según Liam. -¡SSSSSS!, no hagáis ruido, que nos puede oír alguien- dice Liam, hablando lo mas bajo posible. -Tengo miedo Liam- aclaró Laura con voz miedosa. -No pasa nada, estas conmigo y mientras este yo aquí ¡prometo que no te pasará nada!- exclamo Liam. De repente se empieza a oir un ruido extraño en la casa… Laura se abrazó lo más fuerte que pudo a Liam. -¿Qué es ese ruido?- preguntó Laura.


-Seguro que es un murciélago, o una rata- o eso pensaba Liam. El ruido cada vez se oía más y más cerca. De repente se escuchaban unas voces que decían: -!FUERA DE AQUI¡!FUERA¡ Laura tenia tanto miedo que no tuvo más remedio que chillar. Cuando Laura gritó las voces se callaron y los niños salieron corriendo. Corrían lo más rápido que podían cuando de repente una sombra se hallaba al final del pasillo, la sombra cada vez estaba más y más cerca hasta que se transformó en una figura extraña. La sombra les dijo: -No tengáis miedo, yo sólo quiero ayudaros a salir de aquídijo la extraña figura. Los niños se tranquilizaron y le creyeron, y confiando en la figura, la siguieron hasta un cuadro de una familia que había por el pasillo. -Venga pasad por aquí, ¡rápido!-exclamo la figura. -Pero ¿cómo?, no hay salida-dijo Carlos desesperado. Cuando de pronto la extraña figura dijo unas palabras, el cuadro desapareció dejando un pasadizo por en medio, parecía que el cuadro era una ilusión. -¿Me creéis ahora?-aclaró la figura. Los niños pasaron rápidamente antes de que volvieran las voces y los ruidos. Cuando llegaron al final del pasadizo el agujero se cerró sin dejar ni un solo rastro. -¡Corred, deprisa, vamos!-dijo la figura sin dejar de repetirlo. Los niños veían la salida a lo lejos y empezaron a correr lo mas rápido que pudieron, dejando la extraña figura atrás. Ya estaban a punto de salir de la mansión, cuando del suelo empezaron a salir unas manos que les cogían de los pies e


impedían seguir a los niños. De pronto se volvían a oír las voces que decían: -¡Si entras, ya no sales! Los niños no paraban de luchar para poder salir de la mansión algún día. Liam, ya harto de estar allí cogió lo primero que vio y empezó a cortar las manos que salían de suelo, para que de ese modo pudieran escapar de aquel horrible sitio. Cuando al fin pudieron alcanzar la puerta, surgió un problema, necesitaban la llave. De pronto unas letras se escribieron solas en la pared, que decían lo siguiente: -“Busca, busca y la encontrarás, colgado de hace mucho tiempo su forma en contrarás”. Los niños estuvieron pensando un rato hasta que Raily recordó que justo al lado del cuadro del pasadizo había un pequeño retrato de una familia, parecía que era antiguo, así que buscaron ese cuadro y cuando lo encontraron empezaron a buscar por el marco hasta que Liam encontró un extraño botón. Al pulsarlo salió un cajoncillo con la llave dentro, la cogieron y fueron hacia la puerta, la abrieron y felices se ser libres, se fueron sin querer volver a pasar más por allí.

Ana Regal Lara 6º de Primaria



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