Memorias Encuentro de Masculinidades 2009

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MEMORIAS ENCUENTRO DE MASCULINIDADES 2 009 Compromisos por la equidad de géneros

Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas Angélica Torres Quintero

Marzo de 2010

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Tabla de Contenido I. Presentación 5 II. Agradecimientos 7 III. Participantes 8 3.1. Ponentes Nacionales 8 3.2. Ponentes Internacionales 9 3.3. Asistentes 9 IV. Objetivo del Encuentro 14 V. Agenda Encuentro de adultos 14 VI. Desarrollo del Encuentro de adultos 18 6.1. Día 1. Jueves 3 de diciembre 18 Inscripciones 18 19 Instalación del Encuentro PANEL 1. PERSPECTIVAS DE ABORDAJE EN EL TRABAJO EN MASCULINIDADES 24 1. Principios ético – políticos para la transformación de masculinidades. Carlos Iván García, Colectivo Hombres y Masculinidades 28 2. Una apuesta integral y relacional para las equidades de géneros. Adriana Martínez, Fundación Social Colombiana Cedavida 30 3. El trabajo con hombres para la prevención y erradicación de la violencia en el Perú. Miguel Ramos Padilla – Universidad Peruana Cayetano Heredia 33 4. Diálogos sobre género, feminismo y estudios sobre varones: supuestos teóricos y agendas políticas. Juan Guillermo Figueroa, Universidad Autónoma de México 37 41 5. Equidades de géneros y masculinidades. Extor Nuñez. Escuela Equinoccio, El Salvador Preguntas y comentarios 43 Reflexiones que estimulan próximos encuentros… 46 PANEL 2. ALIANZAS Y ENCUENTROS: LA CONSTRUCCIÓN DE REDES PARA EL TRABAJO CON HOMBRES 49 1. MenEngage Global, MenEngage Centro América y MenEngage Nicaragua. Douglas Mendoza Urrutia 49 2. Avances y perspectivas en la construcción de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas. Erwin Fabián García – Fundación Social Colombiana Cedavida 52 3. Cómplices por la equidad: construyendo una red de trabajo con énfasis en hombres. Juan Guillermo Figueroa – Colegio de México 57 4. Avances en la construcción de redes masculinas en el Cono Sur y Argentina. Hugo Huberman– Argentina 61 Preguntas y comentarios 63 Reflexiones para la conformación de alianzas y redes… 65 PANEL 3. MASCULINIDADES Y VIOLENCIAS 67 1. Movimientos trans, masculinidades y violencias en Bogotá. Juan Carlos Celis y Alexa Mesa (Barrio Santa Fé) ‐ Fundación Procrear 67 2. Masculinidades en la guerra y guerras masculinizadas: apuntes para una mirada de Género a la masculinidad de varones en procesos de desmovilización y reintegración en Colombia. Fredy Hernán Gómez Alcaráz 70

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3. Efectos de las violencias en la vida de las mujeres y los hombres en el desarrollo de la subregión del Sur Oeste Antioqueño. Aicardo Villa y Carlos Arturo Gallego 77 4. Hombres y mujeres fragmentados/as en su integralidad por las violencias. Angélica Torres Quintero – Consultora Fundación Cedavida 80 5. Procesos de masculinización bélica como dispositivo de seguridad. Darío Muñoz – Colectivo Hombres y Masculinidades. 85 Reflexiones sobre la relación masculinidad y violencia en el contexto armado 88 PANEL 4. PERSPECTIVAS DE TRABAJO COMÚN ENTRE LAS REDES DE MUJERES Y LAS REDES DE HOMBRES 90 1. Hombría, sexualidades y la escurridiza noción de poder. Carlos Vásquez – Universidad de Puerto Rico 90 2. La estrategia de género de la Cooperación Española en Colombia: Masculinidades en el nuevo reto. Alejandra Ortiz Valencia 93 3. Alianzas por la convivencia y el respeto entre hombres y mujeres. Flor María Díaz – Coordinadora 97 Programa Integral contra Violencias de género. Reflexiones que estimulan el trabajo en red y las alianzas… 101

1.2.

Día 2. Viernes 4 de diciembre

102

PANEL 5. PERSPECTIVAS DE ABORDAJE EN EL TRABAJO EN MASCULINIDADES 102 1. Movimiento de Hombres de Medellín. Hernando Muñoz ‐ Universidad de Antioquia 102 2. Encuentros de Hombres 2006 – 2007. José Antonio Vaca ‐ Iglesia Menonita Colombiana 105 3. Comunicando la experiencia del Colectivo de Hombres Jóvenes Pelaos. Carlos Díaz Acevedo ‐ Colectivo de Pelaos, Cartagena. 108 4. Metodología de trabajo del Colectivo Hombres y Masculinidades. Javier Omar Ruiz – Colectivo Hombres y Masculinidades 112 5. Machos Afectivos. Carlos Alberto Montoya – Universidad de Caldas. 115 6. Intervención con hombres y perspectiva de género: asumiendo las masculinidades – sensibilizando varones. Gerardo Hernández – Funvemas, Venezuela 118 7. La política de género en Diakonía. Cesar Grajales – Diakonia. 121 Preguntas y comentarios 123 PANEL 6. ALIANZAS Y ENCUENTROS: EXPERIENCIAS NACIONALES 124 1. Casos de violencia de género resueltos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana. Isabel Agatón – Personería Distrital. 124 2. La experiencia de la CampañaLazo Blanco, Bogotá – Medellín. Román Alexis Huertas– Colectivo de Hombres y Masculinidades, y Hernando Muñoz – Movimiento de hombres de Medellín 127 3. Sin territorios vedados. Douglas López – Corporación Opción Colombia 129 4. Experiencias en la promoción de nuevas masculinidades. Gelbert Sánchez – Taller Abierto, Cali 132 5. Colectivo de nuevas masculinidades. Oscar Andrés Castillo Saenz ‐ Universidad Industrial de Santander 135 6. Aportes de los niños, niñas y adolescentes al Encuentro 137 Reflexiones que estimulan próximos encuentros… 139 TRABAJO EN GRUPOS 142 Comisión 1 – Declaración de Río de Janeiro 142 Comisión 2 – Dinámica de la Red de Masculinidades No Hegemónicas 144 Taller vivencial 1. “Reconciliación corporal y masculinidades” 165 Taller vivencial 2. “Más allá de lo femenino y lo masculino. Un viaje por a la integración” 166

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Plenaria: Comisión 2

168

VII. Agenda Encuentro de niños y niñas

169

VIII. Desarrollo del Encuentro de niños y niñas

170

8.1.

Día 1. Jueves 3 de diciembre

Inscripciones El taller

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Agenda del Encuentro de jóvenes

179

Propósito

X.

170 171

Día 2. Viernes 4 de diciembre

8.2.

IX.

170

Desarrollo del Encuentro de jóvenes 10.1.

Día 1. Jueves 3 de diciembre

179

181 181

Presentación Vibranza 181 PANEL 1. JOVENES Y MASCULINIDADES: EXPERIENCIAS DE ABORDAJE 182 1. ¿Por qué jóvenes y masculinidades?: los abordajes Nacional. Román Huertas ‐ Colectivo Hombres y Masculinidades 182 2. Promotoría Juvenil. Karen Sarmiento, Colectivo Hombres y Masculinidades 185 3. Ser Hombres. Leonardo García – Campaña Lazo Blanco, Medellín 186 4. Tránsitos metodológicos para la promoción de nuevas masculinidades. Carlos Cordovez, Colectivo Hombres y Masculinidades 189 5. Plenaria 191 PANEL 2. MASCULINIDADES Y VIOLENCIAS 193 1. Hombres y mujeres fragmentados en su integralidad por las violencias. Milena Guzmán, Fundación Cedavida 193 2. Experiencias con jóvenes desplazados, Elkin Sepúlveda 194 3. Machos afectivos. Carlos Alberto Montoya, Universidad de Caldas 197 4. Experiencia Oportunidades para la Paz. Participantes del Colectivo Sinónimos de Paz 197 5. Experiencia Clubes Juveniles. Miguel Palacio, Putumayo 198 6. Plenaria. Moderador Daniel Fernández 202 7. Presentación artística: Colectivo Juvenil “Sinónimos de paz” 203

10.2.

Día 2. Viernes 4 de diciembre

PANEL 3. 1. Experiencias de trabajo en nuevas masculinidades. Gelbert Sánchez ‐ Taller Abierto 2. Colectivo de masculinidades de Bucaramanga. Carlos Andrés Rueda 3. Proyecto Jóvenes visibles y con derechos. Marta Ligia Rincón, Subdirección de Juventud – Secretaría Distrital de Integración Social 4. Procesos Colectivos de construcción de Equidad de Géneros en el departamento del Cauca, Gerardo Peña Preguntas y respuestas claves…

206 206 206 207 209 212 216

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I. Presentación En el marco de los compromisos del Simposio Global de Río de Janeiro – 2009 y su declaración final, los países y organizaciones participantes se propusieron gestionar, dinamizar y potenciar la reflexión, movilización y organización de voluntades, esfuerzos y propuestas alrededor de la deconstrucción de las masculinidades hegemónicas y la construcción de condiciones de equidad de géneros. A partir de la asistencia y la participación de la Fundación Social Colombiana Cedavida a tal Simposio, dicha organización asumió la responsabilidad de promover en Colombia la construcción de un proceso continuo de articulación, coordinación y colaboración entre diversas organizaciones de la sociedad civil, entidades gubernamentales, organizaciones de cooperación nacional e internacional que tuvieran experiencias, logros, intereses y reflexiones metodológicas de trabajo en los temas del involucramiento de hombres, jóvenes y niños, la construcción de relaciones equitativas entre los géneros y el análisis en torno de la participación de los varones en distintos tipos de problemáticas sociales. En este mismo sentido, asumió la iniciativa de promover continuamente la divulgación de la Declaración de Río de Janeiro 2009, en Colombia, procesos que a la fecha se siguen desarrollando y continúan en crecimiento. Para potenciar el cumplimiento de tales responsabilidades y metas, la Fundación Social Colombiana Cedavida, propuso la creación de una Red del país que dio origen a la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas y lideró la realización de un encuentro nacional e internacional de masculinidades. Inicialmente, se conformó un primer Comité Provisional de Coordinación de estas iniciativas, el cual fue integrado por representantes del Colectivo Hombres y Masculinidades, de la Fundación Procrear, de la Fundación Social Colombiana Cedavida, de la Corporación Educativa CedaVida y de la Corporación Opción Colombia. Desde esta instancia y junto con la Secretaría Técnica Provisional, se gestionó y logró organizar el “Encuentro de Masculinidades 2009. Compromisos por la equidad de géneros”, en diciembre de este año en la ciudad de Bogotá. A la fecha se han unido a este esfuerzo nuevas organizaciones locales de diversos lugares del país e investigadores independientes con formación, reconocimiento y experiencia académica en el trabajo con hombres, en la aplicación de la perspectiva de género, diversidad sexual y derechos, desarrollo rural, educación infantil, escuela de padres y escuela de paz, entre otros. Además, numerosas organizaciones y personas se están vinculando a la construcción general de la Red, a través del grupo electrónico amplio creado para tal fin y mediante otras vías de comunicación personalizadas. 5


En este sentido y para potenciar el trabajo de coordinación e integración se ha ampliado la conformación del Comité Provisional de Construcción, compuesto hoy por las siguientes organizaciones y personas: Taller Abierto de Cali – Gelber Sánchez Proceso de Masculinidades Santa Marta – Magdalena – Juan Pablo Noguera Villar Corporación Prisma – Iliana Espitia Fundación Procrear – Juan Carlos Celis Corporación Educativa CedaVida – Constanza Ardila y Karina Ballén Corporación Opción Colombia – Douglas López Fundación Social Cedavida – Adriana Martínez Ardila Corporación Punto Focal ‐ Javier Pineda ‐ Docente e investigador de la Universidad de los Andes. Escuela Popular de Artes y Oficios – Luís Enrique Buitrago Pinzón Erwin García – Promotor de la RCMNH – RM Gerardo Peña Asociación Campesina INZA, Tierradentro Cauca Raúl Suárez Tarazona – Psicólogo y promotor de masculinidades no hegemónicas en Jardines Infantiles de la Localidad de Engativá Andrés Alba – Investigador y docente – Escuela de Paz Jhon Jairo Pinzón – Consultor e investigador ‐ Universidad Pedagógica Nacional Fernando Cobo – Investigador en masculinidades y desarrollo rural Fredy Gómez – Promotor de masculinidades no hegemónicas en Colombia, investigador en violencias y asesor de la Fundación CedaVida. El presente documento resume los contenidos principales de las ponencias y debates que se suscitaron en el “Encuentro de Masculinidades 2009. Compromisos por la equidad de géneros”, y los presenta como una herramienta de trabajo, reflexión y comunicación útil para las personas, organizaciones no gubernamentales, entidades gubernamentales y organismos sociales y comunitarios que a lo largo de su experiencia hayan trabajado con hombres los diversos temas relacionados con las masculinidades y con el involucramiento de los varones, jóvenes y niños en la construcción de equidad de géneros; pero también, para aquellas personas y organizaciones que quieren aproximarse a estos temas y conocer algunas de sus implicaciones. Para uno y otro grupo de lectores y lectoras, este documento se constituye en uno de los referentes necesarios en el país para el conocimiento y posicionamiento de los temas aquí tratados.

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II. Agradecimientos Agradecemos a las siguientes organizaciones y entidades la convocatoria y realización de este encuentro:         

INWENT UNFPA DIAKONIA Personería de Bogotá UNICEF Asociación Manos Amigas Corporación Prisma IDPAC UNIFEM

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III. Participantes 3.1. Ponentes Nacionales Se contó con la participación de 30 ponentes nacionales, provenientes de diferentes regiones del país; entre ellas, Bogotá, Medellín, Cartagena, Cali, Bucaramanga, Barrancabermeja, Putumayo, Sureste antioqueño, Eje Cafetero y Departamento del Cauca.

 Carlos Iván García, Colectivo de Hombres y Masculinidades

 Adriana Martínez Ardila, Fundación Social Colombiana Cedavida

 Darío Muñoz, Colectivo de Hombres y Masculinidades

 Flor Maria Díaz, UNIFEM

 Edwin Fabián García López, Fundación Social Colombiana Cedavida

 Alejandra Ortiz, Agencia Española de Cooperación Internacional AECID  Hernando Muñoz, Movimiento de Hombres de Medellín  Javier Omar Ruiz, Colectivo de Hombres y Masculinidades

 José Manuel Hernández, Colectivo de Hombres y Masculinidades  Juan Carlos Celis, Fundación Procrear

 Carlos Alberto Montoya, Machos Afectivos

 Fredy Gómez, Investigador en Masculinidades y Violencias

 Cesar Grajales, Diakonia

 Aicardo Villa, Asociación Suroeste Antioqueño

 Angélica Torres, Consultora Fundación Social Colombiana Cedavida

 Douglas López, Corporación Opción Colombia

 Román Alexis Huertas, Colectivo de Hombres y Masculinidades 8


 Gelbert Sánchez, Taller abierto – Cali

 Oscar Andrés Castillo Sáenz, Colectivo masculinidades de Bucaramanga

 Isabel Agatton, Personería de Bogotá  José Ignacio Vaca, Iglesia Cristina Menonita – Eje Cafetero

 Carlos Díaz, Colectivo Pelaos de Cartagena  Karen Sarmiento, Grupo jóvenes por nuevas masculinidades de Bogotá  Elkin Sepúlveda, Experiencia con jóvenes desplazados

Carlos Ovidio Nieto, Barrancabermeja Miguel Palacio, Putumayo Giovanny Muñoz, Jhon Puentes y Wilson Huertas, Feria de experiencias juveniles en masculinidades Marta Ligia Rincón, Subdirección de Juventud ‐ Secretaría Distrital Integración Social Gerardo Peña, Departamento del Cauca Cindy Torres, Camino de Aethos Bogotá

3.2. Ponentes Internacionales Se contó con la participación de 7 invitados internacionales de América Central y Sur América.  Héctor Núñez, Escuela Equinoccio Casa San Bartolomé de las Casas, El Salvador  Miguel Ramos Padilla, Universidad Peruana Cayetano Heredia, Perú  Juan Guillermo Figueroa, Colegio de México  Douglas Mendoza, Red MenEngage Nicaragua 9


  

Hugo Huberman, Argentina Carlos Vásquez, Universidad de Puerto Rico Gerardo Hernández, Funvemás, Venezuela

3.3. Asistentes

Participaron en el Encuentro en calidad de asistentes 295 jóvenes y adultos, de los cuales 178 eran mujeres y 117 hombres.

También se contó con la participación de 12 niños y 11 niñas en un taller programado el primer día del encuentro y quienes presentaron las conclusiones de su trabajo en el segundo día del encuentro de adultos. Los y las asistentes adultos corresponden a representantes de 22 instituciones nacionales y distritales, 36 hogares infantiles del ICFB Bogotá, 14 ONGs y organismos de cooperación internacional, 25 ONGs nacionales, 7 programas y proyectos nacionales, 10 grupos de masculinidades y LGTB, 24 organizaciones de base, 13 Instituciones Educativas de básica, secundaria y universitaria, 5 estudiantes universitarios, 10 particulares.

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Instituciones Nacionales y Distritales

Instituciones participantes

HOBI ICBF ONG y organismos internacionales

3%

6%

8%

13%

ONG Nacionales

15%

22%

Programas y proyectos Nacionales Colectivos masculinidades y LGBT

6% 8%

4% 15%

Organizaciones de base Instituciones educativas Estudiantes Particulares

Instituciones Nacionales y Distritales  Procuraduría  Instituto Nacional de Medicina Legal  ICBF  Profamilia  Ministerio del Interior  DANE  Defensoría del Pueblo  Alta Consejería para la Reintegración  Federación Nacional de Cafeteros  Personería Distrital  IDPAC‐CCDLGTB  Consejo de Bogotá

 Gabinete de la Honorable Concejal Angela Benedetti  Secretaría Distrital de Integración Social  Subdirección de Juventud  Secretaría de Educación  Alcaldía Local de Engativá  Centro Zonal ICBF Mártires  Centro Zonal ICBF Engativá  Hospital Infantil Angelo Parra  Hospital Fontibón  Centro de Atención al Menor  Casa de la Mujer (SUBA)

Hogares infantiles del ICBF Grandes Sueños, Pequeñas Ilusiones, Arco Iris, Santo Domingo Sabio, Geroma, La Gallina Pecosa, Violetas, Descubriendo Talentos, Los Gaticos, Soñando Caminos, El Pueblo, El Velero, Guacamayos, La Macarena, El Payaso, Minuto de Dios, Sueños y Aventuras, Corazoncitos, Burbujitas de amor, Caritas Felices, Eucaliptos, Chiquilines, Timiza, Florencia, Copetin, Tamborcito Encantado, Las Aguas, Niños del Progreso, Canadá, Generación del Mañana,

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Pequeños Genios, Personitas, Marcelino Pan y Vino, Carrusel, Mis primeros recuerdos, Nueva Granada. Organismos de Cooperación Internacional  INWENT  CHM  DIAKONIA  Kairos Educativos//Mision de Belen Immensee  GTZ  Save The Children  UNICEF OPP  Embajada de Suecia  PNUD  Agencia Española de Cooperación  UNFPA Internacional AECID  ACNUR  Agencia de Cooperación Sueca CIVIS  ACNUR Mocoa ONGs  Fundación Cedavida  Fundación Procrear  Fundación Gamma Idear  Fundación Siglo XXI  Fundación Creciendo Unidos  Fundación Weldeyana  Fundación Gota de Leche  Fundación Madre Rafols  Fundación Ciproc  Fundación Fefsa  Fundación Bolívar  Corporación Opción Colombia  Corporación Cedavida Programas y proyectos  Programa ciudades Seguras  Programa Integral Contra La violencia de Género

 Corporación Prisma  Corporación Tiempos de Vida  Corporación de Investigación y Acción Social Económica CIASE  Corporación Ambiental ECOSYG  Somos Opción  Colnodo  Asociación Cristiana de Jóvenes ‐ ACJ  ARIADNA ‐ Centro de desarrollo humano  Diversidad Somos tod@s  Fe y Alegría  FUNDES

 Lazo Blanco  Proyecto OPP – Fundación Cedavida  Programa No‐violencia Bogotá 12


 El Golombia‐El juego de la Paz Grupos y colectivos  Colectivo de Hombres y Masculinidades  Colectivo Masculinidades de Bucaramanga  Colectivo Camino Aethos  Colectivo Fenix  Masculinidades de Sur Oeste Antioqueño Organizaciones de base  Asociación Manos Amigas  Asomujer y Trabajo  Mujeres de Soacha  Asociación de mujeres comunales de la localidad Antonio Nariño  Asociación Pacto Colombia  El Informador Atsmag  Asojuntas Chapinero  Consejo Tutelar de Chapinero  Mesa Local de Engativá  Taller San Martin  Organización Funsarep  Hogar Comunitario El Pueblo  Asomosur Instituciones Educativas y Universidades  Cafam  Colegio San Bartolomé de las Casas  Colegio Parroquial San Luis G.

 CERCAPAZ ‐ GTZ

    

Nuevas Identidades Masculinas Colectivo nuevas masculinidades Colectivo Juvenil Sinónimo de Paz Colectivo LGBT Somos Opción Colectivo de Masculinidades de Cúcuta  Grupo de masculinidad Diana Turbay

       

Antrax Stency Iglesia Menonita Occidente Asociación Manos Amigas Fedemuc Sinónimos de Paz Estrella del sur Red de Participación de Suba Grupo Universitario Diversidades Sexuales  Asociación Sembrando Sueños de Vida  Huellas de vida‐ Taller abierto  Comedor Comunitario Bosa‐San Diego

 I.E.D. Los Alpes  Universidad de Antioquia

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 Universidad de Caldas. Grupo "Machos Afectivos"  Corporación Universitaria Unitec  Universidad Nacional  Escuela de estudios de género Universidad Nacional

   

ESAP Universidad Externado de Colombia Pontificia Universidad Javeriana Universidad Santo Tomás

Organizaciones a las que pertenecen los niños, niñas y adolescentes que participaron en el Encuentro  Fundación Crecer Unidos  Colectivo camino de Ethos  Casa Taller San Martín  Comedor Bosques de Merland  Colectivo Antrax

IV. Objetivo del Encuentro Potenciar en la agenda pública y en el marco de un trabajo de redes, los procesos de discusión política y de reflexión e intervención en el país, en torno a la construcción de masculinidades no hegemónicas y orientadas a las equidades de géneros.

V. Agenda Encuentro de adultos

MASCULINIDADES: EXPERIENCIAS TEÓRICAS, POLÍTICAS Y METODOLÓGICAS Bloques temáticos 1. Perspectivas de abordaje de las masculinidades 2.

Masculinidades y violencias

3.

Encuentros y alianzas

Primer Día: 3 de Diciembre 14


7:30 – 8:30 8:30 – 9:00

PROGRAMACIÓN Inscripciones Instalación del evento  Adriana Martínez – Red de masculinidades no hegemónicas  Lucy Wantenberg – Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas UNFPA  Flor María Díaz – Programa Integral contra las Violencias de Género  Nicolás Rueda – Colectivo Antrax  Román Alexis Huertas – Red de masculinidades no hegemónicas PANEL 1. Perspectivas de abordaje en el trabajo en masculinidades Moderación y presentación: Angélica Torres Quintero –Consultora Fundación Cedavida 9:00 – 9:15 Principios ético‐políticos para la transformación de masculinidades. Carlos Iván García – Colectivo Hombres y Masculinidades. 9:15 – 9:30 Una apuesta integral y relacional para las equidades de géneros. Adriana Martínez – Fundación Social Colombiana Cedavida. 9:30 – 9:45 El trabajo con hombres para la prevención y erradicación de la violencia en el Perú Miguel Ramos Padilla – Universidad Peruana Cayetano Heredia. 9:45 – 10:00 Diálogos sobre género, feminismo y estudios sobre varones: supuestos teóricos y agendas políticas. Juan Guillermo Figueroa – Colegio de México 10:00 – 10:15 Equidades de géneros y masculinidades. Extor Nuñez. Escuela Equinoccio, El Salvador. 10:15 – 10:45 Preguntas y opiniones 10:45 – 11:00 Receso – Refrigerio PANEL 2. Alianzas y Encuentros: la construcción de redes para el trabajo con hombres. Moderación y presentación: Luis Benitez ‐ Inwent 11:00 – 11:15 Red MenEngage Global, Red MenEngage Centro América y Red MenEngage Nicaragua. Douglas Mendoza – Punto Focal de la Red MenEngage Centro América. 11:15 – 11:30 Avances y perspectivas en la construcción de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas. Erwin Fabián García – Fundación Social Colombiana Cedavida 11:30 – 11:45 Cómplices por la equidad: construyendo una red de trabajo con énfasis en hombres Juan Guillermo Figueroa – Colegio de México. 11:45 – 12:00 Avances en la construcción de redes masculinas en el Cono Sur y Argentina. Hugo Huberman. Argentina 12:00 – 12:30 Preguntas y opiniones 12:30 – 2:00 Almuerzo PANEL 3. Masculinidades y violencias Moderación y presentación: José Manuel Hernández – Colectivo Hombres y Masculinidades 15


2:00 – 2:15

Movimientos trans, masculinidades y violencias. Juan Carlos Celis y Alexa Mesa (Barrio Santa fé) ‐ Fundación Procrear. 2:15 – 2:30 Masculinidades en la guerra y guerras masculinizadas: apuntes para una mirada de género a la masculinidad de varones en procesos de desmovilización y reintegración en Colombia. Fredy Gómez. Investigador en masculinidades y violencias. 2:30 – 2:45 Efectos de las violencias en la vida de las mujeres y los hombres en el desarrollo. Aicardo Villa. Suroeste Antioqueño. 2:45 – 3:00 Hombres y mujeres fragmentados en su integralidad por las violencias. Angélica Torres Quintero – Consultora Externa Fundación Cedavida. 3:00 – 3:15 Procesos de masculinización bélica como dispositivo de seguridad. Darío Muñoz – Colectivo Hombres y Masculinidades. 3:45 – 4:00 Refrigerio PANEL 4. Perspectivas de trabajo común entre las redes de mujeres y las redes de hombres Moderación y presentación: Douglas López – Corporación Opción Colombia 4:00 – 4:15 Hombría, sexualidades y la escurridiza noción de poder. Carlos Vásquez – Universidad de Puerto Rico. 4:15 – 4:30 La estrategia de género de la Cooperación Española en Colombia: Masculinidades en el nuevo reto. Alejandra Ortiz Valencia – Programa Género y Derechos de las Mujeres de la AECID. 4:30 – 4:45 Alianzas por la convivencia y el respeto entre hombres y mujeres. Flor María Díaz – Coordinadora Programa Integral contra Violencias de género. 4:45 – 5:00 Preguntas, opiniones y cierre.

Segundo Día: 4 de Diciembre PROGRAMACIÓN PANEL 5. Perspectivas de abordaje en el trabajo en masculinidades Moderación y presentación: Silvia Arias – Programa Integral contra las violencias de género 8:00 – 8:15 Movimiento de Hombres de Medellín. Hernando Muñoz ‐ Universidad de Antioquia. 8:15 – 8:30 Encuentros de Hombres 2006 – 2007. José Antonio Vaca ‐ Iglesia Menonita Colombiana. 8:30 – 8:45 Comunicando la experiencia del Colectivo de Hombres Jóvenes Pelaos. Carlos Díaz Acevedo ‐ Colectivo de Pelaos, Cartagena. 8:45 – 9:00 Metodología de trabajo del Colectivo Hombres y Masculinidades. Javier Omar Ruiz – Colectivo Hombres y Masculinidades. 16


9:00 – 9:15

Machos Afectivos. Carlos Alberto Montoya – Universidad de Caldas. 9:15 – 9:30 Intervención con hombres y perspectiva de género: asumiendo las masculinidades – sensibilizando varones. Gerardo Hernández – Funvemas, Venezuela. 9:30 – 9:45 Política de género en Diakonía. Cesar Grajales – Diakonia. 9:45 – 10:15 Preguntas y opiniones 10:15 – 10:45 Refrigerio PANEL 6. Alianzas y encuentros: experiencias nacionales Moderación y presentación: Javier Omar Ruíz – Colectivo Hombres y masculinidades 10:45 – 11:00 Casos de violencia de género resueltos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana. Isabel Agatón – Personería Distrital. 11:00 – 11:15 Campaña: Lazo Blanco Bogotá – Medellín. Román Alexis Huertas – Colectivo de Hombres y Masculinidades. Hernando Muñoz – Movimiento de hombres de Medellín. 11:15 – 11:30 Sin territorios vedados. Douglas López – Corporación Opción Colombia. 11:30 – 11:45 Experiencias en la promoción de nuevas masculinidades. Gelbert Sánchez – Taller Abierto, Cali. 11:45 – 12:00 Colectivo de nuevas masculinidades. Oscar Andrés Castillo Saenz ‐ Universidad Industrial de Santander. 12:00 – 2:15 Aportes de los niños y niñas al Encuentro. 12:30 – 2:00 Almuerzo TRABAJO EN GRUPOS (Actividades simultáneas – participación conjunta de jóvenes y adultos) 2:00 – 4:00 Comisión1. Articula los 3 ejes temáticos y proyecta un manifiesto o declaración, con algunas menciones de las particularidades de Colombia a partir de la Declaración de Río de Janeiro. Moderación y presentación: Douglas Mendoza y Jhon Jairo Pinzón Comisión 2. Dinámica de la Red de Masculinidades No Hegemónicas. Moderación y presentación: Diana Palacios y Juan Carlos Celis Taller vivencial 1. “Reconciliación corporal y masculinidades”. José Manuel Hernández, Colectivo Hombres y Masculinidades. Taller vivencial 2. “Más allá de lo femenino y lo masculino. Un viaje por a la integración”. Constanza Ardila y Karina Ballén. Corporación Educativa Cedavida. 4:00 – 4:30 Plenaria de cierre con los resultados de las comisiones. 4:30 – 4:45 Presentación Vibranza y Piel de Lobo. 4:45 Refrigerio 6:00 Masculinidades al septimazo. 17


VI. Desarrollo del Encuentro de adultos 6.1. Día 1. Jueves 3 de diciembre Inscripciones

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Instalación del Encuentro

Se da inicio a la primera jornada del Encuentro ‐ jueves 3 de diciembre‐ a las 9 de la mañana con la instalación a cargo de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas – Red Menengage, Colombia –Adriana Martínez y Román Alexis Huertas‐, el Colectivo de Masculinidades Antrax –Nicolás Rueda‐, el Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas UNFPA –Lucy Wantenberg‐ y el Programa Integral Contra las Violencias de Género –Flor María Díaz‐. Dentro de la agenda se había incluido la intervención del niño Wilmer Alejandro Díaz, miembro del Proyecto Oportunidades para la Paz, quien no pudo participar de la instalación. Palabras de apertura a cargo de Adriana Martínez, Red Colombiana de masculinidades No Hegemónicas Hace la apertura oficial del Encuentro ofreciendo agradecimientos a las personas y organizaciones que han hecho posible su realización: Programa contra las Violencias de Género, Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas UNFPA, Diakonía con recursos de la Embajada de Suecia, Inwent, GTZ, Personería de Bogotá, IDPAC, Manos Amigas; así como a los hombres y mujeres de las organizaciones que han estado al frente de su programación y convocatoria: El Colectivo Hombres y Masculinidades, La Fundación Procrear, La Corporación Opción Colombia, la Fundación y Corporación Educativa Cedavida. Cierra su intervención agradeciendo también la participación de los niños, niñas y jóvenes presentes. Lucy Wartenberg, Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas UNFPA Manifiesta su complacencia por participar en el Encuentro como representante de UNFPA, por considerar que el abordaje de la construcción de masculinidades es fundamental para la construcción de equidades de género. Expresa que si bien las mujeres han sido discriminadas y violentadas históricamente y que por tanto es necesario aunar esfuerzos para fortalecer 19


sus capacidades y garantizar sus derechos, resulta vital involucrar en este propósito de manera estratégica y decidida el trabajo con lo masculino, porque es precisamente en las relaciones entre los géneros donde se gesta el lugar de la desigualdad y de la violencia. Invita a valorar el Encuentro como una oportunidad de reflexión para la transformación de las masculinidades y para el abordaje del tema de género ya no como un asunto de exclusivo interés de las mujeres, sino que involucra activamente a los hombres. Recuerda que el Fondo de Poblaciones es una agencia de Naciones Unidas que promueve condiciones para que todas las personas puedan disfrutar de una vida con igualdad de oportunidades y libre de pobreza. Manifiesta que dentro de los propósitos trazados por el Fondo está el lograr que todos los embarazos sean deseados, como resultado de un ejercicio placentero y responsable de la sexualidad, y que todas las mujeres y niñas sean tratadas con dignidad y respeto. Finaliza su intervención deseando éxitos en el desarrollo de la jornada de trabajo. Flor María Díaz, Coordinadora del Programa Integral Contra las Violencias de Género Flor María ofrece un caluroso saludo a los participantes del Encuentro en nombre del Programa Integral Contra las Violencias de Género y explica que éste es una iniciativa que cursa el Fondo PNUD ‐ España en 30 países en desarrollo para el logro de los Objetivos del Milenio, de manera coordinada con otras dos agencias de Naciones Unidas, la UNIFEM, y la OIM. Manifiesta que la realización del Encuentro es una iniciativa muy importante en el marco de los 16 días de activismo por la No Violencia Contra las Mujeres y en la medida en que responde al llamado realizado por el Secretario de las Naciones Unidas a través de su Campaña “Unidos para poner fin a la violencia contra las mujeres”, en la que se convoca de manera clara a los hombres y niños a vincularse y participar en procesos que apunten a la deconstrucción de los estereotipos de género que han estado en la base cultural del sometimiento, subordinación y discriminación de las mujeres. Agrega que en el marco del Programa el tema de las nuevas masculinidades tiene una posición muy importante, ya que se ha logrado construir una visión estratégica que propone que para avanzar hacia la erradicación de la violencia contra las mujeres es necesario trabajar simultáneamente con los hombres. En esa medida considera que el Encuentro arrojará reflexiones y resultados que serán retomados por el Programa ya que éste también se encuentra en un ejercicio de construcción. 20


Felicita a las entidades organizadoras del Encuentro por haber facilitado la realización de esta iniciativa con la participación de representantes a nivel local, nacional e internacional. Expresa el compromiso y apoyo del Programa para dar continuidad a estas propuestas que son desde su punto de vista, oxigenadoras. Resalta el valor y la fuerza de la Declaración de Río de Janeiro 2009 como un documento orientador del trabajo, que podrá ser retomado en diferentes momentos durante el Encuentro y que convoca a muchos hombres de diferentes territorios, condiciones y etnias a pensar y mejorar su relación con las mujeres, así como también con otros hombres; a considerar que es posible vivir la masculinidad de una manera que favorezca la construcción de relaciones armónicas de género. Concluye su intervención invitando como corolario del evento al diseño de estrategias en el marco de un plan de acción para que los estados logren profundizar su alcance en temas de políticas públicas, contribuyendo a institucionalización y la sostenibilidad de los programas que se han venido ejecutando en el mundo, en Latinoamérica y en Colombia. Nicolás Rueda – Colectivo Antrax Comienza exponiendo que el Colectivo Antrax nació en el marco de la Campaña Mundial de Lazo Blanco con el apoyo del Colectivo de Hombres y Masculinidades. Relata que su trabajo se realiza a través del grafiti para abordar el tema de las raíces aborígenes y la construcción de la masculinidad. Para el Colectivo es fundamental asumir un rol en la sociedad desde una reflexión profunda sobre la masculinidad. Señala que no se trata solamente de un colectivo de 3 personas que pintan en la calle, sino de personas que se encuentran y trabajan con los niños y niñas favoreciendo su inclusión, como ocurrió con la Campaña de Lazo Blanco, la cual inició con grupos pequeños de jóvenes de varias localidades. Concluye su intervención, invitando a los y las participantes a aprovechar al máximo el Encuentro con el fin de fortalecer los procesos a nivel nacional, a través del intercambio de experiencias y metodologías. Resalta como un elemento valioso del Encuentro la apertura de 21


espacios para los niños y niñas en donde podrán construir también su visión de ciudad e intercambiar sus ideas y propuestas con los adultos. Román Alexis Huertas, Red de Masculinidades No Hegemónicas Ofrece un caluroso saludo a los y las participantes y comparte el siguiente relato como apertura de su intervención: Marco polo describe un puente, piedra por piedra. ¿pero cuál es la piedra que sostiene el puente? Pregunta Kublai Jan. El puente no está sostenido por esta piedra o aquella‐ responde Marco ‐, sino por la línea del arco que ellas forman. Kublain Jan permanece silencioso, reflexionando. Después añade: ‐ ¿Por qué me hablas de piedras? Lo único que me importa es el arco. Marco Polo responde: “Sin piedras no hay arco” Fragmento ciudades invisibles de Italo Calvino

A continuación manifiesta su complacencia al ver cómo se materializan los esfuerzos para volver a encontrarse con algunas personas, conocer a otras y propiciar el acercamiento entre todos/as. Refiere que la posibilidad de encontrarse con hombres de diferentes regiones ‐ costeños, paisas, santandereanos, cundiboyacenses, llaneros, latinoamericanos‐ lo que permite tener el fractal de país, y hacer una lectura regional del estado en el que se encuentra el tema de las masculinidades a partir de las diversas experiencias y aproximaciones. Describe el Encuentro como una oportunidad para construir diálogos entre hombres de diferentes generaciones y reconocer la voz de niños, niñas, adolescentes y jóvenes como constructores de nuevos escenarios en los que aportan y deciden políticamente en igualdad de condiciones. Resalta la riqueza de este espacio al tener en cuenta la diversidad de lenguajes, como un elemento decisivo en los transformaciones vivenciales de las relaciones entre hombres, mujeres, niñas y niños. El dialogo de ideas, saberes y propuestas intergeneracionales, que buscan mediante la instalación de lo humano, generar redes, redes humanas con vínculos y trayectorias como insumos potentes para su construcción y permanencia, a fin de avanzar consiente y coherentemente en el trabajo de masculinidades, que de manera crítica se reclama en el país. 22


Invita a participar de manera activa a los/as diversos/as representantes de las regiones y a involucrarse en las reflexiones y discusiones para la búsqueda de criterios y determinantes en la construcción de una red nacional que dé respuesta a las particularidades que cada región presenta. Concluye su intervención formulando la siguiente pregunta como provocación del dialogo y de la construcción de caminos y posibilidades: ¿desde nuestra experiencia regional que respuestas esperamos de una red nacional?

Reflexiones que estimulan el encuentro… 

Asumir compromisos por la equidad de géneros pasa por involucrar de manera estratégica y decidida el trabajo con lo masculino, ya que es precisamente en las construcciones sociales de masculinidad y feminidad donde se gestan la desigualdad y la violencia.

Posicionar el Encuentro como una oportunidad para reflexionar sobre los quiebres que requieren ser suscitados en las masculinidades hegemónicas y en la deconstrucción de estereotipos culturales que legitiman prácticas de dominación, subordinación y discriminación de las mujeres.

Avanzar en la comprensión del género desde una perspectiva relacional, trascendiendo el interés exclusivo de las mujeres, e involucrando activamente a los hombres en las transformaciones de expresiones violentas motivadas por razones de géneros y por ejercicios inequitativos del poder.

Valorar los esfuerzos organizativos de los movimientos de hombres alrededor del mundo como acciones aliadas y complementarias a los procesos gestados e impulsados históricamente por los movimientos feministas, amplificando de esta forma los impactos esperados.

Dar cabida a una multiplicidad de voces, experiencias y saberes provenientes de diversas regiones del país, de otros países de Latinoamérica, de los y las jóvenes y de los niños y niñas, para construir una perspectiva multifónica que permita potenciar y enriquecer apuestas y compromisos de trabajo en red, con una mirada centrada en el contexto colombiano y en la particularidad de los territorios.

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PANEL 1. PERSPECTIVAS DE ABORDAJE EN EL TRABAJO EN MASCULINIDADES Moderación y presentación: Angélica Torres Quintero Psicóloga y magister en Política Social de la Universidad Javeriana, con amplia experiencia en investigación social, procesos de formación y evaluación de iniciativas en Educación para la Paz y Cultura de Paz con comunidades vulnerables y víctimas de la violencia política. Actualmente es consultora externa de la Fundación Social Colombiana Cedavida en temas relacionados con la equidad de géneros y en planeación estratégica. También es consultora de la Corporación Otra Escuela para asuntos relacionados con la calidad educativa y coautora de la última publicación de la Fundación Cedavida “¿Por qué vincular a hombres en la consolidación de la equidad de géneros?: una apuesta integral y relacional”.

A través de este panel se busca presentar diversas perspectivas de trabajo en masculinidades, no sólo desde las experiencias y reflexiones suscitadas en diferentes regiones de Colombia; sino también desde las experiencias y lecciones aprendidas de los invitados latinoamericanos. La riqueza que trae consigo la diversidad de estrategias para el abordaje de las masculinidades, permitirá potenciar los debates y discusiones; identificar puntos de encuentro, coincidencias y divergencias en las posiciones y metodologías del trabajo con hombres y en la consolidación de relaciones equitativas entre los géneros; convirtiéndose en insumos valiosos para la toma de decisiones frente a los lineamientos y posturas éticas, políticas, conceptuales y metodológicas de un trabajo en red en Colombia. 1. Principios ético – políticos para la transformación de masculinidades. Carlos Iván García, Colectivo Hombres y Masculinidades Investigador y Fundador del Colectivo Hombres y Masculinidades. Punto Nodal de la Red MenEngage en Colombia.

Carlos Iván inicia su intervención saludando a los y las asistentes y agradeciendo su interés por participar en el Encuentro, apostándole a una reflexión conjunta como país. Señala que para reflexionar en torno a unos principios ético‐políticos para la transformación de las masculinidades, es necesario acudir al conocimiento situado, reconocer la trayectoria vital en un sentido colectivo que en su caso se ha posibilitado gracias a su vinculación y 24


vivencia en el Colectivo Hombres y Masculinidades, movimiento que desde 1996 ha participado en una multiplicidad de formas de acción con diversos actores, regiones y propósitos. Como resultado de este proceso resalta una evidencia aprendida a lo largo del tiempo: ¡Es posible cambiar!,¡ es posible transformar las masculinidades!. La apuesta del Colectivo es por movilizar estas transformaciones a través de los cuerpos y en las subjetividades, por medio de una propuesta metodológica que centra su mirada en el cuerpo, la emocionalidad y lo que ha denominado “la alfabetización emocional”. Para hablar de los principios ético‐políticos, Carlos Iván García acude a las definiciones colectivas, recogidas en la Carta de Compromisos del Colectivo Hombres y Masculinidades (Febrero de 2009), resultado de un proceso de discusión y concertación, que permitió perfilar las apuestas del Colectivo para transformar las masculinidades. A continuación se transcribe la carta: Con el ánimo de coadyuvar a la construcción de una sociedad ética, democrática, justa, igualitaria, pacífica, cuidadora del medio ambiente y de las personas y respetuosa de los derechos humanos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. Motivados en particular a promover la equidad como el sendero hacia el logro de una igualdad real y no formalista entre los géneros y, comprometidos con una vivencia radical de la ética del cuidado hacia nosotros mismos, otras personas y hacia la naturaleza, los miembros de la Asociación Colectivo Hombres y Masculinidades de Colombia, disponemos y activamos nuestros cuerpos, intelectos y emociones para la vivencia de prácticas masculinas distantes y críticas frente a los patrones del patriarcado, no sólo en la dimensión personal, sino también en la dimensión estructural, comprometiéndonos con acciones y procesos orientados a la transformación del sistema mismo de las relaciones de género en sus dimensiones económica, política, simbólica y cultural en un camino hacia la justicia y la equidad sociales. Nuestros cambios de posturas y prácticas tienen como núcleo el abordaje reflexivo del poder en todas sus dimensiones y en todos los ámbitos y en ese sentido, nos disponemos a hacer fluir, alternar, democratizar, renegociar y abandonar espacios y ejercicios de poder en un sentido afectivo, ético, político y cuidadoso de las personas. Ejercemos nuestro derecho a una participación social activa y significativa para denunciar, rechazar y ayudar a superar formas de explotación, dominio, subvaloración y violencia en contra de mujeres, hombres y también de personas transgeneristas que se den en razón del género, la sexualidad o cualquier otra razón que se invoque.

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En reconocimiento crítico del contexto de país queremos visibilizar, proponer y acompañar iniciativas sociales orientadas a la problematización, la denuncia y la superación de la corrupción, la cultura del dinero fácil, el clientelismo, el autoritarismo, el tratamiento violento de los conflictos, la guerra, la intolerancia, la marginación, la exclusión, la discriminación, la explotación, la desigualdad, la impunidad y la vulneración de derechos tanto en un plano general como en los vínculos específicos de estas problemáticas con los problemas socioculturales de la construcción del género y particularmente de las masculinidades. Respecto de los intentos por deconstruir el patriarcado, reconocemos el papel pionero y los sustantivos aportes de los movimientos sociales de mujeres y de los movimientos feministas y por ello, manifestamos nuestra disposición e interés en adelantar alianzas estratégicas con ellos y con movimientos por la diversidad sexual como una forma de enriquecimiento mutuo en pro de la equidad de género y la superación de desigualdades y violencias tanto por razones de género como de la sexualidad. En un marco más amplio podemos establecer alianzas con otros sectores y movimientos sociales en tanto ellas contribuyan al horizonte de transformación social, económica, cultural y política más amplia, ya referida y no desvirtúe este ideal. A partir del planteamiento de que tal transformación se asienta finalmente y de manera concreta en los cuerpos y las subjetividades, nos abrimos a una reflexión ética permanente para procurar y potenciar un ejercicio cotidiano de coherencia y consistencia entre este ideal y nuestras actuaciones personales, grupales y organizacionales. Con base en este marco de pensamiento nos comprometemos en particular mediante nuestras prácticas a: aumentar en el ámbito de la vida personal nuestra capacidad autocrítica y autoreflexiva; realizar esfuerzos permanentes de cambio y liberarnos de cargas, competencias y coacciones sociales que empobrecen nuestra humanidad y a través nuestro las de las demás personas. Por ejemplo, expresar libremente las emociones y sentimientos, cuidar de nuestra salud psicológica y física, desarrollar actitudes de crítica, confrontación y superación activa de las desigualdades y discriminaciones y violencias de género y cumplir con roles humanos fundamentales que son de nuestra responsabilidad: crianza, oficios domésticos, cuidado de los y las demás.

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En el mundo del erotismo conducirnos a un reencuentro con nosotros mismos y con otras personas, en perspectivas de ejercicio de la libertad, la autonomía y el libre desarrollo de la personalidad, en un marco innegociable de garantía, ejercicio y promoción de los derechos sexuales y reproductivos. Apuntamos a un ejercicio sano, responsable, gratificante, sensible, afectivo y placentero del erotismo, sin las afectaciones de las presiones sociales, el alardeo, la perentoriedad sexual, la obsesión penetrativa, el acoso sexual, la explotación sexual de niños, niñas y adolescentes y la prostitución de personas adultas. Contribuir a cambios positivos en nuestras relaciones sociales. En el ámbito familiar ellas comprenden tanto las relaciones de pareja, como las relaciones entre padres, madres e hijos; promover la democracia y la equidad, un trato afectivo y cercano y el diálogo intergeneracional. Eliminar la violencia intrafamiliar, la violencia de género y el maltrato infantil y juvenil. Solucionar pacíficamente los conflictos y replantear positivamente las relaciones de crianza y socialización. En todos los ámbitos problematizar y buscar la superación del sexismo, el racismo, el clasismo, la misoginia, la homofobia, la transfobia, el adultocentrismo, la xenofobia y cualesquiera otras formas de marginación y exclusión, así como el autoritarismo, la manipulación y las violencias. Distanciarnos de posturas de complicidad con el sistema patriarcal, ejerciendo acciones críticas y movilizando iniciativas de cambio frente a situaciones de autoritarismo familiar, comunitario, laboral, social, económico y político. Replantearnos los modos, contenidos y poderes en las relaciones inter e intra género entre hombres. Establecer relaciones afectivas y colaborativas y superar la complicidad en torno a la manipulación, la corrupción, la desigualdad, la competencia, el engaño, la discriminación y otras violencias. Sumarnos a espacios de acción, movilización y reflexión social de género que insten a la construcción de una cultura de paz en todos los ámbitos, promuevan la objeción de conciencia como una alternativa a la guerra y se distancien de lógicas militaristas, cruentas y belicistas como supuestas soluciones a los conflictos. Bajo el horizonte compartido de la equidad de género, apoyar en forma decidida y evidente las reivindicaciones de los movimientos sociales de mujeres, feministas, por la diversidad sexual y otros grupos de organizaciones comprometidos con la construcción de masculinidades alternativas al modelo hegemónico. 27


En el ámbito institucional del Colectivo, actuar de manera ética, transparente y democrática tanto en la condición de miembros como en la asunción de cargos específicos; resignificar el concepto de poder, fortalecer los procesos de poder interior, poder cooperativo y poder habilitante de carácter colectivo y, desestimular las formas de poder contra sí mismos, las demás personas y la naturaleza. Convertir en rasgos cotidianos de las relaciones entre miembros del Colectivo la puntualidad, la responsabilidad, el respeto, la igualdad, la transparencia, la honestidad, el diálogo, la sinceridad, la solidaridad, la fraternidad, la ternura y el afecto. Implementar procesos de pedagogía social con coberturas e impactos crecientes que se orienten a promover dinámicas corporales, emocionales, reflexivas y conceptuales de replanteamiento de la masculinidad hegemónica. Promover la producción de conocimientos situados en relación con las problemáticas que nos convocan y el diseño de metodologías y modelos de interacción y acompañamiento orientados a grupos y poblaciones particulares. Y finalmente, promover formas de configuración del estado, formas de gobierno y modelos de producción, redistribución y desarrollo social y económico éticos equitativos, justos, igualitarios, democráticos y cuidadosos de la naturaleza, que propendan por el máximo desarrollo de las potencialidades humanas, en una perspectiva de una ética del cuidado personal, social y del planeta.

A continuación, el ponente plantea una discusión en torno al concepto de nuevas masculinidades, contextualizando la comprensión que hace el Colectivo de este concepto en el marco de un proceso realizado con Diakonía durante 4 años y recogido en un manual para el diagnóstico de prácticas patriarcales en organizaciones sociales1. Señala que para el Colectivo las nuevas masculinidades hacen referencia a las “prácticas de vivenciamiento de la masculinidad distantes y críticas frente a los patrones culturales del patriarcado, no sólo en la dimensión personal, sino en la dimensión estructural mediante el compromiso con la transformación del sistema de género”. Alerta frente al peligro de la novedad. Refiere que el uso del término nuevas masculinidades puede estar siendo actualmente utilizado para hacer referencia al conjunto de prácticas de los hombres contemporáneos; lo cual podría ser confuso, vago e incluso peligroso, en tanto en esta denominación podría incluirse desde lo más renovador, hasta lo más cavernario. 1

El manual “Masculinidades, hombres y cambios” fue entregado al finalizar el Encuentro a todos los y las asistentes.

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Pone como ejemplo a los llamados metrosexuales o aquellos hombres que hacen particular énfasis en su cuidado físico, pero a quienes no los convoca ninguna reflexión frente a los desbalances del poder. Resalta que cuando otras personas utilizan el término de nuevas masculinidades hacen referencia a características como la conexión o reconexión emocional, el involucramiento en la crianza, la prevención y erradicación de la violencia intrafamiliar y de género. Aún así, la postura del Colectivo es que estos rasgos hacen parte de un conjunto más amplio, diverso, complejo y exigente de cambios en las posturas y prácticas en las que es inevitable hacer un abordaje crítico, reflexivo y transformador del poder en todas sus dimensiones, desde la más personal hasta la más estructural. En síntesis, para el Colectivo es necesario partir de una claridad política: solo es posible hablar de nuevas masculinidades, cuando el centro del trabajo se concentra en la reflexión sobre los ejercicios del poder; visibles en las relaciones intergenéricas e intragenéricas, en las relaciones de pareja, en el ejercicio de las violencias en el contexto colombiano y en la relación entre las masculinidades y los modelos de desarrollo social y económico. En coherencia con esta apuesta política, el término de nuevas masculinidades podría ser usado en la confluencia de estos factores:  Se desarrollan en muy diversos planos de relación.  No se agotan en empaques emocionales.  En el ámbito familiar involucran tanto las relaciones entre padres, madres e hijos como las relaciones de pareja.  Se replantean los modos, contenidos y poderes en las relaciones intra e inter género.  Se liberan de cargas y coacciones sociales que empobrecen la humanidad de los hombres.  Crean una conexión con la ética del cuidado.  Adoptan una postura definida y activa a favor de la equidad y en contra de desigualdades y violencias de género.  Trabajan sobre el núcleo del poder. Para finalizar su intervención, Carlos Iván García retoma el tema central de su ponencia invitando a reflexionar sobre algunos aspectos que ayudarían a reflexionar sobre los siguientes puntos que ayudarían a configurar las apuestas ético‐políticas a tener en cuenta en el esfuerzo por construir una red nacional. 29


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El reconocimiento del país, bajo la comprensión de que Colombia está constituida por regiones. Por lo tanto, es fundamental preguntarse por la lectura crítica de país que hacen los diferentes grupos, organizaciones, colectivos y personas que trabajan sobre el tema. Propone analizar ¿qué significa constituir una red desde el contexto colombiano?, ¿Cuáles son los consensos en la discusión política alrededor del conflicto y la violencia colombiana? Apostar de manera decidida al reconocimiento de los niños, las niñas y jóvenes no sólo como sujetos de derechos sino como agentes políticos en la transformación. Preguntarse por los ejercicios de coherencia que orientarán el manejo de las redes. Orientar el propósito de la red hacia una igualdad no formalista sino real entre los géneros, en el que tenga cabida el tema de la diversidad sexual. Reconocer que existe un marco de construcción de alianzas que reclama unas apuestas desde las perspectivas de derechos humanos y de transformación social.

2. Una apuesta integral y relacional para las equidades de géneros. Adriana Martínez, Fundación Social Colombiana Cedavida Abogada de la Universidad Externado de Colombia, Directora General de la Fundación Social Colombiana Cedavida, entidad que ha trabajado con más de ochenta y un mil personas a nivel nacional en procesos de atención, acompañamiento biopsicosocial y formación a población vulnerable afectada por diversos tipos de violencia. Autora de 3 informes de Derechos Humanos, coautora del libro “El Presente: donde todo es posible” y del libro “¿Por qué vincular a los hombres en la consolidación de la equidad de géneros?”

Adriana Martínez comienza su exposición compartiendo brevemente la experiencia de la Fundación Social Colombiana Cedavida y la Corporación Educativa Cedavida – con una experiencia de 21 años y 7 años respectivamente ‐. Refiere que ambas instituciones han trabajado con más de 145 mil niños, niñas, jóvenes, mujeres, hombres de diversas regiones del país y en diferentes condiciones: población en situación de desplazamiento, en proceso de reincorporación a la vida civil, mujeres privadas de la libertad, líderes y liderezas comunitarios/as, funcionarios y funcionarias públicos/as y docentes, bajo la comprensión de que el entorno escolar es un escenario muy importante para incidir en la transformación de imaginarios y representaciones sociales.

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Menciona que que la Fundación Cedavida ha publicado los resultados de sus investigaciones desde el año 1996 y como resultado de este proceso, ha identificado tanto en las historias individuales como colectivas un denominador común y siempre presente: la naturalización de la violencia, sostenida por un conjunto de prácticas de dominación – sumisión. Como resultado de este hallazgo Cedavida ha propuesto una dinámica pedagógica orientada a promover la cultura de paz a través de la transformación de las relaciones asimétricas de dominación – sumisión en unas nuevas relaciones simétricas, incluyentes y democráticas. La apuesta fundamental del modelo es por la transformación de la conciencia. En la medida en que un mayor número de personas transformen los imaginarios, creencias y paradigmas que legitiman el uso de la violencia, será más probable generar una transformación universal de la conciencia. Adriana agrega que la implementación de este modelo2 ha demostrado tener un gran impacto en la reducción de las violencias intrafamiliar y de géneros. En coherencia con esta apuesta, expresa que en el marco de la ponencia hablará de un paradigma que ha sido dominante durante el siglo XX, “el todo es la sumatoria de las partes”, responsable en gran medida de la fragmentación de los seres humanos y frente al cual Cedavida propone reemplazarlo por el de “la parte contiene al todo”. Para Cedavida el paradigma de la fragmentación ha mutilado a los seres humanos, hombres y mujeres; por cuanto ha definido lo masculino en oposición a lo femenino y viceversa. A partir de este paradigma, se ha considerado que las posibilidades y potenciales de hombres y mujeres son diferentes y que tienen que ver con unos roles socialmente asignados de manera dicotómica. En este proceso de asignación diferencial de roles, lo femenino se ha visto sometido a una masculinidad hegemónica, favoreciéndose como resultado de esta relación desigual, la emergencia de expresiones de violencia por motivos de género a muchos niveles, no solo contra las mujeres, sino contra la población LGTB y contra aquellos hombres que se salen de los parámetros tradicionales. Para superar los efectos nocivos del paradigma de la fragmentación, la ponente propone posicionar el paradigma de la totalidad, a través de transformaciones progresivas que resulten en la conformación de una masa crítica que favorezca los cambios. El cambio de paradigmas, supone fisuras en los paradigmas dominantes en los que se visibilizan resistencias de hombres y mujeres a seguir constituyendo sus identidades en correspondencia con esos modelos hegemónicos.

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El modelo pedagógico de Cedavida se recoge en la publicación “El presente: donde todo es posible” de 2008

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Explica que desde el paradigma de la totalidad la parte contiene al todo y por consiguiente todos los fenómenos tienen una conexión entre sí aunque aparentemente parezcan estar muy distantes. A esto se le ha denominado efecto mariposa. Este paradigma ha sido comprobado científicamente, al descubrirse, por ejemplo, que en una célula se encuentra toda la información del cuerpo humano. El paradigma de la fragmentación ha sido recogido en la publicación “¿Por qué vincular a los hombres en la consolidación de la equidad de géneros?: una apuesta integral y relacional”, última publicación de la Fundación3. Adriana Martínez presenta el libro como un texto que invita a establecer sólidas alianzas entre hombres y mujeres para prevenir expresiones de violencias basadas en las diferencias de géneros; así como propiciar una reflexión en torno a los preceptos y mandatos culturales y sociales que históricamente han sido asignados a los hombres y a las mujeres de manera diferencial.” Para ello, explica que Cedavida realiza un trabajo de transformación de aquellos imaginarios y creencias que hacen ver a hombres y mujeres como opuestos y rivales; también de aquellos imaginarios que ubican un género por encima del otro y de aquellos en los que se sustenta la estigmatización de las formas alternativas de vivir el amor y la sexualidad. A propósito de ello, comparte algunas expresiones de excombatientes en el marco de un trabajo de acompañamiento psicosocial realizado con esta población, que reflejan la fuerza de algunos estereotipos de género, presentes en sus relaciones: “el hombre es el rey de la casa”, el “hombre es el que manda y la mujer la que obedece”, “la mujer tiene deberes pero no derechos”. Resalta que las conclusiones de 20 años de investigación demuestran que no existe una única forma de ser hombre y de ser mujer, ni un solo modelo de masculinidad deseable que haya sido compartido en los diferentes tiempos y territorios. Los modelos de masculinidad y feminidad obedecen a construcciones culturales y socio‐históricas; por tal razón, se sintoniza con la postura que asume que las identidades de género son aprendidas y transmitidas de generación en generación y en consecuencia, pueden ser desaprendidas. De ahí que, como lo señala en su exposición, constituya una responsabilidad compartida de mujeres y hombres, el hecho de visibilizar y potenciar formas de vivir y asumir unas masculinidades y feminidades que rechacen las inequidades y el uso de las violencias como supuestas formas de vínculo entre los géneros.

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Esta publicación fue entregada por Cedavida al finalizar el Encuentro a todos y todas las asistentes

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La propuesta de Cedavida es que desde el paradigma de la totalidad la división dicotómica del ser humano pueda ser trascendida y que de esta manera, las personas –hombres y mujeres‐ pueden verse a sí mismos y sí mismas como unidad, como seres totales, unidos a todos los otros seres, a la vida y por supuesto a la naturaleza. Avanzar hacia la integralidad permite que los hombres puedan reconciliarse con la ética del cuidado y en ese marco, con su autocuidado, el cuidado de otros y de su entorno. Para realizar este trabajo, Adriana Martínez explica que los procesos pedagógicos se concentran en el ámbito privado de las personas, en su historia de vida y experiencias vitales desde el abordaje de las dimensiones corporal, espiritual y emocional, ubicando como centro de trabajo la transformación de las relaciones de poder. La metodología de Cedavida es esencialmente vivencial, participativa y constructivista. Reconoce los avances y resultados del trabajo realizado por las organizaciones de mujeres, pero así mismo, llama la atención de la importancia de vincular a los hombres en el propósito de construir condiciones sostenibles para la equidad de géneros. Alerta sobre el riesgo que existe de estigmatizar a los hombres como agresores. Adriana señala que el sistema patriarcal hace, tanto hombres como mujeres, víctimas de sus actuaciones y violencias y con responsabilidades claras, aunque diferenciales en el trabajo de deconstrucción y transformación de estas realidades. Para finalizar su intervención, Adriana señala que la publicación está en el marco de los lineamientos de la Declaración de Río de Janeiro y recuerda que Cedavida ha sido suscriptora de la misma, asumiendo el compromiso de difundirla a través de la naciente Red de Masculinidades No Hegemónicas como de MenEngage Colombia.

3. El trabajo con hombres para la prevención y erradicación de la violencia en el Perú. Miguel Ramos Padilla – Universidad Peruana Cayetano Heredia Licenciado en sociología y Magister en demografía, profesor asociado investigador de la Facultad de Salud Pública de la Universidad Cayetano Heredia. Es coordinador del Programa Hombres que renuncian a su violencia, programa de reeducación de hombres que ejercen violencia contra sus parejas. Es consultor de organismos nacionales e internacionales en temas relacionados con género, masculinidades, personas adultas mayores, violencia intrafamiliar, salud sexual y reproductiva, derechos sexuales y reproductivos. Autor de numerosas publicaciones, entre ellas la guía educativa Masculinidad y violencia familiar; Masculinidades y violencia popular; Experiencias de vida de los hombres de Lima y Cuzco.

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Miguel Ramos comienza su intervención ofreciendo un saludo a los asistentes y agradeciendo a la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas su invitación, por cuanto esta oportunidad le permite compartir la experiencia de trabajo con hombres en el Perú. Señala que la experiencia de trabajo en nuevas masculinidades es reciente en el país. Los primeros trabajos datan de 2004, motivados por una investigación y cuantificación sobre la violencia de hombres contra las mujeres, con motivo de la investigación de la OIM llevada a cabo en 10 países del mundo. Explica que el estudio arrojó cifras escalofriantes que demostraban una magnitud del fenómeno no esperada, a tal punto que el Perú ocupó el primer lugar entre los 10 países participantes, con las cifras más altas de violencia física y sexual contra las mujeres. Dichos resultados permitieron concluir que la violencia no estaba circunscrita a pequeños grupos de hombres con problemas de alcoholismo, adicciones o enfermedades mentales sino que era una problemática generalizada producto de una cultura que justifica el ejercicio de la violencia contra la mujer y de una institucionalidad que no garantiza la protección de los derechos de las personas, sino que reproduce una cultura patriarcal y machista. Motivados por los hallazgos, surge el interés de trabajar esta problemática con los hombres, para lo cual se realiza una indagación sobre iniciativas en el país que vinculan a los hombres en la prevención y erradicación de diversas formas de violencia contra la mujer, encontrándose que no existía en todo el país ninguna experiencia que respondiera a este propósito. Miguel refiere que en consecuencia y gracias al apoyo de la Fundación Ford, el equipo viaja a conocer las experiencias de varios países de América Latina y de Toronto, Canadá. Este ejercicio, les permite identificar elementos comunes con la realidad mexicana e implementar en el Perú la propuesta del Colectivo de Hombres por Relaciones Igualitarias de México que tiene una experiencia de 12 años. Adoptar esta propuesta, permite ampliar el espectro del trabajo a organizaciones de la sociedad civil, instituciones del estado y medios masivos de comunicación a quienes les resulta completamente novedosa la iniciativa. Comparte que como resultado de este proceso, en el último año, han venido surgiendo experiencias de hombres que deciden organizarse y contribuir a la prevención de las violencias de géneros; configurándose una red de hombres en la zona norte del Perú denominada Asociación de Varones Viviendo Sin Violencia y en el sur del país con algunas 34


organizaciones de base, asentamientos populares muy pobres que reciben el acompañamiento del Programa para su fortalecimiento. De igual forma, al interior del Programa de Hombres que Renuncian a sus Violencias, se conforma el Colectivo Magenta de autoreflexión, con hombres que si bien no ejercen la violencia física o sexual contra las mujeres, son profesionales que quieren aprender del Programa para convertirse en facilitadores. Para ello viven su propio proceso y se reúnen a realizar reflexiones teóricas y buscar mecanismos de visibilización y comunicación de los resultados de sus reflexiones. La Red Peruana de Masculinidades se conforma hace un año como un proceso motivado por el Instituto Peruano de Paternidad Responsable en el marco del proyecto MACHOS, orientado a sensibilizar y capacitar a líderes y operadores de servicios de salud sexual y reproductiva en la perspectiva de género y a la construcción de la perspectiva de nuevas masculinidades. Desde el Proyecto se convocan a diversas instituciones, algunas de ellas internacionales, ONGs peruanas y programas universitarios. Actualmente la red se encuentra en una etapa de reflexión interna. Luego de esta breve contextualización, el ponente pasa a describir detalladamente el proceso del Programa de Hombres que Renuncian a sus Violencias desde el cual él mismo hace parte, explicando que el propósito que persigue no es solamente que los hombres detengan el ejercicio de las violencias como resultado de una medida coercitiva –como es el caso del modelo norteamericano‐, sino que al hacerlo se sientan bien, favoreciéndose cambios sostenibles en los hombres, que contribuyan a la configuración de relaciones equitativas de género al interior de sus familias y de la sociedad en su conjunto. Desde el Programa se entiende el ejercicio de las violencias como un aspecto más que hace parte del entramado del sistema patriarcal; es el componente que denota la debilidad del sistema. Sin embargo, además de éste, hay una diversidad de aspectos de ejercicio del autoritarismo, del sometimiento y del poder que requieren ser trabajados más profundamente. Agrega que el Programa también tiene la intencionalidad de formar hombres que puedan trabajar con otros hombres en un efecto multiplicador.

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Con respecto a la estrategia de vinculación al Programa, Miguel explica que los hombres que participan lo hacen por voluntad propia a partir del reconocimiento de que la forma violenta como se relacionan con su familia y pareja también les genera sufrimiento, porque se encuentran solos o temen el abandono de sus seres queridos. Estos hombres participan en un proceso pedagógico durante un año que se desarrolla a través de tres niveles de cuatro meses de duración, con facilitadores formados por el Programa, la gran mayoría de ellos, hombres violentos que después de vivir su proceso de transformación personal, manifiestan su compromiso de continuar ayudando a otros hombres y por consiguiente,, reciben una formación complementaria como facilitadores. El primer nivel del Programa busca que los hombres reconozcan que ejercen violencia, que se responsabilicen y se comprometan a parar esta práctica. En el segundo nivel, se busca ampliar el espectro de sus emociones, ya que muchos de ellos fueron socializados para expresar únicamente la rabia; de ahí que se rastrea en su infancia la forma cómo aprendieron a ser hombres a través de situaciones de dolor, miedo y vergüenza y a partir de este ejercicio vivencial se empiezan a develar las creencias que hay que transformar. En el tercer nivel, se trabaja la solución de conflictos de manera horizontal, la generación de empatía y la transformación de relaciones. Miguel Ramos señala que una línea del Programa se adelanta conjuntamente con los gobiernos regionales y con el apoyo del Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas UNFPA para la sensibilización y capacitación de líderes locales de las redes del sur de Perú, a fin de identificar en sus historias de vida diferentes expresiones de violencia presentes en sus relaciones. De igual forma, se adelanta un proceso con profesionales y con hombres de organizaciones de base, que se quieren comprometer pero que no tienen aún la formación en el tema. Concluye su intervención compartiendo la esperanza que tiene en los procesos que se están adelantando en el Perú, en los que cada vez se vincula gente más joven y con el apoyo y convencimiento de las mujeres, quienes contribuyen a impulsarlos.

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4. Diálogos sobre género, feminismo y estudios sobre varones: supuestos teóricos y agendas políticas. Juan Guillermo Figueroa, Universidad Autónoma de México Filósofo, profesor de ética y derechos humanos en la Universidad Autónoma de México

Juan Guillermo comienza su intervención señalando que en su condición de filósofo no tiene tantas certezas como las de otros compañeros y que por tanto, disfruta mucho de una canción de Joan Manuel Serrat que dice: “desdúdame”. Invita a que el Encuentro más que resolver las dudas que van surgiendo, permita ordenarlas un poco. Refiere su conexión y admiración por el trabajo de Carlos Marx, señalando que cuando Marx hablaba del trabajo alienado, hacía alusión a que los medios de producción no son propiedad de los trabajadores y que cuando hay una plusvalía, alguien más se queda con ella. A propósito de esta aclaración, manifiesta que “vivimos masculinidades alienadas”, en el sentido de que los medios de producción de la masculinidad no son de nuestra propiedad y por consiguiente el trabajo del conciencia, puede ayudar a la apropiación de estos medios de producción. Sin embargo, se pregunta si es pertinente seguir hablando de masculinidad, de masculinidades ó de nuevas masculinidades. Comparte una reflexión de Joseph Vicent Márquez, sexólogo recientemente fallecido, quien en un congreso hace 12 años expresaba: “yo no quiero ser un hombre del Siglo XXI, yo no quiero ser un hombre renovado del tercer milenio, yo no quiero ser un nuevo hombre, yo solo quiero ser persona. Que el hecho de ser hombre, que el apellido de ser hombre no sea un factor de clasificación de las relaciones humanas”. Juan Guillermo, introduce de esta forma el desarrollo de su ponencia. Afirma que quiere compartir su proceso de diálogo con el feminismo y con diversas compañeras feministas. Considera que es necesario hacer alianzas, pero también hacer explícitos aquellos aspectos que siguen generando resquemores y fricciones.

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Refiere que hace 20 años sus compañeras feministas lo buscaron porque trabajaba en derechos humanos y en experiencias reproductivas de las mujeres. Reporta como, siendo investigador de una institución gubernamental, se esterilizaban las mujeres en México en contra de su voluntad. Ellas se preguntaban quién es “ese tipo”, que en su condición de hombre está siendo solidario con las causas de las mujeres y que lo hace desde las instituciones gubernamentales, aportando insumos valiosos para la definición de políticas públicas. Juan Guillermo explica que no llegó a estos temas por el feminismo sino por una conciencia de justicia social y derechos humanos y se encontró con ciertas afinidades con el feminismo. Resalta que a raíz de este acercamiento lo invitaron en la década de los 80s a organizar una sesión sobre derechos sexuales y reproductivos en un congreso feminista con la claridad de que como hombre no le estaba permitido entrar a los encuentros feministas y a las discusiones. Lo invitaban porque su forma de pensar “les servía” a las mujeres a pesar de su condición de hombre. En ese momento, Juan Guillermo decidió no participar en el encuentro, pero planteó su extrañeza frente a que su pensamiento pudiera estar presente en el encuentro, pero su condición como hombre no. En seguida comparte que dos años después, una colega del Colegio de México en donde actualmente es investigador, lo invitó a realizar una conferencia en un congreso para hablar sobre la autonomía de la madre y la salud de los hijos. Ella le hizo una curiosa aclaración: “quiero que hables como hombre”, es decir, que hables desde “tu ser hombre”. En ese momento Juan Guillermo expresa que no sabía cómo responder a esta invitación pues aún no trabajaba el tema de masculinidades y, en consecuencia acudió a Blanca la “coautora” de sus hijos para indagar sobre las preguntas que las mujeres se formulan sobre los hombres y poder definir si tenía algo que aportar en este espacio. Como resultado de esta presentación, lo invitaron dos años después a la Conferencia de China de 1995 convocado por Organizaciones No Gubernamentales. En esta oportunidad, los movimientos feministas le hicieron una invitación: “demostrar filosóficamente que las mujeres son personas” frente a lo cual manifestó que si había algo difícil era demostrar lo obvio. Las mujeres le expresaron que para ellas también era obvio, pero que los representantes de los gobiernos les habían dicho que si no demostraban que ellas como mujeres eran personas, no iban a defender sus derechos. Cuando regresó a México y compartió su experiencia con su compañera e sus hijos, su hijo menor de 4 años le preguntó ¿papá, si las mujeres son personas, entonces nosotros los hombres qué somos?, frente a lo cual Juan Guillermo, le devolvió la pregunta, indagando por su percepción, cuya respuesta fue “yo creo que somos personos”. 38


Expresa tener la impresión de que a través del diálogo de encuentros y desencuentros con las feministas los hombres han comenzado a tomar distancia de ellos mismos. Refiere que en los momentos de desencuentro las feministas suelen decirle: “Juan Guillermo es que no has acabado de entender la perspectiva de género”. En ese sentido, plantea que pareciera que todo lo que los hombres trabajan tiene que tener absoluta coincidencia con las agendas políticas del feminismo. Y considera que no es necesariamente así y que también es posible tomar distancia. Por esta razón cree que uno de los temas más álgidos de discusión en los encuentros feministas es si los hombres tienen derechos sexuales y reproductivos y cuáles serían. Para algunas feministas hablar de “derechos sexuales y reproductivos de los hombres” es cometer un pecado ideológico, porque es una categoría construida desde el feminismo. Es como pretender que le reconozcan derechos al patrón cuando de lo que se está hablando es de los derechos de los obreros. Frente a esta interpelación, el ponente manifiesta el riesgo que se corre de estar haciendo una lectura maniquea de las relaciones humanas en donde los hombres son los “malos” y las mujeres las “buenas”. En su lugar, propone un trabajo de construcción de la legitimidad como hombres para hablar de los derechos reproductivos y, considera que una forma de hacerlo es comprendiendo que los derechos sexuales y reproductivos no se ejercen como individuos aislados, sino como individuos en relación; de otra manera, es un artificio. Una de las críticas de las feministas que comúnmente le expresan es que: “¿para qué quieren los hombres derechos si ya tienen poder?”, crítica frente a la cual Juan Guillermo evidencia la confusión que existe entre derechos y privilegios patriarcales. Lograr un reconocimiento de los derechos sexuales y reproductivos en los hombres, permitiría visibilizar de otra manera los actores, los espacios y los tiempos de la reproducción. A continuación, expone algunas otras críticas que los movimientos feministas les han hecho a los hombres defensores de sus derechos sexuales y reproductivos, con la pretensión de identificar los vacíos existentes en las agendas del trabajo con hombres. Uno de los aspectos que considera fundamental Juan Guillermo en los conversatorios con las feministas es ser explícitos frente a plantear de dónde han surgido las inquietudes por los nuevos ejercicios de la masculinidad. Algunos surgieron de las demandas feministas, pero otros surgieron de las demandas de los hijos, otros surgen de los reacomodos de las transiciones demográficas y otros, de los hombres cansados de los modelos tradicionales de masculinidad. Dentro de las críticas feministas, resalta las siguientes: 39


 Hacemos un análisis superficial del poder  No tenemos bases sociales que apoyen las causas de los hombres  Pareciera que algunos movimientos de hombres están boicoteando los movimientos de las mujeres  Es un discurso autocomplaciente  Nos hemos olvidado de los homosexuales, a pesar que los estudios de masculinidad tienen dentro de los autores más importantes hombres que vienen de los movimientos homosexuales. A continuación, plantea la siguiente reflexión para seguir trabajando a lo largo del Encuentro: 

¿Realmente existe la crisis de la masculinidad?. Lo que los autores plantean es que existe una crisis de los modelos de masculinidad; sin embargo, aún no se logra que los hombres se sientan en crisis. Juan Guillermo señala que cuando los hombres no pueden establecer relaciones con las mujeres dicen: “es que las mujeres ya no son como las de antes”, cuando los hijos ya no hacen caso, dicen: “es que los hijos ya no son como los de antes”, “es que la crisis laboral…”. En general, la culpa se ubica en el afuera.

Su propuesta es pensar si realmente existe la crisis de la masculinidad como discurso y cómo lograr que ésta crisis se convierta en una práctica. Termina su intervención advirtiendo a los y las asistentes frente a la “filosofía de Bernardo”. Explica que un día su hijo menor que se llama Bernardo le dijo que él quería ser como su padre cuando grande: viajar mucho, tener muchos amigos en todo el mundo. Frente a lo cual Juan Guillermo le explica que para eso hay que prepararse, hablar varios idiomas. Pero Bernardo le dice que él cree que se puede hacer más fácil, pues en su condición de hombre sólo tiene que hablar bien de las mujeres. Juan Guillermo señala que se requiere ser profundamente cuidadosos para no recrearse en el discurso correcto. Cierra invitando a estar alertas frente a la Filosofía de Bernardo.

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5. Equidades de géneros y masculinidades. Extor Nuñez. Escuela Equinoccio, El Salvador Antropólogo social e investigador en temas de masculinidades y VIH Sida, ha sido miembro de la Red Chilena de Masculinidades y actualmente trabaja para la Agencia Progressio de Masculinidades del Centro Bartolomé de las Casas.

Equinoccio

Extor Nuñez comienza su intervención agradeciendo a la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas y en particular a Cedavida por la invitación y a Luis Benítez por las gestiones con Inwent. Anuncia la presentación de un video en el que se recoge la experiencia de los tres últimos años de la Escuela Equinoccio de El Salvador. Aclara antes de iniciar la proyección que la Escuela Equinoccio se fundamenta en procesos y no en talleres. Procesos que duran entre 72 y 102 horas. Se realizan 3 Equinoccios en El Salvador durante el año y 1 Equinoccio Internacional intensivo. Los hombres que se postulan al Equinoccio deben provenir de una organización que respalde su participación y deben contar con una mujer aliada dentro de esta organización. En Equinoccio se les entrega la metodología a los participantes para que la puedan replicar flexibilizándola y ajustándola a las características de sus contextos. El proceso se lleva a cabo a través de 4 etapas. La primera es la deconstrucción del modelo hegemónico de masculinidades donde se visibilizan las marcas y fisuras en los propios cuerpos y en la biografía personal. La segunda es la violencia de género, sus causas y posibles soluciones. La tercera, habla de paternidades y en la cuarta se trabaja en torno a la sexualidad y autocuidado. Cada uno de estos procesos tiene una duración de 2 ó 3 días dependiendo la dinámica del grupo. A continuación se proyecta el video Equinoccio: El video parte de una pregunta orientadora: ¿Qué significa ser hombre?, la cual le ha permitido a la Escuela Equinoccio comprender cómo es el modelo hegemónico de masculinidades e identificar 3 columnas vertebrales que sostienen este modelo. Ser hombre significa:  Ser inteligente racionalmente  Ser fuerte física y emocionalmente 41


 Ser libre para hacer lo que se quiera hacer, cuando se quiera y con quien se quiera Sin embargo, Equinoccio señala que en la práctica la mayoría de los hombres no casan en este modelo, lo que abre posibilidades de transformación. La Escuela de Masculinidades Equinoccio surge como una plataforma que permite articular hombres y organizaciones interesadas en construir la equidad. Constituye un medio para que los hombres puedan sentir que es posible lograr cambios no solo estructurales, sino también personales. Trabaja con diferentes grupos y en diferentes niveles la deconstrucción de la lógica patriarcal a fin de comprender cómo a partir de ésta se han ido construyendo las masculinidades. La metodología propone horizontes distintos que sin tener que anclarse al concepto de nuevas masculinidades, lo que le permite a los participantes partir de su propia experiencia para encontrar una manera propia de ser hombres. La metodología es de carácter vivencial, lo fundamental es “hacer pasar por el cuerpo y no tanto por el discurso”. Parte de una distinción entre juegos y dinámicas, privilegiando el concepto de juego como práctica lúdica con una intencionalidad pedagógica. Equinoccio considera que incluso desde los juegos se ha construido una identidad masculina particular. Algunos juegos favorecen el aprendizaje y ejercicio de la violencia y en esa medida, en el trabajo con hombres resulta fundamental partir de éstos. Aunque es una metodología para el trabajo con hombres, se ha ido validando con la participación de las mujeres cooperantes; puesto que la Escuela considera que este trabajo debe realizarse de la mano con las mujeres, ya que el propósito de transformar las relaciones de género es compartido. Luego de darse la experiencia en El Salvador, el Centro decide instalar una plataforma regional que favorezca el encuentro y articulación entre hombres de El Salvador con otros hombres de Centroamérica inicialmente y, posteriormente con hombres de toda Latinoamérica que lideran movimientos sociales en cada país. Equinoccio Internacional en palabras de Larry Madrigal “inyecta una nueva esperanza a los hombres, una esperanza de cambio, de que las cosas son posibles y que en América latina no estamos solo para repetir, sino para crear y creer que otro mundo es posible”. Entre 2007 y 2009 más de 340 hombres de El Salvador y Latinoamérica han egresado de la Escuela Equinoccio. 42


Preguntas y comentarios Debido al retraso de la agenda se define la realización de algunos comentarios y preguntas, que podrán ser respondidas por los y las panelistas en espacios de conversación directa ó a lo largo del Encuentro. Hernando Muñoz – Universidad de Antioquia, Movimiento de hombres de Medellín “A mí me gusta la presentación de Juan Guillermo porque es disidente y creo que la disidencia implica pasar por varias preguntas. Quiero agregar a la intervención de Juan Guillermo que no sólo los hombres homosexuales han escrito, sino que junto con las mujeres feministas iniciaron el proceso de preguntarse por las masculinidades. Con respecto a la intervención de Carlos Iván con quien ya hemos trabajado por largo rato, creo que es importante seguir discutiendo el término de nuevas masculinidades y hay que hacerlo en clave de lo que él nos decía en la segunda parte. Adriana dijo algo que yo sé que no lo dijo con ninguna intención de confusión, pero que a veces es confuso y es que las mujeres y las personas LGTB tienen que hablar con los hombres y es importante aclarar que dentro del movimiento LGTB existimos hombres, hombres homosexuales felices con nuestras masculinidades y creo que vale la pena que eso se vaya corrigiendo un poco porque muchos hombres homosexuales pueden ser mucho más patriarcales que algunos hombres heterosexuales. Tenemos que cambiar el imaginario que los hombres homosexuales somos mujeres en cuerpos de hombres. Tendríamos que entrar a hablar de sexo, género e identidad de género. Y lo último que quiero dejar en discusión de una forma corta para que lo sigamos conversando es que yo vine invitado aquí y se ha hablado de la Red Colombiana de Masculinidades como si eso ya existiera y en Medellín no sabíamos. Más que Colombiana puede ser Bogotana y aquí más bien podemos construir juntos un espacio. Yo no sé si los hombres de Cartagena saben ó los de Santa Marta. Entonces yo creo que es importante hablar de que aquí vamos a construir. Yo quiero ser invitado a construir algo y no a que me lleven a comer un postre que ya han decidido por mí”. 43


David Herrera Seminario de Investigación, Escuela Superior de Administración Pública, ESAP “Me surge una pregunta no sé si para Carlos Iván o para Juan Guillermo y es el tema de ubicar en lo público las nuevas masculinidades. Nosotros lo abordamos porque creemos que es necesario abordarlo desde la administración pública que tiene que ver con la gestión de espacios en lo público y si el tema de las nuevas masculinidades no permea las instituciones, seguramente no se pueden generar cambios. Se ha hablado de la intervención social, pero poco de la importancia de incidir en las políticas públicas y cuando nosotros levantábamos el estado del arte sobre el trabajo en nuevas masculinidades en Colombia, uno alcanza a observar que la mirada desde la administración pública es nula. Se rescatan estudios de Mara Viveros con relación a 12 investigaciones que hizo en Colombia; entonces yo si quisiera que nos hablaran frente a la relación con las instituciones”. Miguel Angel Barriga Miembro del Colectivo LGTB Somos Opción “Creo que es acertado lo que plantea Hernando porque hacia allá iba mi intervención y varios panelistas se refirieron a las alianzas que se están haciendo con los movimientos de diversidad sexual. Podemos ser movimiento o sector, pero no estamos por fuera de las discusiones del sexo y del género. Yo soy un hombre gay que va en contraposición de una masculinidad hegemónica que solamente puede relacionarse de forma sexoafectiva con una mujer. Entonces yo invito a hablar más que de la alianza con los sectores de la diversidad sexual, a hablar de hombres y mujeres gays, lesbianas, bisexuales y personas transgeneristas; porque en este caso entran también los chicos y los hombres trans. Por otra parte, quería preguntarle a los panelistas frente a sus experiencias, ya que varios enunciaron un trabajo con sectores de la diversidad sexual, cómo ha sido este trabajo para deconstruir este patrón de masculinidad hegemónica que también existe en estos sectores. Nosotros también hemos calcado esa sociedad patriarcal, esa sociedad sexista, hay un activo que se homologa al hombre y un pasivo que se homologa a la mujer. Entonces no hay cambios, ni rupturas reales en los sectores LGTB frente a estas prácticas. Queremos conocer estas experiencias porque consideramos que nosotros debemos ir más allá, poder transformar las relaciones entre nosotros, entre hombres con hombres sin que replique la dominación o discriminación que se ha hecho contra la mujer”. 44


Carlos Arturo Gallego, Miembro del Grupo de Nuevas masculinidades del Sur Oeste Antioqueño “Pregunto a todos los panelistas, si hay tanto problema con el uso de la expresión nuevas masculinidades, ¿será posible que dejemos de hablar de lo masculino y lo femenino y de ahora en adelante nos definamos como los y las seres humanos?”. Carlos Alberto Montoya, Pediatra afectólogo. Grupo Machos Afectivos “Tengo una sensación de felicidad por encontrar eco de muchas de las cosas que nosotros hemos encontrado. Lo decía tal vez la Doctora Adriana cuando hablaba de la teoría del caos y del efecto de la mariposa. A nosotros nos llegó un aleteo que se fue convirtiendo en un tsunami para salir de eso patriarcal antioqueño‐caldense. Yo me siento muy alegre de las cosas tan bellas que nos han contado, independientemente de las diferencias y como pediatra yo me salí del redil de médico que formulaba amoxicilina y suero oral, para encontrar otras lecturas de la familia y de ser hombre en la crianza. La pregunta para los panelistas es ¿Cómo reforzar el trabajo con los niños y las niñas? Porque nosotros queremos también trabajar este tema con los niños y las niñas, porque cuando hablamos de primera infancia se están construyendo muchas sinapsis no solo neuronales, sino afectivas”. Carlos Díaz Acevedo Colectivo de Masculinidades Pelaos, Cartagena “Me parece clave que este encuentro haya iniciado con los presupuestos éticos y políticos, los cuales deberían orientar los bloques temáticos de trabajo y en articulación con la propuesta de configuración de redes y que nos permita diferenciarla con otras propuesta de nuevas masculinidades que no persigan objetivos comunes. Estos presupuestos éticos tienen que ver con la forma como se construye la red, cómo se nombra la red y nos convoca a pensarnos no solo una agenda de género en el caso colombiano, sino de una agenda de justicia social, una agenda política, cultural e incluso una agenda comunicativa, porque yo creo que hay mucho por debatir en términos discursivos”.

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Reflexiones que estimulan próximos encuentros… 

Se comienza a perfilar la apuesta por una alianza colectiva e incluyente de organizaciones y movimientos feministas, de masculinidades y por la diversidad sexual, provenientes de diversas regiones del país, frente a la promoción de la equidad de géneros. Para ello, se invita a concebir el Encuentro como una oportunidad para poner sobre la mesa las diversas perspectivas de abordaje en el trabajo con hombres, las discusiones de punta, las dudas, acercamientos y distanciamientos que pueden existir entre los y las participantes. “Es necesario hacer alianzas, pero también es necesario hacer explícitos aquellos aspectos que siguen generando resquemores y fricciones” (Juan Guillermo Figueroa).

Posturas confluyentes de los y las ponentes del panel frente a las apuestas ético-políticas de un trabajo en red: 

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Partir de la convicción que es posible movilizar transformaciones en las masculinidades hegemónicas, si se asume que éstas han sido construcciones sociohistóricas y no condiciones natural o biológicamente dadas. Posicionar el trabajo de la red desde un abordaje reflexivo y crítico del ejercicio del poder en todos los ámbitos, lo cual implica construir apuestas entre sus miembros y con las comunidades, para establecer relaciones intra e intergéneros basadas en un ejercicio democrático, afectivo, colaborativo, de negociación y de cuidado del otro/a. Ubicar el cambio en dos niveles: en la transformación personal y en los factores estructurales que perpetúan las condiciones de inequidad. Se trata por tanto de favorecer un ejercicio de autoreflexión y autocrítica que se refleje en las prácticas cotidianas, impulsando de esta forma cambios socioculturales. Posicionar esta iniciativa desde una perspectiva amplia e incluyente, donde tengan cabida niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos; organizaciones sociales y colectivos regionales, ONGs nacionales e internacionales, instituciones académicas, organismos de cooperación internacional, movimientos por la diversidad sexual, entre otros. Reconocer el papel pionero de los movimientos feministas y de mujeres e invitarlas y propiciar alianzas para el trabajo conjunto y complementario. Desarrollar procesos continuos con los hombres con momentos de acompañamiento, más que acciones aisladas o talleres puntuales. Movilizar cambios a través de estrategias pedagógicas vivenciales, para incidir no solo en los discursos, sino fundamentalmente en las dimensiones corporal, emocional y relacional en las que se inscribe la historia y experiencia vital. 46


Propuestas que podrían ser complementarias:  

 

Incidir en los imaginarios, creencias y estereotipos culturales que naturalizan el uso de las violencias como mecanismo legítimo de relación intra e intergenéros.

Adoptar la perspectiva de derechos como marco político de acción de la red. Adoptar la perspectiva de la integralidad del ser para superar la visión dicotómica que asigna arbitrariamente unas características y roles diferenciales a hombres y mujeres. Autoevaluarse de manera permanente para evitar recrearse en un discurso políticamente correcto. Apostar por un ejercicio coherente y consistente entre los discursos que promueve la red y las relaciones y actuaciones cotidianas entre sus miembros y al interior de las organizaciones que hacen parte. Partir del reconocimiento y lectura de contexto tanto de país como de sus regiones, introduciendo la pregunta ¿Qué significa construir una red de masculinidades en el contexto colombiano? como marco orientador de la definición de lineamientos ético-políticos, técnicos y programáticos del trabajo. Romper con el estigma que señala a todos los hombres como agresores y posicionar una comprensión del género desde un enfoque relacional, que permite entender que tanto hombres como mujeres son actores partícipes en la construcción del sistema patriarcal y que por consiguiente están en la responsabilidad de aportar a su deconstrucción y transformación.

Discusiones que requieren ser profundizadas: 

¿Es conveniente seguir utilizando la expresión de “nuevas masculinidades”? Al

respecto, el Colectivo Hombres y Masculinidades señala el riesgo que existe de hacerlo, si dentro de esta expresión se incluyen cambios “de apariencia” en los hombres, pero se dejan por fuera cambios sustanciales provenientes de una reflexión crítica sobre los ejercicios del poder masculino en las relaciones inter e intragénero. Frente a esta discusión, Extor Nuñez de Equinoccio, propone la exploración de horizontes distintos, sin que por ello haya que anclarse al concepto de “nuevas masculinidades”, esto permitiría que los participantes pudieran partir de su propia experiencia para encontrar una manera propia de ser hombres. Juan Guillermo Figueroa cuestiona no solo el uso de la expresión “nuevas masculinidades” sino incluso el término mismo de “masculinidades”, retomando para ello una reflexión del sexólogo Joseph Vicent Márquez: “yo no quiero ser un hombre del Siglo XXI, yo no quiero ser un hombre renovado del tercer milenio, yo no quiero 47


ser un nuevo hombre, yo solo quiero ser persona. Que el hecho de ser hombre, que el apellido de ser hombre no sea un factor de clasificación de las relaciones humanas”. 

¿Realmente existe una crisis de la masculinidad? Juan Guillermo Figueroa propone la siguiente discusión al respecto: ?. Diversos autores plantean que existe una crisis de los modelos de masculinidad; sin embargo, aún no se logra que los hombres se sientan en crisis. Cuando los hombres no pueden establecer relaciones con las mujeres dicen: “es que las mujeres ya no son como las de antes”, cuando los hijos ya no hacen caso, dicen: “es que los hijos ya no son como los de antes”, “es que la crisis laboral…”. En general, la culpa se ubica en el afuera y el hombre sigue sin poder mirarse a sí mismo.

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PANEL 2. ALIANZAS Y ENCUENTROS: LA CONSTRUCCIÓN DE REDES PARA EL TRABAJO CON HOMBRES Moderación y presentación: Luis Benítez Páez Docente de la Universidad Pedagógica Nacional, Coordinador General de la Corporación Otra Escuela y Coordinador Nacional del Programa Educación para la paz de la Agencia de Cooperación Alemana INWENT.

Luis abre el panel con una afirmación y una pregunta, formuladas en el primer panel y que considera pueden ser motivadoras de la discusión de este espacio. La primera, fue pronunciada por Carlos Iván García “El poder es el centro del trabajo o las masculinidades no son nuevas” y la pregunta que surgió desde Medellín de si ¿la red de la que se está hablando está creada, está por construirse, cómo está? 1. MenEngage Global, MenEngage Centro América y MenEngage Nicaragua. Douglas Mendoza Urrutia Licenciado en Administración de Empresas con mención en Mercadeo de la Universidad del Norte de Nicaragua, con postgrados en género y masculinidades de la Universidad Evangélica Nicaragüense y ha hecho estudios de Gerencia Social. Ha participado en organizaciones como la Fundación para el Desarrollo y la Juventud, la Asociación de Promotores de la Cultura, el Instituto Sindical de cooperación para el desarrollo. Punto Nodal de la Alianza MenEngage Centro América.

Douglas Mendoza agradece a los y las organizadoras de esta Encuentro por la invitación y pasa a explicar que compartirá a lo largo de su exposición la experiencia del trabajo en redes de masculinidad y de hombres en algunos países de Centro América. Aclara que MenEngage no es una franquicia, es una Alianza de organizaciones que están promoviendo investigaciones, que busca involucrar a los hombres, niños y jóvenes en la promoción de la equidad de género, que impulsa a las organizaciones interesadas en estos temas, que invita a compartir metodologías y que promueve otra forma de relación. Ninguna de las redes depende de otras redes, ni existe una jerarquía en la que alguna tome decisiones por otra. La Alianza global MenEngage involucra a más de 500 organizaciones en todo el mundo. Dentro de estas organizaciones está la Agencia de Naciones Unidas UNIFEM y UNFPA. Señala que a la alianza se han vinculado diversas redes de América Latina, África, Europa, 49


Norteamérica y Asia que promueven campañas en prevención de las violencias de género, salud en los hombres, participación en la educación, prevención del VIH, entre otros temas. Refiere un incremento progresivo de organizaciones en América Latina que están trabajando con hombres en torno a la equidad de género e identifica en México y Centroamérica procesos de consolidación de redes, así como en el Perú y el Cono Sur. Comenta que conjuntamente con la organización EME se ha diseñado un espacio virtual que sirve como fuente de documentación e información sobre iniciativas presenciales para conversar alrededor de lo que implica conformar redes, trabajar en alianzas y promover agendas comunes. En Nicaragua desde 1996 se conforma la Red de masculinidades por la igualdad de género que inicia con 5 organizaciones que ven la necesidad de compartir su trabajo, intercambiar metodologías, aprovechar al máximo los recursos disponibles e involucrar a nuevas organizaciones. A partir de 2007 a la red ha vinculado 27 organizaciones. En Costa Rica se ha organizado la red de masculinidades por la paz que inició también con 4 ó 5 organizaciones a la que se fueron sumando otras. El Salvador, cuenta con una alianza con 23 organizaciones y en Guatemala existe una red de hombres jóvenes que trabajan sobre salud sexual y salud reproductiva. Finalmente, en Honduras y Panamá hay diversas iniciativas, pero en estos países aún no existe el trabajo en red. Como parte de este proceso, en 2007 se llevó a cabo una consulta regional en México por la Alianza MenEngage y se realizó el Simposio por la equidad de géneros en Brasil en 2008, de donde surgió la Declaración de Río como un llamado a la Acción, así como una iniciativa en el marco de un proyecto que se está realizando en Chile, México y Brasil para promover políticas públicas. Dentro de la agenda prevista en el 2010 se ha programado un encuentro latinoamericano en Panamá de los puntos nodales de la Alianza MenEngage para analizar los retos y desafíos del trabajo conjunto; adelantar un libro digital de hombres y políticas públicas y continuar con la Campaña de Lazo Blanco que se encuentra en más de 50 países del mundo. Luego de plantear el contexto general del trabajo en Red en latinoamérica, Douglas pasa a precisar algunas características, complejidades, dificultades y retos que supone la configuración de estos procesos. 50


Señala que el trabajo en red no es fácil y que conlleva una serie de implicaciones:  Que las organizaciones se conozcan entre sí  Que las organizaciones conozcan los diversos enfoques de trabajo que tienen  Que estén dispuestos a compartir sus metodologías  Que definan unas posturas políticas comunes Retoma el proceso de conformación y fortalecimiento de la Red de Nicaragua para señalar que en éste han estado presentes momentos de encuentro y desencuentro; se ha conversado sobre los puntos de vista divergentes, se han propuesto iniciativas conjuntas que involucran a niños, jóvenes y hombres y se han creado espacios de reflexión y análisis crítico sobre los trabajos que se están realizando. Entre los aprendizajes alcanzados hasta el momento en la comprensión de la configuración de redes precisa:  Entender la red como un espacio de coordinación de grupos y organizaciones de la sociedad civil.  Como un espacio de articulación de esfuerzos en torno a un objetivo común.  Como un escenario en el que sus miembros realizan y están comprometidos con un trabajo a nivel local y comunitario.  Como un espacio que aporta al cuestionamiento crítico y a la deconstrucción de la masculinidad hegemónica, así como a la promoción de formas alternativas de ser hombre basadas en la equidad de género.  Como un escenario que realiza una lectura crítica de país y que aporta a las transformaciones sociales y políticas para la construcción de una sociedad equitativa.  Como un conjunto de organizaciones con diversas experticias: en el desarrollo de investigaciones, en la implementación de metodologías y campañas. Entre las dificultades para el trabajo en red alerta sobre la réplica de prácticas patriarcales por parte de las organizaciones miembros, el protagonismo institucional, los roces por las experiencias y trayectorias diversas que posicionan un sentido competitivo para demostrar quién sabe más o quién es más experto. En ese sentido, precisa que las redes son espacios que suman voluntades y experticias. Dentro de los retos que las redes deben afrontar, el expositor menciona: 51


 Conformar estructuras no jerárquicas, sino horizontales, donde todos y todas puedan compartir y decidir.  Entender que las redes no son ONGs que promueven proyectos.  Comprender que las organizaciones miembros de la red tienen puntos comunes pero también algunas visiones divergentes.  Buscar la sostenibilidad de las acciones que se realizan en el marco de las agendas de la red.  Desarrollar acciones inclusivas con diversos movimientos, grupos y organizaciones a nivel comunitario.  Formalizar las alianzas. Aclarar en qué cosas nos queremos aliar y en cuáles no.  Permitir la coexistencia de diversos intereses. La red no tiene que ser homogénea.  Mantener un diálogo con las organizaciones miembros y con otros movimientos de mujeres y movimientos feministas.  Garantizar la transparencia en el manejo de los recursos económicos.  Mantener una visión generacional, poder contar con la participación de diversos grupos de hombres niños, jóvenes y adultos. Finaliza su intervención deseando a los compañeros y compañeras de Colombia que pueda entenderse el proceso de construcción de la red como un proceso dinámico, de nunca acabar ya que siempre se están queriendo hacer mejor las cosas. Invita a la academia a vincularse en esta iniciativa y a revisar de forma permanente las actitudes y acciones personales e institucionales para que esta iniciativa pueda consolidarse. 2. Avances y perspectivas en la construcción de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas. Erwin Fabián García – Fundación Social Colombiana Cedavida Aprendiz de masculinidades vitales, aprendiz de relaciones de pareja equitativas, aprendiz de paternidad intensa y responsable, aprendiz de ser humano y promotor de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas.

Erwin Fabián comienza su intervención agradeciendo a todos los hombres y mujeres que hacen presencia en el Encuentro. Manifiesta su emoción por encontrarse con amigos y amigas que han compartido sus búsquedas durante varios años. Propone leer su presentación, en la cual recoge las apuestas de algunas de las personas que han participado en la construcción de la Red. Manifiesta que no todos ni todas deben estar de acuerdo en todo para comenzar a hacer. 52


Temas de la exposición  ¿Qué tipo de red de masculinidades estamos intentando construir y construyendo?  ¿Para qué construimos red?  ¿Cuáles pueden ser las bondades y perversidades de construir red?  Avances y perspectivas  Algunas oportunidades y dificultades  Posibles pasos para seguir en la construcción de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas, como el puente de enlace con la Red MenEngage y la Promoción de la Declaración de Río de Janeiro. Erwin Fabián aclara que no se tiene, hasta el momento, respuestas acabadas sobre estas preguntas, ni se pretende tener respuestas definitivas. Se cuenta con algunas ideas motivadoras para mantener, promover, ampliar el trabajo de construcción de la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas. Frente a la pregunta ¿Qué tipo de red queremos? Afirma:

Queremos una red  Que involucre cada vez a más hombres, jóvenes y niños en la construcción activa, intensa, permanente, cotidiana, concreta, intima, privada, pública de relaciones equitativas entre los géneros.  Que permita y promueva tramas relacionales de afectos, cooperación, intercambio, transparencia, sinceridad, crítica, autocritica, acción y reflexión permanente.  Que reconozca, estimule, tolere la complejidad y diversidad en los temas en los que trabajamos. 53


 Que cuestione de manera permanente y explícita, que no reproduzca y no exacerbe las obsesiones de los seres humanos por el poder, el control, la fama, el éxito.  Que sea radicalmente incluyente y poco excluyente. Con todos y todas podemos dialogar, pero no todos y todas caben en la Red. No caben las ideologías y prácticas que justifican y promueven las inequidades e injusticias entre los géneros.  Que tenga linderos éticos, programáticos, filosóficos, políticos pero que también permita la diversidad real y que no pretenda homogenizar a las múltiples expresiones, comprensiones, prácticas, entendimientos sobre estos temas y trabajos.  Que ayude a gestionar apoyos técnicos, financieros y políticos para los planes, programas y proyectos en los que acordemos trabajar conjuntamente.  Que trabaje intensamente por construir consensos amplios. Que no caiga en la trampa de las prácticas egoístas que obstaculizan e inmovilizan el trabajo colectivo.  Que incorpore mecanismos de toma de decisiones equitativos, justos, para poder tener oportunidad, pertinencia, iniciativa en su accionar.  Que busque integrar y mezclar de manera permanente entre lo teórico, conceptual, político, empírico, técnico, pedagógico, filosófico, investigativo, práctico, programático, metodológico, académico y ético. Que reduzca la fragmentación acostumbrada entre estas dimensiones, necesidades y posibilidades.  Que siempre este tejiendo para construir diversas y complejas tramas de relaciones vitales.  Que asuma de manera radical que lo privado también es público. En reconocimiento al gran esfuerzo que han hecho los movimientos de mujeres.  Que nos ayude a ser mejores seres humanos. Frente a los avances de la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas, Erwin menciona en su exposición:  Participación activa en la construcción y promoción de la Declaración de Río de Janeiro. Marzo – Abril de 2009 – Brasil.  Contactos, aproximaciones, interlocuciones con diversas organizaciones que trabajan en equidades de géneros – masculinidades y con organizaciones de mujeres.  Interlocución y gestión permanente con las coordinaciones y organizaciones de la Red MenEngage Región Sur América, Centro América y Global. Algunos pocos contactos con procesos en Europa.  Conformación de un comité provisional de coordinación de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas. 54


 Promoción de la Declaración de Río de Janeiro en diversas instituciones gubernamentales; gobierno nacional, administraciones departamentales y municipales, organizaciones comunitarias, organizaciones no gubernamentales, entidades de cooperación nacional e internacional, embajadas. Este proceso apenas empieza.  Múltiples contactos, gestiones, negociaciones, posibilidades en la construcción de alianzas con organizaciones naciones e internacionales relevantes en los programas, acciones, políticas de construcción de equidades de géneros.  Encuentro en Bogotá del comité provisional de coordinación de la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas – Red MenEngage con Marcos Nascimento Co‐ director Global de la Red MenEngage y Co‐director de Promundo Brasil.  Diseño, gestión, organización y realización del Encuentro de Masculinidades 2009. Compromisos por la Equidad de Géneros. 3 y 4 diciembre ‐ Bogotá  Construcción creciente de confianzas, afectos, trabajo colectivo entre diversos miembros de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas.  Elaboración del borrador de plan estratégico 2010 – 2012 de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas – Promoción de la Declaración de Río de Janeiro. Con relación a las oportunidades y dificultades destaca:  Los esfuerzos para involucrar a hombres, jóvenes y niños en la construcción de relaciones equitativas de géneros es cada vez una prioridad mayor a nivel nacional e internacional.  Las experiencias, aprendizajes, errores y relevantes logros de los movimientos de mujeres.  Las múltiples y contundentes experiencias que nos demuestran la necesidad de trabajar en Red es decir de manera cooperada, colectiva, amplia, generosa, coordinada para poder lograr aprender y aportar más.  A las fuentes de cooperación técnica y financiera les interesa cada vez más apoyar alianzas y procesos construidos por redes amplias. Cada vez hay menos interés en apoyar el proyecto de la organización particular. Algunas preguntas que se formulan en torno a estas oportunidades y dificultades:  ¿Qué tanta cultura individual y organizacional tenemos para el trabajo en red?  ¿Qué tanta voluntad tenemos para reducir nuestra cultura individualista y egoísta personal y organizacional? 55


 ¿Qué tanta generosidad tenemos para poder reconocer a los otros y a las otras como interlocutores válidos y compañeros de estas causas?  ¿Qué tan dispuestos estamos a construir una Red real, compleja, diversa, potente y NO un aparato artificial?  ¿Qué tan cuidadosos y cuidadosas podemos ser pera evitar construir una Red que reproduzca las formas de autoritarismo, dominación, control, exclusión, homogenización de las que conocemos y tenemos experiencias? Erwin García menciona las organizaciones que hasta el momento se han vinculado a la Red y que hacen parte del comité provisional de coordinación:  Colectivo Hombres y Masculinidades  Fundación Procrear  Corporación Opción Colombia  Corporación Cedavida  Fundación Cedavida A continuación invita a que otras organizaciones interesadas en vincularse a la Red, puedan hacerlo y participar en el comité provisional de coordinación. Dentro de las posibles acciones a realizar próximamente, Erwin Fabián propone:  Discusión, concertación, negociación del proyecto de plan estratégico programático y político 2010 ‐ 2012.  Contactos, diálogos, negociaciones, construcción de alianzas con las diversas formas posibles de cooperación nacional e internacional.  Articulación de acciones comunes, programas, proyectos, con las posibilidades actuales propias de cada organización.  Articulación creciente con las organizaciones de mujeres que trabajan en la construcción de relaciones equitativas de géneros.  Promoción de la Declaración de Río de Janeiro. Priorización de los ejes de acción con las particularidades en Colombia.  Taller de planeación estratégica operativa del comité provisional de coordinación de la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas. Cuarta semana de Enero de 2010 en Cali, Medellín, Bucaramanga, Cartagena ó Manizales. 56


 Desarrollo de las acciones comunes entre las organizaciones de la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas.  Reunión de planeación estratégica de la Red MenEgage región Sur América – Centro América. Panamá. Febrero 2010.  Construcción de crecientes afectos y confianzas entre los cada vez más, miembros de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas.  Desarrollo de las estrategias de comunicación interna y externa de la Red.  Diseño, gestión e inicio en la ejecución de por lo menos dos programas de la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas.  Encuentro de masculinidades 2010. Erwin Fabián termina su presentación mencionando la existencia de herramientas para el encuentro permanente, información, comunicación y coordinación: Red electrónica abierta a todas las personas interesadas en construir diversas formas de relación con la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas ‐ Red MenEngage Colombia. http://es.groups.yahoo.com/group/masculinidadesnohegemonicas/ Para vincularse a la red: masculinidadesnohegemonicas‐subscribe@yahoogroups.com Grupo de trabajo electrónico restringido a las organizaciones y personas que hagan parte del comité provisional de coordinación de la Red colombiana de masculinidades no hegemónicas – Red MenEngage Colombia. http://es.groups.yahoo.com/group/ComiteProvisionalCoordinacionRedesMasculinidades/ Finalmente invita a los y las participantes a encontrarse en los diferentes espacios de receso o almuerzo para conversar sobre los temas planteados en su exposición. 3. Cómplices por la equidad: construyendo una red de trabajo con énfasis en hombres. Juan Guillermo Figueroa – Colegio de México Juan Guillermo Figueroa comienza su intervención planteando una de las conclusiones de su exposición que invita a ser retomada como aprendizaje de los lingüistas: “lo que uno no nombra, uno acaba creyendo que no existe”. Por lo tanto propone hablar de manera 57


provocativa de la “mortalidad paterna” y promover una campaña por “una paternidad sin riesgos”. Para hacerlo, en principio sugiere identificar los riesgos de la paternidad y las posibles causas de la mortalidad paterna, a fin de contrarrestarlos. A continuación retoma la primera diapositiva de su presentación compartiendo el proceso de vinculación a la Alianza MenEngage. Señala que una de las preguntas orientadoras fue “¿cómo nos vinculamos?” Para dar respuesta a esta pregunta había dos opciones posibles: crear una red para ver quien se engancha a esta iniciativa ó activar una red existente con gente vinculada en el tema; en otras palabras, identificar a los cómplices en una búsqueda, para que con esa complicidad se facilite el fortalecimiento de la red. Juan Guillermo refiere que esa búsqueda fue facilitada en el caso mexicano por la identificación de organizaciones y grupos que trabajaban contra la violencia. Luego precisa que “dependiendo de la forma como nombramos las cosas es como vemos la realidad”, “las palabras son un filtro para ver la realidad”. Para ejemplificar su afirmación explica: “No es lo mismo ver varones violentos, que ver varones que ejercen la violencia”. Son dos escenarios diferentes, ya que si el apellido del varón es ser violento, es más difícil imaginar a ese varón no siéndolo. Comparte una anécdota de su compañera afectiva quien hace 20 años realizó un diplomado con colegas feministas radicales. Señala que cuando Blanca les refutaba que no todos los hombres eran iguales y que algunos estaban tratando de ser más equitativos, más solidarios, la respuesta de sus compañeras era que “esos eran los más peligrosos porque estaban fingiendo”. Existía tal indignación contra la violencia vivida ancestralmente –con toda la legitimidad posible‐ que las llevaba a considerar que los hombres por definición son violentos. Si desde este postulado se parte, Juan Guillermo considera que es más difícil construir una red, que si se considera que los hombres aprendieron a ser violentos. Luego continúa explicando el proceso de la constitución de la red en México en la cual se decide no adoptar como nombre MenEngage, sino llevarlo como apellido para vincularse con la red internacional. Pensar cómo querían llamarse, les permitía reflexionar sobre la manera cómo querían ser vistos y reconocidos por otros; por tal razón, decidieron llamarse “Cómplices por la equidad”, puesto que no querían tener un nombre que los identificara 58


únicamente con los hombres; sino conformar un grupo de hombres y mujeres que se unen en el “sentido más amoroso de la complicidad” para construir un mundo diferente, que cuestiona los modelos caducos de identidad femenina y masculina. La red definió su accionar en torno a dos temas centrales de trabajo que han servido como entrada para cuestionar los modelos de identidad de género de los hombres: la violencia contra las mujeres y la homofobia. De manera estratégica, teniendo en cuenta la celebración de las fechas del día internacional de la no violencia contra la mujer y de la lucha contra la homofobia, se definió que en cada semestre trabajarían un tema. La red trabajó la homofobia como un distanciarse emocionalmente de los otros hombres y no solamente como un distanciarse de la homosexualidad. Desde su punto de vista, se trata de una fobia al contacto físico entre los hombres. A continuación, Juan Guillermo comparte el siguiente cartel circulado vía internet, que hizo parte de una estrategia de sensibilización dirigido específicamente a los hombres frente a la violencia contra las mujeres:

Como resultado de esta estrategia, señala que quienes respondieron fueron las mujeres. Una de ella cuestionándose si los hombres realmente podrían formularse esta pregunta y la otra compartiendo su dolorosa experiencia producto del abuso y maltrato propiciado por su compañero afectivo. La reflexión inicial de Juan Guillermo era que la estrategia como había sido diseñada no estaba funcionando, pues los hombres permanecían en silencio; las que se sentían convocadas eran las mujeres. A continuación relata que socializó la estrategia con un compañero de trabajo quien respondió a la pregunta en medio de una conversación en la que de manera íntima y con lágrimas en los ojos, le compartió su experiencia personal como un hombre que había 59


ejercido la violencia contra su pareja y que así mismo había vivido en su infancia episodios de abuso. Esta experiencia le permitió a Juan Guillermo Figueroa proponer que los hombres conversen acerca de su experiencia personal de vivencia de la violencia, rompiendo con las lecturas en donde al hombre se le posiciona únicamente como victimarios, sin que ello implique dejar de dar cuenta sobre la violencia ejercida. Es importante comprender cómo la violencia vivida ha incidido en la violencia ejercida. Señala que a pesar de este hallazgo se siguen haciendo campañas con mensajes emitidos por hombres públicos que expresan el siguiente slogan: “no es de hombres golpear a la mujer” y comenta que el impacto percibido por los periodistas es menor al que se podría lograr si los mensajes fueran emitidos por hombres violentos que “se han transformado”. Concluye planteando que es importante recuperar y trabajar la historia de vida que está detrás de todo hombre que ejerce la violencia. En seguida, comparte algunas reflexiones sobre el segundo tema que trabaja el colectivo de “Cómplices por la equidad”: la homofobia y comparte un mensaje de una de las estrategias utilizadas en donde se compara la homofobia con la diversidad, para favorecer la discusión y análisis del grupo. Una de las premisas de las que parte este trabajo es que la “masculinidad” no solamente crea corazas corporales, sino que genera un distanciamiento frente al propio cuerpo. A Partir de esta, se trabaja la posibilidad de abrazar a otros sin prejuicios y sin que sea necesaria una situación particular como un partido de futbol. La pregunta que se está trabajando es: ¿cómo lograr que los hombres recuperen el contacto primero, con su propio cuerpo? y segundo, con ¿los cuerpos de otros? En este momento, retoma la conclusión de su ponencia con la que inició su presentación, evidenciando cómo no existe ninguna expresión lingüística que permita en primera persona describir la emoción que produce en el hombre que su pareja esté embarazada, para reafirmar nuevamente que aquello que no se nombra termina por no existir y en esa medida, 60


invita a identificar los riesgos de la paternidad y a emprender una campaña para contrarrestarlos. 4. Avances en la construcción de redes masculinas en el Cono Sur y Argentina. Hugo Huberman– Argentina Licenciado en Historia de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Psicólogo Social, Biólogo Cultural y becario de la Escuela Equinoccio, promotor de la Campaña Lazo Blanco en Argentina.

Hugo Huberman inicia su intervención saludando al auditorio y planteando que conversará acerca de su experiencia personal en el marco del movimiento social que se está organizando en Argentina y Uruguay, a fin de plantear algunos aspectos que requieren ser considerados en el trabajo en red. Señala en primer lugar, la importancia de asumir una postura clara y de denuncia frente a la condición de inequidad social en el mundo y en particular, de las relaciones entre hombres y mujeres. En segundo lugar, considera vital garantizar en el trabajo en red una participación amplia e incluyente tanto de hombres como de mujeres de diversas orientaciones sexuales. Puntualiza que el proceso en Colombia está naciendo y como parte de esta etapa inicial es fundamental que los diversos actores se pregunten y compartan abiertamente los intereses que los convoca a participar en este espacio. Frente a este aspecto invita a cuestionar el uso del término de “militante” de iniciativas o acciones de equidad, a propósito de la experiencia de violencia sistemática vivida en su país y de su condición de “desaparecido y reaparecido” durante la dictadura militar de Argentina. Una de las tareas primordiales que señala Hugo en el trabajo en red es la construcción de confianza, favorecida en gran medida a partir del conocimiento mutuo de todos los actores que hacen parte de la red. Pregunta a manera de reflexión ¿cuánto conocemos al otro/a?, ¿cuánto conocemos a su organización en su funcionamiento y más allá de sus discursos? Y ¿si realmente su funcionamiento obedece a principios de equidad?, pues de lo contrario, se estaría reproduciendo el mismo esquema que se quiere transformar. 61


Propone definir horizontes de acción claros y compartidos por los diversos actores que han participado a nivel latinoamericano de este proceso: 1) La lucha contra la violencia de género en el marco de los derechos humanos. Y en este punto precisa la importancia de liderar la Campaña de Lazo Blanco o cualquier otra que tenga este propósito, a fin de impulsar y visibilizar el trabajo de las organizaciones sociales de base quienes pueden movilizar el cambio cultural, apoyadas por políticas públicas y legislaciones en este campo. De igual forma, resalta la importancia de liderar acciones de denuncia y rechazo social frente a expresiones de violencia como la red latinoamericana de trata de mujeres. 2) La promoción de las paternidades. Hugo comparte el interés de conformar a nivel de Latinoamérica un observatorio de las paternidades y recomienda revisar la investigación realizada por Gary Barker sobre “La participación del hombre como padre en la región de América Latina y el Caribe”. Propone que se transite de la atención en el padre ausente a la atención en el padre presente, convirtiéndola en una variable de interés y trabajo. Agrega la importancia de vincular las discusiones y reflexiones sobre el ejercicio de la sexualidad al marco de la promoción de las paternidades. 3) La lectura crítica de las políticas públicas. Plantea que las políticas públicas en Argentina, Uruguay y Chile que han introducido la perspectiva de género, terminan convalidando el sistema patriarcal. 4) La vinculación activa de organizaciones sociales de base en la red y su formación – cualificación‐ en la perspectiva de género. Concluye su intervención invitando a la Red de Bogotá a caminar lentamente, a respirar, a no dar dos pasos a la vez, a no presionarse por el cumplimiento de resultados, a vincular y acompañar el trabajo de las organizaciones de las mujeres para propiciar encuentros y desencuentros y a plantear abiertamente los puntos de vista y las posiciones de acuerdo o desacuerdo.

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Preguntas y comentarios “Primero que todo quisiera decirles que me siento tan emocionada que casi se me salen las lágrimas y siento un privilegio de poder estar aquí estos dos días. Tenía unas ansias enormes de saber qué trataban los hombres, pensé que este era un espacio cerrado de los hombres y que tal vez nosotras no podríamos estar. Me siento muy contenta de poder estar aquí. También me llama la atención lo que dijo Hugo de “desmontarnos del caballo”. Es algo muy importante, porque yo estoy en movimientos feministas y veo la problemática de acumulación del poder, ese reñir entre nosotras, no tomar conciencia de la gravedad de la situación y querer tomar espacios para figurar, o a nivel económico pretender vivir del dolor del cuerpo social femenino. Es una alerta para que a los hombres no les pase lo mismo, que por moda trabajen el tema de masculinidades sin desmontarse del caballo. Yo creo que nosotros debemos hacer un trabajo personal de detectar cómo ese patriarcalismo nos ha marcado y nos ha destruido. Al comienzo yo decía “uh estos hijuemíchicas” como nos han hecho daño…, pero a medida que fui caminando empecé a entrar en un estado de compasión y de ver que a ellos también los ha jodido el patriarcado, les castró un montón de cosas; así como nosotras no nos dábamos cuenta de una serie de falencias naturalizadas en la cultura que nos venían pateando, pero no lo identificábamos de esa manera. Cuando uno empieza a reconocer esa memoria histórica, es cuando podemos demandar el derecho a la palabra, que no lo teníamos nosotras. Desde esa perspectiva digo: que bueno cuando uno empieza a sentir transformaciones y qué bueno que ustedes los hombres empiecen también a hacer esta transformación en un mundo que está cercano al colapso. Qué bueno que todos aunemos esfuerzos y empecemos a formar una conciencia colectiva, dejar de lado las diferencias, trabajar juntos. No somos iguales, pero podemos llegar a consensos, tejer un hilo conductor con el cual podamos construir historias de equidad y de paz”. “El poder tiene todas sus artimañas para poder cooptar las redes, lo vivimos en la experiencia Colombiana. ¿Qué se puede hacer para que las organizaciones sociales y las redes no sean cooptadas por el poder, para evitar que se conviertan en estructuras que legitiman un ejercicio de poder tradicional?, ¿cómo hacer para que las redes subsistan en medio de los manejos que hacen las estructuras de poder?” 63


Carlos Vasquez Rivera – Puerto Rico “Me han provocado mucho las presentaciones de hoy. Creo que me hago más consciente de que casi nunca hablamos de “feminidades hegemónicas” como hablamos de “masculinidades hegemónicas”, aunque ya hemos levantado algunos cuestionamientos de si debemos seguir utilizando esas palabras como “masculinidades” y “feminidades” y creo que debemos seguir discutiendo esto porque la palabra “masculinidad hegemónica” está demasiado amarrada a las cuestiones del poder. Precisamente ahora le decía a mi amigo de Nicaragua: ¿por qué seguimos hablando de masculinidades hegemónicas si cuando hacemos el listado de esas características solo caben 16 hombres y 1 mujer, el resto estamos fuera?. La otra cosa es que hemos empezado a tocar el tema de la homofobia, hace un tiempo he empezado a trabajar en este tema y he acuñado el siguiente término “patofobia”. En Puerto Rico – no se aquí en Colombia‐ nos referimos en forma negativa a las personas homosexuales como “patos”. Pero la palabra “patofobia” existe y quiere decir miedo enfermizo a enfermarse. Yo creo que lo que padecemos todos los hombres, sin importar su identidad sexual y su preferencia sexual es un miedo enfermizo a que nos consideren menos hombres, esa es una de las cosas claves que están atravesando nuestros procesos. Vuelvo y digo, con compañeros heterosexuales y homosexuales hemos conversado el temor que tenemos a que cada cosa que decimos pueda levantar un cuestionamiento sobre nuestra identidad masculina, deviene en una forma de fobia o enfermedad”. Javier Omar Ruíz – Colectivo Hombres y Masculinidades “El Colectivo a través de esta experiencia conjunta más bien quiere apostarle a una experiencia compartida de grupos regionales. La presencia en este encuentro de organizaciones de varias regiones del país que han venido trabajando durante muchos años en este proceso, obedecen a una necesidad de manera clara y amplia de contar con espacios para poder construir una propuesta organizativa nacional y construir desde las experiencias de muchos años atrás. En ese sentido, Javier Omar Ruiz –no el Colectivo de masculinidades‐ considera que la Red de Masculinidades No Hegemónicas: 1) no es una expresión real, precisa y concreta que recoja como grupos de trabajo regionales y locales las experiencias construidas; 2) más que ser un espacio de encuentros, desgraciadamente se ha convertido en un espacio de desencuentros porque ha imposibilitado encontrarnos desde nuestras experiencias. 64


Tal vez en los espacios de mañana, tengamos la oportunidad de analizar y confrontar de una manera más clara estos puntos de vista, que yo, Javier Omar Ruiz estoy haciendo, no necesariamente a nombre del Colectivo, pero como miembro del Colectivo con la libertad que como persona y como miembro me asiste de poder plantear mi posición al respecto de este proceso. Me ha parecido muy importante esta posibilidad de trabajar conjuntamente este encuentro, pero también la posibilidad de que a partir de este encuentro se redefinan políticas, procesos y proyectos construidos desde las bases. En este sentido, tomo distancia de la propuesta hecha por Erwin respecto al pronunciamiento en perspectiva del trabajo de este evento, porque necesitamos construir de una manera más clara y precisa desde los grupos de las regionales este proceso de pensamiento.”

Reflexiones para la conformación de alianzas y redes… En el marco del panel “Construcción de Redes para el trabajo con hombres” los ponentes internacionales comparten con el auditorio algunas lecciones aprendidas, provenientes de experiencias de Centro y Sur América con relación a la conformación de alianzas, que invitan a la reflexión y discusión en torno al proceso que vive Colombia. Los ponentes resaltan la importancia de favorecer la articulación entre movimientos y organizaciones sociales de base que cuentan con una larga trayectoria y aquellas que comienzan a gestarse y tomar forma. Mencionan la necesidad de propiciar espacios para el conocimiento mutuo, facilitando la expresión abierta y transparente de los intereses y posturas políticas que convocan a las organizaciones a hacer parte de estas iniciativas, a fin de avanzar en la generación de confianzas, como condición sin equanum para el trabajo en red. Dentro de las recomendaciones formuladas por los panelistas, sobresalen las siguientes: 

Entender el trabajo en red como un escenario de coordinación y articulación que suma iniciativas, voluntades y experticias de organizaciones y grupos diversos en torno a un objetivo común.

Reconocer que la forma como se denomina una red ó alianza tiene que ver con su identidad, propósito y la manera como quiere ser reconocida por otros. De ahí que sea tan importante la reflexión y construcción colectiva del nombre de la red, como resultado de un análisis previo sobre el sentido y objetivos trazados.

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La red debe ser lo más incluyente y diversa posible; dando cabida a las voces provenientes de los movimientos de mujeres, feministas, de jóvenes, a las niñas, a los niños y adultos varones con diversas orientaciones sexuales, etnias y regiones del país. Tienen cabida en esta iniciativa todos los movimientos que compartan el mismo horizonte ético-político: el rechazo abierto y decidido frente a los ejercicios inequitativos del poder, en los que se amparan las violencias por razones de géneros y las prácticas de dominación propias de una masculinidad hegemónica.

La Red Nacional debe hacer de una lectura crítica de país, que contribuya a movilizar transformaciones culturales sostenibles, en aras de aportar a la construcción de una sociedad equitativa y justa. En el marco de esta finalidad son pertinentes los propósitos orientados a la erradicación de las violencias basadas en géneros, la promoción de las paternidades, la lucha contra la discriminación y la homofobia, la incidencia en las políticas públicas para la equidad de géneros, entre otros.

Aunque el trabajo en red promueve y celebra la diversidad y la apertura para el intercambio de enfoques, metodologías y experiencias; es importante concertar posturas políticas comunes frente a aspectos centrales del trabajo; puesto que de las apuestas que adopte la red, se derivarán sus acciones. Juan Guillermo Figueroa señala que si la red adopta una postura esencialista desde la cual se argumenta la condición biológica y corporal del hombre como un factor de incidencia directa en su comportamiento violento, es posible que el campo de acción de la red sea más restringido a sí se asume que los hombres no nacen violentos, sino que a través de su proceso de socialización aprenden a relacionarse de forma violenta con las mujeres y con otros hombres.

El trabajo en red no puede recrearse en un discurso políticamente correcto que se distancie de sus prácticas y formas de interacción cotidianas. Es fundamental buscar la configuración de una estructura horizontal, que estimule liderazgos facilitadores para la toma de decisiones conjunta, participativa y democrática, y en la que los disensos en lugar de ser silenciados, puedan ser posicionados como una voz de alerta.

Intervenciones provocadoras que incitan a la discusión y debate posterior frente al trabajo en red:  Erwin Fabian García, miembro de la Red de Masculinidades no hegemónicas comparte

algunas ideas motivadoras (ver su ponencia) que tienen como propósito central mantener, promover y ampliar el trabajo de construcción de la Red a través de la vinculación de nuevas organizaciones, que podrán participar además en el comité provisional de coordinación.

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 Javier Omar Ruiz, del Colectivo de Hombres y Masculinidades resalta la importancia de

direccionar el trabajo de la red a partir de los aprendizajes y experiencias alcanzadas por los grupos y colectivos regionales, quienes cuentan con un trabajo en campo de varios años.

 Uno de los participantes del Encuentro plantea la pregunta de ¿qué hacer para que la red

no termine siendo cooptada por ejercicios tradicionales del poder y por intereses particulares de las organizaciones que chocan con los intereses colectivos?.

PANEL 3. MASCULINIDADES Y VIOLENCIAS Moderación y presentación: José Manuel Hernández – Colectivo Hombres y Masculinidades

José Manuel explica que el panel permitirá hacer un recorrido sobre cómo los hombres asumen la masculinidad. Introduce el panel denunciando la situación de gran accidentalidad de los hombres que conducen motocicletas y afirma que éstos mueren no por exceso de velocidad, sino por exceso de masculinidad. 1. Movimientos trans, masculinidades y violencias en Bogotá. Juan Carlos Celis y Alexa Mesa (Barrio Santa Fé) ‐ Fundación Procrear Director de la Fundación Procrear. Comunicador social y periodista con enfoque en Derechos Humanos y Resolución de Conflictos. Miembro del Movimiento Nacional por las No Violencias.

Juan Carlos Celis comienza su intervención explicando que la Fundación Procrear está buscando que las comunidades de base con las que trabaja se presenten y hablen directamente de sus experiencias en este tipo de eventos, razón por la cual invita a su compañera trans Alexa Mesa a que presente el trabajo en el barrio Santafé de Bogotá en el cual ella es líder, bajo la comprensión de que el tema de las masculinidades resulta también de interés para la población trans. 67


Alexa Mesa se presenta compartiendo con el auditorio que tiene 25 años, que es de Sincelejo, Sucre y que hace año y medio está viviendo en Bogotá por razones de trabajo. Dice que cuando llegó a la ciudad trabajó en el barrio Santafé ejerciendo la prostitución y que en este contexto tuvo la oportunidad de conocer y participar de la propuesta que estaba realizando la Fundación Procrear, a través de los ejercicios de formación personal y de las capacitaciones en sistemas. A continuación, comparte el objetivo de la Fundación Procrear en términos de la atención, servicio y reducción de daños a la población habitante de calle, en los contextos de ejercicio de la prostitución, drogadicción y violencia. Agrega que en este marco la Fundación tiene diferentes proyectos, cada uno orientado a distintas comunidades y los explica brevemente. El proyecto Zona Trans trabaja en los derechos sexuales de la población LGBT y en particular de las personas transexuales y transgeneristas, a partir de la sensibilización a las comunidades y el acercamiento a los derechos de la salud, para favorecer una mayor inclusión social. El Proyecto Juvenil, orientado a jóvenes habitantes de calle en consumo de sustancias psicoactivas, se lleva a cabo a través de un Centro de Escucha y el Proyecto Parche, que funciona también en un Centro de Escucha con habitantes de calle, en donde se realizan acciones de acompañamiento personal, se ofrecen servicios de salud en el marco de la rehabilitación y se facilita el trámite de cedulación. Finalmente la formación en derechos humanos. Señala que se han capacitado en el tema, concentrándose en casos emblemáticos y aprendiendo a elaborar diarios de campo, para hacer seguimiento a los casos. A continuación explica más en detalle el Proyecto Zona trans, el cual tiene dos frentes de acción: Zona Trans 1, que tiene como objetivo la formación de operadores en herramientas de investigación, gestión social y trabajo comunitario identificando los motivos de estigma, discriminación y exclusión social. 68


Y Zona Trans 2, cuyo objetivo es consolidar un espacio de veeduría ciudadana, que permita sensibilizar a un amplio sector de la comunidad sobre las problemáticas sociales de las mujeres transgénero que viven y trabajan en el sector del centro de Bogotá. Para ello, se han vinculado universidades a través de entrevistas y charlas con estudiantes en espacios académicos. De igual forma se ha realizado un trabajo de sensibilización con funcionarios y médicos de los hospitales de Chapinero y Santa Clara, para darles a conocer las vivencias que tienen las transgénero en la zona de prostitución; y se han aplicado encuestas a los usuarios del sistema de salud para identificar la opinión que tienen de las transgeneristas. De otra parte, comenta que las comunidades con las que trabaja la Fundación participan en escenarios de discusión política como la mesa de prostitución, la mesa LGBT y la mesa de seguridad; allí se tratan las problemáticas que viven las mujeres trans por exhibicionismo y consumo de drogas, la discriminación de la sociedad en general y también de algunos sectores de la comunidad trans y las garantías de seguridad que ofrece la policía a las trans en ejercicio de la prostitución. Específicamente con la comunidad trans, Alexa Mesa explica que el proyecto ha proporcionado información sobre la importancia de usar el preservativo como método de prevención de enfermedades de transmisión sexual. También se ha trabajado el tema de los niveles de atención del servicio de salud y los lugares a los que pueden acudir en caso de emergencia. Concluye su intervención, agradeciendo a la Fundación Procrear por el apoyo brindado para mejorar sus condiciones de vida, en términos de su fortalecimiento personal y como líder comunitaria. A continuación Juan Carlos comenta que en 2010 la Fundación introducirá el tema de las masculinidades en sus proyectos, pues considera que la construcción social hegemónica de la masculinidad está presente como un elemento de riesgo para la seguridad de la población trans e incluso para toda la sociedad. A propósito de esto, informa que en el mes de octubre 69


una de las líderes trans de Santafe fue asesinada, y de ahí la necesidad de abordar el tema directamente. 2. Masculinidades en la guerra y guerras masculinizadas: apuntes para una mirada de Género a la masculinidad de varones en procesos de desmovilización y reintegración en Colombia. Fredy Hernán Gómez Alcaráz Consultor independiente, investigador, capacitador y conferencista en masculinidades, género, violencias, salud sexual y reproductiva y derechos humanos. Promotor en Colombia del tema de las masculinidades desde 1996 y del primer Encuentro Nacional de Masculinidades en Colombia en el año 2000. Asesor de entidades nacionales e internacionales en estos temas. Autor y coautor de varias publicaciones al respecto.

Fredy expresa que desea aportar algunos elementos a la reflexión y explicación acerca de las relaciones existentes entre las masculinidades y las prácticas violentas perpetradas en Colombia en confrontaciones militares propias de la guerra, en acciones de dominación a poblaciones civiles, y en las efectuadas en otros momentos y frente a otros actores, como la familia, las mujeres, la comunidad barrial o laboral, que suelen poner afuera de lo que convencionalmente se conoce como propio de la guerra. Estas reflexiones surgen de una mirada específica de género aplicada a los relatos y percepciones de hombres y mujeres desarmados, desarmadas, desmovilizadas y en proceso de reintegración social que hicieron parte de las estructuras políticas y militares de las guerrillas de las FARC y del ELN y de grupos paramilitares adscritos a las AUC – mayoritariamente hombres‐. Varios de los relatos fueron obtenidos en el marco de una serie de talleres de formación sobre prevención de violencia intrafamiliar e identidades masculinas, gestionados por la Consejería Presidencial de Equidad para las Mujeres, la Alta Consejería Presidencial para la Reintegración y la Universidad de Antioquia, durante el año 2008. Para iniciar Fredy Gómez plantea el siguiente cuestionamiento: ¿Es la guerra una expresión masculinizada (y extrema) de las relaciones sociales de poder y de género o es la masculinidad una expresión de la violencia socialmente construida y, a veces, legitimada en la guerra? 70


“Explicar la guerra y las violencias desde la masculinidad es una tentación. Explicar la masculinidad desde la guerra puede ser un tanto apocado. Ahora bien, no hacerlo en ningún sentido sería la más lamentable y agresiva de las indiferencias”. A partir del siguiente relato sobre un taller de prevención de violencia intrafamiliar, realizado con varios hombres desmovilizados y en proceso de reintegración, desarrolla varios de sus planteamientos a manera de hipótesis: “Varios hombres desmovilizados y en proceso de reintegración permanecían, ante mí, mirando de frente a una pared previamente señalada en un ejercicio de interiorización propuesto previamente. Lo hacían como quien mira un muro inerte, una odiosa autoridad, una dura roca o a una víctima sin vida, quizás… Sus manos posaban en el aire endurecidas, sus dedos semidoblados y nerviosos, sus brazos cruzados, como esperando nada, con sus trapecios tan rígidos como el acero, un acero tan frío como sus mandíbulas, sus mandíbulas tan fuertes como las del cazador cuando al frente tiene al siervo bajo la mira. Me preguntaba si, allí parados, se sentían frente a una pared o frente a un siervo…. Que pasaría si imaginariamente aquella pared se tornara un espejo para ellos… ¿verían al siervo, a la víctima que repetidamente tuvieron ante sí o verían la dura mandíbula del propio cazador? ¿Observarían su propio cuerpo o se preferirían invisibles? El momento no podía ser más tenso. Continuó el ejercicio invitándoles a que siguieran mirando el muro. Ahora, sus caderas se endurecieron aún más y no había duda de su característica postura militar… algunos sudaban… su respiración un poco dificultosa anunciaba el roce de un dolor, una angustia… tanta pasividad les resultaba insoportable, peligrosa, incluso amenazante y empezaba a no tener sentido permanecer de pie. Pero ¿cómo argumentar cansancio o desobediencia en medio de un taller amable como el que se había desarrollado hasta ahora? Simplemente tenían que permanecer mirando a una pared. Parecía ser un objetivo sencillo. Su memoria les traicionaba por momentos. Algunos dijeron recordar la voz que les ordenaba pasar al frente para ejecutar por décima ocasión el mismo cuerpo inerte de una víctima mientras que en otros, aquella vez en que tuvieron que correr y correr por las selvas, enamorados de su compañera, huyendo de una bala proveniente de un consejo de guerra compuesto por los que hasta ese momento habían sido sus mandos y también sus mejores amigos. Otros trajeron traicioneramente a su memoria, los golpes que su padre les infringió durante su infancia a ellos, a su madre y hermanas. Unos más recordaron sus propios apodos… “el implacable”, “el crucificador, “el sucio”… Les pregunté, ¿qué significa ser hombre? Para cada quien, luego de solicitarles que no miraran más hacia aquella pared. Entonces, unos dijeron “sí… esa es la pregunta… ¿qué significará?”. A lo que alguien respondía: “Pues yo creo que… no... no se” Uno de los más rígidos se quedó completamente callado y el otro, el de más acero, el de la mandíbula más rígida, me impresionó cuando nos dijo: “A mí… se me olvidó que era ser hombre”. No pude más que dar un paso atrás. Sus palabras se hicieron cuerpo en mí. Me impactaron haciéndome retroceder y encoger levemente mi propio vientre. No sabía si lo que sentía era 71


dolor, temor o una total incertidumbre… No se podía decir nada tras esa frase aunque varios hicieron eco de aquellas palabras. Esta había sido una respuesta en extremo sincera pero no dejaba nada en claro. Su honestidad traía oscuridad. ¿Por qué no siempre la verdad alumbra? Será porque lo que ilumina duele más o no merece ser visto. Mirando el muro, sólo habían transcurrido algo más de un minuto. Lo que yo quería saber era solamente, qué significa ser hombre a partir de las viejas y las nuevas condiciones de militancia y su desmovilización. Era sólo un ejemplo. Una particular manera de formular aquella pregunta. Esperaba un “no lo se”, una mirada perdida o evasiva, un gesto descomprometido, desconcertado o cansado. Esperaba un hombre confundido por la pregunta y no a un grupo de hombres confundidos por su respuesta: “… se me olvidó…” ¿Este era un grupo de hombres que, en realidad, eran dos hombres?: el hombre de antes y el de después de olvidarlo. ¿Quien son, pues, ahora? Cómo establecer un significado en clave de género acerca de su propia vida en alguien que ha olvidado lo que era ser. ¿Cómo pensar proyectivamente, propuestas de acción y de trabajo con hombres si este significado tan vital se encuentra refundido? Aún más, me preguntaba ¿cómo saber en qué se diferenciarían sus comportamientos e imaginarios de los de cualquier otro hombre colombiano, incluidos aquellos dispuestos a la agresión? ¿Hacia dónde, exactamente, dirigir esfuerzos que deconstruyan valores y símbolos que están masculinizado entornos propicios para la guerra en Colombia?... … Frente a otra pared, haciendo el mismo ejercicio, habían permanecido de pie las esposas o compañeras de algunos de ellos. Mujeres que también vivieron el terror en sus propias vidas pero que adicionalmente, ahora enfrentan el temor frente a la posibilidad de sufrir violencia conyugal o intrafamiliar en sus cuerpos y casas. Varias lo manifestaron velada o explícitamente en otros momentos…”.

A partir de este conjunto de percepciones, deducciones e informaciones, el ponente comparte las siguientes hipótesis: 1. La guerra puede ser vista como un re‐ordenador de las jerarquías de género masculinas que la sociedad civil no logró resolver oportunamente para algunos hombres. Esto quiere decir que la sociedad civil, junto con el mundo de la cultura y lo simbólico, no alcanzó a ordenar de modo claro, para aquellos hombres que incursionaron en uno o varios de los ejércitos, el espectro jerárquico masculino de las relaciones sociales de género. Dichos varones encontraron, entonces, en la pertenencia a un grupo armado un ordenador supremo y aceptable de su posición subjetiva de poder y de género. 2. La guerra puede entenderse como un espacio legitimado para los excesos. Pero entre ellos se destaca con particular atención los ejercicios violentos que perpetran los hombres y no las mujeres como un continuum de sus representaciones y ejercicios 72


de poder. La guerra opera como un instrumento legitimador, a posteriori, de la violencia masculina. 3. ¿Es la guerra la continuación de las inequidades y políticas dominantes de género? Inequidades ya develadas por otros discursos sobre la pobreza y la propiedad, la exclusión y los privilegios, etc. O simplemente, ¿es la guerra una expresión extrema de la intolerancia que comparten unos y otros grupos armados respecto de lo que se exprese como diferente? En cualquiera de las dos opciones la definición de guerra compromete una visión masculina de la justicia y no solamente una participación de los hombres como guerreros, soldados o héroes de ella. Visión que suele extenderse más allá de la confrontación militar a los pactos de no agresión, tregua, negociaciones de paz y procesos de reintegración a espacios civiles, familiares, laborales o grupos pacíficos. En tal sentido, no se trata solamente de una encarnación de las identidades en cuerpos masculinos dispuestos a la guerra sino también, de una serie de simbolizaciones que se hacen realidad en las relaciones sociales de género, los mensajes sociales, los valores que se reproducen y las instituciones que se levantan para sostener o justificar el conflicto armado, en este caso. 4. La guerra es, entre otros, un mecanismo eminentemente masculino dispuesto para la reubicación de las fronteras sexuales y étnicas de una sociedad que previa al conflicto armado o durante él acepta las nuevas fronteras. 5. En el reordenamiento del orden de género y etnosexual, la guerra se convierte en un ejercicio con valor que trasciende el combate militar y permite la legitimación de la violencia en otros espacios sociales posteriores a la desmovilización de los guerreros como efecto de su postura de poder frente al otro u otra, refiriéndose a las mujeres, los niños, las niñas, la familia y otros espacios e instituciones sociales. Señala que particularmente en el caso de Antioquia los niveles de violencia intrafamiliar se han elevado notoriamente en las etapas posteriores a la desmovilización. A continuación, expone algunos aspectos particulares que, aluden directamente a la construcción de identidades genéricas masculinas y no sólo a la caracterización política del conflicto colombiano. 1. El cuerpo y el cuerpo del otro. En particular, el del varón enemigo durante el combate propiamente dicho y el cuerpo de la mujer cuando se refiere a la apropiación sexual y simbólica y a la aniquilación cultural del enemigo. Ambos cuerpos se convierten en el campo de confrontación por la identidad guerrera y triunfante. 73


“Le dimos a un pez gordo y eso nos hizo importantes en la región donde estábamos entrando… no era cualquiera… era un pez gordo…” (Hombre desmovilizado de los paramilitares) “La idea no era quemar ese pueblo sino hacer una presencia militar que recordara nuestra presencia en toda la región (…) y la capacidad militar que teníamos (…) pero el operativo no salió como se planeó (…) Los recordamos como héroes…” (Hombre desmovilizado de la guerrilla)

2. La posesión de la posesión del contrario, esto es, de la mujer. En donde puede apreciarse el desarrollo de un continuum del poder y de la guerra de los hombres, por ser ellas parte de los territorios simbólicos y físicos en los que se conquista una identidad dominante en el mundo jerarquizado de las relaciones de poder y en el mundo de las relaciones jerárquicas del plano militar. El espacio del grupo armado o el de la familia o el del barrio y la comunidad no son más que correlatos del cuerpo poseído o del cuerpo por poseer, actividades propias que distinguen al varón guerrero. Sobre las identidades masculinas durante y luego del combate Fredy explica que una idea muy común alrededor del guerrillero o del paramilitar suele basarse en su desempeño como hombre (rol de género), en su posición en el grupo (relaciones de género) y en el imaginario mítico que casi siempre se levanta a su alrededor (el mundo simbólico de lo masculino y lo femenino, el mundo del género): ser importante. Esto, que puede ser visto como un concepto, en la práctica se traduce como hacer algo importante (“limpiar una zona” o “tomarse una zona”), portar consigo algo importante (el arma que vale más que su portador porque fue recuperada en combate, un secreto de la máxima importancia, vigilar o escoltar un personaje importante o tener insumos estratégicos para el combate), representar ante los y las demás lo verdaderamente importante, el mando, el orden, la victoria o el terror. “El proyecto (político) estaba por encima de los hombres. El objetivo era triunfar y hacer lo que hubiera que hacer para logar el objetivo (político). Se pasaba por encima de lo que fuera o de quien fuera para cumplir con eso: eso era lo realmente importante… en esa medida uno es importante, pero nada más…” (Hombre desmovilizado de la guerrilla)

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Esta lógica llega a justificar la guerra y las prácticas de horror a quienes se comprometan con dicho núcleo simbólico. Desde el planteamiento de las guerras por territorios o rutas comerciales, pasando por las propuestas para la liberación o unificación nacional, hasta las llamadas guerras preventivas, se suele justificar la actuación de los ejércitos por la vía de la realización de lo verdaderamente importante; mediado en el discurso ya sea por el proyecto político, el rescate de bienes, la patria, la paga, el territorio o la supervivencia. Según dicha lógica es a esto a lo que los hombres deben dedicar sus mejores esfuerzos y días. Es su sino, su esencia y su trágico final, también. Frente a las diversas maneras de ser hombre aún en medio de la guerra, señala que no es lo mismo un hombre urbano que uno rural, académico que iletrado, de clase media que popular y particularmente en el mundo de las relaciones sociales intragenéricas del ámbito militar y guerrero. Señala que los hombres pertenecientes a sectores populares en situación de pobreza, miseria o desempleo pueden encontrar en este contexto situaciones de riesgo que posibiliten o alienten su ingreso a las filas de ejércitos irregulares. Es también un hecho conocido el que, según los mandatos simbólicos de la masculinidad hegemónica, dicho varón no esté cumpliendo con el mandato cultural de ser proveedor y protector de su familia o de las mujeres. ¿Este hecho alienta, entonces, su participación en grupos armados que proveen, conquistan, protegen y hacen justicia por su propia mano? ¿Acaso encuentra en dicha pertenencia un espacio social compensatorio a su falta como hombre? Se pregunta entonces: ¿Qué aspectos de la identidad masculina emergen en el hombre desmovilizado si el colectivo armado al que pertenecía era quien le suministraba identidad, algún sentido de pertenencia y seguridades de diverso orden, en tanto hombre? Si bien, lo relativo de afirmar “como hombre” salta a la vista, puede ser apropiado para casos en los que algunos varones sienten que su masculinidad se desarrolla, se ejerce o prospera, en ámbitos armados, guerreros o militares en el marco de una masculinidad heterocentrada, falocéntrica y ciertamente misógina. “… El lesbianismo allá casi no se ve y si lo hay es demasiado oculto (…) en el caso de los hombres si se veían casos pero tema tabú. Pobrecito el joven que se dejara reconocer como gay era sometido a críticas, burlas y fusilado… así de simple. De hecho el tema de la homosexualidad allá es considerado como una falta a la disciplina revolucionaria y por lo tanto tiene estas sanciones.

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“(…) Por ejemplo el tema de la masturbación en un hombre era normal que lo hiciera allá pero si una mujer lo hacía era sometida a la burla y la censura, claro imagínate en la mentalidad de ellos una mujer masturbándose y tanto hombre con deseos…” (Mujeres desmovilizadas de la guerrilla)

Recomendaciones dirigidas al estudio y trabajo con perspectiva de género con hombres en procesos de desmovilización y reintegración Desde la perspectiva del ponente, la violencia ejercida en el marco del conflicto militar así como la ejecutada al interior de las familias o las parejas, etc., se dejan ver como acciones concientes que por lo general se perpetuán. Así que, “o se rompe totalmente con el modelo de masculinidad que subyace a tales hombres y al ambiente social y político que lo promueve o estaremos condenados a la repitencia física y simbólica de su violencia en este o cualquier otro espacio que asimile como correlato de su búsqueda identitaria de género”. Fredy propone que una posible intervención alrededor de las problemáticas comentadas debe mantener el trabajo y la reflexión sobre el cuerpo, la autoestima, la comunicación y las nociones de cuidado y autocuidado, entre ellas la salud mental, sexual y reproductiva, como ejes centrales de las motivaciones y acciones que se propongan. No sólo por las amenazas de violencia posteriores, como la violencia intrafamiliar; sino porque, además, su experiencia vivida en el conflicto armado logró diseñar un tipo de cuerpo endurecido, acorazado, resistente a la expresividad y al sentimiento y poco presto a considerar el dolor o las necesidades de quienes le rodean. Situación que en buena medida se traslada a la cotidianidad de su núcleo familiar, pues se corporaliza el género, tanto como se corporaliza la inequidad y la violencia o la justicia y la equidad. Las vivencias sostenidas en la guerra resultan aún muy cercanas a la memoria y al cuerpo de varios de ellos y ellas. En muchos de ellos y ellas el no querer repetir acciones violentas es un deseo lo suficientemente fuerte como para no desear introducirse en los terrenos de la agresión interpersonal. Resulta interesante que varios y varias se autoperciban y presenten como potenciales trabajadores y trabajadoras por la paz, si bien, las personas que se desmovilizan por voluntad propia parecieran manifestar un arraigo por la vida algo más evidente que quienes lo hicieron de forma colectiva sujetos a una decisión superior o ajena a su voluntad propia.

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3. Efectos de las violencias en la vida de las mujeres y los hombres en el desarrollo de la subregión del Sur Oeste Antioqueño. Aicardo Villa y Carlos Arturo Gallego Aicardo es líder comunitario, participante del proceso organizativo de las mujeres en el sureste antioqueño, coordinador y promotor del grupo impulsor de las nuevas identidades masculinas en Medellín. Carlos Arturo, representante de la constituyente de Antioquia, líder comunitario en el trabajo con víctimas del conflicto armado, integrante del grupo impulsor de las nuevas identidades masculinas en Medellín.

Aicardo Villa inicia su intervención haciendo un reconocimiento a todas y cada una de las mujeres que a través de la historia, han trabajado e incluso han entregado sus vidas para que las mujeres y los hombres aquí presentes construyan otras formas de ser y estar en este mundo. Resalta que gracias al feminismo y a las mujeres feministas muchos hombres se estén preguntando en la actualidad por sus masculinidades. Presenta a continuación el contexto social y político de la subregión del Sur Oeste Antioqueño, como marco para hablar del tema de la construcción de las masculinidades. Afirma que el sureste antioqueño está conformado por 23 municipios, con una población aproximada de 550mil habitantes, cuya base económica ha sido el cultivo del café y en menor proporción, el carbón. La describe como una región de costumbres religiosas muy arraigadas enmarcadas en una fuerte ideología conservadora, que no acepta ni respeta la diferencia. Históricamente ha estado caracterizada por una cultura patriarcal y por una institucionalidad (religiosa, política, familiar, educativa) que posibilita el predominio de lo masculino sobre lo femenino. Explica que en el suroeste antioqueño se han instalado grandes haciendas cuyos propietarios obedecen a unas pocas familias adineradas, en las que el “patrón” decide no solamente sobre el destino de su familia, sino sobre las familias que están a su servicio, reforzándose con ello la imagen del hombre como ser supremo, amo, dueño y señor de todo, hasta de las mujeres y con el poder para manejar la economía, la política, el deporte, etc. 77


Este hombre desarrolla una vocación benefactora con la cual trasmite la imagen paterna de proveedor. De una parte es un padre responsable, que cumple con sus obligaciones (llevar la plata y el mercado al hogar) y de otra, sostiene relaciones con diferentes mujeres simultáneamente, con las cuales tiene varios hijos. Esta situación conocida por la comunidad no es censurada; por el contrario, se justifica y reconoce como ejemplo de hombría y se transmite de generación en generación como modelo a seguir. Desde esta perspectiva, como señala Aicardo Villa se “autoriza” a los hombres a ejercer violencia contra las mujeres y las niñas por su condición de género, e inclusive hacia otros hombres (niños y jóvenes) por considerarlos “inferiores”, ya sea por su condición social o económica. De igual forma se autorizan prácticas violentas en contra de ellos mismos, lo que los lleva a convertirse en los mayores consumidores de alcohol, drogas y todo tipo de sustancias psicoactivas. Esta situación hace que algunos descuiden sus responsabilidades en la familia y que las mujeres ‐en su mayoría analfabetas‐, se vean abocadas a asumir responsabilidades en la manutención de sus hijos e hijas y hasta del mismo hombre. En los albores de los años 80 se presenta una situación de crisis económica a nivel mundial que afecta el precio del café, el cual cae considerablemente. Campesinos y campesinas reciben ofertas “atractivas” y comienzan a vender sus tierras, migrando hacia zonas urbanas de los municipios donde no encuentran que hacer por su baja capacidad de absorción de mano de obra no calificada. La situación de desempleo y extrema pobreza se convierte en caldo de cultivo para que los grupos armados legales e ilegales incorporen con facilidad hombres en sus filas como única alternativa para la consecución de dinero, a fin de responder a las necesidades de sus familias. El ponente precisa que quienes ocupan las tierras de los campesinos y campesinas fueron personas adineradas que consiguieron su dinero de forma ilícita. Prueba de ello, es la cantidad de propiedades que se encuentran cursando procesos de extinción de dominio actualmente. Cuando estas personas llegan a la zona rural de los municipios, se instala la idea del “dinero fácil y rápido” y de la mano de esta lógica aparece el sicariato, el proxenetismo, la prostitución masculina y femenina de jóvenes, el tráfico de drogas, etc. Las tierras también son adquiridas por personas adineradas de la misma región como políticos y empresarios, alrededor de los cuales gira la economía de los municipios. Por la “necesidad de protección” y ante la ausencia del estado, se permite la conformación de grupos paramilitares quienes se ubican en zonas estratégicas de la región con la idea de 78


desterrar la guerrilla posicionada en algunos municipios como Urrao, Betania, Betulia, Ciudad Bolivar, Montebello. Pero, ¿qué tiene que ver esta situación con las masculinidades? Pregunta Aicardo Villa. Para responder, Carlos Arturo Gallego señala que los hombres que se vinculan a los grupos armados ‐y con el poder que les otorgan las armas‐, asumen comportamientos violentos al interior de sus familias. A nivel comunitario se exacerba la violencia en zonas de influencia (veredas, corregimientos o municipios), reforzándose el paradigma que plantea que los hombres deben ser fuertes, agresivos y que no deben dejarse “joder por nadie”, lo cual se convierte en una lección pedagógica para niños y jóvenes que comienzan a sentir atracción por las armas. Tener un arma significa obtener lo que se quiere, incluyendo a las mujeres, quienes se convierten en botín de guerra, ya sea por venganza o como estrategia de provocación del contrario. Un análisis hecho por mujeres y hombres pertenecientes al denominado proceso subregional del Suroeste, indica que la situación crítica del contexto social, cultural y económico, obliga a las mujeres a soportar malos tratos por parte de familiares, conocidos y/o actores armados. Según este estudio, se ha identificado un alto porcentaje de mujeres adultas, jóvenes y niñas abusadas sexualmente; un incremento de la prostitución y la violencia intrafamiliar cometida por la pareja (hombres), hermanos y padres y, un recrudecimiento de la feminización de la pobreza que se refleja en que las mujeres están asumiendo la jefatura familiar. Así mismo, ha aumentado el interés de las mujeres niñas y jóvenes por soldados y actores armados y el chantaje y manipulación socioeconómica de estos hombres para conseguir “favores sexoafectivos” de parte de las mujeres. Esta dinámica social, refleja unas prácticas violentas de los hombres contra las mujeres; pero, también contra sí mismos especialmente en el marco de la guerra, porque están atentando contra su integridad personal al exponer su cuerpo al arma del enemigo y al asesinato de otros, independientemente de las consecuencias que de estos hechos se deriven. 79


En el terreno de la cotidianidad y al margen del conflicto armado, prácticas ancestrales de consumo de licor y sustancias psicoactivas, conducción de motocicletas y vehículos a altas velocidades y bajo los efectos de esas sustancias, han sido causantes de muertes accidentales de hombres jóvenes y adultos, lo que refleja la ausencia de una ética de autocuidado. Entendiendo este panorama y cómo influye en la construcción de las masculinidades en esta subregión, los expositores deciden unirse al proceso subregional de mujeres del suroeste antioqueño, espacio en el que se ha iniciado una lectura del contexto, una reflexión sobre las formas de ejercer las violencias masculinas, así como de las consecuencias que éstos comportamientos traen a sus vidas y a la vida de quienes los rodean (mujeres, hijos, hijas y demás). Así mismo, han definido acciones para propiciar la transformación de esa prácticas en favor de todos y todas, para adquirir un compromiso con esta transformación. 4. Hombres y mujeres fragmentados/as en su integralidad por las violencias. Angélica Torres Quintero – Consultora Fundación Cedavida Psicóloga y magister en Política Social de la Universidad Javeriana, con amplia experiencia en investigación social, procesos de formación y evaluación de iniciativas en Educación para la Paz y Cultura de Paz con comunidades vulnerables y víctimas de la violencia política. Actualmente es consultora externa de la Fundación Social Colombiana Cedavida en temas relacionados con la equidad de géneros y en planeación estratégica. También es consultora de la Corporación Otra Escuela para asuntos relacionados con la calidad educativa y coautora de la última publicación de la Fundación Cedavida “¿Por qué vincular a hombres en la consolidación de la equidad de géneros?: una apuesta integral y relacional”.

Angélica Torres agradece la invitación realizada desde la naciente Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas, al considerar el Encuentro como un espacio propicio para reflexionar sobre la importancia de conformar alianzas entre hombres y mujeres, instituciones gubernamentales y organismos de cooperación, para construir escenarios que favorezcan la equidad de géneros y avanzar hacia la consolidación de culturas de paz sostenibles en Colombia. Luego explica que leerá su ponencia, tratando de puntualizar en algunos aspectos, teniendo en cuenta la brevedad del tiempo. 80


Señala que el lugar desde el cual hablará será el de compañera. Compañera afectiva, de trabajo, de luchas, sueños e ilusiones compartidas y refutadas con algunos hombres a lo largo de su vida. Agrega que es a partir de esas experiencias de encuentro, en las que ha podido descubrir que es posible resistirse a coincidir irremediablemente con los modelos de masculinidad y feminidad, impuestos por un sistema patriarcal; comprender que no es una utopía la reconciliación con todos los aspectos de su ser, con todas las posibilidades y potencialidades de la condición humana y en esa medida avanzar hacia la construcción de espacios de verdadero encuentro y enriquecimiento personal entre hombres y mujeres, entendiendo tal reto como un proceso de avances y retrocesos. A continuación comparte brevemente algunas reflexiones consignadas en el libro ¿Por qué vincular a los hombres en la consolidación de la equidad de géneros? –del cual es coautora‐. La violencia: el mecanismo con el cual opera el paradigma de la fragmentación Angélica Torres señala que el paradigma dominante que está a la base del sistema patriarcal se fundamenta en la fragmentación, en la medida en que configura al hombre y a la mujer como seres en contradicción y lucha permanente. Se es masculino en tanto se es opuesto a lo femenino y en tanto existen evidencias suficientes para demostrarlo. Por consiguiente, el paradigma de la fragmentación mutila a los seres humanos, a los hombres y a las mujeres, imponiéndoles un modo de pensar, sentir y actuar restringido e irreconciliable. Las posibilidades y potencialidades humanas son reducidas y la medición de fuerzas ha producido el histórico, repetitivo y trágico desenlace en el que lo femenino se ve sometido irremediablemente al dominio de una masculinidad hegemónica y nociva tanto para las mujeres como para los mismos hombres. Explica que no resulta extraño desde esta lógica, que las violencias sean utilizadas como recursos habituales para tramitar las diferencias, ya que bajo un imperativo competitivo aquellas características que han obtenido una valoración social positiva, se han impuesto marginando, excluyendo e incluso eliminando a aquellas características que se distancian o rompen con estos parámetros. Como parte de este proceso, la diferencia ha sido interpretada como causa, condición y oportunidad para el ejercicio de la estigmatización, la discriminación, la exclusión, el juzgamiento y la eliminación del contrario. Se castiga y reprime la diversidad a través de episodios de genocidio étnico, político, religioso y por motivos de géneros que ocurren alrededor del mundo, traspasando el tiempo y el espacio y, conservándose en la actualidad, incluso con matices más sutiles y simbólicos, pero igualmente devastadores. 81


Para dimensionar un aspecto inicial de la complejidad del ejercicio de las violencias en Colombia, la expositora señala la importancia de conocer algunas cifras reportadas por el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en 2008. Durante este año, se obtuvo una tasa de 34 homicidios por cada 100.000 habitantes. De estos, en el 92% de los casos se presume que el agresor fue hombre. Si bien, se aprecia una leve disminución de homicidios contra las mujeres con respecto al año anterior, en 2007 se presentó un incremento significativo registrándose un total de 1.123 mujeres víctimas, para un promedio de tres mujeres asesinadas diariamente (Rozo, P. y Ramírez, M. 2007: 281), 52 de ellas por sus compañeros permanentes (Forensis, 2008: 32). Con relación a la violencia intrafamiliar, refiere que en el 89% de los casos reportados a Medicina Legal las víctimas fueron mujeres, principalmente entre los 15 y los 29 años y en relación con la violencia sexual, de los 18.864 casos denunciados, se cometieron 52 al día, lo que equivale a 2 por hora. En el marco de las prácticas de violencia sexual, Angélica Torres explica que en la Fundación Cedavida se han identificado ciertas creencias culturales y religiosas que circulan en torno a la sexualidad y la corporalidad, que legitiman e invisibilizan las expresiones violentas. Para ejemplificar su afirmación, describe cómo algunos hombres en proceso de reincorporación a la vida civil, con los que ha trabajado la Fundación, suelen asociar la violencia sexual directamente a la violación cometida contra la mujer en los escenarios públicos (la calle, el barrio, los parques, etc.), dejando por fuera de este marco el acceso carnal violento cometido contra la esposa, compañera, novia, hija, hijastra dentro del hogar, así como otras formas de vulneración al cuerpo o a la dimensión sexual de sus parejas. Agrega que para estos hombres no es fácilmente comprensible que su deseo sexual no tenga que ser satisfecho por sus parejas como parte de las obligaciones que adquieren al ser sus compañeras afectivas. En lo que se refiere a la población LGBT, explica que las cifras oficiales están por debajo de las reportadas por la ONG Colombia Diversa, quien identificó 67 asesinatos cometidos durante el 2008, siendo la población travesti en ejercicio de la prostitución la más afectada. Agrega que aunque los informes oficiales no refieren datos de violencia intrafamiliar, se sabe que muchos jóvenes ‐hombres y mujeres‐ producto de su orientación sexual, han soportado malos tratos verbales y físicos de parte de sus padres, madres, hermanos y tíos, e incluso han llegado a ser expulsados de sus hogares. E insiste en que no es menos importante los casos de discriminación laboral, en el que la orientación sexual se convierte en un factor velado de vulneración del derecho al trabajo, que prima por encima de la calidad y el compromiso profesional. 82


En medio de la gravedad de este asunto, Angélica Torres argumenta lo dramático que resulta que los hombres no sean únicamente los principales agresores, sino también las principales víctimas de algunas expresiones violentas. Entre los 1.768 episodios de violencia callejera reportados en Colombia en 2008, en el 68% de los casos (1.195) las víctimas fueron hombres asesinados por motivos de venganza ‐muchos de ellos relacionados con crímenes pasionales, riñas y delitos sexuales‐. Frente a la violencia sexual, advierte que en las estadísticas oficiales está sub representado el número de hombres víctimas de violación, producto de sentimientos como la vergüenza, la culpa, el miedo y fuertes prejuicios que rodean la sexualidad masculina. Destaca en consonancia con Gary Barker, que contrario a la creencia popular según la cual son generalmente los hombres homosexuales quienes cometen violencia contra otros hombres, los perpetradores de estos ataques sexuales son en su mayoría hombres que se identifican como heterosexuales. En el marco del conflicto armado colombiano, recuerda la problemática de la violencia sexual como una estrategia o arma de guerra eficaz, fundamentada en la Ley del silencio. La mujer ó el hombre víctima del dominio del otro, calla, no habla de su dolor, lo mantiene en reserva. Advierte que el ejercicio de las violencias no culmina, ni tampoco inicia con el involucramiento directo al conflicto armado –en calidad de víctima o de actor armado‐. La Fundación Cedavida ha encontrado que antes del desplazamiento e incluso de la vinculación directa a la guerra, la condición de dominación/sumisión propia del sistema patriarcal ha estado presente en la mayoría de los territorios rurales y urbanos, permeando las dinámicas familiares y relacionales de diferentes contextos (la escuela, el trabajo, la calle, etc). Ahora bien, fenómenos como el desplazamiento forzado y los procesos de desmovilización y reincorporación de actores armados, agudizan estas expresiones de violencias de géneros, motivadas por los cambios socioculturales que trastocan los roles tradicionalmente asumidos por hombres y mujeres para garantizar la supervivencia, cuestionándose el papel del hombre como proveedor económico y la función reproductiva y doméstica asignada históricamente y de manera exclusiva a la mujer. Así, el proceso sociocultural de fragmentación reflejado en refranes populares como “el que no está conmigo está contra mí”, “el fin justifica los medios” ó “divide y reinarás”, ha sido un camino eficaz para posibilitar la dominación a través de la escisión y la desintegración, posibilitando a su vez que ciertas situaciones y expresiones de violencia sean socialmente legitimadas como “justificables” e imposibilitando que las diferencias sean asumidas como verdaderas oportunidades de crecimiento individual y colectivo. 83


Angélica Torres agrega que mantener un orden social fundamentado en la fragmentación ha producido una alta dosis de sufrimiento a las mujeres, receptoras de los rigores de un ejercicio de dominación masculina; pero también un sufrimiento silencioso en los hombres, quienes permanentemente tienen que estarse probando y probándole a otros ‐hombres y mujeres‐ su fuerza y capacidad de control de sus emociones, sin poder exteriorizar que también sienten miedo, incluso que sienten miedo de sentir miedo, que son vulnerables, que aman y que necesitan ser amados como cualquier otro ser humano. Concluye su intervención señalando que en la construcción de este orden social han participado tanto hombres como mujeres. Incluso aquellos hombres y mujeres que no han ejercido directamente la violencia física, pero que en los procesos de crianza y en sus relaciones interpersonales han reproducido las creencias que legitiman el machismo, ó simplemente que con su silencio e indiferencia, permiten que la violencia de géneros continúe. Aún así, resalta que no es irremediable esta situación ya que el ejercicio inequitativo del poder en el que se sustentan las relaciones de géneros y que legitiman el uso de la violencia, son construcciones y aprendizajes sociales, susceptibles de deconstruir, desaprender y transformar. Esta comprensión resulta esperanzadora en tanto parte de entender que los seres humanos no son naturalmente violentos, sino que generación tras generación han aprendido y reproducido esta práctica a tal punto de “naturalizarla” y utilizarla como el mecanismo privilegiado y “eficaz” para resolver los conflictos y satisfacer las necesidades existenciales, de supervivencia y consumo. A su vez, plantea que esta tesis permite comprender el ejercicio de las violencias no circunscrito exclusivamente a los hombres, rompiendo con la ecuación que iguala a los hombres con el inevitable ejercicio de las violencias. Angélica Torres señala que las mujeres no han escapado a esta forma de socialización. El patrón de dominación/sumisión ejercido por el hombre contra la mujer se reproduce de forma epidémica hacia otros y otras que en el contexto familiar suelen ser con mayor frecuencia los niños y niñas, quienes a su vez ejercen esta misma práctica con otros niños o niñas más pequeños/as o más frágiles, configurándose lo que en CedaVida y en varios ámbitos sociales y políticos se ha denominado la espiral de la violencia. Por consiguiente, si se trata de avanzar en el desaprendizaje de la violencia y en la deconstrucción de los paradigmas legitimadores de las relaciones violentas, la Fundación Cedavida propone desde su modelo pedagógico, adentrarse en el ámbito privado e íntimo de las historias de vida de los hombres y de las mujeres para contribuir a la transformación de situaciones estructurales. Trabajar intensamente en la reconfiguración de las relaciones 84


interpersonales y de las relaciones de pareja de manera particular, ya que éste es un lugar privilegiado donde se materializan y reproducen con mayor fuerza las creencias, imaginarios y lógicas de poder de dominación/sumisión. Así como transitar a partir de la experiencia vital hacia un proceso de resignificación, en el que hombres y mujeres puedan construir un valor social equitativo frente a las características históricamente asignadas como femeninas y masculinas, al reconocer las potencialidades que tienen unas y otras. 5. Procesos de masculinización bélica como dispositivo de seguridad. Darío Muñoz – Colectivo Hombres y Masculinidades. Psicólogo, candidato a Master en Estudios Culturales, docente e investigador de la Universidad Javeriana, miembro del Colectivo Hombres y Masculinidades y consultor en temas relacionados con género y masculinidades.

Darío Muñoz da apertura a su ponencia señalando que retomará algunos elementos que se han tratado en intervenciones anteriores y que tienen que ver con la relación entre hombres, masculinidades y violencias; particularmente, desde el conflicto armado. Acude entonces, a la reflexión de Fredy Gómez acerca de sí las masculinidades que practican la violencia son reflejos o correlatos de la situación de violencia generalizada y de conflicto armado en particular, vivido hace más de un lustro en Colombia ó, si más bien la guerra es una expresión de las formas en las que las personas han aprendido a ser hombres y que seguimos encarnando. Para aproximarse a esta cuestión, propone partir de dos experiencias: la primera, referida a un ejercicio de investigación de tipo narrativo y vivencial realizado con niños, niñas y jóvenes desvinculados de grupos armados irregulares, quienes compartieron sus experiencias de vida antes y durante su vinculación a los grupos y que, a través de sus relatos proporcionan algunas pistas sobre los elementos que crean las condiciones de posibilidad para su vinculación. Desde la segunda experiencia, el ponente pretende moverse de la reflexión de las masculinidades guerreras, para plantear un panorama más general de carácter cultural, a partir de una mirada de extrañamiento y profundo dolor al encontrar que la situación que 85


vive Colombia en la actualidad, tiene que ver con unas políticas y estrategias militares por las cuales pretende resolverse el conflicto armado. Partiendo de la primera experiencia, menciona las condiciones de posibilidad que facilitaron la vinculación de estos niños y niñas al conflicto. Entre ellas, señala la cohabitación de las comunidades rurales con grupos armados irregulares y la manera cómo su presencia física, el uso del uniforme militar y la correspondiente exhibición de armas termina por naturalizar la existencia de dichos actores, produciendo una imagen o modelo que los jóvenes idealizan y buscan incorporar para sí en su proyecto de vida. Otros de los aspectos identificados son: la presencia de los juegos bélicos en la infancia, ya que muchos jóvenes ‐especialmente los hombres‐ relatan haber jugado de niños a la guerra asumiendo roles opuestos ‐unos de paramilitares y otros de guerrilleros‐; la obligación a desempeñar actividades forzosas a muy temprana edad y algunos episodios de maltrato infantil. Desde el punto de vista del expositor, estos factores son centrales para entender cómo sus cuerpos se estaban preparando a muy temprana edad para ingresar a los grupos armados y para desempeñarse de manera efectiva en el contexto de la guerra, el cual demanda la construcción de una masculinidad guerrera en torno al “aguante físico”, el endurecimiento emocional y la normalización de la muerte, entendida como la capacidad para mostrarse insensibles y distantes frente a la ejecución de otra persona, que en muchos casos es conocida o incluso, afectivamente cercana. La práctica disciplinaria militar tiene por tanto la pretensión de reafirmar ese acorazamiento corporal y desarrollar una “sensibilidad indiferente” frente al dolor y la capacidad de matar al otro. Ahora bien, Darío Muñoz señala que pasando al otro plano, y desde investigaciones posteriores adelantadas por él, la reflexión que quiere poner en discusión gira en torno a los factores que inciden en la legitimación ‐tanto en hombres como en mujeres guerreros y no guerreros‐, sobre el uso de la violencia como mecanismo para resolver el conflicto armado político y social del país. Desde esta perspectiva, ocurre un desplazamiento en el foco de interés. Ya no se trata de preguntarse por la masculinidad desde la identidad, sino, de indagar por los procesos de masculinización presentes en el conjunto de la sociedad –tanto hombres como mujeres‐ y que se visibilizan en determinados discursos políticos, incluso en campañas publicitarias tanto oficiales como para‐oficiales, en el marco del recrudecimiento de la guerra. 86


Explica que la propaganda bélica por ejemplo, pretende situar a la sociedad en una situación que va más allá de los grupos armados, pero que tiene estrecha relación con la guerra. En ese sentido, la hipótesis orientadora es que este tipo de procesos de masculinización forman parte de una política de guerra que amenaza con prolongarse indefinidamente en el país. Dicha política busca exaltar la imagen del hombre guerrero en el marco de la legalidad; es decir, dentro de los grupos armados oficiales y contrarrestar las manifestaciones y comunicados de los grupos emergentes, surgidos después del proceso de desmovilización de las autodefensas, como los panfletos que hostigan a ciertos sectores de la población y en especial a los jóvenes y, que en lugar de posicionar el discurso oficial del guerrero como héroe ‐muy difundido desde la política estatal en los diferentes medios de comunicación, como estrategia persuasiva para motivar la adhesión de la sociedad civil‐, pretenden intimidar, estigmatizar, producir terror e inmovilizar a la población. El expositor afirma que es común pensar que esa legitimación de la guerra como alternativa para salir del conflicto armado está ligada más estrechamente a ciertos intereses de clase; sin embargo, encuentra a partir de sus experiencias investigativas, que en algunas localidades marginales y populares de Bogotá existe también un consentimiento social a fortalecer y dar continuidad a esa salida bélica. En ese sentido, concluye que el efecto producido por la propaganda bélica, así como ciertos discursos y figuras que predominan en los medios de comunicación, han sido factores que permiten visibilizar una unificación de clases en torno a la legitimación de la estrategia de guerra. Antes de cerrar su intervención, Darío Muñoz señala la importancia de seguir profundizando en la pregunta sobre ¿cómo se arraiga esa solicitud aparentemente unánime de continuar con la guerra como camino para alcanzar la paz? y ¿cuál es el papel de la propaganda bélica y sobre todo la masculinización bélica en este proceso? Su intención no es cubrir con un halo desesperanzador esta problemática, sino motivar el reconocimiento, visibilización y fortalecimiento de aquellos procesos en los que se desacata o se resiste al consentimiento por la opción bélica, muchos de ellos ligados a manifestaciones culturales y lúdicas, pero también a procesos sociales organizativos que buscan transformar las prácticas violentas que 87


se encarnan con tanta frecuencia en los cuerpos de hombres y mujeres. Invita por tanto a que como resultado de este Encuentro, se incluya dentro de las Declaraciones de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas, la intensión de apoyar y visibilizar aquellos procesos y colectivos que existen actualmente y que están abriendo camino para resistirse al ejercicio de las violencias; en especial, los movimientos de jóvenes de objeción de conciencia al servicio militar obligatorio.

Reflexiones sobre la relación masculinidad y violencia en el contexto armado En el marco del tercer panel “Masculinidades y Violencias” Fredy Gómez sugiere una pregunta reflexiva de gran interés para presentes y futuras investigaciones en el trabajo con hombres: ¿Es la guerra una expresión masculinizada extrema de las relaciones sociales de poder y de género o, es la masculinidad hegemónica una expresión de la violencia socialmente construida y legitimada en la guerra? Las intervenciones de los diferentes panelistas parecen suscribirse en primera instancia en la segunda posibilidad, incluyendo la de Fredy Gómez, quien plantea que la guerra opera como un instrumento legitimador a posteriori de la violencia masculina; de tal suerte que, incluso después del proceso de desmovilización de los actores armados, la violencia sigue estando presente como mecanismo legítimo del ejercicio de poder frente a los otros/as, llámense éstos, pareja, hijos, otros miembros de la familia, amigos, vecinos, compañeros de estudio, etc, dentro del contexto de la civilidad. Pero previa a la vinculación directa de los hombres a la guerra, la socialización de los niños -en la que cumple un papel significativo el ejercicio de las violencias como patrón de relacionamiento-, prepara a los hombres para adaptarse adecuadamente a las exigencias de fortaleza física y emocional que harán los grupos armados, como lo señala Darío Muñoz. Es decir, que el proceso de socialización por medio del cual los niños aprenden a ser hombres –incluidos los juegos infantiles- y con ello a utilizar la violencia, es cooptado por la lógica de la guerra. Esta afirmación es ratificada por Angélica Torres quien señala que a través del trabajo investigativo realizado por Cedavida, se ha encontrado que la condición de dominación/sumisión propia del sistema patriarcal, está presente en la mayoría de los territorios rurales y urbanos, permeando las dinámicas relacionales de la familia, la escuela y la vida en comunidad, incluso en aquellas regiones en las que no se evidencia presencia de grupos armados. Tras fenómenos como el desplazamiento forzado ó los procesos de reintegración de actores armados a la vida civil, las expresiones de violencias de géneros se agudizan, motivadas por 88


cambios socioculturales, que obligan a trastocar los roles tradicionalmente asumidos por hombres y mujeres, para garantizar la supervivencia. En este mismo sentido, el Colectivo del Suroeste Antioqueño, describe la familia paisa con un carácter eminentemente patriarcal. El hombre, proveedor económico reconocido como el “patrón” es quien decide no solamente el destino de su familia, sino el futuro de las familias que están a su servicio; reforzándose con ello, la imagen del hombre como ser supremo, amo, dueño y señor, con el poder para controlar la economía, la política, la vida de las mujeres y las demás esferas sociales. Así pues, el ejercicio de la violencia masculina se infiltra en la vida cotidiana, llegando a cobrar tal fuerza -como lo señala Darío Muñoz-, que en el marco de una política de guerra, termina siendo ampliamente aceptada y promovida por la sociedad en su conjunto –independientemente de las diferencias de clase-, como única salida posible al conflicto armado, lo que conduce a patrocinar e incentivar la adhesión de los jóvenes a las fuerzas armadas legales. Ahora bien, la guerra también puede ser entendida como un escenario posibilitador a través del cual los hombres que no encuentran en la civilidad alternativas para cumplir con el mandato social, consiguen afirmar su identidad masculina. Fredy Gómez señala que el grupo armado permite que los hombres perciban que están haciendo “algo verdaderamente importante”, y por tanto, que son merecedores de reconocimiento, que pueden ocupar un rol en la sociedad – cuando previamente han sido excluidos, pues provienen de contextos marginales y vulnerables-, y que tras la posesión del arma, sean considerados como figuras de autoridad, inspiradoras de respeto. Si esto es así, ¿qué pasa entonces con la construcción masculina de estos hombres cuando se desmovilizan? Pregunta Fredy Gómez. Frente a lo cual es fundamental precisar que la construcción identitaria de una masculinidad “guerrerista” no se resignifica por el simple hecho de entregar las armas; más aún si se tiene en cuenta que los pilares de esta construcción, están circunscritos a procesos de socialización que ocurren en el marco de la vida civil, trascendiendo con ello, la experiencia en el grupo armado. Se hace necesario entonces como los proponen Gómez y Torres posibilitar escenarios pedagógicos de encuentro, en los que estos hombres reconozcan el impacto del sistema patriarcal en su historia de vida, en sus cuerpos, en su dimensión cognitiva y emocional, para que puedan desde la propuesta de Cedavida, recuperar aquellos aspectos de su condición humana escindidos por el sistema patriarcal, para reintegrarlos a su identidad masculina. Y desde la propuesta de Fredy Gómez, centrar la atención en la autoestima, la comunicación y las nociones de cuidado y autocuidado, en los campos de la salud mental, sexual y reproductiva, como ejes centrales de las motivaciones y acciones transformadoras.

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PANEL 4. PERSPECTIVAS DE TRABAJO COMÚN ENTRE LAS REDES DE MUJERES Y LAS REDES DE HOMBRES Moderación y presentación: Douglas López – Corporación Opción Colombia Arquitecto, terapeuta social y magister en desarrollo educativo y social. Su experiencia se orienta al trabajo con el tercer sector. Miembro del Consejo Directivo de la Corporación Opción Colombia. Docente de la cátedra de gerencia de proyectos sociales de la Especialización en Salud Familiar de la Universidad de los Llanos. Su interés investigativo lo desarrolla en el marco de la formación del sujeto político.

1. Hombría, sexualidades y la escurridiza noción de poder. Carlos Vásquez – Universidad de Puerto Rico PhD en Psicología Social Comunitaria de la Universidad de Puerto Rico. Fundador y Director del Programa de Investigación y Refortalecimiento Comunitario (CIREC) en el Instituto FILIUS de la Universidad de Puerto Rico y profesor en el Departamento de Psicología de la misma institución. Dirige una investigación sobre el tema del género, las sexualidades y los impedimentos en estudiantes universitarios y hace varios años facilita un seminario sobre Foucault, género y relaciones de poder. El Dr. Vázquez Rivera es el creador del concepto de refortalecimiento.

Carlos Vásquez inicia su exposición problematizando la expresión “construcción social de la realidad” manifestando que a menudo se menciona, pero que no por ello, se tiene claro su significado e implicaciones. Plantea el siguiente cuestionamiento: ¿Si somos construccionistas, es posible hablar de una naturaleza humana? Responde que no y agrega, si no existe una naturaleza humana, se hace necesario ser más consistentes con las explicaciones que hacemos frente a la realidad; de lo contrario, se corre el riesgo de caer en esencialismos al utilizar nociones que se aproximan a aspectos biológicos que pueden ser inapropiados y riesgosos para el discurso construccionista. A propósito de esta reflexión, el ponente comparte su interés por ensayar comprensiones distintas a las tradicionales sobre los conceptos de sexo, genitalidad y género que, desde su punto de vista resultan más consistentes con la perspectiva de la construcción social de la realidad. Dichas definiciones son: 90


La apuesta que hace Carlos Vásquez sobre estas definiciones se ancla en que pueden ser aplicadas a todas las personas independientemente de la preferencia, identidad y orientación sexual que tengan. Pregunta nuevamente al grupo si ¿al interior de la comunidad LGBT existe una jerarquización en la que una mujer o un hombre que se ha movido en dirección contraria a la establecida socialmente como hombre o mujer, se le ubica en un rango inferior? Para aclarar su idea, explica que un hombre gay que no se vista como mujer ve como “un poco menos” a un hombre travesti y “un poco menos” a un hombre transexual. Esto ocurre como producto de la jerarquización de las relaciones. Con relación al concepto de relaciones de poder, manifiesta estar de acuerdo con la postura de Foucault en tanto el poder no es una cosa, una capacidad o un lugar. Pregunta entonces ¿en dónde radica realmente el poder? ya que cada vez que se hacen descripciones sobre lo que es el poder, se realizan en función de alguna de esas tres palabras. Advierte que si el poder se asume como una capacidad, las personas con algún tipo de discapacidad quedarían impedidas por definición para ejercer poder. De otra parte, si se ubica el poder como un lugar, también se entra en conflicto, pues si a una persona se le quita del lugar que ocupa, directamente se le retira el poder para dárselo a otro; situación que ocurre comúnmente en la dinámica política. De ahí la convicción arraigada de que para cambiar ciertas situaciones, es necesario asumir posiciones de poder, que se reflejan en expresiones populares como ‘ganar poder’, ‘repartir el poder’, no tener poder’, ‘recuperar el poder’, ‘buscar más poder’, ‘dar más poder’, ‘refugiarse en el poder’, ‘el poder cambió de manos’, ‘transgredir el poder’, ‘estructura política del poder’. 91


Carlos Vásquez propone en contraposición con estas definiciones, asumir el poder como “acciones sobre acciones”, no como influencia. Agrega que asumir esta concepción permite avanzar en el entendimiento de que tanto hombres como mujeres tienen características que están en constante pugna. Por consiguiente, “si fuésemos consistentes con nuestros discursos, deberíamos educarnos como “de‐generados”, es decir, gente sin género. Personas que tienen características femeninas y masculinas simultáneamente”. Este proceso educativo es una responsabilidad que tienen todas las personas con hijos e hijas, lo cual resulta bastante difícil ya que la realidad se hace más compleja cuando se trata de transferir. “Se puede creer que se sabe de un tema, pero hasta que no se le trata de enseñar a los hijos e hijas, no se sabe del todo de lo que se trata”. La simetría entonces, desde el punto de vista del ponente, es un efecto de las relaciones de poder. Para explicarlo, pregunta al grupo si ¿una relación de esclavitud es una relación de poder? Ante lo que la mayoría de asistentes responden afirmativamente. Sin embargo, su posición es que no porque es asimétrica, porque no es móvil y no se puede invertir. El esclavo no puede convertir al amo en esclavo. Sin embargo, el esclavo tiene tres alternativas para salir del sometimiento: 1) Rebelarse, 2) matar al amo, o 3) suicidarse. Concluye afirmando que las relaciones de poder pueden definirse como tales únicamente cuando hay libertad. El punto focal de las relaciones de poder es la relación, no es la capacidad, no es el lugar ni es la posesión. Por lo tanto, señala que no hay poder sin resistencias y concluye su intervención indagando al público: ¿Quién tiene el poder: el hombre o la mujer? Si ambos tienen el poder, ninguno lo tiene porque no es una posesión. . La conclusión fundamental de esta reflexión es que el poder está en la relación y en función de la relación que se construye. Algunas ideas posteriores, que contribuyen a la comprensión de sus planteamientos: “La libertad es una condición para hablar de relaciones de poder. La esclavitud no es una relación de poder porque no es intercambiable, es una relación bastante fija porque el esclavo no podrá hacer de su amo un esclavo aunque lo quisiera. El asunto es que casi todas las estructuras, instituciones, leyes, reglamentos y relaciones que establecemos han tratado de ser reguladas, reglamentadas, artificialmente ordenadas con la intención de congelar las relaciones de poder. Nuestra libertad está condicionada por todo lo 92


anterior, lo que nos deja unos espacios de movilidad muy estrechos y es quizás por esta razón que hablamos de poder en términos de capacidad, de toma de decisiones, etc. Cuando estimulamos las relaciones de poder estamos tratando de descongelar las relaciones, de ganar movilidad, de quebrar las formas artificiales que tratan de administrar nuestras vidas. La libertad es una práctica que alimenta las relaciones de poder y, a su vez, estimular las relaciones de poder retroalimentan nuestras prácticas de libertad. Las prácticas de libertad permiten desregularnos, desreglamentarnos, desestructurar las condiciones que nos empujan a ser lo que no somos, transgredir las leyes que nos sujetan y pretenden amarrarnos a una identidad fija que niega las múltiples posibilidades que la existencia ofrece. Ahora bien, existe lo que se llaman estados de dominación, que corresponden a aquellos momentos en donde las relaciones de poder han sido congeladas, llevando al mínimo nuestras prácticas de libertad. Quizás hemos entendido demasiado las practicas de libertad a nivel individual y no colectivo y ahora la invitación es a transitar hacia este ejercicio”. 2. La estrategia de género de la Cooperación Española en Colombia: Masculinidades en el nuevo reto. Alejandra Ortiz Valencia Psicóloga, Magister en Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia, miembro del Programa de Género de la Agencia de Cooperación Española para el Desarrollo AECID y coordina la estrategia de igualdad.

Alejandra Ortiz contextualiza su presentación en el marco de las acciones adelantadas por la Agencia de Cooperación Española, para incorporar el enfoque de género de manera integral, introduciendo la línea de masculinidades en el último año. En principio, ofrece un panorama general de la Agencia y de la forma como se ha estructurado el área de género. Explica que el enfoque de género ha sido asumido por ésta Agencia como una directriz política, en el marco de la comprensión de la igualdad de género como “la posibilidad que tienen tanto hombres como 93


mujeres de gozar de las mismas condiciones y oportunidades para ejercer plenamente sus derechos, emplear su potencial a fin de contribuir al desarrollo social, político, económico y cultural de su país, y tener la posibilidad de beneficiarse de sus resultados”. Sobre estas comprensiones, la Agencia de Cooperación Española elabora el documento “Estrategia País” que permite hacer un análisis específico del contexto colombiano, en función de las zonas priorizadas: Nariño, Cauca, Valle, Chocó, Antioquia y Bolívar, en las que se realiza un diagnóstico frente a la situación en temas de igualdad, desarrollo y paz. Este diagnóstico aporta insumos para el análisis y la reflexión sobre los asuntos que afectan principalmente a las mujeres en los siguientes campos: violencia intrafamiliar, violencia sexual, trabajo y generación de ingresos, salud y derechos sexuales y reproductivos, impacto del conflicto armado, participación política, avances en legislación y políticas públicas a favor de la igualdad de género. Como resultado de ese diagnóstico la Agencia decide reorientar y mejorar la perspectiva de desarrollo a partir de la formulación y puesta en marcha de la Estrategia de Igualdad de género a 4 años, elaborada con la participación de otras ONGD –organizaciones no gubernamentales para el desarrollo‐ españolas y colombianas. La estrategia cuenta con un sistema de indicadores que orienta sus acciones hacia el mejoramiento, la identificación de lo que no funciona y la generación de respuestas inesperadas a lo planeado; permitiendo recoger además, información de las buenas prácticas organizacionales. La estrategia tiene dos componentes centrales: el primera, referido a las acciones afirmativas, que responden a la pregunta ¿qué hacer?, y el segundo, la transversalidad, que apunta al ¿cómo hacerlo? Alejandra Ortiz explica que en el componente de Acciones afirmativas se busca el empoderamiento de las mujeres en diferentes ámbitos y en función de tres objetivos: 1) Transformar los factores estructurales que mantienen la desigualdad de género, 2) atender los efectos de la violencia directa, y 3) promover la construcción de paz a 94


través del fortalecimiento de procesos organizativos sociales. Con respecto a la transversalidad, la Estrategia busca: 1) un desarrollo político e institucional del enfoque de género al interior de la AECID; 2) el fortalecimiento de las capacidades de género de los equipos; 3) la incorporación de la perspectiva en la programación y, 4) su visibilización a través de estrategias de comunicación. En el objetivo de fortalecimiento de las capacidades de género, comparte la campaña pedagógica “Atrévete, rechaza la violencia contra las mujeres” realizada con los hombres de la oficina, en el marco de la línea de masculinidades, cuyo propósito era sensibilizarlos a propósito del Día mundial de no Violencia contra la mujer. Agrega que a partir de este ejercicio, se conformó un grupo de hombres de la AECID que participa en talleres sobre el tema de la corporalidad y el contacto físico con otros hombres, la sexualidad y la paternidad. Este espacio, que surgió como un hallazgo ‐ya que no se había previsto inicialmente‐ ha sido bien aceptado, e incluso las mujeres de la oficina solicitan un espacio propio para ellas. Por otra parte, bajo la asesoría técnica del Colectivo Hombres y masculinidades, la AECID adelanta el Proyecto Revolú en Quibdó (Chocó) con jóvenes líderes, sobre expresiones regionales de la masculinidad. Alejandra Ortíz comparte brevemente un ejercicio realizado en torno a la pregunta ¿Cómo es un hombre joven chocoano? Frente a la cual resalta que los jóvenes participantes ubican el poder en una parte específica del cuerpo masculino: el pene; lo cual constituye un reflejo de la representación social que tienen de su masculinidad. Incluyen además en su descripción características como “ser orgulloso, nada sentimental, seguros de sí mismos, mujeriegos, adinerados, con un gusto por el licor y machistas”. Concluye afirmando que a partir de estas experiencias, la AECID ha llegado a identificar la necesidad de generar espacios exclusivamente para hombres, y la importancia de tener en cuenta la particularidad del contexto, ya que el tema de masculinidades cobra un matiz diferente si se trabaja con en el Chocó a si se trabaja en Bogotá u otras zonas del país. 95


Para cerrar su intervención, la ponente comparte las lecciones aprendidas a lo largo de este proceso:  La necesidad de movilizar la voluntad política a nivel institucional para que la estrategia pueda implementarse, lo que supone lograr un convencimiento de la importancia de esta entre las directivas.  Hacer un reconocimiento de los movimientos de hombres quienes a través de su trayectoria han construido metodologías y comprensiones de las que es necesario partir y retomar.  Profundizar en las conceptualizaciones de las relaciones de género y en la ejemplificación de éstas, a través de situaciones prácticas presentes en la vida cotidiana de los participantes.  Reconocer que estos procesos de transformación por ser de carácter cultural son de larga duración, pero que es posible identificar pequeños cambios o movilizaciones, que sirven como indicador del trabajo que se está realizando.  Persistir en el trabajo con los grupos y en la consecución de recursos para garantizar la continuidad de los procesos.  Promover el liderazgo de este trabajo desde y con los hombres.  Realizar un trabajo articulado con los movimientos y grupos de mujeres. Es decir, así como es necesario realizar procesos diferenciados por género, también lo es, proponer espacios de encuentro y discusión conjunta.

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3. Alianzas por la convivencia y el respeto entre hombres y mujeres. Flor María Díaz – Coordinadora Programa Integral contra Violencias de género. Psicóloga especialista en niñez, con énfasis en psicoanálisis de la Universidad de Antioquia, ha sido consultora del Fondo de Poblaciones de las Naciones Unidas UNFPA, de la Comisión Europea y de diferentes instituciones gubernamentales. Hizo parte de la Red Nacional de Derechos Sexuales y Reproductivos de las Mujeres, lideró el proceso de creación de la Secretaría de la Mujer de Medellín, trabajó como experta en el Proyecto de Convivencia Ciudadana entre niños, niñas y jóvenes de la alcaldía de Medellín.

Flor María Díaz inicia su intervención planteando el contexto desde el cual hablará: la reflexión frente a alianzas posibles entre movimientos feministas y organizaciones de nuevas masculinidades. Agrega, que la propuesta que presentará a continuación se fundamenta en su condición como feminista, al haber integrado por muchos años organizaciones feministas en el país y haber hecho parte del movimiento feminista colombiano, sin que por ello, esté hablando en nombre de estas organizaciones. Encuadra su propuesta en la prevención, como un interés especial del Programa Integral Contra las Violencias de Género y finalmente precisa, que mencionará algunos estereotipos construidos sobre la mujer, que legitiman las expresiones de las violencias de género y que serán recogidas en una publicación del Programa a manera de línea de base sobre la tolerancia social de este fenómeno. Para entrar en materia, Flor María Díaz comienza planteando lo que ella considera que algunas feministas esperarían de los movimientos de nuevas masculinidades: Afirma en primer lugar, que esperan que el trabajo técnico, discursivo y de activismo aporte a la deconstrucción de los estereotipos de género de origen cultural, causantes de la violencia contra las mujeres, aspecto que vienen trabajando los movimientos feministas desde hace muchos años atrás. Estereotipos como:

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 Ubicar en las diferencias fisiológicas y sexuales entre hombres y mujeres la justificación para un trato diferencial de inferioridad y menosprecio hacia las mujeres. La invitación es a recuperar la diferencia como riqueza y oportunidad.  Creer que una mujer “sola” no es digna de respeto y que, para merecerlo requiere de la representación de un hombre. Este imaginario está fuertemente anclado en el marco del conflicto armado, pues en el campo muchas mujeres han perdido a sus compañeros y se encuentran solas con sus hijos, lo cual se convierte en una “oportunidad” que aprovechan los actores armados para desplazarlas, violarlas o manipularlas y para obligarlas a vender sus propiedades por un valor insignificante.  Concebir a las mujeres como objetos o posesiones, susceptibles de ser comercializados para fines de servidumbre sexual o doméstica.  Pensar que las mujeres en su condición de “inferioridad” le deben obediencia y sumisión a los varones.  Creer que la autonomía no es un atributo de la condición femenina.  Suponer que la feminidad no es compatible con la independencia mental, económica ni política.  Justificar los comportamientos violentos de los hombres como una provocación y por ende, una responsabilidad de las mujeres.  Justificar en nombre del amor cualquier comportamiento de la pareja. A propósito de esta creencia, Flor María recuerda Díaz la siguiente frase que, desde su perspectiva, ha motivado experiencias de sufrimiento en las mujeres: “¿Qué clase de sentimiento sublime es el amor que hace del hombre una bestia y de una bestia un hombre?”.  Creer que las mujeres se enamoran de quienes las maltratan. Así que un poco de violencia, es necesaria para mantener viva la llama del amor. En segundo lugar, la expositora considera fundamental que los hombres que hacen parte de los grupos de masculinidades, contribuyan a la transformación de los estereotipos de virilidad, que a su vez perpetúan la violencia de género, tales como:  Los hombres pueden tener varias parejas y socialmente está bien que lo hagan. Por el contrario, las mujeres deben fidelidad estricta a su pareja. 98


 El hombre debe disciplinar a las mujeres “rebeldes” es decir, a aquellas que no se comportan de acuerdo con los roles tradicionalmente asignados.  El hombre debe mantener en sus manos el control de los miembros de su familia, es decir, decir la última palabra.  La familia es un escenario privado en el que todo se puede y en el que no hay derechos distintos a los del hombre que respetar.  Los hombres que toman decisiones en acuerdo con sus parejas son pusilánimes y deshonran al género masculino. Al respecto, Flor María Díaz aclara que también se presentan en menor proporción, casos de violencia contra los hombres, frente a los cuales invita a los movimientos de masculinidades a impulsar la denuncia y a promover la exigibilidad al derecho que también tienen los hombres de vivir libres de violencias, aún cuando este ejercicio resulte difícil por la construcción de masculinidad que se ha hecho históricamente.  El mundo de lo público es masculino y la intromisión de las mujeres en estos escenarios y particularmente, en el escenario político debe ser controlada. Flor María denuncia que en Colombia muchas de las mujeres con liderazgos comunitarios son maltratadas por sus parejas y que esto constituye un factor que se suma a otros frente a la baja representación femenina de las mujeres en cargos políticos.  Los hombres no pueden controlar sus impulsos sexuales o sus impulsos violentos.  Los hombres que no aprovechan las “oportunidades” que les dan las mujeres, tienen una idea muy pobre de la masculinidad.  La virilidad se fundamenta en la rudeza, la frialdad emocional y la incapacidad afectiva. En tercera instancia y para cerrar su presentación, Flor María Díaz comparte un conjunto de reflexiones sobre el sentido y principios orientadores de alianzas entre movimientos feministas y de masculinidades: Considera que los movimientos de nuevas masculinidades deben estar liderados por hombres, ya que existe más autoridad moral y legitimidad cuando un hombre habla a otro 99


hombre. De igual forma, invita a que estos movimientos reconozcan a las mujeres como sus aliadas y socias bajo criterios de horizontalidad, democracia, respeto y reciprocidad. Señala también la importancia de mantener una visión autocrítica frente a los propios comportamientos y fines personales, a que la autoridad moral y la coherencia reinen en sus discursos. Alerta frente al riesgo de la instrumentalización de los aliados, organizaciones de mujeres o de hombres, pues esto pervierte y termina minando el sentido de las alianzas. Invita a que las alianzas entre hombres y mujeres se unan en torno a fines comunes como:  La deconstrucción de la creencia que iguala masculinidad con violencia. Los hombres pueden seguir siendo masculinos, sin que por ello tengan que ser violentos contra los otros y particularmente, contra las mujeres.  La incidencia en políticas públicas y en legislación con actores institucionales relevantes; así como, en la realización de investigaciones.  Compartir conocimientos y aprendizajes.  Implementar estrategias de veeduría ciudadana. Flor María, resalta la importancia de conformar una veeduría de hombres sobre el comportamiento violento de otros hombres.  Generar opinión pública a través de los medios de comunicación en contra de las violencias hacia las mujeres.

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Reflexiones que estimulan el trabajo en red y las alianzas… Es importante precisar que aunque la intervención de Carlos Vásquez no está orientada directamente a la conformación de alianzas; sus aportes conceptuales en materia de las nociones de poder y relaciones de poder, contribuyen significativamente a perfilar el trabajo de la Red de Masculinidades No Hegemónicas en su compromiso por la equidad de géneros. De ahí que se retomen algunos de sus planteamientos centrales en este apartado, a fin de ser considerados en reflexiones y discusiones posteriores: 

Propone asumir el poder como “acciones sobre acciones”, no como influencia, ya que este concepto está demasiado arraigado a las capacidades. Adoptar esta concepción permite avanzar en el entendimiento de que tanto hombres como mujeres tenemos características en constante pugna.

Las relaciones de poder pueden definirse como tales únicamente cuando hay libertad, por lo tanto una relación de esclavitud no puede ser entendida como una relación de poder porque es inmóvil y la condición del esclavo no puede ser subvertida.

La libertad es una práctica que alimenta las relaciones de poder y, a su vez, estimular las relaciones de poder retroalimenta nuestras prácticas de libertad.

En el marco de los campos de acción de la Red los/as ponentes sugiere trabajar en torno a: 

      

La deconstrucción desde una postura crítica de los factores estructurales que perpetúan las condiciones de desigualdad de género y entre ellos, los estereotipos culturales causantes de la violencia contra las mujeres y contra la población LGBT. El fortalecimiento de procesos organizativos en los territorios, para sus sostenibilidad social y política. La generación de espacios exclusivos para hombres liderados por hombres, así como de espacios mixtos de construcción conjunta. El reconocimiento de las particularidades de los contextos, para la definición de procesos diferenciales. El fortalecimiento de capacidades técnicas de los equipos de las organizaciones miembro. La incidencia en políticas públicas y en legislación con actores institucionales relevantes. La realización de investigaciones desde el conocimiento acumulado de los movimientos feministas y de mujeres. La implementación de estrategias de veeduría ciudadana frente al comportamiento violento de los hombres contra las mujeres. 101


La construcción de opinión pública en contra de la violencia de géneros a través de campañas en medios masivos de comunicación.

Una perspectiva autocrítica y autoreflexiva frente a los comportamientos y fines personales de los miembros de la red, de tal forma que se promueva la autoridad moral y la coherencia entre los discursos y las prácticas.

1.2. Día 2. Viernes 4 de diciembre 2.

PANEL 5. Perspectivas de abordaje en el trabajo en masculinidades

PANEL 5. PERSPECTIVAS DE ABORDAJE EN EL TRABAJO EN MASCULINIDADES Moderación y presentación: Silvia Arias, Programa Integral contra las violencias de género Especialista en prevención del Programa Integral contra las violencias de género.

Introducción al panel: “Creemos que el país está en mora de identificar cuáles son los retos en el trabajo en masculinidades y, el conocer las diferentes perspectivas de abordaje nos permitirá perfilar de manera colectiva cuáles son esos derroteros estratégicos a ser trabajados en las apuesta de alianzas que plantea este encuentro”. 1. Movimiento de Hombres de Medellín. Hernando Muñoz ‐ Universidad de Antioquia Docente investigador de la Universidad de Antioquia, licenciado en Administración Educativa, trabajador social especializado en familia, Magister en Cooperación y Desarrollo y candidato a Doctor en Género y Ciencias Sociales de la Universidad Complutense de Madrid. Miembro de la Junta Directiva de la ONG Colombia Diversa.

Hernando Muñoz agradece la invitación realizada por parte de los organizadores del Encuentro y en especial de la GTZ. Explica que su intervención se concentrará en compartir el trabajo realizado por el movimiento de hombres de Medellín, como una experiencia apasionante sobre un asunto de interés del Siglo XXI que tiene que ver con el ejercicio del poder y de las relaciones de poder. Dentro de los antecedentes de este trabajo, Hernando Muñoz señala que el estudio de las masculinidades inicia en el ámbito académico. En diversas universidades del mundo se 102


conformaron centros de estudio de género, entendidos como centros de estudio de las mujeres. Aproximadamente hace 25 años se iniciaron los men studies inscritos al campo de las ciencias sociales. En Colombia, la Universidad Nacional de Bogotá y la Universidad de Antioquia disponen de centros de género especializados en el tema de la mujer, que poco a poco han posicionado la discusión del género desde una perspectiva tanto femenina como masculina. Incluso, el Centro de estudios de género de la Universidad de Antioquia, creado a finales de la década de los 90s es el primer centro del país que actualmente está siendo dirigido por un hombre profeminista. En la universidad de Antioquia se introduce la perspectiva de masculinidades con la inquietud de varios hombres de ¿por qué seguir abordando los estudios de género en clave de mujer? A partir de esta pregunta, se conforma un grupo de masculinidades cuyo propósito principal es reflexionar desde la academia el tema. Hernando Muñoz menciona el papel protagónico que han jugado mujeres como Mara Viveros y María Cristina Palacios en los estudios de masculinidades y señala que aunque los hombres también han producido conocimiento, ha sido en menor escala. Precisa que el proceso se ha dado en medio de resistencias al interior del Centro para introducir el tema, e incluso al interior de las Directivas de la Universidad, quienes no comprenden del todo el sentido de abordar los estudios de género desde la perspectiva de las masculinidades. Así que el ejercicio de apertura está en permanente construcción y constituye un reto de los hombres. En 2003 se conforma un grupo de hombres más jóvenes que se autodenomina CIMAS ‐ Construcción de Identidades Masculinas‐ que propone una escuela de masculinidades para trabajar el cuerpo con una metodología vivencial e incluyente. Hernando Muñoz señala que en las dos últimas administraciones públicas de Medellín, los alcaldes se muestran proclives a este tipo de trabajos vanguardistas. En 2005, con el Alcalde de Medellín, Sergio Fajardo, se abren espacios para participar en seminarios académicos y 103


políticos en los que a partir de de la campaña Lazo Blanco se comienza a posicionar el tema de masculinidades. Así, el movimiento académico orienta su trabajo hacia el encuentro, movilización y realización de acciones de visibilización pública con ONGs. Hernando Gómez menciona tres marchas realizadas los 25 de noviembre por el centro de la ciudad, con la participación de noventa hombres; así como la realización de conciertos con la participación de jóvenes en el marco de las Campañas de Lazo Blanco, las cuales producen gran impacto en la ciudadanía. “Este trabajo tiene que salir a la luz, y los hombres poquitos o muchos tenemos que estar al frente”. Otro de los procesos liderados por el grupo de hombres es el costurero. El expositor explica que en Medellín las mujeres tienen costurero, así que en el marco de este ejercicio se pregunta: ¿por qué los hombres no pueden tener también su costurero como un pretexto para tejer alianzas, “hacer parcerías” construir complicidades con el gobierno local, la academia y las ONG’s? De esta forma, nace esta propuesta. Insiste en la importancia de involucrar al gobierno local y al nacional, así como a los medios de comunicación, en especial a la televisión. Con el mismo propósito de seguir posicionando el tema de masculinidades en el debate público, la Universidad de Antioquia en alianza con las Universidades Nacional y Los Andes y con el apoyo de la Alcaldía, organiza en Medellín el tercer Coloquio Internacional sobre estudios de varones y masculinidades en 2008. A este evento asisten 280 personas, participa la Red Internacional de Estudios de Masculinidades y algunos ponentes internacionales de México y Chile. Hernando Muñoz cierra su presentación haciendo unas precisiones sobre el trabajo en masculinidades. Considera fundamental en este proceso que los hombres se reúnan por su propia iniciativa y voluntad a pensar y a reflexionar en torno a las relaciones de poder entre hombres y mujeres sin necesidad de ser remitidos por la Comisaría de Familia o el Juzgado. 104


“Los hombres necesitamos tiempo solos, tenemos que hacernos responsables de esto para salir a dar respuesta a la violencia, las inequidades”. Invita a las organizaciones a superar los protagonismos, a trascender los intereses particulares para posicionar los colectivos, a reflexionar sobre la manera como se aborda el tema sin que despierte sospecha, a trabajar sin invadir el espacio de las mujeres, respetando los Fondos y recursos que las entidades públicas y privadas tienen para las mujeres. A reconocer las trayectorias pero también a construir confianza con los nuevos actores, a profundizar en algunas discusiones como el concepto de “nuevas masculinidades”, ya que este puede funcionar como una trampa que favorece cambios de fachada ó únicamente cambios de roles; o como la propuesta de “transversalización de género” para precisar sus alcances. 2. Encuentros de Hombres 2006 – 2007. José Antonio Vaca ‐ Iglesia Menonita Colombiana Representante de la Iglesia Menonita del Eje Cafetero, gestor de paz y líder de la Iglesia Menonita. Actualmente es miembro del Comité Nacional de la Iglesia Menonita.

José Antonio Vaca agradece la oportunidad de disponer de un espacio en el Encuentro para compartir la experiencia de la Iglesia Menonita. Aclara que tanto en la iglesia católica como evangélica no es fácil abordar el tema ya que éstas instituciones son conducidas por mayorías masculinas, que reproducen lógicas propias del sistema patriarcal. Es precisamente esta circunstancia desde su punto de vista, la que permite disponer de un terreno ideal para la reflexión y la transformación. A continuación explica que compartirá la experiencia de trabajo en el tema de masculinidades de la regional occidente –Girardot, Ibagué, Armenia y Pereira‐, adelantada en los últimos 4 años. Para ello, parte de una c0ntextualización general de la Iglesia Menonita y de su trabajo en Colombia. La Iglesia Menonita es una iglesia cristiana evangélica, cuyo origen se remonta a la reforma religiosa del siglo XVI, que dio lugar a un grupo de iglesias conocidas como islas de paz, que asumen el compromiso pacifista de Jesús. Llegó a Colombia hace sesenta años con la intencionalidad de adelantar acciones de trabajo social en un colegio para niños sanos de padres enfermos de lepra. En ese entonces, la lepra era considerada una enfermedad 105


contagiosa y los leprosos eran recluidos. Su trabajo se concentró en el municipio de Agua de Dios, con los hijos de los padres leprosos se quedaban sin estudio por el temor al contagio. José Antonio Vaca explica que en las iglesias los temas de género no han sido incluidos dentro de sus agendas, puesto que hablar de género pone en peligro el equilibrio de poder existente en la institución. Señala esta situación como injusta, pues la mayoría de las iglesias cristianas están conformadas por un setenta u ochenta por ciento de mujeres. Sin embargo ese veinte o treinta por ciento de hombres restante, ejerce el control de la iglesia y determina sus directrices. Los orígenes de este ordenamiento jerárquico se remontan a los textos bíblicos y en especial a las cartas de Pablo que reflejan un carácter patriarcal en afirmaciones como: “las mujeres callen en la congregación” (Carta a Corintios), ó “así como Cristo es cabeza de la iglesia, así también el varón es cabeza de la mujer”. Algunos pastores y jerarcas de la iglesia interpretan literalmente estos textos relegando a las mujeres a un segundo plano dentro de sus comunidades, impidiendo compartir la palabra a sus comunidades e incluso, haciéndosele vestir de una manera en particular. Por ejemplo, con faldas largas, sin maquillaje en la cara y en las manos. Para José Antonio, lo que se ha producido es una lectura errada de los textos bíblicos que ha llevado a muchas mujeres en las iglesias cristianas a ser maltratadas por hombres que se dicen cristianos, y que por ser considerados la cabeza de sus hogares, sometan a las mujeres a su voluntad, incluso en el campo sexual. Producto de una reflexión sobre las interpretaciones equivocadas del texto bíblico, la regional occidente de la Iglesia Menonita en Colombia, toma la decisión de comenzar a hablar desde hace cuatro años sobre género y masculinidades. Para ello, busca la asesoría del Colectivo Hombres y masculinidades en la realización de un primer encuentro en 2006, que es orientado por Javier Omar Ruiz. Dicho encuentro desata gran debate en la comunidad, ya que por primera vez, se aborda un tema vedado; pero a su vez, permite a los participantes autodescubrirse, encontrarse con su masculinidad y entender cómo la construcción de su identidad masculina afecta la vida de la comunidad religiosa. En 2007 con el apoyo del Colectivo, la Iglesia realiza un segundo encuentro y a partir de éste surge la necesidad de abordar el tema desde el punto de vista teológico. En 2008, se lleva a cabo el encuentro “Jesucristo como modelo de masculinidades” en el que se aproximan a las enseñanzas bíblicas de Jesús dignificando a la mujer excluida, abandonada, a la mujer a la que le está permitido tocar a los hombres. 106


A partir de ese entendimiento teológico, la Iglesia Menonita afianza su convencimiento de tratar la masculinidad de una manera diferente y avanzar en la deconstrucción de su proceso de formación machista, fuertemente inculcado en la región del eje cafetero. Así mismo, se favorecen nuevas formas de relacionamiento con las mujeres de la comunidad religiosa. Luego de tres encuentros entre hombres, la Iglesia Menonita de la región occidente decide que es el momento de abordar el tema con las mujeres. En 2009, lleva a cabo un primer encuentro para tratar el tema de género denominado “hombres y mujeres”, el cual es facilitado por la líder feminista Amparo Beltrán. Esta experiencia impulsa a otras iglesias a abordar el tema de género e incluso, al interior de la Congregación genera transformaciones significativas. José Antonio Vaca relata que actualmente la Iglesia cuenta con mujeres ordenadas como pastoras, que es la máxima distinción que puede tener un pastor al interior de la comunidad religiosa y, que desde hace 3 años aproximadamente la presidencia de la iglesia está en manos de una mujer. De igual forma, la Iglesia Menonita de Occidente se ha aproximado al tema de objeción de conciencia frente al servicio militar obligatorio, al identificar la conexión entre la construcción de la masculinidad y el militarismo. La iglesia está convencida que reclutando a más hombres jóvenes campesinos y gente del pueblo para enfrentarse en esta lucha fratricida no se logra la paz; por el contrario, es con el desarme y la búsqueda de soluciones que se puede avanzar. La Iglesia Menonita se ha comprometido en la lucha contra las violencias de géneros y en especial contra la violencia hacia las mujeres, los niños y niñas. José Antonio, concluye su intervención afirmando que uno de los retos a futuro en el proceso que lleva la iglesia es abordar el tema de la inclusión de la diversidad sexual, aunque aún les resulta complejo y será parte del proceso de aprendizaje que llevan.

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3. Comunicando la experiencia del Colectivo de Hombres Jóvenes Pelaos. Carlos Díaz Acevedo ‐ Colectivo de Pelaos, Cartagena. Comunicador, lingüista y literato. Miembro de Funsarep y animador del Colectivo Pelaos.

Carlos Díaz contextualiza su intervención como un comunicar la experiencia de un colectivo de hombres de Cartagena de Indias que nace del proceso de la organización comunitaria Funsarep, la cual lleva más de veintidós años de trabajo ininterrumpido, con la participación intergeneracional de niños, niñas, jóvenes, personas adultas y de la tercera edad, hombres y mujeres. Afirma que la intencionalidad de comunicar la experiencia empezó con la entrega del Boletín Huellas del mes de junio – julio de 2009 –boletín de Funsarep‐ en donde está registrada la experiencia del Colectivo Pelaos y con la entrega de un botón de posicionamiento del mensaje: “Cuidado, el machismo mata” a los asistentes del Encuentro. Carlos solicita a continuación que le pongan la canción “El Africano”: “Mama el negro está rabioso, quiere pelear conmigo, decíselo a mi papa. Mama yo me acuesto tranquilla, me arropo pies a cabeza y el negro me destapa. Mama ¿qué será lo que quiere el negro?” Al finalizar la canción, lee el siguiente texto: “Sacándole música a ollas, tapas, pitos y a cuanta cosa que sonara, hiciera ruido o bulla, un grupo de hombres y mujeres quienes nos reconocemos como afro descendientes de sectores 108


populares de Cartagena participamos el pasado domingo 15 de noviembre en el Cabildo de Getsemaní en el marco de la fiesta novembrina. Y en uno de los grandes recorridos salimos posicionando este mensaje, llevando la camiseta y el botón “Cuidado, el machismo mata”. Mientras había desfile de reinas, danzas y comparsas, nosotros íbamos sacándole música a los candelos y a las ollas y con la camiseta. La canción que cantamos e interpretamos durante la mayor parte del recorrido a la plaza de la Trinidad en el centro histórico ‐poniendo cada quien su toque personal‐ fue El Africano de Calixto Ochoa, la misma que dice “Mama, el negro está rabioso, quiere peliar conmigo, ven dícelo a mi papa, Mama, yo me acuesto tranquila me arropo pies a cabeza y el negro me destapa, Mama, ¿qué será lo que quiere el negro?”, o mejor dicho los negros o los hombres afro cartageneros organizadores de esta singular iniciativa y participantes de la misma: Queremos prevenir la violencia teniendo en cuenta los conocimientos de cómo las identidades, las relaciones de género y los espacios sociales y culturales donde estas se construyen inciden en las actitudes y comportamientos de hombres y mujeres en torno a la violencia. Buscamos prevenir la violencia de los hombres contra las mujeres, contra la naturaleza, pero también contra otros varones en Cartagena considerando los conocimientos que hay sobre la construcción subjetiva y social de las masculinidades y de la gran riqueza que hay en estos saberes para tratar, resolver, o transformar pacíficamente los conflictos basándose en la negociación más que en la coerción. Pretendemos aumentar nuestros niveles de participación como hombres, como hombres afros, urbanos, populares y como sujetos en las acciones de prevención de la violencia en general, y de la violencia de género y machista en particular. Los negros de la comparsa y de esta iniciativa del mensaje “Cuidado, el machismo mata” liderada por Funsarep, Colectivo Pelaos, con el apoyo de la cooperación técnica alemana GTZ, en el marco del programa Ser Capaz, queremos y requerimos estrategias de intervención cultural que promuevan la conversación, la reflexión, el debate y la visibilización de las consecuencias fatales de la violencia machista y de propuestas para su prevención y erradicación. Contrario al hombre negro de la canción El Africano que quiere pelear y violentar a la mujer, nosotros queremos nuevas formas de actuación que lleven a relaciones horizontales y lleven a 109


asumir a las mujeres como personas libres, autónomas, con derechos sobre su intimidad, su cuerpo y su trabajo. Mama, ¿qué será lo que quiere el negro? Lo mismo que quieren las mujeres negras: caminos de liberación, el derecho a una vida libre de violencias desde una perspectiva de cambio, hacia la equidad de género y unos valores de una cultura de paz, responsabilidad y modos pacíficos del manejo de los conflictos”. A continuación Carlos explica que el Colectivo surge en el 2003 con el apoyo de Javier Omar Ruiz y su participación en un evento realizado en 2002 donde por primera vez se habla del tema de masculinidades en Cartagena. El Colectivo se organiza tanto a nivel interno, como externo para la producción de contenidos, documentación, definición de una agenda de incidencia política y de acción en nuevos núcleos de reflexión y el boletín se convierte en una estrategia para escribir. Un primer elemento del trabajo del colectivo afirma Carlos, es que “no somos machos. No pretendemos ser machos”. Los hombres del colectivo se enfrentan al machismo para no tener que seguir enfrentándose entre ellos mismos ni contra las mujeres; convencidos que la clave y el camino de liberación, es la palabra y el diálogo. El Colectivo ha orientado su accionar al encuentro entre hombres, para hablar de hombre a hombre sobre la pregunta: “¿qué tipo de pelaos queremos ser?”. Se propone como punto de encuentro la esquina del barrio o cualquier lugar de encuentro común entre hombres, ya que la condición de masculinidad se construye en la esquina, en la terraza, en la cancha, en el billar, en la taberna, en el bar. Carlos afirma: “¿Para qué vamos a hablar de masculinidad en otros escenarios, si ya hay escenarios naturales?”. Un segundo elemento que hace parte del trabajo del colectivo es poner el suficiente número de sillas en las esquinas, en la cancha, en los billares, en el estadio, en las escuelas, en las bibliotecas, en los medios de comunicación, pero también en la casa para invitar a los hombres a sentarse y conversar. Se necesita alguien que impulse y no se preocupe si al principio llega solamente uno o dos hombres. Es difícil convocar hombres. Por lo tanto si llega uno o dos hombres, ya se está generando impacto. Otro elemento central de la propuesta es la perspectiva de la educación popular. En el colectivo Pelaos se promueve el encuentro de saberes, “lo que cada quien sabe con lo que los otros saben en un contexto específico, dando como resultado nuevos aprendizajes”. En este sentido el Colectivo busca tender puentes de diálogo con las mujeres y con los hombres. 110


Carlos afirma que el Colectivo de Pelaos ha venido incursionando en la propuesta de pro‐ feminismo y en el Desarrollo a escala humana, orientando su accionar a la prevención de la violencia no solo desde la visibilización de los hombres como victimarios o potenciales victimarios sino, fundamentalmente como personas que pueden participar en la resolución de esta problemática. Otros ejes de trabajo han sido el deporte y las masculinidades, las paternidades como parte del proceso de crecimiento “ya no somos pelaos”, los cambios y las transformaciones. Carlos comparte el siguiente cuestionamiento: ¿estamos realmente cambiando, cómo lo estamos haciendo?. No se trata solamente de un cambio social, público, sino un cambio en lo cotidiano, personal, familiar y entre grupos de amigos?”. Con relación al tema violencia y masculinidades el Colectivo se propuso desarrollar un ejercicio sobre el consumo del alcohol como mandato masculino. La convocatoria se realizó a través de la campaña publicitaria de: “mamar ron mata el padre, el hijo, la carne y el espíritu”. Dicha campaña fue presentada a la convocatoria de la ONU para la prevención de adicciones. Fue aprobada y empezará a llevarse a cabo en 2010. Para finalizar su intervención Carlos Díaz comparte que el Colectivo de Pelaos participará en la propuesta de difusión de la ley 1257 y de la política pública de género de mujeres en Cartagena, dirigida a hombres. Se trata de una propuesta innovadora, para ser llevada a cabo recorriendo la ciudad, empezando en las zonas exclusivas para llegar las zonas excluidas de Cartagena.

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4. Metodología de trabajo del Colectivo Hombres y Masculinidades. Javier Omar Ruiz – Colectivo Hombres y Masculinidades Pedagogo y Fundador del Colectivo Hombres y Masculinidades.

Javier Omar Ruíz inicia su intervención señalando su interés por compartir la metodología de trabajo que realiza el Colectivo hombres y Masculinidades con jóvenes, adultos, mujeres y hombres, como una propuesta que se inicia en el año 1996, bajo el lema de que “el tema de las masculinidades se tiene que llevar puesto, y se lleva puesto con pasión, sale del estómago, sale de los pies, sale de las manos”. En otras palabras se trata de un trabajo interior, para evitar que la discusión se quede encapsulada en el ámbito de la argumentación teórica y conceptual. El criterio metodológico básico del Colectivo es que “quienes participen en estos procesos salgan de ellos llevando el tema en el alma, en el corazón, en las manos, en la mirada, en las palabras, en los pies”. Esta propuesta se ampara en primera instancia en la educación natural, la cual estableció en América Latina como criterio pedagógico, político y metodológico el aprender haciendo. Es decir, construir desde la práctica misma, la práctica del hombre del común, ese hombre pescador, el hombre indígena, las experiencias de vida de las mujeres. De igual forma, la propuesta pedagógica del colectivo se alimenta de las dinámicas de grupo, que empiezan a involucrar el cuerpo en movimiento. Así, bebe de las teorías y desarrollos que permiten trascender la mirada del cuerpo como un instrumento de la acción humana, para concebirlo como el territorio mismo de la acción humana y de la vivencia humana. Acude a los postulados de la bioenérgetica, al sistema de biodanza propuesto por Rolando Toro, combinando la música con el movimiento corporal. 112


Otra fuente de inspiración de la metodología del Colectivo se halla en la teoría de la complejidad, que asume que ni el cuerpo ni la vida son lineales, no son monotemáticos, ni uniformes. Somos seres complejos, diversos y las puertas de entrada del conocimiento son múltiples. De tal manera que no simplemente se accede al conocimiento a través de la razón, sino también “por las manos, los poros, los pies, con la brisa, con el sudor, con la alegría”. La metodología se ha nutrido de la experiencia plasmada en el libro “Nuestras vidas, nuestros cuerpos” del Colectivo de Mujeres de Boston, escrito en la década de los sesenta que propone realizar un trabajo centrado en el cuerpo, la salud, el juego, la lúdica, la sexualidad. Y finalmente, de la práctica misma, que le ha permitido al Colectivo formularse nuevas preguntas, cuestionamientos y promover cambios. Javier Omar comparte una marcha realizada con la mesa de mujeres de Soacha con el fin de movilizar paradigmas en el mundo de lo simbólico. Para ello, los hombres vistieron con falda. ¿Cuál ha sido el punto de partida conceptual? Javier Omar señala la comprensión del género, como una instalación que la cultura hace en el cuerpo, en el mundo emocional y afectivo y en el mundo racional, de unos determinados paradigmas sociales sobre lo que es ser hombre o ser mujer. Como es un proceso de construcción, el género nos instala esa manera de pensarnos y sentirnos hombres y mujeres. Por lo tanto, la intervención pedagógica debe orientarse a “desinstalarnos” de ese paradigma que nos fue instalado. Agrega: “en tanto el género es algo que vivimos, que llevamos puesto, debe ser desde lo vivencial donde podamos mover y activar procesos de cuestionamiento y transformación de esos modelos. Experiencias vivenciales que muevan la razón”. No se trata de mover la razón desde la argumentación, aunque también pueda ser un ejercicio válido en la medida que puede generar algún nivel de consciencia. Pero es fundamental, movilizar la razón desde el cuerpo, el abrazo, el saludo de beso entre los hombres. Esta propuesta metodológica no usa siempre la misma ruta, sino que se define como trayectos que se han ido construyendo en el camino, pero que también cada grupo determina y construye dependiendo su proceso. 113


Las actividades pedagógicas están orientadas a posicionar el cuerpo como el territorio fundamental donde tiene lugar procesos de construcción de identidad. Por lo tanto, se proponen ejercicios de contacto, de confrontación, reto, fuerza, confianza. La relajación también se abre como una posibilidad para que los hombres puedan adentrarse y conectarse con su mundo interior. Ya que como expresa Javier Omar “generalmente nosotros hemos sido construidos para pensar de aquí para afuera, pero un hombre de aquí para afuera es un hombre de la calle, un hombre de la calle puede hacer lo que le dé la gana. Eso ha construido una identidad excluyente. Para dentro somos controlados, para afuera el descontrol. Manejamos una doble dinámica”. Conectado a esto, se trabaja en torno al auto reconocimiento corporal. Se da la posibilidad de re‐conocer el propio cuerpo, de conectarse con éste, ya que el patriarcado ha construido sobre los hombres unas corazas, unos controles, una armadura. Con el masaje corporal y, apoyados del aceite se van removiendo las corazas. El trabajo con la piel ha permitido que las personas resignifiquen su historia vital. A través del contacto físico y del juego se va estimulando la sensibilidad y la expresión de emociones. Y a partir de la vivencia, tiene lugar la palabra, el debate, el análisis. Javier Omar resalta la importancia de introducir en el proceso pedagógico la movilización, el pronunciamiento en el espacio público. Se trata de habitar el espacio público desde otras posibilidades de lo masculino y de los hombres. En este terreno el desnudo cumple un papel protagónico. La presentación de Vibranza por ejemplo, hace una puesta en escena de desnudos, simbolizando con ello la experiencia de quitarse las ataduras, y controles, limpiarse las corazas y ofrecer su mirada limpia a los demás hombres y mujeres. Al ser este un proceso que no solo estimula la expresión política, pública, corporal, material, sino fundamentalmente la conexión con el yo interior, los ritos y rituales cobran una fuerza significativa por cuanto contribuyen al cierre, al compromiso personal. Se realizan rituales con la luz, otras veces con el agua, otras veces con el barro y con la tierra. Se busca agradecer a la vida, al mundo, a los compañeros y compañeras el proceso vivido. 114


También se utiliza la música, el rock, el arte urbano, el grafiti, para que las paredes hablen desde la resignificación de lo masculino. Se hace un trabajo que busca impactar de forma simultánea la razón, los sentimientos y el cuerpo. Javier Omar concluye su presentación precisando que no se trata simplemente de dinámicas de grupo, ni de acudir a una simple técnica. La propuesta del Colectivo responde ante todo a una concepción pedagógica y metodológica que busca activar nuevos paradigmas desde la vivencia del cuerpo.

5. Machos Afectivos. Carlos Alberto Montoya – Universidad de Caldas. Pediatra afectólogo. Profesor de la facultad de medicina de la Universidad de Caldas, coordinador de la Red Afecto contra el maltrato infantil de Manizales y promotor de la Iniciativa Machos Afectivos.

Carlos Alberto Montoya agradece su participación en el encuentro. Explica que su trabajo como pediatra afectólogo tiene lugar en un contexto patriarcal propio de la región paisa antioqueño‐caldense. Machos Afectivos busca posicionar el mensaje de que ¡el machismo mata! Y proponer en su lugar el paradigma de un macho afectivo, es decir, que puede seguir siendo macho, al tiempo que es afectivo. Carlos menciona que a lo largo del encuentro se ha conversado sobre la violencia de género como un producto de la cultura machista. Violencia que se reproduce contra los niños y las niñas en donde la mujer parece quedar atrapada. El conflicto armado genera el 30% por ciento de la violencia en el país, mientras que la violencia intrafamiliar concentra el 70% restante, pero permanece invisibilizada tras la creencia de que “la ropa sucia se lava en casa”.

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Bajo la lógica patriarcal “los hombres tenemos que responder al estigma social de ser los “perros”, ya que entre más mujeres tengamos, más machos vamos a ser. Sufrimos porque nos comparan con animales: Ese hombre es un cerdo!, o ese hombre se cree un gallo!”. Machos afectivos se gesta en la Asociación Afecto, que lleva veinticinco años en el país y que cuenta con una red en Manizales. Su propuesta se enmarca en la defensa de la niñez y en la formación a la familia desde el afecto. En sus orígenes, La Asociación Afecto realiza un Congreso de amas de casa, en el que las mujeres hacen el juramento de la ternura y uno de sus juramentos es no dar cantaleta. Sin embargo, estas mujeres expresan que al llegar a casa continúa el machismo, por más que ellas se hubieran sensibilizado. Dicha queja motiva la necesidad de trabajar directamente con los hombres, alrededor de temas como la intolerancia, el racismo, la xenofobia, el sexismo y la violencia. En este proceso, Javier Omar Ruiz cumple un papel central. Carlos Montoya comenta que para esta época él trabajaba en una unidad de recién nacidos y de ahí surge la idea de realizar el primer congreso de machos afectivos, con la intencionalidad de propiciar ciclos de vida distintos y movilizar un rol más activo y afectivo de los padres. Para ello, profundizan en el papel que cumple el hipotálamo como puerta de entrada a las emociones. Analizan los componentes fisiológicos del afecto: las proteínas, las macromoléculas, etc; las manifestaciones de la ira o las alteraciones de la memoria en los hombres; así como las alteraciones gástricas de colon, la crisis asmática y la depresión en las mujeres, con la claridad de que lo que se haga en la infancia, va a repercutir en la vida adulta. Producto de este análisis, se propone la teoría del estreñimiento emocional, que en el campo de la salud y de la institucionalidad, hace referencia a la “frialdad afectiva” de los médicos. En consecuencia, machos afectivos se traza dos objetivos: 1) educar para la ternura, para la expresión de los sentimientos por parte de los hombres y, 2) permitirse volver a ser niños. Es decir, rescatar el niño interior; bajo la comprensión que ser hombre no es ser más fuerte. Carlos explica: “El niño va corriendo, se golpea, y tiene la lágrima en su ojo, pero inmediatamente le dicen: los hombres no lloran. Siempre nos enseñaron que un paso atrás ni para coger impulso, en cambio nosotros hemos venido trabajando en dar un paso atrás, pues muchas cosas se evitarían si diéramos un paso atrás. Para una verdadera masculinidad, hay que promover la campaña del paso atrás”. 116


El proceso va en expansión. Se han sensibilizado siete mil hombres dentro y fuera del país. Machos Afectivos ha trabajado con militares, policías y conductores en Cali, Bogotá, en el Caquetá, en la costa, en los llanos orientales, en el Chocó, en Guatemala y en el Ecuador donde se realizó un seminario denominado “Ternura pura”. En Alianza con la Asociación Afecto, se ha trabajado desde la ternura, se han realizado “transfusiones de afecto”, en las que en una bolsa de desechos la gente deposita el odio, la rabia y el rencor, y se dispone a recibir con una jeringa de veinte centímetros llena de confeti, amor, ternura y todo lo bueno que deseen. “Yo no creo que haya diferencia de género. Mi tarea como ser humano es la de crear y cuidar la vida. Mi única recompensa es cumplir dicha misión con amor, inmensa alegría, responsabilidad e ilimitada entrega”. A continuación, Carlos Alberto comparte con el grupo el instrumento Machómetro, el cual aplica en sus talleres. Lee algunas preguntas: ¿su hombre levanta la tapa del baño para orinar?, ¿concerta con su pareja cuando quiere tener una relación sexual?, ¿lava los pantaloncillos?, ¿puede tener sexo sin penetración?, ¿le regala flores y chocolates a su compañera aun cuando la ocasión no sea especial?, ¿puede reconocer que otro hombre es bien parecido sin sentir que disminuye su hombría?, ¿Al discutir con su pareja controla sus impulsos para alegar que tiene la razón?, ¿asiste a las reuniones del colegio de los hijos?, ¿comparte con su pareja el manejo del control del televisor?, ¿Cuándo está viendo su deporte favorito le presta atención a lo que dice su compañera?. Afirma que a través de este instrumento se puede saber qué tan machista es un hombre. Si producto de su aplicación obtiene una puntuación muy alta, se le entrega una tarjeta roja con la siguiente frase: “Alerta, el machismo te está produciendo estreñimiento emocional que requiere laxantes afectivos”. Si es medianamente machista se le entrega una tarjeta amarilla que dice: “Advertencia, su nivel de machismo preocupa pero todavía puede mejorar, ánimo la vida le está dando un chanche para hacer cambios con su hombría”. Y si definitivamente, no es un hombre machista se le entrega una tarjeta verde con la siguiente información: “Felicitaciones, eres un macho afectivo, el país y el mundo necesitan más hombres como tú”. 117


Para cerrar su intervención, Carlos Alberto le pide a los hombres del auditorio que se pongan de pie, levanten la mano derecha y realicen el siguiente juramento de machos afectivos, que él lee: “ me comprometo solemnemente a ser atento y con respeto a mi pareja, a no hacerme el fuerte para aparentar hombría, a buscar ayuda cuando pierda el control y me torne agresivo, a estar sobrio los fines de semana para compartir con mi familia, a levantar la tapa del baño al orinar y bajarla al terminar, a una sexualidad más afectiva, comprensiva, amorosa y sin violencia con mi pareja, no me sentiré ridículo por serle fiel a mi pareja, soy macho pero afectivo y me comprometo a ser promotor de la paz, la ternura, el buen trato con mi pareja, mi ciudad, y mi país”. Carlos pregunta: ¿lo juran? y el grupo responde: “Si, juramos”. Pide entonces que entre todos los hombres se den un abrazo.

6. Intervención con hombres y perspectiva de género: asumiendo las masculinidades – sensibilizando varones. Gerardo Hernández – Funvemas, Venezuela Licenciado en educación de la Universidad Central de Venezuela, investigado re interventor social orientado a los buenos tratos en las distintas esferas sociales, con especial interés en proporcionar modelos y referentes alternativos en los contextos sociales contemporáneos, desde la práctica educativa, la reflexión pedagógica, el diseño instruccional, así como por la educación para adultos a partir de la categoría de género y el enfoque de las masculinidades. Es preparador de la cátedra de psicología educativa de la Universidad Central de Venezuela. Es fundador y presidente de Funvemas. Autor de diversidades publicaciones como: “De los estudios de mujeres y el género como categoría orientada a la redefinición del rol del varón”, “propiciando cambios en las masculinidades”, “al sur de todo” y “la construcción de la identidad masculina”.

Gerardo Hernández inicia su exposición manifestando la alegría de estar presente en el Encuentro como hombre venezolano e interesado en el tema de las masculinidades. Considera que hablar de masculinidades implica retomar su experiencia personal y por ende, sus emociones. Resalta la importancia del encuentro como una oportunidad para conversar en torno al trabajo en red. Hacer un ejercicio que pasa por “en‐redarse” resulta más enriquecedor que estar aislado o no tener con quién interactuar, como ocurre en Venezuela. 118


Comenta que hace un año tuvo su primer contacto con el tema de masculinidades desde una perspectiva académica en el Encuentro de Medellín y a partir de allí empezó “a pasar por las manos de colombianos. Tengo que decir, ya he pasado por las manos de Javier Omar y tengo que ser agradecido por eso. Mucho de lo que es mi búsqueda, mi angustia de cómo ser coherente ha tenido lugar a partir de esta experiencia”. Considera que la masculinidad es un asunto de transmisión. “Somos hombres porque lo aprendimos, si queremos ser otra cosa nos la tienen que enseñar”. Para movilizar cambios es necesario reflexionar sobre aquello que propicia el cambio. Acude entonces a la categoría de quiebre, la cual surge de la revisión de la teoría del género: Ningún hombre, ni ninguna mujer va a pensarse y plantearse cambios si no sufren un quiebre. Comparte su experiencia personal para aclarar su tesis: “yo necesité recuperarme de una enfermedad mortal para los varones que es el desempleo y yo creo que ese es uno de los retos más difíciles que tenemos que superar los varones, porque a nosotros nos enseñan a ser productivos. Desde que nacemos nos marcan con la impronta de que los varones tenemos que servir para algo, esta experiencia fue un quiebre en mi vida”. Por lo tanto el quiebre es una categoría que sirve para entender y propiciar la convocatoria de hombres. Gerardo Hernández pregunta al auditorio ¿cuántos hombres jóvenes que recibieron la invitación al Encuentro están presentes porque les interesa, sin que sean ponentes o estén participando en la red? Relata que en Cuba tuvo la oportunidad de presentar un modelo de trabajo con hombres, producto de la invitación que le hicieron algunas mujeres, pero frente al cual casi ningún hombre de la facultad de humanidades se interesó en aplicar o le despertó curiosidad. Por lo tanto, en el trabajo en red se tiene la posibilidad de “pescar hombres” y una forma de engancharlos es invitándolos a conversar sobre los quiebres que han vivido a lo largo de su historia de vida. En segundo lugar, el ponente expone la categoría de Gratitud. Señala que su presencia en el Encuentro y en diversos escenarios de discusión se debe en gran parte a un estado que costeó su formación y participación en un proceso de formación intensiva en Chile como becario. Siente la necesidad de ser corresponsable con sus aprendizajes y compartirlos a otros. Agrega que en ese sentido, la transformación de los hombres va siendo el resultado de esfuerzos colectivos, de esfuerzos institucionales y sociales que trascienden lo que hizo la madre o el padre en el proceso de crianza. Por tanto, la gratitud y la responsabilidad en la transferencia de las experiencias vividas son fundamentales. 119


A continuación, comparte la experiencia de su organización Funvemas (Fundación Venezuela en Masculino, Venezuela en positivo), relatando que esta iniciativa se origina en Medellín Colombia, en el Tercer Coloquio Internacional de Masculinidades. Actualmente Funvemas está conformada por él y su esposa con el propósito de trascender el tema de la violencia y la agresión para promover el buen trato, los modelos positivos de relación y visibilizar lo que los hombres están haciendo con sus hijos, con sus familias. Su interés es ir más allá de la mirada estadística que se concentra en las variables de ausencia o carencia. Afirma: “yo soy testigo de muchos hombres que se levantan muy temprano y llevan a sus hijos con devoción, se preocupan por ellos, familias monoparentales en las que los hombres se dedican a sus hijos con absoluta convicción, lo están haciendo bien. Eso también tenemos que decirlo, hay alternativas que podemos ir descubriendo”. Para darle un poco más de forma a este interés, Gerardo Hernández ha reunido distintos manuales sobre el tema, publicaciones de experiencias de hombres e invita a revisar aportes de teóricos que han avanzado en algunas discusiones tratadas en el Encuentro. Así mismo, considera que un trabajo central es la educación para adultos y no de adultos. Plantea una conexión entre lo que los adultos son y el sistema educativo formal. Los niños al ingresar al preescolar lo primero que observan es que la mayoría de sus maestros son mujeres. Hay muy pocos hombres, quizá algunos en la parte administrativa pero muy pocos asumiendo el papel de educadores o los roles de cuidado. Su invitación es a motivar a más hombres para que consideren la posibilidad de ingresar al preescolar, generando con ello, un balance entre hombres y mujeres educadores/as. También es fundamental impulsar en el sistema educativo venezolano y en el mundial el reconocimiento de esta necesidad. El sistema educativo está lleno de mujeres que actúan como “operarias de la educación”, por eso tiene que evaluarse lo que se está haciendo para que efectivamente desde la escuela se contribuya a la formación de hombres diferentes. Afirma: “Yo me asumo como hombre profeminista, creo que las mujeres tienen mucho que decir en el espacio de las masculinidades, no es un tema exclusivamente de hombres. Llegamos a ser hombres no solamente porque existe un sistema patriarcal, un modelo perverso, somos hombres porque mujeres nos hacen, son corresponsables de lo que terminamos siendo y nos validan”. Por lo tanto, son necesarios espacios comunes de encuentro. Gerardo Hernández cierra su intervención deseando que en algún un momento sea posible trascender el uso de calificativos como: “soy hombre, soy heterosexual, soy venezolano” para definirnos y relacionarnos, de tal forma que el objetivo sea reconocernos como personas, 120


como seres humanos y construir vínculos más cercanos entre los hombres y las mujeres y entre los mismos hombres. 7. La política de género en Diakonía. Cesar Grajales – Diakonia. Filósofo, politólogo y con formación en ciencias religiosas, educador y consultor en temas de cooperación, derechos humanos y paz.

Cesar Grajales inicia su intervención precisando que hablará sobre Diakonía, una organización no gubernamental de cooperación internacional, fundada hace más de 40 años por un grupo de iglesias separadas del culto luterano. Su propósito inicial era brindar ayuda humanitaria en catástrofes naturales, pero con el tiempo se ha convertido en una organización que trabaja en una perspectiva de derechos humanos para acompañar a organizaciones de la sociedad civil y ofrecer apoyo económico en más de 35 países en el mundo. El expositor organiza su presentación alrededor de 4 preguntas: 1) ¿Por qué Diakonia trabaja para incorporar una perspectiva de género e impulsar acciones específicas en perspectiva de género? Desde Diakonia se considera necesario movilizar transformaciones que supriman toda expresión de dominación e injusticia en el mundo, lo cual sólo es posible si se transforman las relaciones entre hombres y mujeres. Por esa razón se incorpora una perspectiva de género. Pero además, decide apoyar de forma concreta, financiera y política acciones que contribuyan a transformar las relaciones entre hombres y mujeres. 2) ¿Por qué Diakonía está interesada en el trabajo sobre masculinidades? Porque dentro del enfoque de transformación de las relaciones entre hombres y mujeres es fundamental abordar el asunto de la transformación de las prácticas, la identidad y la cultura con los hombres, con los niños más pequeños hasta los adultos mayores. Existen evidencias que muestran que la violencia tiene que ver con un modelo hegemónico para interpretar o vivir lo que significa ser hombre. El modelo hegemónico de masculinidad nos afecta a hombres y mujeres. 121


El propósito de Diakonía es transformar la perspectiva de los varones como simples victimarios, para posicionar el planteamiento de que los hombres también se han visto afectados por esa estructura machista y patriarcal, ya que buena parte de ellos no cumplen con las expectativas de ese esquema, pero tampoco existe un deseo generalizado de cumplirlas porque son deshumanizantes. 3. ¿Qué está haciendo Diakonía? Está desarrollando programas de formación específica en género para las organizaciones sociales que reciben acompañamiento. Así mismo, ha impulsado la producción de dos manuales: Un manual para el desarrollo de la perspectiva de género, y un manual que fue diseñado no solo en los términos conceptuales sino con las prácticas pedagógicas que realiza el Colectivo de Hombres y Masculinidades, en particular por Carlos Iván García y Javier Omar Ruíz. Este trabajo es útil para el desarrollo político del Colectivo y de Diakonia, y tiene una pretensión pedagógica al promover una discusión sobre la perspectiva de género. Diakonía como organización de cooperación internacional está interesada en discutir qué significa incorporar la perspectiva de género en todos sus proyectos; por ejemplo, en un proyecto de justicia económica y social. Buscar que al hablar de seguridad ‐que es un tema en Colombia bastante importante‐, se haga desde el punto específico de las diferencias entre hombres y mujeres. Analizar el impacto que tiene la violencia y la inseguridad en los defensores de derechos humanos. Igualmente, Diakonia está comprometida en promover reflexiones sobre lo que significa la participación de las mujeres, las vocerías, la representación política en los espacios de decisión. Analizar las prácticas internas del equipo a través de procesos de formación que involucren la aplicación del manual. ¿Cuál es la actitud de los varones de Diakonia en su relación con las compañeras mujeres?, ¿en el ejercicio de la paternidad? ¿y de la sexualidad? 4. ¿Qué desafíos identifica Diakonía en un futuro cercano, en los próximos años? Cesar Grajales observa un contexto muy resistente al cambio. Los hombres que tienen una línea similar frente al cuestionamiento de un modelo hegemónico son una gran minoría y 122


persiste una cultura dominante sobre la cual es necesario seguir trabajando el asunto del poder y del ejercicio político. Otro desafío se remite a asumir el debate sobre la transformación cultural. Por ejemplo, la cultura de los pueblos indígenas, la cultura de los pueblos afro descendientes, la cultura de las comunidades campesinas. Si bien, existe una discusión frente a que las organizaciones de cooperación no pueden intervenir o interferir en la cultura de los pueblos, en Diakonía se considera necesario abrir un debate acerca de lo qué significa el respeto a la cultura, más, cuando se requiere transformar las relaciones entre hombres y mujeres para garantizar condiciones de justicia y equidad. Para finalizar su intervención, el expositor menciona otros retos: dar continuidad a los procesos formativos, aumentar los recursos para el trabajo concreto en masculinidades, elevar el carácter político de los temas de masculinidad, superar la soledad de los hombres que deciden romper con el paradigma dominante y seguir impulsando espacios de encuentro sobre el tema, con la participación de hombres y mujeres porque es necesario discutir este asunto juntos. Es un asunto social y político de todos. Preguntas y comentarios

Pregunta 1: “En estos países donde tenemos gobiernos tan masculinos nos sentimos contra la pared. En Colombia se ha venido presentando un fenómeno y es que los roles se cambiaron. Los hombres estamos cuidando la casa y las mujeres han tenido que asumir la responsabilidad de trabajar para responder por los asuntos del hogar. ¿Me gustaría como ven los panelistas esta situación de cambio de roles: hombres cuidando a los niños y haciendo las labores domésticas y mujeres asumiendo la responsabilidad económica?” Pregunta 2: “Buenas tardes. Mi pregunta es para Carlos Díaz. ¿Cómo en una sociedad tan machista lograr una transformación positiva para la sociedad cartagenera, de la costa y en el rest0 del país? Intervención 3: “Yo no quiero hacer una pregunta. Quiero nuevamente manifestar esa sensación de alegría y agradecimiento a las personas organizadoras de este encuentro. Gracias a esas personas he tenido la oportunidad de estar compartiendo con ustedes. He quedado maravillada del trabajo que están haciendo los hombres. No tenía ni idea de lo que estaban haciendo. Siento 123


que he tenido que bajar un poco el fusil contra los hombres, siento que quiero darles un abrazo muy fuerte desde mi corazón y los invito a que sigan con el compromiso de transformar estas estructuras y la cultura. Me da un poquito de dolor ver menos hombres que ayer, pero les agradezco que nos hayan permitido a las mujeres estar en este espacio”.

PANEL 6. ALIANZAS Y ENCUENTROS: EXPERIENCIAS NACIONALES Moderación y presentación: Javier Omar Ruiz, Colectivo Hombres y Masculinidades

1. Casos de violencia de género resueltos por la Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Comisión Interamericana. Isabel Agatón – Personería Distrital. Asesora de la Personería Distrital en asuntos de derechos de las mujeres, diversidad sexual y justicia

Isabel Agatón inicia su presentación agradeciendo la invitación a los organizadores e informando que la Personería ha dispuesto la entrega de algunos ejemplares de las memorias de la Cátedra de género y diversidad sexual para los asistentes. Esta cátedra ha sido realizada por la Personería en conjunto con la Secretaría General de la Alcaldía, con el fin de propiciar espacios para discutir en torno a la construcción de la equidad de géneros con la participación de diferentes actores. Puntualiza en la necesidad de seguir realizando este tipo de encuentros con actores que lideren las políticas públicas, que desarrollan acciones para prevenir la violencia contra la mujer, que reflexionan sobre las nuevas masculinidades, que buscan adentrarse en la comprensión de la violencia de géneros; ya que de este modo, estos espacios contribuirán a posicionar la responsabilidad del estado y a incentivar su compromiso en la garantía y protección de los derechos de las poblaciones. La decisión de la Personería de participar en el Encuentro tiene que ver con el interés de evidenciar ciertos hechos ‐producto de prácticas patriarcales‐, que han dado lugar a la vulneración y violación de los derechos humanos, así como a medidas sancionatorias que además de estar dirigidas a los perpetradores, comprometen la responsabilidad de los estados. 124


Isabel Agaton señala en ese sentido, la importancia de que los casos de violencia de géneros lleguen a las Cortes Internacionales, trascendiendo las fronteras de los territorios. Esto es posible gracias al marco normativo internacional y regional que ofrece estrategias efectivas de protección en los países de la región de las Américas. Uno de los instrumentos disponibles para ello es la CEDAW (Convención para la eliminación de todas la formas de discriminación contra la mujer) y otro, la Convención Interamericana para prevenir y sancionar la violencia en contra de las mujeres. Así mismo, El Estatuto de la Corte Penal Internacional y el Protocolo Facultativo Adicional CEDAW, son fuentes útiles de consulta para la doctrina e interpretación de operadores jurídicos y ejecutores de políticas públicas. La trascendencia que tiene llevar casos de violencias de géneros a instancias internacionales radica en el reconocimiento de la violencia de género como una violación a los derechos humanos. Por lo tanto, permite precisar consecuencias concretas para que los estados se comprometan en la formulación de nuevas legislaciones y en la puesta en marcha de procedimientos que garanticen una efectiva protección de los derechos, así como en la modificación de prácticas patriarcales culturales. El caso de María Da Pehna Fernandes, es el único caso resuelto hasta la fecha por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el que tuvieron lugar hechos referidos a violencia de género al interior de la familia y que deriva en consecuencias para el Estado de Brasil, ante la tolerancia a la violencia perpetrada en su domicilio. Isabel Agaton explica que María Da Pehna Fernandes era una prestigiosa docente universitaria, cuya situación económica se encontraba resuelta. Su esposo también era profesor universitario. Después de los 5 primeros años de matrimonio empezaron a presentarse hechos violentos que se incrementaron progresivamente, incluyendo varios intentos de homicidio. María denuncia la situación de violencia vivida a partir del tercer año, pero no obtiene respuesta alguna por parte del estado de Brasil. En una oportunidad su esposo la invita a tomar un baño en la tina de su casa e introduce en ella una plancha eléctrica. Como resultado de este acto, María queda con una paraplejia irreversible. Aunque se denuncian los hechos, su esposo sigue gozando de libertad. No se efectúa ningún arresto, ni se inician investigaciones por parte del estado. En consecuencia, una Organización No Gubernamental de Derechos Humanos con carácter consultivo ‐que puede presentar casos ante Cortes Internacionales‐, documenta el caso en el marco de la Convención Interamericana de Derechos Humanos y lo lleva a conocimiento de la Comisión, con el objetivo de obtener como fallo la tolerancia del estado brasileño frente a la violencia perpetrada en su domicilio, argumentando que esa tolerancia es la causa de la 125


violencia sistemática sufrida por María Da Pehna Fernandes, que culmina en tentativa de homicidio. La Comisión Interamericana estudia el caso en el marco del siguiente principio: “no evitar un daño equivale a producirlo”. El caso de María Da Pehna Fernandes es valorado como una violación a los derechos humanos, originada en la violencia de género; causada no solo por el particular sino por el estado brasileño, quien al no utilizar un recurso legislativo y penal oportuno y efectivo, mantiene esta situación de vulneración de derechos en la impunidad por más de 15 años. Esta sentencia visibiliza la responsabilidad del estado en los actos de vulneración de derechos y en esa medida constituye ‐como lo señala la ponente‐, una oportunidad emancipadora para la población en general y para las mujeres en particular, por cuanto genera obligaciones concretas de parte de los estados para remediar, sancionar y prevenir la repetición de estos hechos. En el caso de María, la Comisión obliga al estado de Brasil a sancionar de manera eficaz la violencia adoptando las siguientes medidas: 1) capturar al agresor, emitiendo una orden de arresto e iniciando el respectivo proceso jurídico; 2) implementar alternativas de no repetición de los hechos ocurridos y 3) definir una legislación eficaz que permita prevenir, remediar y sancionar episodios de violencia de género. En respuesta a la Sentencia de la Corte, el estado brasileño sanciona la Ley María Da Pehna Fernandes con un sentido simbólico importante: visibilizar públicamente este hecho con el mensaje de garantía de no repetición, evitando con ello que su caso quede en el olvido. De igual forma asigna a la victima una adecuada reparación material. Isabel Agaton concluye su presentación ratificando que a la fecha es el único caso de violencia de género al interior de la familia que ha llegado a conocimiento de un órgano de carácter internacional y por lo tanto, representa un paradigma y ejemplo en el uso del derecho que trasciende las fronteras.

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2. La experiencia de la CampañaLazo Blanco, Bogotá – Medellín. Román Alexis Huertas– Colectivo de Hombres y Masculinidades, y Hernando Muñoz – Movimiento de hombres de Medellín Román Alexis es pedagogo, presidente del Colectivo de Hombres y Masculinidades y Hernando Muñoz es docente, investigador de la Universidad de Antioquia, licenciado en administración educativa, trabajador social y miembro de la Junta Directiva de Colombia Diversa.

Román Alexis Huertas manifiesta su interés de compartir la experiencia de la campaña Lazo Blanco como un esfuerzo conjunto realizado a nivel mundial por los hombres, con el fin de contribuir a la erradicación de cualquier forma de violencia contra las mujeres. La campaña que nace en Canadá en 1991, llega a Colombia en el año 2004 de la mano de la Agencia de Naciones Unidas y se consolida como una estrategia para invitar a hombres a reflexionar y sumarse a este propósito. En Bogotá, la campaña se estructura a través de 3 comités: un comité que se encarga de establecer relaciones y alianzas con instituciones, otro que tiene como finalidad convocar a personas con algún grado de reconocimiento social para que se sumen a la iniciativa de difundir el mensaje del lazo blanco y, un tercer comité de carácter académico, que diseña e implementa los procesos de sensibilización, capacitación y difusión con las comunidades de Bogotá. Dentro del proceso de articulación y gestión, Román Huertas menciona tres alianzas significativas: La primera, con la oficina de Política Pública de mujer y géneros de la Alcaldía y con el Instituto de Recreación y Deporte; la segunda, con instituciones educativas de diversas localidades del Distrito, que desde su currículo estaban posicionando el tema de género y vieron pertinente la necesidad de abordar la pregunta por las masculinidades con los estudiantes por los altos niveles de violencia escolar; y la tercera, con campañas similares que tenían como punto de encuentro el objetivo de erradicar la violencia contra las mujeres: la campaña impulsada por la política de mujer y género del Distrito, la Campaña de ciudades seguras de UNIFEM y el Rostro de la Violencia de la Red de mujeres. Con estas campañas se conformó un bloque estratégico para trabajar en todas las localidades de Bogotá en los eventos públicos y de convocatoria masiva, como el Festival de Verano, Rock al parque, Salsa al parque, Opera al parque. Se buscaba invitar a los hombres a cuestionarse frente a la responsabilidad que tienen en el ejercicio de la violencia. 127


En ese sentido la articulación se logró en tres niveles: 1) en el trabajo comunitario donde se han involucrado movimientos de mujeres y grupos feministas; 2) en las instituciones locales, colegios, juntas de acción comunal y otras organizaciones que tienen presencia en los barrios; y 3) con instituciones distritales como la Alcaldía Mayor, instituciones de salud, oficina de políticas de género. Frente a las apuestas actuales de la Campaña, Román Huertas menciona: 1) Continuar realizando procesos de formación, capacitación y sensibilización con las comunidades en temas de violencia de géneros y masculinidades. 2) Identificar las organizaciones comunitarias que se encuentran cercanas al tema y tienen presencia en lo local. 3) Visibilizar las necesidades de trabajar con hombres en las instituciones que tienen competencia y responsabilidades misionales. Finaliza su presentación explicando que en Bogotá se hizo un ejercicio con jóvenes. Actualmente estos jóvenes se encuentran sensibilizados, capacitados y dispuestos a replicar este mensaje. La tarea de Lazo Blanco es potenciar este ejercicio, acompañar a los grupos emergentes que nacieron desde su propia iniciativa y que van avanzando de manera autónoma. A continuación, toma la palabra Hernando Muñoz, quien comparte la experiencia de la Campaña Lazo Blanco en Medellín, enfatizando en primera instancia, en la importancia de la alianza entre el movimiento de jóvenes de Bogotá y la propuesta en Medellín, que nace en 2005 al cierre del seminario de masculinidades. Entre los principios que han orientado la Campaña de Lazo Blanco en Medellín Hernando menciona: el compromiso de los hombres a no ejercer, permitir o a ser indiferentes frente a cualquier tipo de violencia en contra de la mujer y en consecuencia a denunciarla. Afirma que los demás principios de la Campaña han sido mencionados previamente por Román Huertas. Cierra su intervención puntualizando en los siguientes aspectos: 1. Las acciones de comunicación para incidir en la vida social. Se han constituido alianzas con los canales regionales y con la radio de Bogotá para realizar el lanzamiento de la campaña. Las campañas son acciones políticas y es necesario vincular en éstas a los gobernantes. 128


2. La vinculación de figuras públicas con reconocimiento social a la campaña. En Medellín se ha trabajado con la actriz Alejandra Borrero y con el músico Cesar López desde su propuesta de la Escupitarra. Con ambos se han llevado a cabo conversatorios y a Cesar particularmente se le ha invitado al costurero de hombres. Otro aliado significativo ha sido el Museo de Antioquia. 3. El carácter público de la campaña. “Lazo blanco no es de nadie, es de todos! Toda la ciudad la puede utilizar, no podemos esperar plata porque no nos la darán! Se trata de pensar este ejercicio como profundamente político. E insisto, los hombres tenemos que hacer estas cosas, las mujeres nos pueden acompañar en muchos momentos, pero esto nos toca a nosotros es nuestra responsabilidad”.

3. Sin territorios vedados. Douglas López – Corporación Opción Colombia Arquitecto, terapeuta social y magister en desarrollo educativo y social. Su experiencia se orienta al trabajo con el tercer sector. Miembro del Consejo Directivo de la Corporación Opción Colombia. Docente de la cátedra de gerencia de proyectos sociales de la Especialización en Salud Familiar de la Universidad de los Llanos. Su interés investigativo lo desarrolla en el marco de la formación del sujeto político.

Douglas López inicia su intervención explicando que Opción Colombia propone un trabajo que pretende ser integrador y que busca la construcción a partir de la diferencia. Por eso en el marco de las discusiones que se han venido generando en la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas, y como representante de su organización, manifiesta el interés de mantenerse como defensor del trabajo colectivo y de la integración de diferentes perspectivas. Contextualiza su presentación en evidenciar las realidades posibles, entendiendo la realidad como un elemento que se construye a partir de la interpretación. Desde esa interpretación, las personas pueden encontrarse con territorios, sin territorios, con vedados, sin vedados y con una serie de posibilidades que surgen a partir de la posición que cada persona tiene.

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A continuación, explica brevemente que Opción Colombia es una organización de 18 años que ha trabajado la mayor parte del tiempo de forma directa con estudiantes universitarios en todo el país, a través de una propuesta denominada “experiencia semestral” ó “hacer opción Colombia” que consiste en viajar a un municipio del país, enfrentándose en muchos casos a contextos controlados por grupos paramilitares, guerrilleros o de mafia. De esta forma, Opción Colombia busca acercar a los estudiantes a la realidad del país a partir de la vivencia propia. Esta experiencia les ha permitido a los universitarios en sus últimos años de formación académica, aumentar sus niveles de conciencia e incidencia política. Opción Colombia cuenta actualmente con 4.800 “opcionistas” interesados en contribuir a la transformación de situaciones de violencia que se presentan en Colombia. Douglas López comenta que en una época Opción generó alianzas hasta con 49 Universidades de diferentes regiones del país, lo que le ha permitido contar con 7 líneas de acción que operan bajo la premisa de construir a partir de la diferencia. Para desarrollar su ponencia, la contextualiza en el marco de su experiencia personal. Afirma: “no podemos hablar de una cosa distinta a la que vivimos, hablamos desde nuestras experiencias y validamos las de los otros a partir de las nuestras”. Considera que las personas están marcadas por la cultura y que a su vez las actuaciones y relaciones que establecen con otros/as también generan marcas culturales que permiten mantener una estructura y unos dispositivos de poder y a su vez, transformarlos. La perspectiva hegemónica demuestra cómo la cultura ha asignado unos determinados roles a hombres y mujeres que definen unos modos particulares de relación entre éstos. La cultura concibe a los hombres de una misma manera, como lo hace con las mujeres. Desde estos roles es posible explicar las estructuras matriarcales y patriarcales. Douglas López afirma que estamos viviendo “la crisis de los roles” que hace referencia a una validación de la lógica patriarcal. Lo que ocurre según su perspectiva, es un desplazamiento de lo patriarcal. Los movimientos feministas de primera generación expresan un deseo por asumir los roles masculinos, generando que ciertos campos se vuelven desiertos, mientras que otros adquieran una sobrepoblación. En ese sentido, se pregunta ¿qué es lo patriarcal en 130


realidad, cuando se han definido estos parámetros de desplazamiento bajo un paradigma de la conquista de derechos, o de dinámicas de conquista que transforman los ámbitos colonizados? Esta pregunta pone sobre la mesa las formas hegemónicas de ejercicio del poder nominadas como “seducción” o “persuasión”, así como aquellas asociadas al uso de la corporalidad, en el marco de las alianzas y los encuentros con otros. El ponente señala, que particularmente se siente más a gusto con la “seducción”. Sin embargo, sitúa todas estas formas de poder como propias de una estructura cultural. Otras formas que pueden ser denominadas desde “un calificativo más perverso” son la amenaza, la imposición y la manipulación emocional. Dinámicas que generan una forma de relación cultural que permea no sólo las relaciones entre los géneros, sino en general la dinámica social, colectiva e inclusive organizacional. Esto conlleva a una serie de agendas ocultas en el ámbito de las dinámicas organizacionales, que corresponden a formas de ejercer el poder no necesariamente visibles, ni transparentes. En la conquista de los campos ‐entendido el campo como el escenario donde se desarrollan las relaciones‐, existe una configuración diferencial de las reglas de juego. Los hombres no se relacionan con otros hombres de la misma forma como lo hacen cuando conversan solo con mujeres o cuando hay niños presentes o cuando no lo están. La forma de relacionarse está mediada por el campo y el contexto en el que se desarrolla. No es lo mismo sostener esta conversación en la Catedral Primada de Bogotá, que tenerla en un coliseo. Hay elementos que modifican el campo y ese campo en el ámbito de lo patriarcal y de lo matriarcal se ha ido fusionado con la conquista de derechos, lo que lleva finalmente a un proceso de transformación de los campos mismos. Douglas López explica: “nosotros los hombres nos encontramos con otras cosas cuando conquistamos un campo. Algunos hombres mencionan en los talleres que la cosa antes estaba muy equilibrada y que ahora no es así. De hecho hay posturas que manifiestan que el feminismo de primera generación le ha causado más daños a la mujer que lo que el hombre le ha producido durante muchos años”. Afirma: el problema no es de hombres o mujeres, sino que se trata de un problema cultural. Por lo tanto, si lo que se pretende es transformar la cultura, uno de los elementos a tener en cuenta en las sesiones de trabajo son los roles asignados. Para ejemplificar su propuesta, hace referencia a su experiencia como padre y señala que ese ámbito por ejemplo, se convierte en un territorio vedado para los hombres “no porque no seamos capaces de ser padres o de brindar afecto, sino porque somos contemplados desde paradigmas cotidianos en los que hay asignaciones a roles femeninos y masculinos que limitan ciertos aspectos”. 131


Si bien, las posiciones no decretan el poder, es difícil eliminar de las representaciones sociales de las personas esta creencia. Se pregunta ¿cómo decirle a una señora que no es el presidente de la republica el que le va a solucionar su problema o que el policía no va a venir a solucionarle el problema? Transformar la dinámica del ejercicio de poder parte de comprender el poder. En una investigación realizada con la Alcaldía de Villavicencio y con la Universidad de los Llanos se realizó una revisión sobre el concepto de familia desde la legislación nacional, encontrándose que la familia es definida como el núcleo de la sociedad, constituida por un hombre y una mujer. Bajo esta concepción Douglas López cuestiona que no es posible constitucionalmente que se conforme una familia diferente y en consecuencia, que es difícil proteger una familia que no cumpla con estos parámetros. En el artículo siguiente el marco normativo describe que la mujer y el hombre tienen igualdad de derechos y oportunidades y, que la mujer no podrá ser sometida a ninguna clase de discriminación. Douglas resalta como importante esta aclaración, pero se pregunta por el lugar del hombre. Agrega, que esto hace parte de las dinámicas de conquista y colonización. Cuando la mujer avanza en el ámbito del reconocimiento de sus derechos aparecen este tipo de elementos que empiezan a invisibilizar el campo conquistado o aparece otro elemento como este: el estado apoyará de manera especial a la mujer cabeza de familia. Sin embargo, alerta que muchos hombres cabeza de familia se encuentran ante una barrera para recibir apoyo del estado. Concluye su intervención señalando dentro de los retos para constituir alianzas que es necesario tener en cuenta el marco cultural, trabajar para superar el miedo y la desconfianza, dejar de lado los protagonismos, trascender el auto elogio y, considerar que las redes y las organizaciones son perecederas.

4. Experiencias en la promoción de nuevas masculinidades. Gelbert Sánchez – Taller Abierto, Cali Gelbert tiene 40 años. Se describe como un hombre heterosexual, bisexual y homosexual. Es circuncidado. Es administrador de empresas, con especialización en Salud Ocupacional, lleva 12 años trabajando en el tema de masculinidades. Trabaja con la Secretaría de Salud de Cali.

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Gerbert Sánchez inicia su intervención aclarando que no es conferencista, sino facilitador y que desde ese lugar buscará compartir la experiencia de trabajo de 10 años en los 15 minutos destinados para el ejercicio. Dice que realizará algunas preguntas a hombres y mujeres del auditorio y les pide que respondan rápidamente. Invita al grupo a dejar de lado sus “cartones académicos” para permitirse vivir este espacio en su condición de seres humanos. Como parte de la contextualización, explica que Taller Abierto es una entidad que funciona en Cali desde hace 17 años. En sus inicios, su trabajo estuvo orientado a mujeres cabeza de familia en el empoderamiento de derechos humanos y modelos de crianza. Luego, reconoció la importancia de involucrar toda la familia en los procesos de formación: a hombres, niños y niñas. Plantea que el propósito de los procesos pedagógicos debe estar dirigido a fortalecer al ser humano como hombres y como mujeres. Agrega que actualmente y desde hace cinco años, Taller de Vida realiza un trabajo sobre masculinidades y VIH con la comunidad indígena Wayuu en la Guajira. A continuación, Gelbert Sánchez comparte una experiencia realizada por Taller de Vida hace 8 años en conjunto con la Secretaria de Salud municipal, cuyo objetivo era fortalecer el trabajo con hombres desde las masculinidades. Señala que se trataba de una propuesta ambiciosa porque su énfasis estaba centrado en la cobertura: llegar a 1.000 hombres. La pregunta crucial en ese entonces era ¿cómo convocar a 1.000 hombres a participar de este proceso? Para lograrlo, establecieron alianzas institucionales, enviaron cartas a los hombres hablando de la importancia de la paternidad; pero, en los talleres quienes llegaban eran las mujeres enviadas por sus compañeros. Invitaban a hablar a los hombres de la política y nuevamente las asistentes eran mujeres. Proponían el tema del hombre y la sexualidad, pero llegaban las mujeres bajo la creencia de que eran ellas quienes tenían que asistir a estos espacios a aprender, pues los hombres ya sabían de estos temas. Ante la ausencia masiva de los hombres, aparece nuevamente la pregunta: “¿Cómo lograr que los hombres lleguen a estos espacios?, cómo engancharlos?, cómo atraparlos?” Gelbert Sánchez pregunta al auditorio femenino: ¿Cuándo las mujeres se reúnen en grupo de qué hablan? Algunas respuestas son: “de los hombres”, “de las mujeres”, “de sexualidad”. Le 133


pregunta a un hombre, quien responde: “de muchas cosas: de la ropa, de la pareja, del trabajo, de los hijos”. A continuación pregunta a los hombres: ¿Cuándo nosotros los hombres nos reunimos, de qué hablamos? Algunos responden: “de fútbol”, “de política”, “de mujeres”, “de sexo”. A partir de esta pregunta Taller de Vida identifica un tema que convoca al hombre: el sexo. Se propone entonces, una alianza estratégica con medios de comunicación en Cali, ubican pasacalles en sitios estratégicos de la ciudad con el siguiente mensaje: www.sexoencali.com y reparten volantes a unos 50.000 hombres. Gelbert afirma que más de 10 mil personas llegaran al chat para hablar abiertamente de sexo y de éstas por lo menos el 75% son hombres. A partir de esta convocatoria, se realizan talleres con temas como “100 posiciones para que usted aprenda a hacer feliz a su pareja”. A esta invitación acuden 70 hombres que dejan en casa a las mujeres y a partir de allí se inicia el trabajo. Gelbert Sánchez dice: “nosotros los hombres somos penetradores de nacimiento y nos han inculcado que nacimos para no decirle NO a ninguna vagina, a ningún ano y a cuanta cosa se nos atraviese, porque eso nos revalida como varones”. Explica, se trataba por tanto de “atrapar” a los hombres desde el tema sexual para abordar en este espacio otros temas como lo social, lo familiar, lo político. Este espacio permitió “encontrar hombres llenos de dolor escondidos detrás de su pene, en aquello que categoriza a los hombres como tales, hombres que habían castrado sus sentimientos”. Pregunta nuevamente al auditorio, ¿qué pasaría si frente a la invitación de una mujer atractiva a tener relaciones sexuales, el hombre responde que no está preparado para aceptar esa invitación?, “¿qué podría responder la mujer?: ¡eres gay!”. Con esta pregunta se pone en entredicho la virilidad. Agrega, pero si el hombre presionado socialmente acepta la invitación, pero no logra tener erección, la confrontación con su identidad masculina es aún mayor. “¡cómo es que a ese hombre tan simpático no se le paró!, ¡no es hombre!”. El expositor llama la atención frente al imaginario social que reduce la masculinidad a la genitalidad y refiere que el trabajo de Taller de Vida se ha concentrado en desmontar este imaginario. 134


Luego explica que su presentación inicial como heterosexual, bisexual y homosexual tenía como intención llamar la atención del auditorio frente a esa necesidad cultural que tienen los hombres de reafirmarse como varones, como machos, a partir del ejercicio de su sexualidad. La hombría tiene que estarse demostrando permanentemente. A los hombres se les bombardea con mensajes como “trabaje duro”, “sea responsable”, “a los 30 años sea independiente”, “tenga una buena mujer”, “tenga muchos hijos”, “tenga casa, carro y beca”. Agrega: “ya tengo 40, no tengo casa, no tengo mujer. En conclusión: soy marica!!! Eso es lo que dice la gente”. Esta es una gran carga cultural que llevan los hombres a cuestas porque temen no poder cumplir con el mandato social. De ahí que el trabajo de Taller de Vida se concentre en la resignificación, en la reformulación de ese mandato social, propiciando encuentros entre los hombres para hablar de otros temas, como por ejemplo el dolor, el miedo, la familia, la sexualidad, la paternidad, el trabajo y la no violencia. El sexo es el gancho. Taller de Vida utiliza una estrategia metodológica de intercambio cultural, revisando cómo han sido los hombres históricamente y hasta donde es posible llegar con esos modelos impuestos. Propicia encuentros vivenciales desde el no juzgamiento, que dan lugar a la expresión de emociones e invita a construir acuerdos de compromiso para la transformación. También se realizan espacios de diálogo intergéneros e intergeneracionales. Finalmente Gerbert Sánchez concluye su presentación con la siguiente tesis: “yo no puedo modificar mis comportamientos si no reconozco que soy violento”. Por lo tanto invita a mirarse a sí mismo y a reflexionar sobre el propio modo de actuar, para que los cambios comiencen a darse posiblemente a mediano y largo plazo.

5. Colectivo de nuevas masculinidades. Oscar Andrés Castillo Saenz ‐ Universidad Industrial de Santander Estudiante de Trabajo Social de la Universidad Industrial de Santander. El Colectivo se conformó hace 2 años aproximadamente. Actualmente cuenta con 15 estudiantes de trabajo social entre los 18 y los 25 años. El Colectivo ha trabajado con población en situación de desplazamiento, ha participado en marchas los 25 de noviembre y ha participado en la formación de líderes en el tema de masculinidades. Es el único colectivo que suscribió la Convención Iberoamericana de los derechos sexuales y reproductivos.

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Oscar Andrés Castillo saluda al auditorio y comenta que presentará la experiencia del Colectivo Nuevas Masculinidades de la Universidad Industrial de Santander en sus dos etapas: como proyecto y como proceso. Afirma que como proyecto, el Colectivo nace en 2008 producto de una alianza entre ACNUR, la Universidad y el Colectivo Hombres y Masculinidades, dirigida a la formación de 30 estudiantes hombres de la carrera de Trabajo Social, en temas de género y masculinidad, con el fin de capacitarlos para trabajar posteriormente en Bucaramanga, Santander y la zona del Magdalena Medio, en estos temas. En el marco del proyecto, se nombra un coordinador estudiante, que actualmente no está vinculado al proceso porque se graduó y se encuentra trabajando en otros temas. Él era el encargado de convocar a los estudiantes a participar, como un requisito de formación. A partir de este proyecto, el Colectivo comienza a concebirse como un proceso y en articulación con una ONG local, inicia su trabajo directo con comunidades, en especial, con un grupo de jóvenes, niños y niñas en situación de desplazamiento. Este tránsito de proyecto a proceso se da producto de algunas reflexiones que empiezan a surgir en el grupo. Oscar Castillo explica, que profundizan en la cultura machista de la región santanderiana, lo cual genera resistencias y temores en algunos jóvenes que se niegan a vincularse al proceso, pues sienten que el grupo es de homosexuales. A pesar de las críticas y presiones sociales, logran consolidarse como un equipo unido y empático, que aporta a las necesidades de la región. Finalizada la financiación y el acompañamiento técnico del proyecto, el Colectivo sigue adelante reformulando su plan de acción. Oscar explica que durante varios meses estuvieron analizando cuál sería su objetivo y campo de acción. Deciden abrir el grupo y vincular a compañeras mujeres cercanas al proceso y a otras personas que se sentían atraídas por el tema y dar continuidad a las actividades académicas y de formación. Como resultado del proyecto y de las acciones realizadas, el Colectivo comienza a ser reconocido en Bucaramanga y por ende, a ser invitado a participar en algunos espacios. Obtiene trabajo con algunas ONG’s y participa activamente en la conmemoración del 25 de noviembre, Día internacional de la No Violencia contra la Mujer, a través de campañas en la Universidad con mensajes de NO VIOLENCIA. 136


Dentro de las proyecciones del Colectivo, Oscar Castillo menciona la formación conceptual de sus miembros, la promoción y divulgación de sus mensajes, la importancia de acompañar los procesos de organizaciones de derechos humanos o feministas desde un compromiso ético y político, la articulación con entidades que fortalezcan su plan de acción y la participación en escenarios como estos para darse a conocer, compartir su experiencia y aprender de otras. 6. Aportes de los niños, niñas y adolescentes al Encuentro

Introducción: “Buenas tardes a todos y a todas. Esperamos que les haya ido muy bien en estos tiempos. Nosotros y nosotras estábamos abajo en el primer piso. Algunos y algunas tuvieron la oportunidad de asomarse y encontrarse con las palabras de los niños y niñas. Queremos decirles que los niños, las niñas y las adolescentes pertenecientes a algunas organizaciones como Fundación Crecer Unidos, Casa Taller San Martín, Colectivo Antrax, Colectivo Fenix, Colectivo camino de Aethos, Comedor Bosques de Meriland están presentes como sujetos políticos, como sujetos de derechos y en eso, queremos hacer muchísimo énfasis. Hemos conversado sobre los mismos temas que ustedes han conversado en este espacio. Por eso, están haciendo presencia con sus voces, sus pensamientos y sus creaciones hechas propuestas. Con ello, los niños y niñas ejercieron el derecho a la participación, entendido como hacer parte de, opinar, construir y tomar decisiones. Con ello, queremos decirles también que hubo también quien decidió quedarse en el camino, hubo quien decidió entrar e irse de este planeta que van a conocer, pero eso también hace parte de decidir y participar. El juego, el arte como lenguaje de expresión y como un elemento político, se hacen aquí presentes. Por eso, queremos decirles que estos viajeros y viajeras han venido desde muy lejos, para compartir con sus propias palabras, desde sus propios pensamientos lo que significa ser niños, niñas y adolescentes”.

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“Un mundo chévere” “Había una vez unas pócimas que eran la solución a los problemas de los niños y niñas. Para poder tomar esas pócimas había que hacer un viaje muy largo. En ese viaje se encontraron muchos seres mágicos como hadas, duendes y la mejor niña llamada Griselda. Ella tenía las pistas para encontrar las pócimas mágicas. En ese camino, cada uno se tomó su pócima y comenzaron a soñar que otro mundo era posible, donde los hombres masculinos y las mujeres femeninas vivían tranquilos para siempre. Estas son las pócimas:  No a la violencia  No al maltrato  No a la explotación  No a la desigualdad  No a la injusticia  No a la pobreza  No a la mentira  No al robo  Respeto” Enseñanzas del nuevo planeta: “Los niños, las niñas, los adolescentes y las adolescentes del Mundo Loco, pensamos que una Declaración es:  Decirle a una niña que si quiere ser su novia  Declarar una idea, un acuerdo para que se pueda convertir en ley En el Mundo Loco mandaban los egoístas. Los hombres y las mujeres son infieles entre sí. Los hombres pensaban que podían hacer todo, solos. Pero un día, los niños y las niñas le propusieron a los hombres y mujeres del Mundo Loco, que sería mejor vivir con los siguientes compromisos: 138


   

Que los hombres y las mujeres tengan los mismos derechos Que las niñas se les declaren a los niños que son tímidos Que los hombres y las mujeres tengan la misma fuerza y compartan los poderes Que todos y todas expresen sus sentimientos sin pena

En el Mundo Loco hay redes de comunicación como el internet. Nosotros los niños y las niñas proponemos que:  Hayan redes de tele transportación, con la voz delgada pero resistente  Con mucha energía, con potencia  Con corriente de sonido Escúchese, piénsese, multiplíquese y cúmplase!”

Reflexiones que estimulan próximos encuentros… A continuación, se presenta a manera de síntesis de los paneles 5 y 6 algunas ideas centrales desarrolladas por los y las ponentes, que aportan al trabajo en masculinidades y a la discusión sobre la constitución de alianzas y redes para la consolidación de la equidad de géneros, que el Encuentro propone: Propósitos y objetivos comunes Es fundamental enmarcar la reflexión sobre las masculinidades, en un propósito amplio y abarcador: aportar a la transformación de las relaciones de poder inequitativas entre hombres y mujeres, que sustentan las expresiones de dominación e injusticia en el mundo. Esto implica definir líneas de acción orientadas a:  

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Prevenir, erradicar, rechazar abiertamente y denunciar todas las formas de violencia que tienen su origen en las diferencias de géneros. Incidir en los patrones de crianza y socialización que legitiman y reproducen los estereotipos de géneros y proponer en su lugar, una educación basada en la ternura y expresión de las emociones. Evidenciar los impactos negativos que el sistema patriarcal ha producido tanto en las mujeres como en los mismos hombres y en la naturaleza. Romper con la ecuación que iguala a los hombres con el ejercicio de la violencia y en cambio, posicionarlos como sujetos responsables, partícipes de la construcción y 139


   

transformación social. Visibilizar y potenciar las contribuciones que los hombres desde diferentes lugares y escenarios hacen a estas transformaciones: como padres, parejas, amigos, hijos, maestros, compañeros de trabajo, etc. Apostar a la construcción de una cultura de paz, a la promoción del buen trato y a la visibilización e intercambio de buenas prácticas relacionales entre hombres y mujeres. Instalar la pregunta por el tipo de hombres y mujeres que queremos ser. Transformar a partir de la vivencia misma –y no solo desde los discursos-, los imaginarios y paradigmas que legitiman el mandato social de lo que significa ser hombre. Propiciar ejercicios de autoreflexión y cambio personal y relacional al interior de las mismas organizaciones y redes, incidiendo en las prácticas cotidianas de ejercicio del poder.

Frentes de acción Las posibilidades de acción en el marco de estos propósitos, son múltiples y diversas. Aquí se presentan sólo algunas de ellas, teniendo en cuenta la importancia -resaltada durante el Encuentro- de concebirlas como procesos que requieren continuidad y acompañamiento en el tiempo: 

 

  

Creación de espacios de encuentro entre hombres, que favorezcan la construcción de confianzas y por consiguiente, el abordaje de temas como la paternidad, la sexualidad, la salud, la familia, el trabajo, la noviolencia –entre otros-, a partir de ejercicios que combinen metodologías vivenciales, participativas y reflexivas. Creación de espacios de encuentro e intercambio entre hombres y mujeres. Pronunciamientos en el espacio público a través de movilizaciones, marchas ó puestas en escena (desnudos) con mensajes claros, contundentes e impactantes que den cuenta de formas alternativas de habitar el mundo desde la masculinidad. Generación de alianzas con medios de comunicación locales, regionales y nacionales, para la realización de campañas de alto impacto. Involucramiento y compromiso de gobiernos locales y municipales en la participación de ejercicios de visibilización pública (marchas, caminatas, campañas, etc). Articulación de propósitos, esfuerzos y recursos con instituciones gubernamentales y no gubernamentales interesadas en la construcción de la equidad de géneros, para potenciar los impactos esperados. Construcción de propuestas con las comunidades de base, organizaciones sociales e instituciones educativas a partir de sus intereses, experiencias y la lectura de contexto y realidad social. Acompañamiento de colectivos juveniles de hombres, que se crean como iniciativa propia de las comunidades o que resultan de otros procesos, para impulsar su sostenibilidad y fortalecimiento. 140


Generación de espacios pedagógicos, reflexivos, de autoevaluación y autocrítica al interior de las organizaciones sobre el ejercicio del poder y el establecimiento de relaciones basadas en la equidad en las prácticas cotidianas y en las alianzas con otras organizaciones.

Enfoques metodológicos en las propuestas de trabajo Existe un consenso entre los y las ponentes tanto de estos dos paneles como de paneles anteriores, frente a la importancia de enmarcar los procesos pedagógicos con hombres, en enfoques metodológicos que:      

 

Favorezcan la vivencia y experimentación directa. Atenúen el discurso y la racionalidad, posibilitando la expresión de otras dimensiones: corporal, emocional, espiritual, relacional. Conciban el cuerpo como el “territorio mismo de la acción humana”. Permitan aprender en el hacer. Favorezcan una conexión con la historia de vida personal. Suspendan el enjuiciamiento o la crítica y en su lugar, permitan visibilizar, transformar y resignificar las creencias, imaginarios y estereotipos presentes en la cultura, que legitiman el uso de las violencias por razones de géneros. Estimulen la emergencia de lenguajes expresivos alternativos como el graffiti, la música, el juego, la danza, el arte urbano, el teatro, entre otros. Se amparen en el reconocimiento de saberes y experiencias y, en esa medida, favorezcan la construcción colectiva.

Estrategias de convocatoria Una de las preguntas formuladas que mayor contundencia tuvo en estos dos paneles, hace referencia a la convocatoria: ¿cómo convocar a los hombres a participar en estas propuestas?, ¿cómo motivarlos?, ¿cómo engancharlos? Previamente en el panel 2, Juan Guillermo Figueroa había planteado esta dificultad, mencionando algunas estrategias de convocatoria que terminaban atrayendo la atención de las mujeres más que de los hombres, del mismo modo, lo señala en su exposición Gelbert Sánchez de Taller de Vida. Algunas propuestas que los y las ponentes recomiendan son:  Convocar a partir de los temas que atraen a los hombres como el sexo, el futbol, los

juegos de video y desde allí, introducirlos en otros temas.  Acudir a los lugares de encuentro habituales o “naturales” de los hombres: la calle, la esquina, la tienda, el billar, la cancha de futbol, el bar y, en medio de estos escenarios proponer los temas de conversación. 141


 Escuchar las historias y versiones de los hombres sin enjuiciarlos, ni estigmatizarlos como

victimarios o sujetos violentos.  Acudir a la categoría de “quiebre”. Es decir, a los momentos de la historia vital de los hombres en los que se han cuestionado su identidad masculina y se han preguntado ¿Qué significa ser hombre? Participación de hombres y mujeres Finalmente, a lo largo de estos dos paneles se presentan dos posiciones en tensión, que requieren ser analizadas con mayor profundidad en posteriores encuentros. De una parte, si bien se considera que las mujeres pueden apoyar estos procesos, se ratifica la importancia de que sean los hombres quienes lideren y conduzcan el ejercicio de pensarse sobre las construcciones hegemónicas de la masculinidad y sus impactos en las relaciones intra e intergéneros, proponiéndose espacios específicos de trabajo para los hombres. De otra parte, se expresa con contundencia la importancia de trabajar conjuntamente con las mujeres la construcción de la masculinidad, en tanto son las mujeres y hombres quienes educan a sus hijos varones y si no se resignifican las creencias, imaginarios y estereotipos culturales que están a la base de los patrones de crianza, por más que se trabaje con los hombres, el sistema patriarcal se conservará.

TRABAJO EN GRUPOS Comisión 1 – Declaración de Río de Janeiro Presentación y moderación: Douglas Mendoza y Jhon Jairo Pinzón

Las siguientes son algunas de las estrategias propuestas en esta comisión para promover la difusión de la Declaración de Río de Janeiro así como el enriquecimiento de sus contenidos a partir de realidades propiamente colombianas:  Existe una triple condición de discriminación en Colombia que debe ser atendida: ser mujer, negra y en situación de desplazamiento.  Es fundamental tener en cuenta el trascendental papel que juegan los medios de comunicación, pues es un hecho que nadie desconoce, que el impacto social sobre las masculinidades, es mayor si se realizan campañas a través de dichos medios.  Los niños y niñas requieren conocer el tema de diversidad sexual y los derechos sexuales, reproductivos y de género de heterosexuales, gays, lesbianas y transgeneristas. 142


 En Colombia el conflicto armado ha enfatizado las diferencias de clase que predominantemente afectan a las mujeres. Esto exige implementar acciones específicas de carácter inmediato y efectivo alrededor de la equidad social y de género. Se requiere además apoyar y fortalecer organizaciones, grupos e individuos que están interesados en tales propósitos.  Trabajar en Colombia sobre tres aspectos básicos: la violencia a todo nivel, en el tema de géneros y diversidad y en salud sexual y reproductiva con énfasis en los derechos de hombres y mujeres. Todo ello, para la deconstrucción de aquellos paradigmas que nos han limitado las posibilidades de integralidad.  En Colombia la normatividad sobre las violencias ha apuntado principalmente hacia las mujeres. La ley 1257 de 2008 está basada en las violencias contra la mujer. Es necesario que esta Declaración se pueda convertir en una Política Pública de Estado con la participación efectiva de la comunidad, que normatice el quehacer y el comportamiento de los hombres en todos los escenarios. En esta medida se pretende conseguir el apalancamiento de recursos que permitan trabajar en la formación de los hombres y en la prevención de las violencias, independientemente de los gobiernos de turno.  Incluir el tema de hombres, vejez y sexualidad.  Incluir las violencias que ejercen las mujeres contra los hombres, tanto físicas, psicológicas y emocionales. Desligar la codependencia que existe entre la obligación de la cuota alimentaria del padre, frente al derecho de ver a los hijos. Deben entenderse como dos aspectos diferenciales.  Trabajar en torno a la prevención y erradicación de las violencias que ejercen las mujeres contra otras mujeres, y sobre la percepción social de “la otra” como rival tanto en el escenario privado como en el público.  Hacer énfasis en la deconstrucción del sistema de creencias que legitima y reproduce las violencias entre los mismos hombres.  Visibilizar, denunciar y promover medidas por parte de los gobiernos municipales frente a las condiciones de los espacios públicos que favorecen o propician el ejercicio de las violencias, a nivel arquitectónico (calles oscuras, zonas de peligro, lotes baldíos, etc) y de movilidad.  Trabajar con las familias en torno a la cada vez más creciente legitimación social de la prostitución y la vinculación de las mujeres con la cultura del narcotráfico, como medio para contribuir en la economía familiar.  Rechazar abiertamente todas las prácticas de explotación sexual, en especial aquellas que involucran niños y niñas.  Salud plena para las mujeres, incluyendo el derecho a una atención en salud mental, así como el derecho a ser tratadas por los médicos con respeto. 143


 Se propone la remuneración al trabajo que hace la mujer en el hogar y de la economía del cuidado que ellas lideran.  Incluir el análisis de la inversión de roles, en particular aquellos en los cuales la mujer pasa a ser la proveedora económica del hogar. Situación que se agudiza con las crisis económicas y en medio de fenómenos como el desplazamiento forzado.  Es importante tener en cuenta y analizar la creciente militarización y criminalización de las mujeres en las ciudades, especialmente en sectores marginales. Hay cada vez una mayor participación de las mujeres en las pandillas y grupos delincuenciales.  Las instituciones educativas no contienen en sus P.E.I., una perspectiva de género transversalizada. Se trata de manera indiscriminada a hombres y mujeres con el agravante de que en ocasiones se privilegia la voz y el saber de los hombres.  Abordar la discriminación de las mujeres en razón de su edad, en particular, alrededor de los estereotipos de belleza y productividad femenina que generalmente se encuentran ligados a la juventud.  Orientar acciones hacia la prevención del reclutamiento armado de niños, niñas y jóvenes como una de las peores formas de violencia.  Difundir ampliamente la Declaración de Río de Janeiro a través de la conformación de una red nacional en la que participen los entes gubernamentales.  Erradicar prácticas de discriminación sexual y de género como la homofobia.  Promover la participación de los hombres en las labores domésticas. Comisión 2 – Dinámica de la Red de Masculinidades No Hegemónicas Presentación y moderación: Juan Carlos Celis y Diana Liceth Palacios

Moderador – Juan Carlos Celis: Propone construir colectivamente la dinámica de trabajo de la comisión, para cumplir con el objetivo de presentar en plenaria algunas propuestas con respecto al funcionamiento operativo de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas. Intervención 1 “Yo vengo de la asociación de trabajadores sociales del Magdalena. Tenemos un proyecto 144


bandera de trabajo con niños de clases populares y también tenemos un proyecto de Red de minorías sexuales desde el 2002, con población LGBT. La verdad es que estoy emocionado y bastante sensibilizado porque cuando oí sobre el tema de las masculinidades, pensé que era otra cuestión del feminismo o un contrapunteo femenino. Una crítica que hago siempre en Colombia y en especial a los que están en la capital del país es que la información no se difunde a las ciudades más apartadas. Santa Marta es una ciudad hermosa, con mucho potencial. Estamos haciendo muchas transformaciones sociales, personales, afectivas. Hemos hecho un trabajo social enorme. Nuestro alcalde es un joven que tiene muchas ganas de hacer cosas por la ciudad. Yo vine patrocinado por la Personería de Santa Marta y por la Gobernación del Magdalena y realmente considero que es importante dar a conocer este tema al gobierno municipal para que se vuelva una política pública. Una recomendación, aunque estoy de acuerdo que la red tiene que empezar por un grupito, siento que la idea se queda corta, son muy protagónicos y la idea es que la información se vaya difundiendo a otras regiones, por ejemplo a Santa Marta en donde no conocíamos esta iniciativa. Yo soy defensor de los derechos humanos y he venido trabajando de la mano con la Defensoría del Pueblo, pero no conocía este trabajo en masculinidades. Me voy muy contento por haber podido conocer la experiencia de los invitados internacionales, los veo muy sensibles, trabajando en red. Me voy contento con lo que ha hecho el Colectivo Hombres y Masculinidades en Colombia. Solamente les pido que extendamos este esfuerzo hasta Santa Marta, que en este momento es una ciudad muy incluyente. De pronto, no tenemos tantos recursos como en otras ciudades, pero hay mucha voluntad de gestión para conseguir esos recursos. No se olviden de nosotros y si realmente queremos trabajar en red tenemos que difundir la información, dejar de lado los protagonismos individuales y aprender a confiar en otras instituciones y en el trabajo que se realiza en otras ciudades. Otra recomendación, el tema LGBT lo vi muy alejado de las discusiones conceptuales. Se observa un interés por estar compenetrados con la comunidad LGBT, pero los desarrollos y aportes en este sentido, fueron muy pobres. En las ponencias se refirieron más a las masculinidades heterosexuales que a las masculinidades gay. Creo que es importante que abramos un espacio para trabajar con la población LGBT en diferentes regiones, especialmente las más alejadas”. 145


Intevención 2. Erwin Fabián García “Lo primero que quiero decir, es que una de las tantas cosas que yo le reconozco a los movimientos de las mujeres es que nos han ayudado a entender que lo privado también es público. Entonces, voy a tratar de llevar a lo público algunas cosas que se han tratado de manejar de manera privada. Lo segundo, es que varios amigos y amigas durante estos días nos han pedido que tratemos de contar la trastienda de lo que ha sido este proceso hasta ahora, desde cuatro categorías conceptuales y empíricas. La posibilidad de construir relaciones equitativas de género pasan por el afecto, que no es lo mismo que dominación; pasan por el respeto, que no es lo mismo que la hipocresía; pasan por el reconocimiento, que no es lo mismo que la obediencia y pasan por la sinceridad que no es lo mismo que la agresión. Desde hace varios años, algunas personas le hemos pedido al Colectivo Hombres y Masculinidades que tratemos de hacer un proceso de construcción amplia y nacional de red y ellos se han negado sistemáticamente. Desde hace varios años, le hemos pedido a las personas del Colectivo que tratemos de hacer un esfuerzo por encontrar y ayudar a integrar diferentes expresiones de estos temas que hay en el país y no se había logrado. Por mi proceso personal de paternidad, durante 7 años todas las noches he dormido con mi esposa, mi hijo y mi hija. Solo hasta diciembre del año pasado acepté una invitación para participar en un evento muy interesante en el que uno de los coordinadores fue Hernando Muñoz y en ese evento me enteré de algo que no sabía, del evento de Río de Janeiro como espacio para la construcción de una red internacional que busca apoyar los procesos nacionales. Luego, me enteré que un miembro del Colectivo Hombres y Masculinidades se había comprometido en 2007 a avanzar en la construcción de una red colombiana de equidades de género, con el énfasis en el trabajo con hombres jóvenes y niños, promoviendo la participación de múltiples organizaciones sociales que trabajan este tema, representantes del gobierno y de la cooperación internacional en el país. Finalmente a Río de Janeiro solo llegaron dos personas, una de Medellín y la otra persona fui yo. No fue ninguna otra persona que debería haber ido, la persona que asumió la responsabilidad de promover esa construcción, no lo hizo. A penas llegué de Rio de Janeiro, uno de los compromisos que teníamos era hacer la tarea que no había hecho la persona que estaba comprometida a hacerlo, de construir una red. Inmediatamente comenzamos a construir lo que hemos llamado el comité provisional, e invitamos a los compañeros del Colectivo a hacer parte de este comité, como también se le extendió la invitación a muchas otras organizaciones. 146


Si hubiera sido por la oposición que puso Javier Omar Ruíz y Carlos Iván García de hacer este evento, no estaríamos aquí. Llevo más de 10 años pidiéndole a Javier Omar Ruíz que me invite a participar en el Colectivo, pero no lo ha hecho y vine a entender en los últimos días por qué no lo ha hecho y creo que tiene que ver con la concepción que asocia reconocimiento con obediencia. Yo no sé obedecer. Yo tengo una historia de vida en donde no me obligaron a obedecer, yo no obedezco. No se imaginan ustedes la dificultad para hacer este evento. Solo voy a contar 2 ó 3 anécdotas de 17 ó 20 que tengo anotadas. Una, que creo que ya se ha dicho, pero la diré de forma más clara, de manera cariñosa y respetuosa, pero sincera. Los compañeros del Colectivo Hombres y Masculinidades, especialmente Javier Omar Ruiz y Carlos Ivan García tenían la responsabilidad de invitar a los ponentes nacionales a una reunión el miércoles por la noche, como una posibilidad de construir camaradería. El jueves por la mañana algunos ponentes nacionales manifestaron que no habían sido considerados “dignos” de ser invitados a esta reunión. Segundo, ayer a uno de los ponentes que hemos mencionado, estas personas le dijeron tristemente, que no entregaran la ponencia, porque las personas que están coordinando esto, no se sabe qué van a hacer con esa ponencia. Yo lo que quiero terminar diciendo es que aquí muchos compañeros y compañeras es la primera vez que se les invita de manera amplia a participar, como se ha hecho en este encuentro. ¿Por qué a Javier Omar y Carlos Iván que se creen los dueños del tema, hay que pedirles autorización para hacer estos ejercicios?, ¿por qué no se les había ocurrido hacer esto antes, si esto no es tan difícil de hacer si se hace de manera cooperativa y en trabajo en equipo? Me parece que es mal intencionado lo que viene pasando desde hace bastantes días, tratar de hacerle sentir a la gente que lo que está pasando es totalmente contrario a lo que ustedes están viendo en estos dos días”. Moderador ‐ Juan Carlos Celis: “Yo quisiera en primera instancia que estableciéramos unas reglas porque me parece importante. Se ha provocado una discusión que yo creo que hay que darla, y hay que darla en 147


los términos más tranquilos. Pero, propongo que las intervenciones no sean mayores a 3 minutos, entonces yo alzo la mano indicando que el tiempo ha terminado. En segundo lugar, creo que hay sensación que alcanzó ayer a manifestar Javier Omar Ruiz en donde expresó no estar de acuerdo con algunas cosas y este es el momento de encuadrar las opiniones en términos de pensarnos ¿qué tipo de red queremos?, ¿para dónde vamos con la red?, ¿qué avances y perspectivas tenemos? . Es ese el resultado de esta comisión. ¿Cómo vamos a futuro? Aquí no estamos terminando nada, creo que no vamos a tener todas las claridades, hay muchas cosas por construir. Hemos hecho una invitación a que muchas personas y organizaciones se sumen a la red y este es un resultado muy positivo”. Moderadora ‐ Diana Palacios: “Me invitaron como colaboradora a participar en este ejercicio. Quisiera señalar que me parece que muy productivo hacer un ejercicio de construcción. Yo vengo también, de organizaciones sociales y el conflicto hace parte de este proceso. Creo que lo importante es que podamos conversar sobre estos temas, algunas tensiones seguramente no se van a resolver en estos 40 minutos, porque además, no podemos olvidar que tenemos una responsabilidad de llegar a unos mínimos acuerdos en esta mesa para presentarlos en plenaria”. Intervención 3: “Yo lo que quisiera es llamar a la calma a todos los que estamos acá, si bien la conversación se va tornar tensa, yo quiero invitar al respeto de las opiniones y a respetar el tiempo de las intervenciones. Si vamos a tener derecho a réplica, que sea l0 más puntual posible”. Intervención 4. Aydé Rey: “Mi nombre es Aydé Rey, pertenezco a movimientos de mujeres y a los Centros Amar. Me interesa participar en esta red. Por eso me interesaba hablar, porque yo no conozco los antecedentes y no sé si todos los que estamos acá los conocemos. Lo que sí me parece es que si vamos a hablar de red, debemos entender que la red es mucho más amplia que nosotros y por tanto, este ejercicio deber ser con el ánimo de atraernos. Un litigio mal llevado hace que mucha gente se vaya. Nuestro país está lleno de redes que no funcionan. Yo estuve participando en Suecia en todo el planteamiento que se hizo sobre prevención de la violencia y algo que quedó claro es que es muy complicado armar una red; por eso, es importante que nos ubiquemos en torno a una apuesta colectiva, que es el trabajo con 148


masculinidades. Teniendo en cuenta que sólo nos quedan 40 minutos, no sé si valga la pena dedicarnos a dirimir este litigio”. Intervención 5. Hugo Huberman: “Primero, me siento mal de que siendo extranjero pida la palabra tan rápido, pero quiero decirles que el caudal que yo ví en Colombia sobre el trabajo que se está haciendo en masculinidades, es enorme y recorro mucho América. Yo vivo en Argentina y allá estamos intentando construir una red y primero, quiero aclarar que no tengo con quién pelearme para armar una red y este dato no lo pueden obviar. En segundo lugar, yo entiendo a Erwin lo que dijo, lo respeto, pero tengo que decir que hace años que no encuentro tanta diversidad, tanta fuerza y riqueza en un encuentro de masculinidades. Hace mucho tiempo que nos soñamos con una red en latinoamerica con tanta riqueza. Me pregunta es: ¿estamos dispuestos a ampliar esta mirada? Hace tiempo que no veo tanta potencia de trabajo de campo y en los territorios en un grupo tan diverso ¿Estamos dispuestos a partir de esto que es tan rico para resolver las pullas, cuando todavía no hay nada, sólo hay intenciones? Y algo muy importante, la instrucción que hay tiene un mandato muy preciso: generar mayor comprensión de las masculinidades entre los hombres para parar la violencia. Yo les pido que paremos, porque hay pocos países en América que pueden mostrar esta riqueza de trabajo”. Intervención 6. Juan Guillermo Figueroa: “Yo estoy aquí por accidente, me equivoqué de puerta, pero aprovecho para recordarles algunas cosas. Ayer alguien hizo una pregunta muy interesante: ¿cómo evitar que la red sea cooptada?, que sea manipulada? Carlos Iván habló claramente ayer de los principios éticos y políticos y yo se lo dije ayer a varias personas: tengo la impresión que a veces hay una obsesión por una red y tengo la impresión que esa obsesión puede acabar enredándonos. Hay que preguntar, si ¿es necesario obligadamente conformar una red? ó si ¿es más importante una causa que nos vincula a las personas?. A veces las redes castran demasiado porque pretenden homogenizar. Ayer se habló mucho de la confianza, pero yo quiero alertar es evitar los protagonismos. Yo estuve en Río y uno de los acuerdos más importantes que hicimos al suscribir la Declaración es que nadie es autor de esa Declaración. Lo importante es la causa!, qué importa quién la 149


escribió, todos la construimos! Y por eso, si ustedes ven la Declaración, el primer párrafo dice: somos personas de 80 países, somos hombres y mujeres, somos de diferentes colores y hablamos diferentes idiomas. Yo tengo la impresión, e invitaría a los compañeros y compañeras de Cedavida, con todo el cariño que les tengo por haberme invitado, si ¿hace falta decir que ésta es una publicación de Cedavida? En ¿la Declaración de Derechos Humanos, tendríamos que poner los autores? No. Es la Declaración la que se explica por sí misma. Lo importante de una red o de una complicidad es saber que él otro está ahí, sin que me agobie y sin que yo lo agobie y que a ratos nos acompañamos, y si a ratos me ayuda el saber que existe, adelante! sin la obsesión de la red. Percibí mucho entre ayer y hoy como si fuera obligado tener una red y no creo que sea tan necesario”. Intervención 7. Adriana Martínez: “Siguiendo la invitación de Hugo de mirar para adelante, creo que es importante aclarar que la intervención de Erwin tenía la intención de aclarar algunos comentarios que estaban circulando por fuera. Es un tema de claridad, más que quedarnos en el pasado. De hecho, yo siento que de lo que ha pasado, podemos aprender mucho para no seguir cometiendo los mismos errores en esta coordinación del trabajo”. Intervención 8. Juan Carlos Celis: “Les informo que algunos de los chicos que estaban trabajando el día de ayer y hoy en la mañana en el piso de abajo, han decidido participar también en esta comisión, entonces darles la bienvenida! Intervención 9: “Yo vengo de Medellín, del Colectivo de Hombres y Masculinidad de la Universidad de Antioquia. Hacemos parte de la Campaña de Lazo Blanco. Tenemos una pregunta que nos llenaba de muchas otras preguntas ¿es posible construir una red que ya está construida? Llevamos años de trabajo, pero nos han invitado a una red que ya está construida y eso nos cuestiona mucho. Nuestra posición al llegar acá es que nosotros no podemos legitimar algo frente a lo que no estamos de acuerdo y frente a lo que ni siquiera se nos ha consultado. En el país se han hecho muchos esfuerzos de manera autónoma. El Simposio que se hizo el año pasado, el Seminario Internacional de 2005. Hoy con la intención de aportarle a la red 150


menengage llegamos y tenemos la disponibilidad de participar desde el Centro de Masculinidades de la Universidad de Antioquia en la red. Pero frente a la pregunta de cómo construir red, nos encontramos con una red que ya está constituida. Nunca se nos consultó qué pensábamos. Para nadie es un secreto que en la ciudad se está trabajando y muchas de las personas que están aquí, han estado allá, entonces mi pregunta es: ¿es viable construir una red que ya está construida?, porque es profundamente doloroso llegar después de tantos años de trabajo y ver lo que hay acá, ver que nunca estuvimos invitados nosotros, cuándo la alegría que nosotros teníamos de venir acá era reconocer las experiencias que hay en todo el país. Para los chicos que están acá y que ven que se está renovando el trabajo con hombres y esto no es un buen ejemplo para ellos, ver cómo nos estamos relacionando entre los hombres que intentan construir otras masculinidades. La pregunta es: ¿necesitamos tener una red ya? Ó ¿nos damos el tiempo para construirla?”. Intervención 10: Carlos Iván García “La pregunta es cómo aprovechar tres minutos para decir tantas cosas, sobre todo en un sentido positivo. Siento que hay cosas que decir por transparencia y por claridad, pero yo no voy a entrar en el juego de hacer una respuesta personal a Erwin porque creo que ustedes no se lo merecen. Pero, no estoy de acuerdo, me parece que hay falsedades importantes en lo que se dice, pero no creo que ese sea el punto de la discusión acá. El punto es ¿para qué una red?, ¿qué vamos a hacer con la red? Es más, ¿la red se decreta ó se construye? Hubo un seminario hace algunas semanas sobre buenas prácticas basadas en género y nosotros decíamos públicamente como Colectivo que nuestra obsesión no era el aparato, sino el proceso. Y estuvimos insistiendo mucho en la negociación que como dice Erwin no fue fácil. Insistimos mucho en tener más tiempo para las experiencias nacionales y entendemos que una red colombiana son las regiones. Es un contrasentido hablar de una red colombiana con 4 organizaciones de Bogotá. Es importante reconocer que un país son sus regiones. De otra parte, creo que vale la pena pensar ¿cuál es la diferencia entre una red en el Perú y una red colombiana?, es decir, ¿qué es lo que nos dice el contexto de país para construir una red nacional? A nosotros nos hubiera gustado que esto se hubiera hecho en este encuentro. 151


Hubo un momento en el que se mantuvo acuerdo en la negociación: más tiempo para las presentaciones nacionales, porque entendíamos que justamente por ser la primera oportunidad, era muy importante que nos escucháramos y tuviéramos tiempo para hacer la discusión. Pero más aún, la propuesta era que después de cada espacio temático, pudiéramos tener ahí mismo unas plenarias para no llegar a consensos absolutos, porque eso me parece hasta peligroso, sino para llegar a unos consensos mínimos; por ejemplo, trabajar por la equidad de género. Y a continuación, habíamos pensado en un momento que se llamaba Ejes de acción, que tenía como sentido construir ahí mismo acuerdos sobre los quehaceres compartidos. No estábamos de acuerdo con una presencia tan significativa de los compañeros internacionales y ahí se los digo con todo el cariño y respeto que les tengo y, este no es un desprecio por el conocimiento, pero éste no era un ejercicio teórico; para eso, tuvimos un Coloquio Internacional en Medellín, lo que queríamos, era tener la posibilidad de hacer la discusión nacional y tener un espacio para compartir. Me parece que la tensión fuerte está ahí”. Intervención 11. Carlos Espinoza: “Felicitar a los organizadores del evento y decirle a la Campaña Lazo Blanco que en Cuba, en la Facultad de medicina tiene adeptos y que ustedes saben que en las comunicaciones somos un poco cortos, pero vamos a ampliar las comunicaciones”. Intervención 12. Omar Rolando: “Yo pertenezco al Colectivo Hombres y Masculinidades. He estado alejado del montaje de este encuentro y cuando me invitaron me dijeron que veníamos a construir y veo que ya existe un nombre “Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas”, entonces ¿cuál construir, si ya existe?, tenemos un logo y lo decidieron lamentablemente 4 instituciones, y por el hecho de tener este logo yo me pregunto ¿aprobamos esto? ó ¿estamos jugando con los colectivos y las organizaciones de otras regiones que llegan supuestamente a construir una alianza y se encuentran con que ya hay unas valoraciones y parámetros para entrar a jugar en esa red?, ya tenemos un correo electrónico definido. Siento que esto es un irrespeto para las organizaciones que vienen desde otras ciudades, porque los engañamos. Ya tenemos botón, ya tenemos esfero, entonces realmente ¿venimos a construir?, ¿venimos a tener en cuenta las ideas y saberes de las diferentes partes del país? 152


Yo creo que como Colectivo es válido lo que se hizo en el segundo piso en estos dos días, pero es más válido el trabajo que se hizo en el primer piso con esos niños y jóvenes, para escuchar comentarios de personas que están diciendo que las decisiones importantes se toman aquí en el segundo piso, allá abajo solamente son los talleres. Pero están equivocados, porque el trabajo de campo, el trabajo con las comunidades, el trabajo con los jóvenes allá, es más importante que venir a discutir teoría y conceptos. Gracias”. Intervención 13. Yesid Garzón: “Yo hago parte del Colectivo Hombres y Masculinidades y quiero decir algo pequeñito. Primero, agradecerles a los invitados internacionales su participación, agradecerles sus observaciones y críticas porque desde afuera se observan y se sienten otras formas de entender la realidad, que desde aquí no vemos. De igual manera agradecer las opiniones de todos, porque estas opiniones nos permiten crecer y orientar mejor los accionares y desde ahí quiero lanzar una pregunta: ¿Qué estamos creando internamente, desde esa visión internacional o externa a la visión nacional que tenemos? Y desde esta pregunta recojo un poco algunos planteamientos. La ética es cómo me siento frente al otro, para decirle tú me interesas y me interesa tu trabajo, pero me interesa que lo hagamos conjuntamente, sin desconocer tus capacidades, tu potencial y por supuesto, el trabajo que has realizado. Ese reconocimiento debe hacerse mutuo y eso significa compartir, respetar al otro, su palabra, su pensamiento. Es más, ahondar y reconocer las diferencias que existen. Desde ese punto de vista, si podemos comenzar a generar la palabra red, hablando desde la humanidad, la sensibilidad. Yo me puedo apropiar del pensamiento del otro e incluso de las ideas del otro, pero eso se ve y se plasma en la realidad y en estos días se ha visto el trabajo que se viene realizando. Este es un llamado a darle lugar a una nueva generación, para fortalecer procesos que ya se vienen dando”. Intervención 14. Aris Muñoz “Primero que todo buenas tardes. Lamentablemente no pude estar el día de ayer, me hubiera gustado poder compartir con ustedes más. Pertenezco al Colectivo Hombres y Masculinidades, pero desafortunadamente no puedo decir que viva del Colectivo, para sobrevivir me toca vender computadores. Yo quiero agradecerles a todos los invitados y en 153


especial, a los internacionales porque es hermoso saber que esto ha crecido y también quiero agradecerle a Javier Omar porque mi historia de vida de niño fue una historia de maltrato, una historia muy difícil; pero, Javier Omar gracias a su amor, a su afecto a todas las cosas que nos enseñó cuando éramos muy jóvenes, viviendo en barrios muy pobres y de colegios muy marginales él nos enseñó a que el amor y la masculinidad podía ser distinta. Nosotros le apostamos a ese sueño y creemos en él. Durante mucho tiempo he trabajado en diferentes instituciones, en la casa de jóvenes en Bogotá, en el IDRD. Trabajar la perspectiva de masculinidad es un trabajo muy verraco y he sido juzgado por darle a los muchachos que tenía a cargo, afecto; porque yo no era el maestro psicorígido que ellos esperaban, sino porque les daba a mis alumnos un beso y un abrazo y eso me lo enseñó Javier Omar y hoy en día me encuentro con mis alumnos y ellos me dan un beso y un abrazo, jóvenes que fueron delincuentes. A mí me duele mucho que se quiera hacer ver al Colectivo de Hombres y Masculinidades como un colectivo cerrado, excluyente, cuando siempre ha tenido sus puertas abiertas y ha habido cualquier cantidad de gente que ha querido participar y que lo ha podido hacer y me duele mucho que a la persona que nos ha enseñado mucho la traten de la manera como lo han hecho aquí. Desafortunadamente, hay algunas instituciones que viven de las ideas y otras, que vivimos por las ideas. Las primeras, hacen contratos, buscan recursos; nosotros no y por eso hemos tenido que pasar por muchas dificultades”. Intervención 15. Dora Morales: “Yo les quiero hacer una invitación a pensar cómo se construye una red. No nos desgastemos más hablando si estos participaron o no participaron hasta el momento. Trabajemos sobre un objetivo común, concretemos unos pasos o unos lineamientos y no perdamos más tiempo. Es evidente en lo que hemos mostrado en estos dos días, que hay un trabajo de años de algunas organizaciones, por supuesto que no es el resultado de la generación espontánea. Entonces, por qué no comenzamos a trabajar, recogiendo lo que existe, ya que una red puede ser la suma de muchas redes. Busquemos puntos conjuntos de trabajo hoy y a futuro y empecemos”. 154


Intervención 16: “Primero que todo, con el respeto de todos, de la gente, de los colectivos, de los ponentes internacionales y los organizadores quiero hacer la siguiente acotación: Me parece que es una falta de respeto lo que ha pasado porque en un momento este encuentro se pensó como un espacio para compartir experiencias y metodologías de trabajo y me parece absurdo traer personas de México, de Puerto Rico, Perú, Venezuela, a hacer una ponencia de 15 minutos. Eso es una falta de respeto tanto para los ponentes como para nosotros, porque nos deja picados con lo que se quiere decir y hablar. En segundo lugar, yo soy de Bucaramanga y me parece absurdo lo que se ha dicho aquí con respecto a que esta es la primera vez que se propone un encuentro como estos. Nosotros somos los hijos del Colectivo de Hombres de Bogotá y si hay algo claro, es que el Colectivo de Bogotá, siempre ha querido hacer este encuentro, que no había habido la posibilidad por motivos económicos, es otra cosa; pero la intención ha existido hace mucho tiempo. Me emberraca cuando llego acá y veo “Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas” sin haber participado. Hago el llamado a recoger las propuestas que existen en otras regiones. Por ejemplo, en Bucaramanga existe la propuesta de conformar una Red Colombiana de organizaciones y colectivos por la masculinidad”. Estamos pensando en una plataforma o alianza”. Intervención 17. Javier Omar Ruíz: “La idea de este encuentro es de vieja data, venía siendo pensado desde hace mucho tiempo un espacio de encuentro de grupos nacionales. Si el Colectivo hubiese tenido afán de protagonismo hacía rato que hubiera “explotado” la cercanía con el trabajo que hemos impulsado con otras organizaciones y que ustedes han podido ver durante estos días. Estos grupos han hecho –incluso a veces de manera incómoda‐ reconocimiento al acompañamiento que como Colectivo les hemos hecho. Los grupos saben que nosotros hemos apoyado ese proceso de iniciación y que poco a poco los hemos dejado solos porque hemos creído en la autonomía y en capacidad de autodeterminación. Nunca hemos tenido la percepción de protagonismo, ni de ser un colectivo cerrado. 155


Ya estábamos madurando la propuesta de hacer este encuentro y ya habíamos hecho el primer esfuerzo hace 2 años, cuando hicimos un primer encuentro de jóvenes por las masculinidades. De tal manera que ya estábamos avanzando a través del proceso en la construcción de red. No somos de la idea de armar aparatajes, de generar redes artificiales y artificiosas a veces. El acercamiento ha sido paulatino. Incluso en el 2000 hicimos en Bogotá un encuentro Distrital de Hombres. He venido haciendo pequeños esfuerzos, para que vengan de las regiones, hablen con voz propia y planteen con identidad propia la posibilidad de una red. La propuesta original del encuentro fue pensada justo para abrir espacios de este tipo, con momentos de debate después de cada panel como lo planteaba Carlos Iván, pero en la alianza que hicimos, y en el espacio de decisión conformado para el evento se acordó, en algún momento definir por votación. Carlos Iván y yo estábamos en desventaja y entre cuatro votos, nosotros nos veíamos relegados por los otros tres, quienes estaban pensando más en la posibilidad de armar una alianza de manera global, con ese afán por armar una red. Nosotros les decíamos que queríamos ir lentos, tranquilos y que el proceso mismo, fuera marcando la ruta. Así, con este mecanismo de decisión sí se fue modificando la agenda; pues empezamos por consenso, pero en el último mes, fue tal el agotamiento que se decidía por votos y eso ya fue arrinconando las posibilidades de construcción y de compartir las experiencias del trabajo nacional”. Intervención 18. Luis Eduardo Gamboa “Yo vengo de la Corporación Investigación, acción social y económica. Vemos con sorpresa que de unos meses para acá comienzan a llegar los correos convocando al encuentro de masculinidades. No sé muy bien cómo nos llega esta invitación, pero nos resulta importante recibirla a raíz de nuestra participación en otros encuentros como el Coloquio del año pasado y todas las diferentes actividades que se han venido organizando. Veo con preocupación el afán de construcción de un aparato que trate de tenernos a todos ahí inmersos. Yo sí creo importante mencionar y reconocer que para nosotros y para muchas organizaciones que venimos trabajando por los derechos de las mujeres desde hace bastantes años, ha sido un apoyo importante contar siempre con el Colectivo de Hombres y Masculinidades. En todas partes los vemos, en todas partes aprendemos de ellos. Es importante hacer los reconocimientos que merecen y saber que si hoy podemos hablar del tema de masculinidades, ha sido por hombres que se han puesto la camiseta, como son los del Colectivo. 156


Vengo aquí y con sorpresa veo que la red ya está montada, que ya se tienen logos elaborados. Incluso, le digo a mi jefe: oiga la idea de este encuentro es montar una red y él me dice, yo creo que lo primero es dar las discusiones, porque no puede ser tan apresuradamente”. Intervención 19. Miguel Angel Barriga: “Mi nombre es Miguel Angel Barriga del Colectivo LGBT Somos Opción. Para nosotros ha sido una experiencia bastante fructífera en términos de reconocer que es un tema que no manejamos mucho, pero que al mismo tiempo es un tema que requiere mayor profundidad. Siento que la discusión en la siguiente ronda no puede seguir en afirmar que ya existe la red y si el logo o no. Lo que hay que discutir es si existen hoy día las condiciones reales que nos digan que estamos preparados para el trabajo en red. Independientemente de que exista o no un comité, que haya que pensar en cambiarlo o no, cambiar el logo, los colores etc. Lo fundamental de la discusión es que frente a lo observado en este encuentro, más lo observado en las regiones analicemos si las condiciones están dadas para trabajar en red, sí podemos definir un plan de acción o un plan estratégico a seis meses, para encontrarnos en un evento constitutivo. También es importante preguntarnos si ¿existe la intención colectiva de trabajar en red?, me atrevo a decir que aún no. Esto depende de las confianzas, de la decisión de ingreso de nuevos actores que a veces no nos genera mucha confianza, porque aquí lo que pasa es que llega gente nueva no sólo en el tema, sino que nunca había estado en un escenario nacional, así viniera trabajando el tema. Tenemos que preguntarnos además si se reconoce la diversidad de los que estamos acá. Me refiero a la diversidad de posturas frente al tema de masculinidades porque es a partir de éstas y reconociéndolas, que se va a construir el consenso programático y finalmente, responder si estamos lo suficientemente maduros para hacerlo”. Intervención 20. Juan Carlos Celis: “Quiero hacer un par de aclaraciones. Yo soy el director de Procrear. A mí unos amigos que conozco desde hace muchos años me invitaron a participar en este encuentro y me dije: Yo quiero participar. 157


A mí no me financia Diakonía, a mi no me financia nadie. Pensé que cuando organizamos el encuentro teníamos unos mínimos acuerdos entre todos y me sorprende ahora escuchar esto. En segundo lugar, en el barrio Santafé cuando empezó el trabajo que hacemos en Procrear iniciamos con tres líderes, hoy en día esa red cuenta con 140 representantes. Por otro lado, un logo no significa nada, podemos entre todos mirarlo y replantearlo si ese es el problema. Lo importante no es el logo, sino el movimiento que estamos tratando de construir. Finalmente cierro diciendo que a mí me parece buenísimo el aporte que han hecho los compañeros internacionales, y no considero que haya sido un error haberlos invitado”. Intervención 21. Ricardo Zamudio: “Yo soy del Colectivo Hombres y Masculinidades y quiero decirles que estoy muy contento, todos hemos hecho un esfuerzo muy grande, mediado por mucha tensión y desgaste desde todo punto de vista, pero creo que hicimos un esfuerzo importante. Esta situación, como se ha dicho en varias ocasiones, nos pone al centro de esta reflexión sobre cómo tramitamos nuestros conflictos cuando evidentemente no estamos de acuerdo en muchas cosas y a esto tenemos que ponerle mucha atención, porque una cosa es hablar de cómo tramitar los conflictos y otra cuando estamos metidos en el rollo. Segundo, yo haría una invitación a Cedavida, a Procrear, a Opción Colombia y al Colectivo a que en otro momento hagamos un espacio de reflexión como organización, para analizar cuáles fueron nuestras omisiones, cuáles fueron las expresiones patriarcales de cada persona o que organización tuvo, así como los aciertos. Tercero, me parece que es importante plantear un escenario para seguir discutiendo acerca de cómo podemos seguir articulando este trabajo y creo, que como ya se ha dicho en varias intervenciones, no creo que necesariamente el tema de la articulación tenga que pasar por el aparato de la red. El problema en este momento no es el aparato, el problema en este momento es que hay nuevos actores, que hay mucha gente interesada, que hay unas tensiones muy grandes y unas desconfianzas. Es difícil pero hay que intentarlo y dejar la puerta abierta. Finalmente, yo creo que es muy importante la construcción colectiva para que realmente hagamos un trabajo de red. Ya existe un proyecto estratégico 2010 – 2012 y no entiendo. No 158


sé quién lo hizo, por lo menos el Colectivo no estaba presente y no sé si hubo participación ó lo hizo una sola persona y, yo creo que en esto es muy importante poder hacer una construcción colectiva. Una red es para que le sea funcional al trabajo y a las organizaciones que hacen parte de ella. Pido disculpas porque fue un error personal mío no invitar a los ponentes nacionales al coctel. No hubo ninguna mala intensión ahí, fue un asunto logístico. Varios de ellos solicitaron que por cuestiones de vuelos llegar esa misma noche”. Intervención 22. Gelbert Sánchez “Primero que todo, yo me voy muy contento porque yo no vine con la intención de crear una red, vine con la intención de conocer experiencias. Y me voy muy sorprendido por todo lo que he visto. Siento que eso ha sido lo más valioso. En segundo lugar, siento que a donde me inviten a compartir experiencias allá iré y el día en que nosotros tengamos la posibilidad, los invitaremos a todos y a todas al valle. Para destacar, me parece el fin que estamos nos convoca: el tema de la masculinidad. El medio puede o no ser la red. Tenemos que pensarnos hasta dónde la red es interesantes o no, que ese no sea un motivo para que nos distanciemos y dejemos trabajar. Yo creo que vale la pena esclarecer los intereses y definir claramente ¿qué queremos con la red?, si es protagonismo, si lo que quiero es plata para mí, si queremos construir. Yo creo que es importante revisar hasta dónde una red nos ayuda a fortalecer lo que ya tenemos ó si más bien seguimos la dinámica de compartir el trabajo que estamos haciendo en las mismas regiones. Agradezco mucho esta invitación”. Intervención 23. Roberto Salamanca: “Yo quiero compartir dos reflexiones: si bien uno reconoce que hay mucho avance en estos temas de géneros y desde las masculinidades, no dejan de salir en estos espacios esas estructuras patriarcales que afectan y que han afectado no sólo a las mujeres, sino a nosotros mismos y que caen en incoherencias. Llamo entonces a una reflexión personal! Hablamos de noviolencias pero nos agredimos. El decir que somos dueños de algo es una forma de agredir al otro y eso brota a veces. En segundo lugar, hay una cosa que a mí me sorprende! Todos los que estamos trabajando en el tema de género sabemos lo relevante que son los símbolos, tienen una connotación 159


simbólica y social. Decir que un logo no tiene ninguna importancia no es real. Un logo tiene toda una connotación simbólica que me permite hablar de quién soy. Por otro lado, el tema de redes se volvió una cosa de moda. Hay una red que está funcionando en temas de contactos, de intercambio de experiencias nacionales e internacionales, pero lo peor que podemos hacer es institucionalizar una red, porque va en contra de la misma lógica de la red. Es una cosa cierta que hay grupos autónomos que se relacionan en ciertos momentos en torno a intereses comunes y cuando tendemos a institucionalizarla, lo que brotan son los intereses particulares, económicos, de protagonismo y eso, hay que tenerlo muy en cuenta”. Intervención 24. Carlos Díaz: “En ese ejercicio de pensar cómo hacer las cosas de una manera distinta, un polo a tierra siempre son las mujeres, nos aterrizan y nos concretan. Antes de venir acá ya nos sentimos red, en la línea de estar a identificar quiénes están caminando al igual que nosotros en unos presupuestos éticos y políticos afines No estuvimos en el Brasil, pero al enterarnos de la Declaración de Río, reconocimos lo que ocurrió y nos sentimos parte. De hecho hemos estado trabajando, sobre cómo difundir esta propuesta, y hemos estado vinculando a la gente, a los hombres y a los pelados en el cuento de cómo vincularlos en el cuento de la equidad de géneros. Y eso me lleva a la reflexión con la conexión con lo local, con las organizaciones de base. El gran reto es, además de seguir profundizando en estas relaciones, cómo como involucrar a otra gente joven, adulta en Cartagena, donde los únicos que estamos participando en estos ejercicios somos nosotros y lo que queremos es que cada vez más gente se vincule. El tema de la red nos cuestiona. Nos cuestionan todas estas formas organizativas. Yo he sentido que lo de masculinidad lo he trabajado de manera más relajada, más sabrosamente porque tengo el traje puesto y no tengo esa presión de entregar indicadores, de dar cuenta de resultados, del manejo de plata. Mucha gente nos había preguntado en Cartagena si íbamos a asistir al encuentro nacional, sin saber aún de qué se trataba y realmente nos pagaron para venir, echamos el cuento sin ningún tipo de presión”. 160


Intervención 25. Laura: “Buenas tardes, mi nombre es Laura. La verdad es que hay muchas cosas que no entiendo y que me parecen aburridas: ¿que sí hay red o qué si no hay?, ¿qué si hay logo o que no hay logo? Por eso, les queremos recordar lo que para nosotros es red: La comunicación, contacto, una malla, el internet, la solidaridad, la teletransportación, con la voz delgada pero resistente, con mucha energía, con potencia. Una red es un espacio donde nos encontremos personas de diferentes lugares del país para hablar de algo”. Intervención 26. Douglas López: “A mí me encantan las participaciones de los niños y niñas porque guardan la sabiduría que nosotros a veces perdemos. Cuando a mi me hicieron al invitación a que desde Opción Colombia nos vinculáramos a este cuento, básicamente nos dijeron que hubo una reunión en Río y nos preguntaron si interesaba la Declaración, si la compartíamos y nos parecía importante difundirla. Y nosotros dijimos sí. Pero, una de las cosas que más nos pareció interesante fue descubrir, que sin hacerlo de manera explícita, también trabajábamos masculinidades, también trabajábamos en la deconstrucción de los paradigmas masculinos hegemónicos. Y además, me pareció bonito que me llegara la invitación a través de Cedavida donde por causas del destino terminé llegando hace más o menos 5 años, aunque de alguna manera comencé trabajar mi masculinidad hegemónica que ya venía bastante apaleada. Y allá no me hablaban de masculinidad, allá me hablaban de relaciones de poder A mí lo que más me interesaba del asunto, era que se pudiera ampliar ese discurso, que nos pudiéramos unir desde diferentes lugares. Y aquí la invitación no es a cooptar absolutamente a nadie. Creo que ese fue el sentido de las múltiples discusiones que nos dios en la mesa. Aquí lo importante es que todo el mundo quiera hablar de esto, que todo el mundo se quiera meter en esta vaina que nombramos Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas. Eso es un nombre y es un logo. Pero vuelvo y digo yo: ¿cómo quitar de las representaciones sociales que la silla no es la que detenta el poder?, que el poder no lo detenta un logo, ni lo detenta la red. En la red podemos seguir siendo los mismos 5 gatos, podemos ser 4, puede acabarse. La red puede tener miles de nombres posibles. Lo que queríamos era ponernos a conversar en este escenario y lo logramos y a mí me parece buenísimo. Yo la verdad no vine aquí a pelear con nadie, sino a invitar a que andemos. 161


Yo creo que sea una red o cualquier otra estructura, lo que es claro es que de aquí no va a salir. Hay muchas cosas por conversar, muchos afectos por brindarnos, muchas claridades y confianzas por construir. A mí particularmente sí me parece importante tener un esquema de red, porque nos fortalece para realizar por ejemplo este tipo de cosas. Por lo tanto, lo que yo propongo es que hagamos otro encuentro para analizar si es posible armar una red o no”. Moderador – Juan Carlos Celis: “Viene una segunda ronda y tenemos un problema: tenemos que llegar con algo a la plenaria. Estamos aquí en la mesa tratando de recoger algunas ideas centrales que han salido en la discusión. No nos queda mucho tiempo”. Intervención 27. Erwin Fabián: “Yo tengo una información clave que dar en dos sentidos. La primera es una pregunta: Cuando se empezó a construir este comité provisional de coordinación, una de las tareas de las organizaciones era invitar a este proceso, a cada uno de sus vínculos. Entonces la pregunta es ¿por qué no se han invitado desde hace 7 meses atrás? Y segundo, hay una posibilidad de financiar a finales de enero o principios de febrero un encuentro ‐taller de planeación estratégica, no para la red, para la causa común. Hemos propuesto que sea en una región. No podemos hacer un evento de 200 ó 300 personas, tiene que ser un número muy limitado de cada una de las organizaciones que quiera seguir avanzando en esta construcción”. Moderación ‐ Diana Palacios: “Yo quisiera recoger algunas de las cosas que se han planteado para poder llevarlas a la plenaria. Hay algunas cosas que han aparecido, evidentemente hay malestares, desconfianzas que reconocemos que es importante reparar. Pero también, han surgido propuestas que me parecen interesantes: 1) Un encuentro de las 4 organizaciones para evaluar este ejercicio a la luz de la pregunta por las dinámicas y relaciones patriarcales que se han replicado o no en este proceso. 2) Este espacio no nos permitirá llegar a definiciones finales. Existen muchas discusiones frente a si lo que se quiere es constituir una red con el objetivo de articularnos y sumar a nuevos actores, generando confianzas. 162


3) Hay una pregunta en juego, que es importante recoger ¿Existen o no las condiciones para el trabajo en red?, ¿estamos listos en este momento para hacerlo? 4) También se ha planteado que este trabajo debe ser incluyente y convocar a todas las regiones. 5) Debemos pensarnos como un proceso, más que como un asunto de red. Intervención 28: “Yo pensé que estas instituciones que habían convocado tenían todo claro y que estaban trabajando bien chévere, pero las diferencias entre ustedes háblenlas afuera por favor! A mí no me interesan, ni voy a llevar esta situación a Santa Marta, voy a decir, que todo fue espectacular, que todo fue regio, para que se lleven una buena impresión. En Santa Marta la red de diversidades sexuales empezó con 2 personas y ahora somos 400, 38 entidades y muchas instituciones. Vamos pues a formar la red!, unámonos”. Intervención 29: “Solamente 2 minutos. Yo llevo 35 años viviendo en este barrio y esto funciona como un pueblo pequeño. Pueblo pequeño, infierno grande. Yo pasaba a tomarme un tinto, iba a dictar una clase en la universidad, cuando un amigo mío me dijo: oiga tengo que contarle algo: cómo le parece que en la Asociación Cristiana de Jóvenes vienen grupos de todo el país de homosexuales, que están tratando de montar un servicio swinger! Entonces me llamó la atención y llamo por teléfono para decir que no podía dictar la clase para poder venirme para acá y me encuentro con que primero eran maricas, después gay y ahora que hablan de masculinidades. Lo que yo realmente veo, es gente interesada en los problemas de la sociedad, pero ahora están peleando por saber si hay red o no hay red. ¿Por qué siempre que se piensa en red, se piensa en internet? Cómo les parece que en el Externado y de ahí para abajo hay ollas donde venden marihuana y todos los estudiantes saben dónde está la olla. Señora, véndame un malboro! Y ella le alcanza el malboro, pero el chino le dice: no!, de ese no, de los otros!! Y le da su pucho de marihuana!. Las redes funcionan sin necesidad de internet y la mejor red es el chisme callejero boca a boca. Entonces, yo los invito a que hagan nuevos encuentros, por ahí para enero que viene. Yo no tengo correo electrónico porque tengo 12 amigos que tienen correo electrónico y entonces yo me comunico con ellos y ellos me cuentan dónde es el seminario, la mesa redonda. Volvamos nuevamente a la comunicación humana y que uno o dos gomosos de internet no cuenten qué pasa en la red. 163


Intervención 30. Carlos Iván García: “Ahora que estamos viendo todas estas dificultades con el tema de la red, a mí realmente me parece precipitado decir que hay un dinero para hacer un encuentro en donde sólo puede venir una persona de cada organización. Intervención 31. Erwin Fabián García “Deje la demagogia Carlos Iván! Intervención 32. “Yo creo que el señor aquí se debe callar. Aquí habemos personas que no somos colombianas y nos deben respeto! Oye chico: vete a pelear a tu casa!” Continúa la intervención de Carlos Iván García: Yo pensaría cariñosamente Erwin, que nos propongamos un proceso nacional para construir confianzas, para contar con todas las voces, para hacernos una perspectiva positiva. Yo diría, apostémosle a eso…, más allá del asunto de los recursos y del asunto organizacional, porque yo creo que ahí no está el asunto”. Moderador –Juan Carlos Celis: “Yo creo, para cerrar, que ya hemos puesto aquí la semilla con o sin red. Es valedera la propuesta de Erwin de unos recursos para pensarnos el proceso. Yo soy de los que siembro para recoger e ir construyendo”.

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Taller vivencial 1. “Reconciliación corporal y masculinidades” José Manuel Hernández – Colectivo Hombres y Masculinidades

“Estamos convencidos que lo que no pasa por el cuerpo, no queda en la razón… Yo tengo ejemplos de mi vida real; pero también conozco muchos casos de mujeres violadas, el clítoris se contrae como la aleta de un delfín hacia abajo. El proceso de terapia con esta mujer pasa porque la mujer empiece a reconocer su clítoris… En los hombres que sufren de eyaculación precoz se plantea la masturbación como una terapia, como un reconocimiento y aceptación de su masculinidad. Estos talleres sirven como un ejercicio diagnóstico”. “El Colectivo de Hombres y masculinidades respeta el cuerpo. El cuerpo es un regalo”.

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Taller vivencial 2. “Más allá de lo femenino y lo masculino. Un viaje por a la integración” Constanza Ardila y Karen Ballén – Corporación Educativa Cedavida “Nos vamos a poner este antifaz para relajarnos y van a soltar todo lo que tienen en las manos. Vamos a hacer una relajación profunda con visualización, posteriormente a esto pero antes de ponerse la máscara porque nosotros somos penosos, voy dando las instrucciones entonces después de esa visualización sobre el cómo integrar y apreciar lo que somos como energía pura, después de esa visualización nos vamos a levantar y vamos aponer esta energía en movimiento. Primero la aquietamos, luego la vamos a mover en una danza rítmica suave y muy bella que ya les voy a mostrar cómo va a ser y como va a desarrollarse. Terminada la danza cada uno se dirige otra vez a su asiento y voy a hacer una visualización para que esa energía integre lo femenino con lo masculino y todas las demás expresiones de género. Antes de la relajación les voy a demostrar cómo vamos a danzar después de la relajación y de la primera visualización. Ustedes no se tienen por qué preocupar si se chocan bailando, nosotros los vamos a cuidar y no saben cómo es de poderosa nuestra energía que siente al otro. Eso entre 100 a 200 personas jamás se golpean y no se golpean duro, se hacen a un lado y pierden el hilo, yo sé que hay personas que pueden tener miedo a taparse los ojos, perder la visión produce miedo, pero no tengan miedo vamos a cuidarlos si sienten mucha presión tampoco están obligados, pero vamos a hacer un mejor ejercicio si tienen puesta su máscara. 166


La danza es de integración por eso va una mano en el ombligo y la otra sobre el corazón y cuando empieza vamos a hacer una integración circular, el circulo es totalidad y recoge los géneros…ustedes con esta danza durante un tiempo van a soltar la mente y van a sentir que esa energía fluye con alegría por todo el cuerpo y la van a integrar, ustedes lo van a hacer muy bien …podemos usar todo el espacio…”

“Muchas gracias por toda la energía que han compartido con el universo… Si quieren decir algo, para nosotros es importante hacer estos talleres con hombres con mujeres todos unidos, y hablamos mucho de los temores al sentir la energía y el cuerpo, ¿alguien quiere comentar algo?”  “La verdad, es que yo creo que lo que uno siente es que no somos nada realmente. Cuando uno abandona todos los pensamientos no importa si uno es hombre o es mujer. La dificultad está es cuando esos pensamientos están ahí, golpeándonos en la cabeza; incluso perdí el ritmo cada vez que pensaba y a pesar de las interrupciones pero así es la vida, gracias por la experiencia!”.  “Bueno, yo tuve 2 momentos durante la danza, de un momento a otro me asaltó una duda que me afectó muy fuertemente y casi me bloqueo. En un momento no sabía que pensar porque se me había olvidado que tenía que hacer y estuve así como 2 minutos y 167


dije no!, tengo que relajarme y empecé a relajarme y a relajarme y encontré la solución, encontré rápidamente la solución. Yo trabajo el tema de violencia y el momento de reflexión y de intimidad consigo mismo porque en ese momento se te vienen todas las ideas y no puedes solucionar el problema de manera no violenta, entonces nosotros consideramos necesario un retiro para relajarse, para poder encontrar una solución no violenta, eso fue lo que me paso acá, pude lograr intimidad conmigo mismo pude encontrar rápidamente una solución al problema que se me había ocurrido ahí mismo, muchas gracias!”. “Muchas gracias por estar con nosotras, para Cedavida es muy importante este trabajo que hemos hecho con muchos hombres y mujeres. La Corporación de CedaVida se dedica a la investigación, tenemos 8 años. La experiencia más importante ha sido trabajar con los hombres reincorporados porque las mujeres reincorporadas no equivalen ni al 3% de las 5.700 personas con las que trabajamos en zonas como el Urabá antioqueño, norte y sur de Antioquia, el Magdalena medio y cuando todos ellos lograron bajar la máscara sin pensar que iban a ser torturados ni que les iba a pasar nada, lograron soltar su cuerpo como arma de guerra, fue muy hermoso para nosotros esta experiencia como terapeutas”. Plenaria: Comisión 2

Comisión 1. Vocero – Juan Carlos Celis Después de una ardua discusión en la comisión, surgió una pregunta central: ¿actualmente existen las condiciones necesarias para pensarse en la conformación de una red nacional?, ¿existen las confianzas requeridas?, ¿es lo suficientemente incluyente y garantiza la participación de los procesos regionales, para denominarse red nacional? En segundo lugar, en la comisión se propone trascender la preocupación por la conformación de una red y aquellos aspectos como el nombre y el logo, para centrarse en el objetivo común que convoca a las personas y organizaciones que asisten al encuentro: ¿Cómo lograr mayores niveles de articulación entre las organizaciones que realizan un trabajo en masculinidades y prevención / erradicación de las violencias de géneros en las diferentes regiones del país? Surge entonces la propuesta de pensar este ejercicio como un proceso, más que como un fin. Visibilizar las iniciativas y experiencias que tienen lugar a nivel nacional, con el objetivo de reconocer el trabajo que ya existe y retomar sus aprendizajes. La conformación de la red en ese sentido, se entendería como una consecuencia de este proceso.

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Se insistió mucho en la importancia de vincular a las regiones y en especial a aquellas ciudades en donde se están adelantando experiencias similares; así como en la necesidad de garantizar la participación incluyente de la población LGBT, introduciendo una mirada con mayor profundidad en las masculinidades no heterosexuales. Los niños, niñas y adolescentes que participaron en la comisión hicieron un aporte significativo, frente a la importancia de volver a la comprensión de la red. Nos recordaron qué entienden ellos por red y cuál es su objetivo. Al finalizar la discusión, se planteó la posibilidad de un siguiente encuentro para analizar con mayor profundidad algunos temas sobre el proceso de alianza o trabajo en red. De igual forma, se hizo la invitación a los organizadores del Encuentro de realizar un ejercicio de autoevaluación sobre el proceso y lo que ha sido el trabajo conjunto.

Nota: Por dificultades de tiempo y de uso del espacio, la comisión 1 no pudo presentar sus conclusiones en la plenaria. De todas formas, sus aportes fueron recogidos anteriormente.

VII. Agenda Encuentro de niños y niñas

Primer Día: 3 de Diciembre 7:00 8:00 8:30 9:00 9:30 12:30 1:

PROGRAMACIÓN Salida de las localidades Llegada y recepción de los niños y niñas Acto de inauguración Refrigerio Encuentro de niños y niñas Cierre del taller Almuerzo

Segundo Día: 4 de Diciembre 169


10:00 12:00 1:00 3:00

PROGRAMACIÓN Preparación de la propuesta para socialización en plenaria Socialización de los aportes y propuestas de los niños y niñas Almuerzo Salida de los niños y niñas a sus localidades

VIII. Desarrollo del Encuentro de niños y niñas 8.1. Día 1. Jueves 3 de diciembre Inscripciones

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El taller Los personajes  Griselda  Clown Red  La Bruja Zerapia  Hada de los sueños “GEMIMA”  El alquimista “NICOLAI FLAMEI  Rogelio “El Pintor”  Amarilla Los niños y las niñas entran al espacio y se encuentran con una ambientación que les permite adentrarse en un planeta fantástico. Una bruja los espera para recibirlos en la frontera y les hace entrega de un pasaporte para que lleven consigo, así como dos poderes.

Al entrar, la bruja mide el nivel de imaginación de los niños y niñas en una bola mágica y firma los pasaportes. Luego, deben pasar por la prueba de la luz y si se ven la firma de la bruja, pueden pasar al mundo mágico. 171


Los reciben los demás personajes y los niños y niñas comparten entre sí sus pasaportes.

Se sientan en un círculo con el fin de que estén todos y todas en condiciones de igualdad y con las mismas posibilidades para participar y a continuación la bruja les hace las siguientes preguntas: 172


   

¿Por qué están aquí? ¿Qué es un encuentro? ¿Qué es eso de masculinidades? ¿Qué es el género?

Los niños y niñas responden:  Vinimos a “conocer gente”, “a un encuentro”, “a conversar”, “a hacer amigos”.  Un encuentro es “hablar de un tema”, “encontrarse con otra gente”, “encontrarse con varias personas y dar una idea”.  Las masculinidades son “hablar de los hombres”, “se trata sobre los hombres y los niños”.  El género es “hablar de los hombres y de las mujeres”, “género femenino y género masculino”. Continúa la actividad con una dinámica donde los niños y niñas se expresan a través de su cuerpo. La bruja los orienta para caminar por todo el salón mientras sus palmas suenan, cuando ella deja de aplaudir todos se detienen. Caminan libremente por el salón para atrás, hacia los lados, en zig‐zag, lento, como si pesaran los pies y muy rápido; luego pasan por un túnel imaginario y terminan acostados en el piso. El hada les aplica un polvo que los convierte en muñecos de trapo.

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A continuación, la bruja les pide que formen parejas. Uno de los dos asume el rol de artista y el otro, de material. El artista debe modelar una escultura que represente los hombres de ese planeta.

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El hecho de que los actores del montaje hagan parte de las actividades, permite que los niños y las niñas se expresen con más confianza. Luego, se hace la presentación de las esculturas. Se resalta una escultura donde dos niños se toman de la mano y la denominan “Amistad” dentro del grupo de los niños y niñas que observan, algunos dicen “uyyyy son novios”. Finalizada esta parte de la actividad, la bruja les da la indicación a los niños y niñas de conformar grupos por edades. Teniendo en cuenta que se encuentran en un planeta mágico, en cada uno de los grupos van a conversar sobre el planeta del que vienen, alrededor de las siguientes preguntas:  ¿Cómo es un niño y una niña en su planeta?  ¿Qué diferencias hay entre los niños y las niñas en su planeta?  ¿Con quién viven los niños y niñas?  ¿Quién manda en la casa?  ¿Quién manda en la escuela?  ¿Quién manda en la calle?  ¿Quién manda en la ciudad?  ¿Quién manda en el país? RANGO DE EDAD 6 años 8 años 9 años 10 años

CANTIDAD DE NIÑOS POR RANGO 0 2 10 3 175


11 años 12 años 13 años 14 años o mas TOTAL

3 0 9 5 32

Frente a estas preguntas los niños y niñas responden:

    

“Los niños y las niñas son alegres, divertidos, comparten con su papás” “Los niños son groseros” “Las niñas son bonitas” “A las niñas les gusta jugar y son consentidas” “En la televisión los niños son los que juegan futbol pero en la vida real las niñas también juegan futbol”

 “Las niñas tienen sexo femenino y los niños sexo masculino”  “Los niños casi no ayudan en la casa y las niñas…casi tampoco, ósea no hay gran diferencia”  “Los hombres son muy perezosos”  “Los niños no se ponen falda pero las niñas si se ponen pantalones”  “A las niñas las ponen a hacer oficio y a los niños no”  “En la forma de hablar las niñas son menos groseras”  “Las niñas son mas coquetas”  “Los niños viven con la mamá”  “ los niños viven con los amigos”  “Yo creo que uno vive más con los amigos que con la familia, porque con la familia uno se ve sólo en las comidas y uno casi no comparte con ellos”  “En la casa manda mi papá, porque es el mayor y porque pega más duro”  “Mi mama porque ella es la que trabajaba, la que hacia el oficio en la casa y en estos momentos, mi abuelita porque es la dueña de la casa” 176


    

“En el colegio manda quien tiene el poder” “Manda poniendo reglas” “Haciendo compromisos” “Y también algunas veces gritando” “En el colegio algunos niños se creen malos”

   

“En la calle manda supuestamente la policía” “Los barristas, que se pegan cada día a media noche en la calle” “Los zorreros” “En la cuadra mandan los ñeros y los presidentes de la Junta de acción comunal”

 “Los Hombres mandan porque la gente cree que es el hombre quien da la plata en la casa”  “Se dice que la mujer manda en la casa y el hombre en la calle, pero eso no es así…” Finalizado el trabajo grupal, la bruja invita a compartir las conclusiones a las que llegaron. Así mismo, formula unas preguntas adicionales: ¿Qué pasaría si se pudiera construir un planeta nuevo y fantástico? “Sería diferente porque uno con la imaginación puede lograr muchas cosas” ¿Qué forma tendría ese nuevo mundo fantástico? “Todo el mundo haría lo que quiere” ¿Por qué las decisiones del país las toman más los hombres que las mujeres? “Porque son más responsables” ¿Por qué hay hombres gay? “Porque es la expresión liberal que uno siente y si les gusta otro hombre es el problema de ellos, es como dicen “Aquí estoy y aquí me quedo”, el gobierno debe dejarlos” 177


Otras expresiones fueron:  “Yo ya he tenido experiencias amorosas y me ha ido mas mal porque me ha tocado ser el fuerte”  “los hombres no lloran porque no son unas nenas”  “las mujeres se la pasan peleando en la casa”  “Yo no hago oficio porque quien hace oficio es mi mamá y ella nunca se cansa”

Al terminar la discusión, los niños y niñas dibujan los problemas que identifican en las relaciones entre hombres y mujeres. Uno de los niños del grupo comparte su dibujo: Alejandro de 14 años dice que dibujó un mándala que representa al mundo como una jauría de locos. Afirma: “el mundo está al revés, aunque digan que está bien. En este mundo discriminan a los gay, a los grafiteros”. Explica que el color rojo de su mándala representa a los gay que han sido asesinados. “Los están matando porque no los quieren ver acá”. El azul significa que “un hombre ya puede abrazar a otro hombre porque ya tiene un derecho decretado por el gobierno, aunque aun esto sea juzgado por la gente”. El verde significa grafitero, es decir que “ahora ya se pueden hacer grafitis en las calles libremente” y el negro, significa vida. Para el cierre de la sesión se realiza una evaluación oral de la jornada de trabajo en donde los niños y niñas expresan haberse divertido. Así mismo comentan que a lo largo del taller hablaron sobre la forma como se relacionan los niños y las niñas y sobre las masculinidades y que propusieron algunas pócimas para resolver los problemas que existen entre los hombres y las mujeres. Roman Alexis Huertas se dirige a los niños y niñas para resaltar la importancia de sus aportes en el marco del encuentro. Les explica, que así como hay un grupo de niños y niñas, también hay un grupo de adultos y otro de jóvenes, discutiendo frente a los temas que ellos y ellas han tratado durante la jornada. Agrega que el viernes se realizarán unas comisiones de trabajo y que para ello, es necesario elegir dos representantes o voceros que participarán en estas. Los representantes elegidos fueron: 1. Jose Fabian Arenas Zapa‐ 8 Años 178


2. 3. 4. 5. 6. 7.

Camila Arrazola Martinez‐9 Años Nathalia Andrea Jimenez Manrique‐11 Años Laura Maria Monroy Manrique‐13 Años Jhon Alejandro Marin Medina‐14 Años Sergio Alejandro Vivas Mendez‐9 Años Grace Valentina Rodriguez Briñez‐ 10 Años

8.2. Día 2. Viernes 4 de diciembre Se prepara la socialización de los aportes del grupo de niños y niñas en el Encuentro de adultos y se presenta al grupo (ver págs. 140 ‐ 143.)

IX. Agenda del Encuentro de jóvenes Propósito Reconocer las distintas experiencias que grupos de jóvenes de varias ciudades del país vienen realizando en torno a las masculinidades, para identificar procesos que permitan avanzar en experiencias, espacios de intercambio y articulación en red nacional, proyectando acciones de política, orientadas a la equidad entre géneros a partir de la transformación masculina. Primer Día. 3 de diciembre 7:30 – 8:30 8:30 – 9:00

PROGRAMACIÓN Inscripciones Instalación del evento  Adriana Martínez – Red de masculinidades no hegemónicas  Lucy Wantenberg – Fondo de Poblaciones de Naciones Unidas UNFPA  Flor María Díaz – Programa Integral contra las Violencias de Género  Nicolás Rueda – Colectivo Antrax  Román Alexis Huertas – Red de masculinidades no hegemónicas 179


11:00 – 11:15 Presentación Vibranza PANEL 1. Jóvenes y masculinidades: experiencias de abordaje Moderación y presentación: Misael Tirado 11:15 – 11:30 ¿Por qué jóvenes y masculinidades? Los abordajes nacionales Román Huertas – Colectivo Hombres y Masculinidades 11:30 – 11:45 Experiencias de encuentros entre hermanos: Colectivo Pelaos y Colectivo Fenix Arnaldo Carrisoza Zúñiga – Colectivo Felix, Cartagena 11:45 – 12:00 Promotoría juvenil Karen Sarmiento 12:00 – 12:15 Ser Hombres Leonardo García ‐ Universidad de Antioquia 12:15 – 12:30 Tránsitos metodológicos para la promoción de nuevas masculinidades Carlos Cordovez – Colectivo Hombres y Masculinidades 12:30 – 1:00 Plenaria PANEL 2. Masculinidades y violencias Moderación y presentación: Daniel Fernández ‐ UNFPA 2:30 – 2:45 Hombres y mujeres fragmentados en su integralidad por las violencias Milena Guzman – Fundación Cedavida 2:45 – 3:00 Experiencias con jóvenes desplazados Elkin Sepúlveda – Medellín 3:00– 3:45 Machos Afectivos Carlos Alberto Montoya 3:45 – 4:00 Experiencia Oportunidades para la Paz Carlos González Pulido, participante de la Fundación Cedavida 4:00 – 4:15 Experiencia Clubes Juveniles Miguel Palacio, Putumayo 4:15 – 5:00 Plenaria y ejes de acción 5:100 – 5:15 Presentación artística: Colectivo Juvenil “Sinónimos de paz” Grupo Oportunidades para la Paz – Fundación Cedavida

Segundo Día. 4 de diciembre 8:00 – 8:15

8:15 ‐ 8:30

8:30 – 8:45

PROGRAMACIÓN Experiencias de trabajo en nuevas masculinidades Gelbert Sánchez ‐ Taller Abierto Colectivo de Masculinidades de Bucaramanga Carlos Andrés Rueda Avances y perspectivas en la construcción de la Red Colombiana de Masculinidades No Hegemónicas. Erwin Fabián García – Fundación Social Colombiana Cedavida 180


8:45 – 9:00

Jóvenes visibles y con derechos. Marta Ligia Rincón – Subdirección de Juventud 9:00 – 9:15 Procesos Colectivos de construcción de Equidad de Géneros en el departamento del Cauca Gerardo Peña 9:15 – 10:00 Plenaria y ejes de acción TRABAJO EN GRUPOS (Actividades simultáneas – participación conjunta de jóvenes y adultos) 2:00 – 4:00 Comisión1. Articula los 3 ejes temáticos y proyecta un manifiesto o declaración, con algunas menciones de las particularidades de Colombia a partir de la Declaración de Río de Janeiro. Moderación y presentación: Douglas Mendoza y Jhon Jairo Pinzón Comisión 2. Dinámica de la Red de Masculinidades No Hegemónicas. Moderación y presentación: Diana Palacios y Juan Carlos Celis Taller vivencial 1. “Reconciliación corporal y masculinidades. José Manuel Hernández, Colectivo Hombres y Masculinidades. Taller vivencial 2. “Más allá de lo femenino y lo masculino. Un viaje por a la integración”. Constanza Ardila y Karina Ballén. Corporación Educativa Cedavida. 4:00 – 4:30 Plenaria de cierre con los resultados de las comisiones. 4:30 – 4:45 Presentación Vibranza y Piel de Lobo. 4:45 Refrigerio 6:00 Masculinidades al septimazo.

X. Desarrollo del Encuentro de jóvenes

10.1. Día 1. Jueves 3 de diciembre Presentación Vibranza

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PANEL 1. JOVENES Y MASCULINIDADES: EXPERIENCIAS DE ABORDAJE Moderación y presentación: Misael Tirado 1. ¿Por qué jóvenes y masculinidades?: los abordajes Nacional. Román Huertas ‐ Colectivo Hombres y Masculinidades Román Alexis Huertas es pedagogo, presidente del Colectivo de Hombres y Masculinidades

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Román Alexis Huertas inicia su presentación planteando que el interés de preguntarse por los/as jóvenes y las nuevas masculinidades surge en el Colectivo Hombres y Masculinidades hace quince años y, en los últimos cinco ó seis años el Colectivo observa gratamente cómo ha logrado congregar a un grupo de hombres jóvenes que discuten temas de género e incluso impulsan a otros jóvenes a transformar sus prácticas. Agrega que desde el Colectivo se han impulsado algunos procesos, se han acompañado otros y se han acercado a experiencias diversas en el trabajo con jóvenes; lo cual les ha permitido formular algunas preguntas de lo masculino en el escenario de lo juvenil y hacer algunos análisis que el expositor espera compartir durante su presentación. Comparte una experiencia de trabajo en Nariño en torno a la pregunta por los desempeños que la sociedad impone a los hombres y mujeres desde niños y niñas. Explica que en esta sociedad la presencia de lo estético está ligada estrechamente a las mujeres. Desde niñas se les educa a las mujeres para estar en el hogar y colaborar con las tareas domésticas. El padre encausa el desarrollo de la personalidad de sus hijas y se les prohíbe el placer y el sexo. Las mujeres jóvenes deben cuidar su figura corporal porque eso “garantiza” el éxito en la conquista, deben estar vinculadas a las redes sociales de la web. Los intercambios con sus pares se centran en el interés por la fiesta y la rumba. En el hogar se les demanda su colaboración en las tareas del hogar y el padre continúa encausando su rol como mujeres. Surge la advertencia frente a quedar en embarazo: “si mete las patas, nosotros ya no responderemos por usted”. Los hombres jóvenes por su parte, ubican lo estético en las mujeres. Se preguntan frente a las demandas que hace la sociedad con respecto al consumo de sustancias, de tecnología y el ejercicio de la violencia como forma de socialización. Identifican que la expresión de sus emociones está restringida a la ira, evidenciando la prohibición para el llanto, lo cual los distancia de las mujeres. Refieren el alejamiento impuesto frente a las actividades del hogar y la obligatoria disponibilidad para el padre. Desde la perspectiva de Román Alexis y frente a la pregunta de ¿por qué trabajar la masculinidad con jóvenes y niños y niñas?, el expositor señala que hace falta encontrar un 183


punto de quiebre frente al patrón tradicional de crianza que produzca transformaciones reales; es decir, menos discursivas y más vivenciales. Agrega, si los niños y las niñas, o los jóvenes y las jóvenes tienen la oportunidad de realizar un quiebre en la forma como construyen sus identidades, tal vez sea posible fracturar ese patrón hegemónico de ser hombres y ser mujeres y van a permitirse otro modo de ser. Señala que el trabajo en diferentes regiones del país le ha permitido al Colectivo llegar a diferentes conclusiones. La primera, que aunque el esquema sea el mismo para formar hombres, las particularidades culturales en cada una de las regiones son tan diversas que sugieren una manera diferenciada de reflexionar e invitar a los hombres jóvenes a pensar la construcción masculina distanciada de la hegemónica. Agrega “tenemos que ser muy ágiles en la forma como leemos los contexto culturales, porque es que en los contextos culturales donde encontramos las pistas de dónde podemos generar la ruptura. De nada nos sirve entrar a confrontar a los hombres sí esa discusión va a generar que se alejen de nuestro discurso y que no se sientan seducidos por esta oportunidad”. Por ejemplo, en el pacífico colombiano la masculinidad está muy arraigada al ejercicio reproductivo. El imaginario dominante es tener muchos hijos: “entre más hijos tenga, más hombre soy”, así no se disponga de la capacidad económica para responder por ellos. En el Putumayo, los esquemas son otros. Los hombres a partir de ciertas edades van teniendo la posibilidad de hacer ciertas rupturas, encontrándose con formas de ser más vitales, más humanas. En el Arauca, la marcada presencia del conflicto armado, va naturalizando en los niños y niñas la violencia como un elemento que permea su historia de vida. En el I Encuentro de Masculinidades con jóvenes realizado hace dos años, participaron jóvenes de Medellín, Mocoa, Pasto, Barrancabermeja, Sur de Bolívar, Magdalena Medio y Bogotá. Este encuentro permitió definir derroteros de trabajo; entre ellos, trabajar desde las prácticas, desde los libretos ocultos que los adultos utilizan para educar a los niños y jóvenes, hacerlos visibles y cuestionarlos a fin de desmontar los patrones culturales que sostienen ciertos modos de ser hombres. Se trata de mostrar horizontes más armónicos y tranquilos frente a las responsabilidades que como hombres asumimos. Román Alexis señala que uno de los momentos de la vida más potentes para posibilitar transformaciones es la paternidad. Este episodio posibilita reflexionar en torno a la pregunta ¿qué pasa con mi masculinidad? Hoy día son cada vez más los hombres que se preguntan ¿cuál es la relación que quieren tener con sus hijos e hijas? 184


En ese sentido, el Colectivo ha movilizado en los jóvenes padres su rol como “figuras protectoras”, impuesto desde el modelo de masculinidad tradicional. Pasar de la idea de protector – dueño (dueño de los hijos, de la mujer de los bienes), a la de protector vinculado con la vida, hombres que cuidan a todos los niños y niñas, que consideran que las mujeres tienen derecho a vivir en ambientes protectores, que se comprometen en cuidar su entorno. También se ha invitado a los hombres jóvenes a romper el miedo a expresarse más como humanos y menos como machos, a revisar la construcción de su identidad sexual, de su orientación del deseo; en últimas, de su identidad masculina. Roman Alexis explica que los jóvenes han conversado sobre la posibilidad de la caricia como parte del repertorio que tienen los hombres para relacionarse. El Colectivo considera que son los jóvenes, niños y niñas un punto de transformación. “Como adultos, hombres y mujeres estamos llamados a permitir que ellos nos enseñen a relacionarnos de un modo distinto… porque estas nuevas generaciones están cansadas de la violencia… Hoy encontramos en las calles que existen cientos de jóvenes que tienen diferentes posibilidades frente a la vida. Prácticas que hablan de la equidad y de una valoración de la diferencia… Tal vez los jóvenes son los únicos que pueden decir que después de todo lo que se ha vivido frente a la posibilidad de transformar la relación entre hombre y mujeres y las construcciones de género pueden seguir siendo hombres, sin tener que ser machos”.

2. Promotoría Juvenil. Karen Sarmiento, Colectivo Hombres y Masculinidades

“Como parte de las experiencias que hemos tenido en el Colectivo de Jóvenes hemos llevado a cabo diferentes procesos, entre ellos, del que yo hago parte, La Campaña de Lazo Blanco, que el Colectivo Hombres y Masculinidades asumió desde 2005. Ya llevamos trabajando desde 2005 en diferentes regiones del país. Hemos obtenido varios resultados de la campaña: el grupo Vibranza, la banda Piel de Lobo, el Colectivo Ántrax, y otros colectivos que son como hermanos del Colectivo de Masculinidades, que trabajan el tema de masculinidades. 185


La Campaña de Lazo Blanco se basa en erradicar la violencia contra las mujeres. Es importante resaltar que es una iniciativa de hombres que están pensando su masculinidad, que se están preguntando cómo ser más humanos, más sensibles, sin dejar de ser hombres. Hemos realizado varias caminatas en diversos espacios de la ciudad donde los hombres llevan falda, nos pintamos el cuerpo, la cara, llevamos pendones, gritamos consignas. A manera de anécdota, siempre que realizarnos estas caminatas los hombres de edad se nos quedan mirando, “los mariquitas”, dicen, porque los hombres llevan falda. Hemos realizado varios encuentros con la participación de diferentes colegios. El proyecto inicialmente se realizó con jóvenes de distintas localidades de colegios privados y públicos. Las experiencias, las capacitaciones y todo esto lo conducimos nosotros mismos. Una de ellas la realizamos en el colegio Naranjos de Bosa y también, tuvimos una participación activa en el Encuentro Nacional de Masculinidades en el 2007”.

3. Ser Hombres. Leonardo García – Campaña Lazo Blanco, Medellín

“Les voy a contar varias de las experiencias que tenemos a partir de la Campaña de Lazo Blanco en Medellín desde 2005, como una iniciativa del grupo “Hombres por Medellín” en asociación con el Centro de Estudios Interdisciplinarios de Género de la universidad de Antioquia y el grupo CIMAS (Construcción de Identidades Masculinas). Voy a empezar contándoles una experiencia de investigación con hombres jóvenes que desempeñan roles productivos en el centro de Medellín. En esta investigación encontramos que los mandatos de la masculinidad se viven con una fuerza en la subjetividad y en los cuerpos; esto quiere decir que para estos varones, ser hombre es una condición sin la cual no pueden desarrollarse ni pertenecer al mundo de los hombres. Ser hombre significa ser proveedor, ser fuerte y ser exitoso. Estos son los mandatos más recurrentes; aparecieron otros, pero vamos a hacer referencia a estos que tienen que ver con otras cuatro categorías en las que los hombres se ven afectados en su cuerpo y en su subjetividad: la familia, el padre y la madre, los pares y las mujeres. 186


Los hombres desde el modelo hegemónico se abrogan el derecho de definir la masculinidad y en esa medida, ellos pueden medir a otros y otorgarle el estatus de hombre. Ser hombre es una condición que “hay que merecerla”, hay que ganársela y hay que probarla desde que tenemos conciencia. Se trata de no ser infantil, no ser afeminado, no ser homosexual, ni tener nada que se le parezca a lo femenino. Encontramos un caso de alguien que desde pequeño le gusta la literatura y la escritura y desde su casa el padre establece una ruptura casi total porque él consideraba que esto era una actividad de mujeres, en consecuencia de afeminados. Ser proveedor, es uno de los mandatos más fuertes con el que se enfrentan estos hombres del centro de la ciudad. Eso los lleva a asumirse como sujetos responsables, trabajadores, a buscar emplearse en una actividad productiva y desde allí a ocupar el lugar de lo público. Uno de ellos, Franco, decía:” yo si me siento hombre porque soy trabajador”. Cuando no trabajaba se sentía inútil y decía: “yo no existo. Cada vez que consigo trabajo me vuelvo a sentir hombre”. Teníamos diez hombres en el grupo, algunos eran poetas, músicos, hombres que vendían chance, dulces, y eso los ponía en una situación del día a día. Ellos mismos se nombraban “guerreros” porque la calle tiene unos códigos que hay que saber leer y enfrentar. Desde este mandato, los hombres no pueden permitir que nadie te la monte, te robe, te estafe y si no, eres un “huevón”. En el centro de Medellín todos estos personajes luchan por los espacios, por estar en una esquina, y desde ahí empiezan las confrontaciones. “Si nos toca dar la vida para demostrar que somos hombres y que nadie nos la monta, toca”. Ser exitoso es otro de los mandatos de masculinidad que sobresalen. Ser exitoso significa triunfo en lo laboral y económico, y en la sexualidad. Ser capaces de responder con las necesidades económicas de sus casas. Uno de los chicos de 16 años decía: yo tengo una angustia gigante porque llegan los servicios, llega el arriendo, y ¿yo qué voy a hacer? Esa preocupación lo llevaba a aceptar cualquier actividad para trabajar; incluso, él vende sus poemas en la calle para poder mantener su estatus en el barrio donde vive. Tiene que asumir su rol como proveedor económico y por tanto, no deja que su compañera trabaje. La otra dimensión del éxito es la sexualidad. Uno de los hombres que participó en la investigación decía: “el día que a mí no se me pare el pene, ese día me muero”. Otro afirmaba: “Yo soy un puto, porque si la mujer que se acuesta con muchos hombres es una puta, yo soy un puto, porque yo me enrollo con cuanta mujer sea. Yo estoy casado, tengo una hija, vivo con una mujer de 28 años a la que le digo: ¿usted quiere enrollarse conmigo?, bien, pero separemos el amor del sexo”. Este hombre es músico y cumple con el imaginario de la masculinidad hegemónica. Afirma: “yo sé eso, por eso evito confrontarme, porque cuando me pregunto me 187


confronto y eso me trae muchos problemas, por eso yo no compongo canciones de amor, sino que compongo canciones sociales que me permiten establecer otro tipo de relaciones”. El tercer mandato social identificado fue: El ser fuerte. Al hombre que había elegido la escritura como forma de vida le tocó definirse como varón y para ello, el papá lo llevaba a jugar futbol obligado. Otro de ellos vivió siempre en escenarios de violencia en su casa y en la calle. Constantemente tenía que enfrentarse con los pelaos de la calle. Otro, es un hombre proxeneta, pero él mismo no se reconoce así, sino como alguien que tiene muchos amigos y quien hace los contactos. Además está muy orgulloso de lo que hace. Esta es la imagen de casi todos los hombres, del macho típico, que se confronta a muerte con otros hombres, con tal de mantener su estatus. Aún así, también encontramos otros hombres que se están planteando unos asuntos diferentes. Voces disidentes al modelo hegemónico que se reconocen a sí mismos como formados en ese mismo modelo pero que están tomando distancia. Estas rupturas llevó a uno de estos hombres a dejar de salir con sus amigos porque cada vez que se encontraban iban a lugares donde se ejercía la prostitución, y él decidió aparecerse de esos escenarios, porque eso le parecía un acto que violentaba los derechos humanos, además porque había otra condición para poder estar en ese escenario: tenían una práctica que el primero que se levantara de la mesa, era el más gallina, o el menos hombre. El decía: “yo tengo 20 años, sí yo sigo así a los 25 años voy a tener cirrosis. Entonces lo que yo hice fue distanciarme de eso”. Esta es la propuesta que tenemos anclada al enfoque de Masculinidades Saludables, que estamos desarrollando en la ciudad, que tiene mucho que ver con el enfoque de la Escuela de Masculinidades Equinoccio, desde una perspectiva integral de masculinidades. Este proceso duro tres meses, tiempo durante el cual pasaron veintiocho hombres. Trabajamos desde la reflexión, pero también desde la corporalidad y las subjetividades. Tenemos un problema en términos de la política pública y es que no contamos en la ciudad con procesos desde el estamento gubernamental que nos facilite darle continuidad a los procesos. Entonces hemos tenido que hacer algunas interrupciones. Finalmente, quiero compartirles otros proyectos que hemos realizado: Vivienda Compartida, que es un edificio donde vive gente que trabaja en la calle, y con quien implementamos la estrategia; un proyecto de salud sexual y reproductiva de Medellín, donde logramos en 2007 vincular un componente de Nuevas Masculinidades e identidad de género; el proyecto Travesías lúdicas, salud y derechos sexuales y reproductivos que actualmente se está implementando con la Secretaría de Salud y el Juego Ruta de la masculinidad que diseñé y permite a partir de la lúdica dinamizar el tema”. 188


4. Tránsitos metodológicos para la promoción de nuevas masculinidades. Carlos Cordovez, Colectivo Hombres y Masculinidades

“He titulado este segmento como Tránsitos Metodológicos para la Promoción de las Nuevas Masculinidades, porque lo que ha hecho el Colectivo de Hombres y Masculinidades es construir, reconstruir, de‐construir y volver a construir esas metodologías de trabajo, en la exploración de caminos concretos y alternativas que permitan el abordaje de la masculinidad. El Colectivo Hombres y Masculinidades surgió como un conversatorio, una técnica de trabajo, donde un grupo de hombres jóvenes que en esa época habíamos tenido experiencias de trabajo con otros hombres jóvenes empezábamos a preguntarnos qué significaba la masculinidad en medio de los cambios que estábamos viviendo. Algunos, estábamos cerca de graduarnos y algunos habían comenzado a ser padres. Entonces esas situaciones transformaban las nociones con las que veníamos, lo que nos habían dicho en la casa. Hablando un poco de las metodologías, de manera más elaborada con el tiempo, vamos a encontrar que la idea principal de todo el trabajo es posicionar la perspectiva relacional de género. Y ¿por qué hablamos de una perspectiva de género y no de masculinidades? Porque con el tiempo comprendimos que la masculinidad por sí sola no es tal, también necesita de la feminidad. Lastimosamente el tema de género ha sido ubicado como un asunto de mujeres y nosotros asumimos que el tema de género no es un asunto de mujeres. Cuando hablamos de género, los dos géneros deben estar presentes. Queremos posicionar esa perspectiva relacional de hombres y mujeres trabajando con hombres específicamente, porque es necesario desvincular a los hombres de la violencia. Hay una discusión que seguimos sosteniendo después de tantos años y es que sí queremos hombres más afectivos, que se desarrollen y se vinculen con su familia, que se vinculen con las labores domésticas, necesitamos hombres que también estén dispuestos a ceder los espacios de poder. Desde esa perspectiva buscamos acercar a los hombres a propuestas de nuevas masculinidades desde una lectura crítica del país implica replantear lógica guerrerista, la lógica que se mueve en 189


el recrudecimiento de la guerra. Esta es una cuestión que tiene que plantearnos a los hombres muchos desafíos y muchas cosas que pensar. ¿Cuál es el marco conceptual desde el cual comenzamos a movernos? Empezamos con procesos de educación popular, capacitando comunidades, jóvenes en situación vulnerable. También, desde la teoría de la complejidad, que básicamente plantea que los procesos pueden comenzar, terminar, se vuelven complejos, después se descomplejizan, vuelven a iniciar. La teoría del fuego que propone que si no atravesamos el cuerpo, si no sensibilizamos a los hombres, nosotros podemos decir que tenemos la masculinidad centrada en el poder y muy bonito el discurso, pero si ese discurso no se vuelve fuego, no se interioriza en el cuerpo donde hemos sido socializados como hombres y como mujeres, si no se remueve desde ahí los cimientos sobre los que está construido, entonces no tiene ningún sentido nuestro discurso. Permanentemente estamos revisando metodologías. Hay ciertos ejercicios que sí funcionan, otros que no. El cuerpo juega un papel fundamental. Es territorio privado y público al mismo tiempo. Con el cuerpo expresamos hacia afuera, damos opciones políticas, nos movilizarnos para decir si estamos en contra de algo o estamos a favor. Y también es íntimo porque es absolutamente personal, nadie puede sentir el cuerpo del otro, expresarse desde el cuerpo del otro. Nuestra metodología da énfasis a lo vivencial a través de experiencias reflexivas, emocionales y corporales en cuanto consideramos que desde estos niveles es posible activar con mayor profundidad procesos de replanteamiento y re‐pensamiento masculino. En muchos de los ejercicios encontramos que al generar la movilización corporal, los hombres estamos muy ligados a quedarnos en ciertos espacios, a movernos con unas cosas muy reducidas, en general con unos movimientos demasiado robóticos y esto nos permite evidenciar cómo la sociedad, la cultura normatiza, estructura los cuerpos masculinos para ciertas cosas, en general los prepara para la violencia. Una de las estrategias ha sido el trabajo corporal, alrededor del teatro, que nos permitió descubrir las potencialidades que la dinámica corporal juega. Trabajar sobre esta metodología significa desarrollar hombres orientados al cuidado porque tenemos un grupo que te entrega en confianza la posibilidad de desnudarse, te entrega su intimidad, y va a hacer cosas que en su vida cotidiana de pronto no hace, revela su intimidad. La persona que dirige la actividad actúa desde una ética del cuidado. Al hablar de lo vivencial, estamos hablando del cuerpo, de las emociones, de la alegría, de la risa, del llanto. En la arquitectura del cuerpo tenemos una historia y a veces esa historia es dolorosa. Se trata de replantear paradigmas de género desde lo vivencial y no desde lo racional. 190


Para este trabajo lo que más resultado nos ha dado, es trabajar desde las historias, recuperar lo que los hombres quieren ser y no lo que deben ser. Muchos hombres no quieren asumir el mandato social y encuentran formas de escaparse de ello, entre éstas la calle. Recuperar la historia que lleva el habitante de calle a donde quiera que vaya, desde la herida más grande, hasta la herida más pequeña. Recordar, reencontrarse otra vez con el cuerpo es un proceso que para algunos puede tomar mucho tiempo, pero es ahí donde comienzan a reconectar. Si uno coge un habitante de calle y le dice cuénteme su historia en la mayor de las confianzas, empieza a escuchar unas cosas muy dispares. Lo humano, sin artificios, sin adornos, sin escondrijos. Las movilizaciones también juegan un papel didáctico fundamental. No solamente se trata de que los hombres seamos cariñosos aquí, si cuando vamos a la casa reventamos contra los hijos. Estas expresiones públicas han jugado un papel fundamental sobre todo en los hombres que participan. Y han generado opinión pública. Las puestas en escena como la que acabamos de ver. Hacer monumentos, museos humanos es una técnica muy buena. Tienes un grupo, organizas la gente para que armen un monumento y representen algo, les pones un tema como la masculinidad, la no‐violencia, la sexualidad, el erotismo, en fin, esta estrategia tiene muchas posibilidades y sobre eso se desarrolla un ejercicio de concientización. Significa romper el imaginario que el hombre entre más horroroso, más hermoso. El pronunciamiento social, y la crisis ambiental. Ahora estamos entrando en ese tema de que el cuidado implica cuidar la familia, establecer una comunicación tranquila y armónica con la naturaleza y con el entorno. A través de la técnica de pintura corporal la gente puede encontrar una manera de resignificar la piel, es la mejor forma de expresarlo, la piel es el órgano más largo, el órgano más sensible pero también es la que ha recibido más violencia. La posibilidad de la pintura corporal es la posibilidad de que hombres y mujeres, le den un nuevo significado a su piel. Este es en términos generales el esquema metodológico del Colectivo Hombres y Masculinidades, que se puede aplicar con comunidades negras, indígenas, habitantes de calle, mujeres en desplazamiento, mujeres en conflicto armado. 5. Plenaria

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Moderador. “El Colectivo Hombres y Masculinidades surge como una apuesta de hombres para hombres. Hoy en día hay compañeras en el Colectivo que nos han hecho re‐pensar como hombres”. Intervención 1. “Todas las experiencias que han mostrado me han parecido muy interesantes, pero hay una cosa que me encantaría saber y es ¿ustedes cómo invitan, o cómo hacen para que los hombres jóvenes y las mujeres jóvenes se integren a estos grupos?, porque es que si uno mira la gran mayoría de personas que uno ve son mujeres que queremos ganar terreno, pero nosotras también necesitamos complementarnos y recibir una respuesta amorosa. También creo que no son tantos los hombres que están participando aquí en este espacio”. Moderador. “Yo me vinculé al tema de masculinidad a través de Javier Omar Ruíz, que es uno de los fundadores del Colectivo y esta necesidad surge de la misma cotidianidad; ahí empecé a pensarme como hombre. Es un proceso gradual ¿cuál ha sido el proceso de nosotros?, ha sido de forjar paso a paso, día a día algo, no ha sido tan mediático, ha sido un efecto bola de nieve, voz a voz, poco a poco nos hemos dado a conocer. En trece años de trabajo continuo hemos podido sembrar una semilla, por lo menos yo soy más consiente, soy más humano, soy más persona y ese efecto ha surgido en los jóvenes. Cuando nosotros vamos a hacer acompañamiento en los colegios en el tema de sexualidad, a través del abordaje de la piel, con aceite y con pintura corporal, se producen cambios significativos. El hecho de que yo le dé un abrazo a un amigo, que en el Colectivo nos demos un beso en la mejilla, suscita todo tipo de comentarios “ese tipo es raro”, “Uy el profe, le dio un beso a un muchacho”. Cuando uno actúa de una forma diferente, cuando uno es un asterisco y no el punto seguido que todo el mundo lo es, logra generar cambios. Es a partir de esa misma práctica que uno se va construyendo, es en el día a día”. Román Huertas. 192


“Para complementar un poquito lo que dice Misael, ¿Por qué no tantos hombres?, ¿por qué es tan difícil este trabajo? Hay una condición muy fuerte y es la presión social, nos hemos dado cuenta que los hombres jóvenes y adultos que han logrado entrar e incorporarse en este tema y desarrollar transformaciones es porque cuentan con un grupo de apoyo, un grupo de amigos que cambian. Tenemos la experiencia de hombres que han participado de talleres y hacen la reflexión: yo quiero cambiar, transformarme, ser mejor padre, amante, esposo, pero cuando vuelven a su espacio, al entorno natural, esas condiciones diferentes que quieren poner son rechazadas por su contexto, entonces se vuelve el hombre débil, el hombre frágil, el segregado y muchas veces es ese tipo de comportamiento que hace que los hombres digan no, prefiero una carga donde me ayuden los demás y no está que tengo que llevar solo. En los últimos cinco años la idea ha sido generar grupos, generar una red de apoyo frente a unas transformaciones y a unas puestas diferentes frente a la construcción de identidad”. Elkin Sepúlveda “Para responder un poco la pregunta desde nuestra experiencia en Medellín. Muchos hombres son reacios por la forma cómo llegamos, el discurso de las nuevas masculinidades. Los confrontamos a tal punto que prefieren decir, no espere un momentico. Entonces, la reflexión también debería ser acerca de la forma cómo llegamos; la confrontación directa puede ser una forma pero de pronto no la más correcta”. Moderador “Para cerrar. Yo trabajo el tema de género y soy muy fanático de las mujeres de la Universidad Nacional, porque esa fue mi casa de pregrado. Yo tomé distancia con algunas que son feministas radicales, amo las feministas de los derechos. Pensando un poco desde la masculinidad nos ha gustado muchísimo la propuesta de que el Colectivo se haya volcado hacia las mismas mujeres porque es necesario el diálogo. Ha sido una construcción de día a día, un apoyo para trabajar mancomunadamente, ha sido un esfuerzo que como decía Florence Thomas nos llevará tres o cuatro generaciones. Estos temas de las masculinidades llaman un poquito la atención, pero es mediático, un momentico. La idea es que en nosotros, cada uno de los que estamos acá generemos esas mismas redes. Son tres generaciones que ya están, los mayores de cincuenta, los mayores de treinta y cinco y están los diecisiete más o menos hacia arriba, hay una cuarta generación que son los hijos de algunos de los miembros del Colectivo. Yo creo que es ahí, en la educación, en la 193


generación de cultura, que podemos forjar un mejor futuro, dejar tanta violencia, porque es que nuestra piel está demasiado maltrecha por tanta violencia”.

PANEL 2. MASCULINIDADES Y VIOLENCIAS Moderación y presentación: Daniel Fernández, UNFPA 1. Hombres y mujeres fragmentados en su integralidad por las violencias. Milena Guzmán, Fundación Cedavida

“Voy a leer un artículo que elaboró mi compañera Angélica Torres, tal vez, algunos de ustedes que nos acompañaron en la instalación la escucharon. Ella es coautora del libro ¿Por qué vincular a los hombres en la consolidación de la equidad de géneros?, que será entregado a ustedes mañana en horas de la tarde. Lo hago con mucho gusto, comparto en su totalidad las ideas que mi compañera plasma en este documento, y la idea es que escuchemos de voz de ella a través mío cuáles son sus comprensiones sobre el tema”. Ver páginas 81 – 86. Encuentro de adultos.

2. Experiencias con jóvenes desplazados, Elkin Sepúlveda

“Para nosotros las juventudes son actores estratégicos de transformación social, sujetos dinamizadores de la sociedad que tienen una particularidad: asumen y rechazan paradigmas sociales con mayor agilidad que otras generaciones. En esa medida en los jóvenes es más fácil promocionar el cambio.

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El proceso se convirtió en un espacio para construir con las diferencias de los demás sin vulnerar derechos. La apuesta con los jóvenes en situación de desplazamiento, quienes son muy sensibles a la confrontación directa y a los juicios de valor, era hacer todo lo contrario: No juzgar sus posiciones, independientemente de que correspondieran a una masculinidad totalmente hegemónica. Hablando de las metodologías con esos 22 grupos, empezamos un proceso de formación donde aplicamos mapa de actores, cartografías sociales, juegos de activación corporal, en fin. Hubo una técnica bastante interesante que nosotros desarrollamos para estos chicos y chicas que fue un pequeño ejercicio de observatorio de medios. Después de pasar por el proceso de formación y tener algunas reflexiones construidas acerca de la ideología patriarcal, ellos analizaban algunos programas radiales y televisivos para sacar conclusiones de qué tanto esa ideología patriarcal y esos modelos hegemónicos estaban presentes en la cotidianidad, les llegaban desde los medios y estaban incidiendo en su forma de ver la vida, en su forma de actuar y en su forma de relacionarse con los demás. Este fue un ejercicio muy interesante, porque los chicos nos dijeron que algunas situaciones que para nosotros eran absolutamente normales, para ellos era una forma violenta de relacionarse con el entorno, con los hombres o con las mujeres. Por ejemplo, en muchos bares en Medellín los baños de hombres solo tienen orinales y eso aparentemente es normal, pero están diciendo: los hombres solo pueden orinar. También hay un programa que se llama Piel en Teleantioquia. Ellos vieron ese programa y la presentadora tenía ciertos tonos despectivos al referirse a los hombres. Los chicos notaron esos detalles. El proyecto fue un reto porque era unir tres temáticas: el desplazamiento, las juventudes y la masculinidad. La pregunta que nos motivaba era: ¿qué características especiales tiene la población en desplazamiento frente a los temas de género? No creo que le hayamos dado respuesta, pero logramos darnos cuenta que existe en la gran mayoría de la población en desplazamiento un cambio de roles en lo laboral, es decir, llega la familia del campo a la ciudad y por lo general, quien accede más fácil al mundo laboral es la mujer, porque esas labores cotidianas de barrer, planchar, son las que van a tener más oferta en la ciudad, mientras que pescar, sembrar y todo lo que hacían los hombres en el campo, les va a quedar mucho más difícil en la ciudad. 195


Eso implica un cambio de quién provee económicamente la casa y esa sola condición económica puede variar absolutamente el conjunto de roles entre hombres y mujeres. Los hombres ahora tienen que cuidar los niños, lavar y las mujeres trabajar por fuera del hogar. En algunas casas, las mujeres llegaban de trabajar y le entregaban la plata al hombre quien la administraba. En otras, un porcentaje mayor, las mujeres cambian las condiciones: “ahora yo soy la que pongo la plata, pongo las condiciones”. Lo otro, es que la violencia afecta la capacidad de ser afectuosos. A los y las jóvenes desplazados, les es más difícil ser afectuosos independientemente que sean o no víctimas de la ideología patriarcal En ellos confluye lo rural y sus tradiciones muy arraigadas con toda la oferta de la urbe, que en realidad los deslumbra. Una discoteca, un centro comercial, toda esa vida nocturna, a los chicos los deslumbra. Para ellos es muy fácil caer en ese juego. Otra cosa que también vimos en el proyecto es que muchos tenían que trabajar porque sus condiciones sociales se los exigían. Como resultado del proceso, los y las jóvenes manifestaron que lograron transformar algunas relaciones, hacerlas más tranquilas, más cordiales. Por ejemplo, una de las frases de un chico fue: “yo desde que estoy aquí no le pego a mis amigos maricas”. Varios chicos con los que trabajamos eran homosexuales y algunos tuvieron el valor de comunicarlo en sus casas y hubo tensiones pero todas bien resueltas, es decir lograron tramitarlas. Con ellos reflexionamos en torno a temas como: la relación de poder en sus casas, la relación de poder en el colegio, la relación de poder en su cuadra, la tensión entre las mujeres y los hombres, las transformaciones que tenían ellos. Muchos lograron cambios significativos en sus formas de concebir la vida y de ser hombres. Creemos que es necesario avanzar en el análisis de la situación de desplazamiento. Creo que nosotros seguimos cometiendo un error que es reivindicar los cambios de los hombres y las mujeres desde el modelo hegemónico, es decir, decimos que un hombre tiene una masculinidad distinta, alternativa, cuando empieza a hacer algunas cosas del modelo hegemónico de la mujer y decimos que la mujer ha reivindicado sus derechos, cuando empieza a hacer algunas cosas del modelo hegemónico de hombres y seguimos teniendo ese referente para hacer el análisis. Un chico nos preguntaba ¿lo que yo tengo que hacer es unir el modelo hegemónico de hombre y el de mujer?, ¿ las pautas del uno y las pautas del otro¡. Le dije, pues sí. Porque en últimas esas son condiciones del ser humano: ser fuerte, ser débil, proveer o recibir, proteger o ser cuidado, igual son condiciones del ser humano, no responden a una condición de género, sino del ser humano y creo que por ahí es el camino”.

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3. Machos afectivos. Carlos Alberto Montoya, Universidad de Caldas

Ver págs. 118 – 120

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4. Experiencia Oportunidades para la Paz. Participantes del Colectivo Sinónimos de Paz

“Hemos participado en un proceso dentro del Proyecto Oportunidades para la Paz en Ciudad Bolívar. Ahora hablamos de chicos, chicas, jóvenes, muchachos y muchachas, jugamos con ellas, nos divertimos. Hace tres años no lo hacíamos. Hemos tenido el apoyo de Cedavida que ha estado acompañándonos. Hemos hablado con diferentes personas y hemos visto diferentes conceptos, hemos conocido personas que han tenido diferentes conflictos. Hemos aprendido a hablar con nuestros padres y con las madres, con los alumnos del colegio y personas del barrio. En este momento hemos conformado el grupo Sinónimos de Paz, cuyo objetivo es demostrar que en Ciudad Bolívar hay talento y buenas personas, que no es como se muestra en televisión. En el Colectivo trabajamos con jóvenes, tenemos tres áreas de trabajo, las cuales son arte, productividad y deporte.

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En el arte tenemos el circo, la danza y el teatro; en el deporte tenemos Competencia Sana y el “colombiao”, donde gana el que tenga mejor convivencia. En el área de productividad tenemos lo que es la artesanía. Este año comenzamos y esperamos que el año que viene podamos organizarnos legalmente como colectivo y organización para seguir trabajando. Somos quince jóvenes, cada uno es líder y se especializa en una rama, la tarea principal es ayudar a motivar una cultura de paz frente a la violencia de los jóvenes y las jóvenes”.

5. Experiencia Clubes Juveniles. Miguel Palacio, Putumayo

“Putumayo también es Colombia. Putumayo limita con Ecuador y Perú al sur, también limitamos con Nariño y Caquetá. Es un departamento con gran biodiversidad. Sin embargo, tiene un conflicto social muy grave. En Putumayo somos 350 mil personas nada más, lo que en Bogotá sería un barrio. Sin embargo de éstas personas, 132.328 fueron desplazadas por la violencia. Putumayo es el departamento expulsor más grande de Colombia. 12.700 hombres son desplazados y 12.100 mujeres para un total de 24.800 personas en situación de desplazamiento. ACNUR trabaja con población en situación de desplazamiento en Colombia. Hace presencia en los departamentos más conflictivos, en los que hay mayor incidencia de actores armados. Para dar respuesta a esta problemática, diseñamos un proyecto desde 2006 con Bienestar Familiar y trabajamos con grupos conformados por jóvenes en situación de desplazamiento. 199


En los clubes juveniles hemos encontrado una plataforma excelente para implementar el tema de la masculinidad con el apoyo del Colectivo de Masculinidades. ACNUR ha trabajado casi históricamente con mujeres, sin embargo se dio cuenta que estaba quedando corto el trabajo, que se necesitaba involucrar a los hombres y en este sentido, el Colectivo de Hombres y Masculinidades nos tendió la mano. Entonces empecemos a trabajar con los hombres y que mejor que con los clubes juveniles. Aunque el trabajo que se ha hecho en Putumayo no ha sido una cosa espectacular como muchas de las que he visto aquí, si se han dado algunos frutos. Las metodologías que se han desarrollado para trabajar con jóvenes desplazados son el trabajo por separado con hombres y con mujeres para evitar los choques de género; exposiciones sobre el tema, ejercicios de corporalidad, campamentos y encuentros que les gustan mucho a los adolescentes, talleres, análisis de mitos y Cineforos relativos al tema. En el marco de los 16 días de activismo frente a la violencia contra las mujeres, estábamos realizando un cine foro en un colegio con grados décimos, en Mocoa. Hay una película que se llama “Fuimos guerreros” y tiene unas escenas terribles. En una escena en la que el protagonista musculoso estaba golpeando a su esposa de una manera terrible, había unos muchachos en la parte de atrás que festejaban y decían: “dale duro a esa zorra que se lo merece”. Yo estaba sentado escuchando lo que ellos decían, entonces tocó parar la película y hablar sobre el tema. Uno no puede dejar que esas cosas pasen y no hablar de ellas. Yo les dije: “no sé que me sorprende más, sí las escenas terribles de la película ó los gestos de ustedes”. Importante comprender que la masculinidad no es un modo de estar del mundo exclusivo de los hombres, sino que es un sistema de ideas y de prácticas que también las mujeres construyen en sus vidas. O sea que el machismo no tiene género. En el Putumayo los niños, las niñas y adolescentes tienen unos modelos de masculinidad y feminidad que son bastante cuestionables. Hemos encontrado que hay persistencia en los sistemas patriarcales tanto en hombres como en mujeres y ese sistema de creencias se expresa a través de concepciones populares como “los hombres en la cocina huelen a popó de gallina”. Si vamos a un paseo, los hombres recogen leña, pero las que cocinan son las mujeres. Entonces, yo creo que esto de la masculinidad debemos transversalizarla en todas las prácticas cotidianas, en las actividades que hacemos con ellos. Si vamos al campo a cocinar empecemos a intervenir en esa dirección. Los muchachos tienden a igualar su masculinidad con el pene, en una visión supremamente limitada de lo que es la masculinidad. Esto les impide explorar nuevas posibilidades, entender su cuerpo como un escenario donde se inscriben y manifiestan los discursos patriarcales dominantes. El cuerpo de estos muchachos está lleno de ataduras, ellos se saludan de una 200


manera violenta normalmente, se miran y se dan un empujón que hace retroceder al otro cinco pasos. Es muy fuerte la manera en se tratan. Se observa un analfabetismo emocional, una dificultad tremenda para expresar lo que sienten. Existe disposición y permeabilidad de los temas a tratar, eso es un punto positivo, porque los muchachos están abiertos a estos temas. Yo creo que es superclave trabajar con niños y con jóvenes. Otros hallazgos: Cuerpos marcados por diferentes formas de violencia. Normalmente, son muchachos que les han matado el papá, un hermano, que vienen de situaciones muy violentas como el desplazamiento forzado. Ellos expresan esa violencia en sus maneras cotidianas de ser. Yo he hecho talleres con niños pequeños y les pido que dibujen un árbol de su proyecto de vida, y muchos dibujan un soldado o un policía. No dicen mafioso porque les da un poco de vergüenza, pero existe esos modelos de masculinidad en estas zonas que han sido tan golpeadas por la violencia. Está por ejemplo, el paramilitar que tiene las mujeres más bonitas del pueblo, el guerrillero que tiene un arma y es poderoso porque manda; el mafioso que tiene una serie de carros, todo un sistema de símbolos fálicos, decimos los psicólogos. Los muchachos tienen un problema para mirarse a los ojos. La mirada es esquiva porque en Putumayo, sobre todo en el bajo Putumayo, hubo un tiempo en el que mirarse a los ojos para los hombres era un reto: “¿vos qué me mirás?” Entonces los muchachos allá no te miran. Dentro de los resultados señalamos que se han generado oportunidades para cuestionar las creencias patriarcales. Las iniciativas ocupacionales de los clubes han permitido el desafío de los roles de género. Al principio les daba temor ¿qué va a decir nuestra comunidad cuando nos vean haciendo flores de fomi, mariposas? Y desafiaban a sus comunidades. Ahora están trabajando y de hecho, tienen mucha habilidad y quieren continuar. Los muchachos se han vuelto un poco más cariñosos, ya no se pegan en la espalda, sino que se saludan de otras maneras y eso es valioso. Ha empezado a circular el tema de masculinidad en los discursos de los muchachos. Como ACNUR tenemos unos retos: queremos seguir trabajando con el Colectivo de Masculinidades en Putumayo, tener el apoyo de ellos es fundamental; ampliar la investigación sobre masculinidad, juventud y desplazamiento; aplicar estrategias contextualizadas a los jóvenes en situación de desplazamiento y fortalecer el trabajo con los papás y las mamás”.

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6. Plenaria. Moderador Daniel Fernández Daniel Fernández. Quisiera saber ¿qué preguntas tenemos de esta jornada de la tarde? Intervención 1. “Mi nombre es Carlos Soler, soy educador de la ACJ, centro de atención para el cuidado de los niños y jóvenes en la zona centro de la ciudad. Quería realizar la siguiente reflexión: Este ciclo de capacitaciones me da a entender las condiciones que tienen niños y niñas dentro del ambiente curricular. Por lo menos, en primera medida, el sentido del comportamiento de los niños y de las niñas frente a un espacio común: normalmente los chicos de la cancha de futbol no salen y las niñas se sientan relegadas, habitan un espacio muy pequeño para iniciar un juego de rayuela. Me llamó la atención las estadísticas del nivel de violencia y maltrato intrafamiliar, mi pregunta es ¿el proceso que han desarrollado diferentes instituciones del Colectivo de Masculinidades ha trabajado con entidades territoriales como el ICBF, el Ministerio de Educación, la Presidencia de la República, y con los padres de familia?, porque no es sólo los niños y las niñas y los jóvenes sino que es una cosa de integralidad de la familia”. Carlos Montoya. “El problema de violencia intrafamiliar es muy grande y yo creo que se han hecho cosas pero son insuficientes. Si ustedes le preguntan los padres ¿dónde hicieron el curso para criar sus hijos? No hay respuesta! Usted compra un computador y viene con unas instrucciones para manejarlo, usted compra un video‐beam y viene con todas las indicaciones, pero usted tiene un niño y no sabe qué hacer, nadie sabe cómo educarlo. Entonces se requieren muchos procesos en ese sentido, aún más en masculinidad porque ésta sigue siendo todavía una sociedad muy machista, a pesar de los cambios que han habido. Yo soy pediatra de la Asociación Colombiana de Pediatría, somos seis mil pediatras en el país. Y en una jornada que se hizo con el ICBF y RCN radio todo este año, se han realizado programas sobre educación. Cada mes se han abordado diferentes temas: prevención de accidentes, paternidad, prevención de maltrato y prevención de abuso. Lo decía ahora una compañera en la zona rural escuchan mucho radio y ésta es una forma de educar. Yo creo que la existencia del Colectivo es una invitación a que las soluciones empiecen 202


por nosotros. Hay una frase muy bella que dice: “sí quieres cambiar el mundo, cambia tu primero”. Miguel Palacio. “Lo que ha pasado en Putumayo y en Medellín son ejemplos de diferentes estrategias que algunas agencias de Naciones Unidas vienen trabajando con ICBF, que se han trabajado con el Ministerio de Educación Nacional desde el proyecto de Sexualidad y Educación para la ciudadanía, precisamente planteando estos referentes, porque en la medida que se generen estas reflexiones, podemos empezarlas a posicionar en el lugar de las políticas públicas. Yo pienso que estamos haciendo un ejercicio interesante, estamos avanzando en reflexiones con la sociedad civil, pero también hay que atraer al nivel gubernamental para que luego, produzcamos políticas. Por ejemplo, ustedes encuentran políticas que decían “los y las” y creíamos que eso era género e inclusión, pero lo que observamos es que las iniciativas juveniles, las oportunidades laborales siguen siendo inequitativas para las mujeres en relación a los hombres”. Milena Guzmán. “Hay una cosa importante desde el proceso de Oportunidades para la Paz y es que venimos trabajando en identificar cuál es la postura que tienen los niños, las niñas y jóvenes frente al tema de las políticas públicas. Mientras no generemos mecanismos de seguimiento a las políticas públicas nos vamos a quedar cortos. Sin embargo, la apuesta en Oportunidades para la Paz es una apuesta más personal. En la medida en que empezamos trabajando con los muchachos, con los jóvenes, con sus familias y ahorita estamos tocando un escenario muy importante que es la escuela. Cuando estábamos trabajando con los muchachos nos dimos cuenta que les mostrábamos unas formas de relacionarse no violentas, pero todo se venía abajo cuando eran violentados en sus casas, en sus familias y en el colegio también. Por eso el proceso también empezó un trabajo muy importante con docentes, con maestros. Nos dábamos cuenta que si bien la escuela debía presentarse como un escenario protector, realmente no era un escenario protector sino expulsor”. Carlos Cordovez.

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“Solamente tengo una reflexión en torno a esto y es principalmente, que todas las políticas y ayudas internacionales cuando dicen que van a tratar la temática de género se restringen al tema de las mujeres. En el caso de la violencia intrafamiliar no basta solamente con empoderar a las mujeres, capacitar a las mujeres, brindarles todo el apoyo psicológico, que lo merecen, lo necesitan y que es válido, pero sí no trabajamos con los hombres en la reducción de la violencia, con esos hombres maltratadores, sí no hay una respuesta del otro lado, tampoco estamos haciendo mucho”. Daniel Fernández. “Hay varios elementos que yo pienso hay que tener en cuenta. Cuando uno plantea el tema cómo estos referentes tienen que comenzar a permear los programas regionales, departamentales, distritales, es precisamente porque no pueden ser proyectos que no tengan sostenibilidad. Lo primero que hay que empezar a hacer es tejer en términos de la sociedad civil esa relación con lo gubernamental”. 7. Presentación artística: Colectivo Juvenil “Sinónimos de paz”

Esta es una muestra de una de las líneas de trabajo en el Colectivo de Oportunidades para la Paz, cuyo nombre es Sinónimos de Paz. La construcción del buen trato y la comprensión entre las personas no depende únicamente del discurso, ni de hablar de lo políticamente correcto, respecto cómo deben relacionarse los hombres y las mujeres. Nosotros creemos que más importante es la práctica, construir ahí, en el marco del arte, el deporte, escenarios que nos permiten aprender a convivir con nosotros y los otros/as. 204


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10.2. Día 2. Viernes 4 de diciembre

PANEL 3. 1. Experiencias de trabajo en nuevas masculinidades. Gelbert Sánchez ‐ Taller Abierto

“Taller Abierto es un centro de atención integral para la mujer y la familia. Esta ONG lleva diecisiete años trabajando en la ciudad de Cali y aproximadamente desde los inicios ha trabajado con mujeres desplazadas, niños jóvenes y adultos. Pero hace como diez años fortaleció el trabajo con jóvenes y con diferentes cabildos indígenas. En Taller el trabajo con jóvenes se enfoca en la violencia de género. A través de los trabajos de masculinidad que se han venido desarrollando, se han propiciado cambios a nivel personal, porque yo entré con una personalidad muy errónea. Yo era quien decidía y sí no era como yo decía entonces no hacíamos nada. Yo llevaba un proceso y uno invitaba a los amigos a hablar sobre esto y esto, pero decían que no, que eso era para niñas, que era muy maluco. Entonces llegamos a un acuerdo que la única forma de poderle llegar a los hombres era hablando sobre sexo. Y así sí llegaban. De esa manera fue como se fue tratando el tema de la masculinidad en Taller Abierto. Yo me he desvinculado un poco de la universidad, he tenido que trabajar y no le queda a uno tiempo. He tenido varias experiencias. A los dos años mi papá nos dejó, el dijo que nosotros no éramos hijos de él. Yo sé que él vive en Bogotá, pero al él yo no le digo papá, lo saludo y no le pido bendiciones. En cambio, a mi padrastro yo sí le digo papá, porque se ganó el derecho. Entonces la visión que me dejó mi papá, o sea mi padrastro, cuando se fue para Ocaña, yo quedé con la figura de ser el hombre de la casa, que era ayudar a mi mamá, cuidar a mi hermana y protegerlas. Mi mamá me decía: “a usted le toca hacer esto porque usted es el hombre de la casa”.

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A través de los procesos que hemos tenido hemos trabajado en campañas en la ciudad. Tuvimos un evento con colegios. Fue algo muy bonito porque pocas veces se ve que los hombres sean tan sensibles entre hombres”. 2. Colectivo de masculinidades de Bucaramanga. Carlos Andrés Rueda

“Este es un proyecto de un grupo de investigación que se llama Prometeo, que pertenece a la Escuela de Trabajo de la Universidad Industrial de Santander. El estudio recogió datos sobre la violencia que se presentaba en personas en situación de desplazamiento. A partir de los resultados obtenidos, se elaboró un proyecto con ACNUR en el cual se buscaba capacitar jóvenes estudiantes con el fin de bajar los índices de violencia de personas en esta situación. Román Huertas fue nuestro tutor y asesor, toda la capacitación y la formación estuvo en manos de él. El seminario lo hicimos 25 personas, pero las personas que no estaban muy interesadas se iban retirando con el tiempo. Más o menos en este momento somos un grupo base de 10 personas. Al principio, fue muy difícil porque no había muchos hombres interesados. Los hombres que participaron en este proceso eran de Trabajo Social, no había hombres de otra carrera. Era algo que chocaba. ¿Cómo así que nuevas masculinidades?, “eso es para locas”. Muchos entramos por presión, inclusive las mujeres nos decían: “vayan a ver qué pasa, miren a ver qué es ese cuento”. Teníamos también choques porque las mujeres se sentían excluidas. De una u otra forma también hubo muchos prejuicios cuando salíamos, nos decían: “¿ya se hicieron más machos?”, “¿dónde están los machos cabríos?” porque también existían prejuicios de que el concepto de nuevas masculinidades era sinónimo de orientación sexual diferente a la heterosexual. Muchos de los integrantes tuvimos que soportar esos prejuicios, pero también argumentar que el tema de nuevas masculinidades no era sinónimo de locas, ni de hombres menos hombres. Durante el proceso formativo con Román no teníamos unos objetivos o estándares para evaluar sí el proceso había sido positivo o no se había cumplido. El proceso se cumplió pero los objetivos que tenia ACNUR no. Esto nos afectó en el sentido que nos quedamos sin un asesoramiento por parte de otras entidades o personas que conocían más del tema, pero por otro lado, nos comprometimos más con el cuento y empezamos a liderar procesos, a exteriorizarlos en las comunidades desde la práctica y las vivencias. 207


Posterior al convenio de la universidad con ACNUR, empezamos a trabajar con jóvenes en situación de desplazamiento. En un principio trabajábamos sólo con hombres, pero después vimos la necesidad de involucrar a las mujeres. No sabíamos cómo trabajar ciertos temas con mujeres y habíamos adquirido cierta experiencia pero con las mujeres era algo difícil; sin embargo, fuimos desarrollando una experiencia propia para este trabajo. Nosotros nos enfrentábamos a que la violencia en estas poblaciones en desplazamiento es muy naturalizada y para ellos es muy normal. Igual ese cambio de roles que se genera el desplazamiento, la mujer cuando llega a la ciudad por lo general es la primera que consigue trabajo, por lo tanto, como “le quita el puesto al hombre el rol de ser el proveedor”. El hombre pasa de ser el que lleva la plata a ser el cuidador de los hijos, eso genera conflicto dentro de esas relaciones, igualmente el hombre está tratando de manifestar que él es el que tiene el poder, es el macho de la casa y no hay otra forma que recurrir a la fuerza. Con los jóvenes trabajamos tres temáticas: trabajar desde la fuerza, trabajar desde la corporalidad y trabajar desde las emociones. Trabajábamos desde la fuerza porque era la forma de invitarlos a ellos a que a través de ejercicios de fuerza tuvieran cierto contacto y también a hacer reflexiones sobre el mal uso que le hacíamos a la fuerza. Con respecto a la corporalidad hacíamos muchos talleres de cultura. Buscábamos que respetaran el cuerpo del otro y posteriormente hacíamos reflexiones con ellos sobre el trabajo realizado. En lo que respecta a la emotividad hacíamos ejercicios lúdicos‐reflexivos, pero digamos que lúdicos porque tomábamos la vida de ellos, y a partir de esas historias de vida nosotros trabajábamos y direccionábamos ese concepto que ellos tenían de ser hombres. Hemos trabajado con una Fundación que se llama Cielos, en Bucaramanga. Hemos trabajado con ellos talleres de formación en el sector norte de Bucaramanga. Ellos cada seis meses nos llaman a nosotros para que les demos talleres a los jóvenes sobre nuevas masculinidades. También dentro de las alianzas que hemos tenido está la alianza con la Convención Iberoamericana por los derechos sexuales y reproductivos. Es el único colectivo de nuevas masculinidades en todo el país que pudo acceder a ser firmante en esta convención. También hemos realizado eventos. Por ejemplos, hemos tratado de organizar acciones en conjunto de tal forma que impacten más a la 208


comunidad”. Cuando hablamos de transformación estamos hablando de cambios estructurales y no quiere decir que los cambios individuales no sirvan para nada, para lograr la transformación debemos remitirnos a las acciones en conjunto, a las acciones organizadas, a esa sumatoria de cambios que pueden llegar a generar un cambio estructural. Esos cambios estructurales qué implican, un cambio político, un cambio económico, un cambio social que lo estamos logrando. Entonces, lo importante es consolidar la red porque la red nos va a permitir de cierta forma eso”. 3. Proyecto Jóvenes visibles y con derechos. Marta Ligia Rincón, Subdirección de Juventud – Secretaría Distrital de Integración Social “Quiero expresar que hace algún tiempo cuando me enteré del trabajo de esta red de masculinidades me pareció una noticia muy grata porque en algún momento tuve alguna implicación con la lucha feminista y siempre dije que esa lucha debería vincularse a los hombres ya que el objetivo último finalmente es la construcción de formas relacionales más equitativas entre hombres y mujeres y no lo podemos hacer cada uno por su lado. Para comenzar, el desarrollo de la política pública de juventud ha liderado el Proyecto Jóvenes Visibles y con derechos. La Secretaría de Integración Social es un sector de la Administración Distrital que tiene como misión liderar el diseño, la implementación y evaluación de políticas públicas dirigidas a mejorar las condiciones de calidad de vida de los ciudadanos y ciudadanas de Bogotá, a través de la gestión social e integral. La visión de la Secretaría es que en 2018 pueda ser reconocida distrital, nacional e internacionalmente como la entidad social de todo el distrito capital en el marco del Estado Social de Derecho. En la subdirección para la Juventud realizamos las acciones de promoción de derechos sexuales y reproductivos. También tenemos la Subdirección para la Infancia que trabaja los niños, la Subdirección para la Adultez, la Subdirección para la Vejez y la Subdirección para la Familia. El proyecto Jóvenes Visibles y con Derechos maneja un enfoque de derechos, tiene acciones encaminadas a los jóvenes y las jóvenes de la ciudad. Exige la construcción de las condiciones para el ejercicio efectivo, progresivo y social de los derechos de los jóvenes y las jóvenes. Parte

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del entendimiento integral, interdependiente, transversal de los derechos civiles, sociales, culturales, económicos, colectivos y ambientales. El objetivo general de todo este proyecto es construir conjuntamente con y para los y las jóvenes las condiciones necesarias para lograr la promoción necesaria de sus derechos de manera que se garantice progresivamente su vivencia, contribuyendo con esto al mejoramiento de su calidad de vida. Una de las apuestas más importantes es que todo lo que hagamos lo hagamos conjuntamente con los jóvenes. A nosotros siempre se nos ha criticado que de pronto llegamos a las comunidades con las cosas hechas y desde nuestra visión hemos querido articular el trabajo con los jóvenes y para eso tenemos un equipo en cada una de las localidades de la ciudad. Dentro de ese proyecto que tiene cinco líneas estratégicas de acción, hay una que está encaminada a la promoción de los derechos sexuales y reproductivos y es desde allí donde nos paramos para aportar en esta construcción de relaciones más equitativas entre hombre y mujeres. Este trabajo en el tema de derechos sexuales y reproductivos contribuye al desarrollo de los derechos individuales y colectivos de los ciudadanos y las ciudadanas y además recoge las Convenciones y Conferencias de las Naciones Unidas que al respecto han sido firmadas. La concepción del Proyecto se fundamenta en la igualdad y equidad de los géneros. En la promoción de los derechos humanos, de los derechos sexuales y reproductivos. La experiencia de trabajo de estos años nos ha llevado a reflexionar sobre una serie de situaciones que las vamos a mencionar que son características del inicio de la sexualidad y los jóvenes. Por ejemplo, el inicio temprano de las relaciones sexuales sin la información ni el conocimiento necesario. Sabíamos que en esa época por las condiciones sociales que se tienen no todas las relaciones sexuales son planeadas sino son producto de la oportunidad y eso trae sus consecuencias. La comunicación se reduce al plano de la genitalidad, sin tomar en cuenta otros componentes como el componente emocional y comunicativo, es decir la sexualidad también tiene que ser producto de un consenso y comunicación permanente. Desconocimiento de las expectativas eróticas de la mujer por parte de ella misma y de su pareja. En sociedades patriarcalistas como la nuestra, la mujer está siendo educada con unos criterios que no le permiten identificarse y reconocerse como un ser 210


sexuado, como un ser con la necesidad del ejercicio de la sexualidad sino más bien como esa persona que debe proveer a otro, satisfacer a otro pero no se cuestiona ni se preocupa por satisfacer las necesidades que tiene. Ustedes saben que hay mujeres que no saben que en su hogar pueden ser víctimas de abuso sexual por parte de su esposo. Ellas creen que todas las veces que el esposo accede a ellas debe ser así porque es lo que debe ser, sin contar con las posibilidades, las necesidades y los deseos que tienen ellas. Las mujeres quedan sorprendidas al conocer sus derechos y dicen: “pero yo cómo puedo denunciar a mi marido que ha abusado sexualmente de mí, si se supone que ese es parte del papel que yo debo cumplir en la relación”. Y es curioso cuando uno trabaja con mujeres más jóvenes, con niñas, con adolescentes porque ellas expresan que no se sienten discriminadas, pero cuando ya empezamos a hacer ejercicios de reflexión hay consciencia de que en realidad no son tomados en cuenta sus intereses. Reclaman participación y responsabilidad masculina en la planificación familiar, cuidado y crianza de los hijos y las hijas. Todo eso sabemos que es producto de las prácticas de crianza que manejamos. En el plan individual de los seres humanos en lo que se refiere al entorno social, encontramos la influencia de entornos externos de identificación. Parte del trabajo que nosotros hacemos con jóvenes, tiene que ver con un proceso de reflexión frente al encuentro por ejemplo, con los medios de comunicación. Tomamos un comercial y la mayoría de ellos están reafirmando esos patrones sociales de lo que deben ser los hombres y las mujeres. La presión a actuar como los demás para evitar la crítica y el rechazo. La crítica es mucho más marcada en la etapa de la adolescencia. Hay una necesidad de estar reafirmando la virilidad o la feminidad y hay mucha presión por parte de los hombres para que los muchachos se inicien sexualmente o accedan cuando una niña les gusta y ella les da alguna pista de también está interesada, entonces hay presión para acceder a esa niña. A veces los muchachos no han pensado en iniciar su vida sexual pero la presión social hace que ellos lleguen a hacerlo sin tener consciencia de porqué o para qué lo están haciendo. Para nadie es un secreto que la mayoría de ustedes aprender sobre sexualidad y relaciones no en la casa, sino a través de otros medios. La mayoría de los factores que generan vulnerabilidad de los y las jóvenes en el ejercicio de la sexualidad tienen el origen en los patrones de identificación que sustentan lo que deben ser los hombres y las actitudes de las mujeres. En el entorno social encontramos factores de vulnerabilidad como pobreza, exclusión social y desplazamiento, falta de confidencialidad en la consulta médica, consejería escolar entre otros.

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La época de la adolescencia, los cambios corporales de la pubertad nos hacen pensar que estamos preparados para iniciarnos sexualmente. En esta época hay un énfasis muy importante y empiezan las pautas de crianza a decir lo que debe ser un hombre y una mujer. Los invito a que pensamos cómo el hecho de ser mujer u hombre influyó en su vida, en el plano familiar podemos preguntarnos de qué manera sus familiares lo trataban y le daban enseñanzas morales y éticas; en el plano escolar podríamos pensar en los aspectos que sus profesores y compañeros tenían en cuenta para evaluarlo académicamente. A veces, nosotros trabajamos con docentes y ellos dicen que no tratan distinto a las mujeres, pero ya entrando en la conversación nos damos cuenta de las diferencias. En algún taller, el profesor de matemáticas decía que había que tener consideración con las mujeres y ser mucho más fuerte y exigente con los hombres. Fíjense todo el mensaje que tiene esa afirmación. Las acciones de formación e información que desarrollamos en el Proyecto están encaminadas a institucionalizar un discurso de derechos que coloque en el centro la recuperación y la apropiación del cuerpo. La pluralidad de la sexualidad humana otorgando resultados a la igualdad y no exclusión. Desde 2004 hemos llevado a cabo dos diplomados con docentes de colegios de muchachos que han participado en el proyecto. Tenemos un equipo de localidad, que tiene entre tres o cuatro personas. Ellos son los que llevan a cabo estos procesos de formación e información”.

4. Procesos Colectivos de construcción de Equidad de Géneros en el departamento del Cauca, Gerardo Peña

“Honrados de ser invitados a ser parte de este espacio. Voy a tratar de concentrarme en el tiempo que tengo, me disculparan que en el contexto avance muy rápido porque quiero presentar un esfuerzo que se viene haciendo desde hace varios años con un Comité de base, un comité de mujeres que venimos acompañando y que nos da pautas bien importantes en la manera como desde las comunidades de base se pueden generar procesos transformadores y espacios de injerencia del proceso local que permitan conducir algunos cambios en los gobiernos locales y en las políticas públicas en los territorios. Estamos ubicados en el Nororiente Caucano, en Tierradentro, que es una zona compuesta por dos municipios. En el municipio tenemos alturas desde los 2100 hasta los 7600 metros sobre el 212


nivel del mar y eso es importante porque nos da la cuenta de la diversidad topográfica, climática, poblacional y marca una dinámica política y económica particular. Somos un territorio diverso, tenemos un 40% de comuneros que pertenecen a territorios de la comunidad NASA algunos pocos representantes de los Coconutos, algunos Guambianos y entre el 50 ‐60% de colonos mestizos, que han ido poblando este territorio a punta también de la historia de este país, somos hijos o nietos o bisnietos de desplazados, prácticamente que nos hemos concentrado en esta aéreas que dependen de las cordilleras orientales y en la cordillera central. Tenemos tres resguardos indígenas, tenemos cabildos y pues nuestro territorio está marcado por esos procesos acumulativos de capital social. Tenemos una gran fortaleza organizativa representada en el sector campesino, inicialmente cabildos indígenas del municipio. El ANDI que es la organización de la cual hago parte, está dividida en comités: comité de mujeres, de jóvenes y de salud. En este momento tenemos alrededor de 25 profesionales hombres y mujeres de diferentes orígenes que están a lo largo del territorio trabajando por algún proceso organizativo y tenemos aproximadamente 25 comuneros y comuneras. Dentro de nuestros principios uno de los mas importante es el de equidad y dentro de ellos, la equidad de géneros. Tenemos un trabajo pedagógico importante y en el área de las comunicaciones estamos en este momento en proceso de montar una emisora; es más, ya está montada, de hecho tenemos una pelea de 5 años con el Ministerio de Comunicaciones que no nos ha querido dar la licencia, pero continuamos en esa lucha. La primera experiencia que quiero socializarles es una campaña entre el 2006 y el 2007 tendiente a socializar el trabajo reproductivo‐productivo y político que realizan las mujeres. Esta es una zona donde la sociedad tradicional y el patriarcado son tan fuertes pues allá se da discriminación y violencia y esta afecta principalmente a las mujeres. Esta fue la razón por la cual se inició esta reflexión. 213


La campaña se basó en una serie de campañas pedagógicas comunicativas hechas en espacios públicos y encaminados al reconocimiento del trabajo reproductivo productivo y político de las mujeres que parte de un diagnostico de las condiciones laborales adversas y que se desarrollan en los diferentes tipos de trabajos que ellas hacen y los múltiples contextos de ambiente local, caracterizados por el desconocimiento y la desvalorización de las actividades de las mujeres en el hogar, en el espacio público y en las organizaciones sociales. La campaña sobre paternidad fue un proceso pedagógico que se realizó en 32 veredas del municipio donde el comité tiene grupos focales y se hizo un trabajo de reflexión sobre lo que significa el trabajo y el bienestar social etc. Logramos una movilización de 2000 personas de diferentes partes del país en donde se socializaron a las instituciones a las familias al gobierno local, etc. Se leyeron los manifiestos y se hicieron algunos compromisos. En un evento que se realizó en 2007 se entregó de manera simbólica la campaña a otras mujeres del departamento de Cauca y algunas de las labores que llevan a cabo las mujeres del municipio. Esto nos lleva a la siguiente experiencia que es una campaña de Atención y Prevención de violencia intrafamiliar, que se está desarrollando en este momento. Una de las grandes conclusiones que nos deja esta campaña 2006‐2007 es que la violencia es uno de los factores que más está influyendo en términos de definir a las mujeres en sus territorios, su proyección, sus derechos y nos dimos cuenta que la violencia intrafamiliar es el cuarto factor de salud publica más importante sumado al alcoholismo. Lanzar la campaña fue un reto en el sentido de realizar una réplica del proceso anterior en el municipio y también por fuera de él. Actualmente, se está realizando en dos municipios del oriente caucano y en dos municipios del sur occidente del Huila: en Argentina y en La plata. El objetivo es lograr condiciones de vida digna, para contribuir a superar la violencia que afrontan cotidianamente las mujeres y lograr el reconocimiento de sus derechos. Hemos desarrollado unos 70 talleres de 115 programados en todo el territorio, que incluyen temas de género: identidad roles, derechos, espacios públicos. Tenemos un área de atención psicológica y familiar y hemos logrado en algunos casos, acompañamiento puntual. Se está ayudando a las mujeres a través de medios visuales, estamos utilizando cuñas a través de las emisoras comunitarias y se ha diseñado una radio novela. Hemos elaborado afiches y otras piezas comunicativas con los funcionarios, apostando a crear una red a nivel de los municipios donde estamos trabajando. 214


También hemos hecho una capacitación a los funcionarios sobre el tema de la violencia, la violencia sexual la violencia intrafamiliar, con el fin de unificar rutas y protocolos y actualizarlos con las nuevas legislaciones que han surgido. Finalmente, pretendemos realizar un encuentro regional que sea el cierre de la campaña, que sea un espacio de difusión donde se presentan las reflexiones. Las fotos que vemos son de mujeres de la comunidad y lo que recogen estas piezas son discusiones que se dan en los mismos talleres. Se hacen en términos coloquiales con los que las personas de los territorios estén familiarizadas: “para eso no hay lío” o “usted se lo buscó” como respuesta por ejemplo a la violencia sexual, a los casos de violación que muchas veces uno escucha. Hemos elaborado 8 módulos de capacitación en el tema de reconocimiento del cuerpo, diferentes tipos de violencia, derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos mecanismos de civilidad, construcción de rutas de atención y redes comunitarias de apoyo. Casi que los talleres no se enfocan en socializar las rutas sino en construirlas con los funcionarios porque no existen en las redes locales y esto es muy complicado. El proceso de sensibilización sobre las condiciones de vida de las mujeres ha aportado elementos a este proceso, para plantear estrategias de acción tendientes a la promoción de sus derechos y lograr equidad de géneros a nivel local. Los vínculos entre los grupos se han fortalecido en este proceso y han servido para generar agentes de trabajo conjuntos de acuerdo a actividades del proceso organizativos y político; igualmente los talleres y encuentros han propiciado un espacio fundamental para reportar las actividades y el acompañamiento pedagógico que ha venido realizando el comité en acción de los derechos de las mujeres que fortalecen el proceso organizativo y economía agroalimentaria. Es interesante ver que las mismas mujeres que se empoderaron hace 10 años, que vienen de comunidades campesinas en este momento son las que están realizando el diseño pedagógico y la implementación pedagógica en estos lugares, son ellas las multiplicadoras y las replicadoras de esos aprendizajes. El aporte más importante para socializar es la manera como las políticas públicas también se construyen desde abajo y cómo las organizaciones desde las mismas comunidades siendo sensibles a sus problemáticas, a sus realidades, a sus limitaciones, a sus particularidades también pueden generar procesos transformadores 215


Sin embargo, es triste como estos procesos se ven amenazados por la presencia de los grupos armados. El sábado 28 de Noviembre amanecimos en la cabecera del municipio con panfletos redactados por las Aguilas Negras donde señalaban este tipo de procesos como negativos y amenazaban de muerte a los líderes, entonces son particularidades que se encuentra uno en el proceso y que complican aun más estos procesos de transformación y alternativas en las comunidades”.

Preguntas y respuestas claves… ¿Por qué trabajar la masculinidad con jóvenes y niños y niñas?  Porque hace falta encontrar un punto de quiebre frente al patrón tradicional de crianza

que produzca transformaciones reales; es decir, menos discursivas y más vivenciales. Si los niños y las niñas, o los jóvenes y las jóvenes tienen la oportunidad de realizar un quiebre en la forma como construyen sus identidades, tal vez sea posible fracturar ese patrón hegemónico de ser hombres y ser mujeres y van a permitirse otro modo de ser (Román Alexis Huertas).

 Las juventudes son actores estratégicos de transformación social, sujetos dinamizadores de

la sociedad que tienen una particularidad: asumen y rechazan paradigmas sociales con mayor agilidad que otras generaciones. En esa medida en los jóvenes es más fácil promocionar el cambio (Elkin Sepúlveda).

 Importante comprender que la masculinidad no es un modo de estar del mundo

exclusivo de los hombres, sino que es un sistema de ideas y de prácticas que también las mujeres construyen en sus vidas. O sea que el machismo no tiene género… En el Putumayo los niños, las niñas y adolescentes tienen unos modelos de masculinidad y feminidad que son bastante cuestionables. Hemos encontrado que hay persistencia en los sistemas patriarcales tanto en hombres como en mujeres y ese sistema de creencias se expresa a través de concepciones populares como “los hombres en la cocina huelen a popó de gallina”. Si vamos a un paseo, los hombres recogen leña, pero las que cocinan son las mujeres (Miguel Palacio).  Existe disposición y permeabilidad de los temas a tratar, eso es un punto positivo, porque

los muchachos están abiertos a estos temas. Yo creo que es superclave trabajar con niños y con jóvenes (Miguel Palacio).

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¿En qué momento del ciclo vital puede ser interesante promover reflexiones y cuestionamientos sobre la masculinidad? 

Uno de los momentos de la vida más potentes para posibilitar transformaciones es la paternidad. Este episodio posibilita reflexionar en torno a la pregunta ¿qué pasa con mi masculinidad? Hoy día son cada vez más los hombres que se preguntan ¿cuál es la relación que quieren tener con sus hijos e hijas? En ese sentido, el Colectivo ha movilizado en los jóvenes padres su rol como “figuras protectoras”, impuesto desde el modelo de masculinidad tradicional. Pasar de la idea de protector – dueño (dueño de los hijos, de la mujer de los bienes), a la de protector vinculado con la vida, hombres que cuidan a todos los niños y niñas, que consideran que las mujeres tienen derecho a vivir en ambientes protectores, que se comprometen en cuidar su entorno (Román Alexis Huertas).

¿Cómo acercarse a los jóvenes que representan un patrón hegemónico de masculinidad? 

No juzgar sus posiciones, independientemente de que correspondieran a una masculinidad totalmente hegemónica (Elkin Sepúlveda).

Una de las apuestas más importantes es que todo lo que hagamos lo hagamos conjuntamente con los jóvenes. A nosotros siempre se nos ha criticado que de pronto llegamos a las comunidades con las cosas hechas y desde nuestra visión hemos querido articular el trabajo con los jóvenes (Marta Ligia Rincón).

¿Cómo abordar el tema género con los y las jóvenes? 

Desde una perspectiva relacional. Y ¿por qué hablamos de una perspectiva de género y no de masculinidades? Porque con el tiempo comprendimos que la masculinidad por sí sola no es tal, también necesita de la feminidad… sí queremos hombres más afectivos, que se desarrollen y se vinculen con su familia, que se vinculen con las labores domésticas, necesitamos hombres que también estén dispuestos a ceder los espacios de poder (Carlos Cordovez).

En algún momento tuve alguna implicación con la lucha feminista y siempre dije que esa lucha debería vincularse a los hombres ya que el objetivo último finalmente es la construcción de formas relacionales más equitativas entre hombres y mujeres y no lo podemos hacer cada uno por su lado (Marta Ligia Rincón). 217


¿Qué metodologías pueden resultar atractivas para el trabajo sobre las masculinidades con hombres jóvenes? 

El cuerpo juega un papel fundamental. Es territorio privado y público al mismo tiempo. Con el cuerpo expresamos hacia afuera, damos opciones políticas, nos movilizarnos para decir si estamos en contra de algo o estamos a favor. Y también es íntimo porque es absolutamente personal, nadie puede sentir el cuerpo del otro, expresarse desde el cuerpo del otro… Al hablar de lo vivencial, estamos hablando del cuerpo, de las emociones, de la alegría, de la risa, del llanto. En la arquitectura del cuerpo tenemos una historia y a veces esa historia es dolorosa. Se trata de replantear paradigmas de género desde lo vivencial y no desde lo racional. A través de la técnica de pintura corporal la gente puede encontrar una manera de resignificar la piel, es la mejor forma de expresarlo, la piel es el órgano más largo, el órgano más sensible pero también es la que ha recibido más violencia. La posibilidad de la pintura corporal es la posibilidad de que hombres y mujeres, le den un nuevo significado a su piel (Carlos Cordovez).

Después de pasar por el proceso de formación y tener algunas reflexiones construidas acerca de la ideología patriarcal, ellos analizaban algunos programas radiales y televisivos para sacar conclusiones de qué tanto esa ideología patriarcal y esos modelos hegemónicos estaban presentes en la cotidianidad, les llegaban desde los medios y estaban incidiendo en su forma de ver la vida, en su forma de actuar y en su forma de relacionarse con los demás.

Campañas pedagógicas comunicativas hechas en espacios públicos y encaminados al reconocimiento del trabajo reproductivo productivo y político de las mujeres… Se está ayudando a las mujeres a través de medios visuales, estamos utilizando cuñas a través de las emisoras comunitarias y se ha diseñado una radio novela. Hemos elaborado afiches y otras piezas comunicativas con los funcionarios, apostando a crear una red a nivel de los municipios donde estamos trabajando (Gerardo Peña).

¿Cómo lograr que las transformaciones que se generan en los hombres que participan de procesos pedagógicos, se mantengan en el tiempo? 

Hay una condición muy fuerte y es la presión social, nos hemos dado cuenta que los hombres jóvenes y adultos que han logrado entrar e incorporarse en este tema y desarrollar transformaciones es porque cuentan con un grupo de apoyo, un grupo de 218


amigos que cambian. Tenemos la experiencia de hombres que han participado de talleres y hacen la reflexión: yo quiero cambiar, transformarme, ser mejor padre, amante, esposo, pero cuando vuelven a su espacio, al entorno natural, esas condiciones diferentes que quieren poner son rechazadas por su contexto, entonces se vuelve el hombre débil, el hombre frágil, el segregado y muchas veces es ese tipo de comportamiento que hace que los hombres digan no, prefiero una carga donde me ayuden los demás y no está que tengo que llevar solo (Román Alexis Huertas). 

Cuando hablamos de transformación estamos hablando de cambios estructurales y no quiere decir que los cambios individuales no sirvan para nada, para lograr la transformación debemos remitirnos a las acciones en conjunto, a las acciones organizadas, a esa sumatoria de cambios que pueden llegar a generar un cambio estructural. Esos cambios estructurales qué implican, un cambio político, un cambio económico, un cambio social que lo estamos logrando (Carlos Andrés Rueda).

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