CEAMEG - Construcciones de género en la historiografía zapatista (1911-1919)

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Centro de Estudios para el Adelanto de las Mujeres y la Equidad de Género resultado que doña Juana Gutiérrez de Mendoza se pusiera en correspondencia con él. Ella poco después, quedaba con el carácter de agente revolucionaria del ejército libertador, en los Estados del sur. Doña Juana ha dicho ayer a un réporter: -yo me sentía feliz, al fin veía cumplidas mis ambiciones: ser revolucionaria, mezclarme en política, recibir a individuos que llegaban con toda clase de precauciones, cumplir encargos de don Emiliano, y en fin hacer revolución en todos lados. Y para concluir dijo en tono de broma: -Ya a mis años no le queda a una más que divertirse en esas cosas. Así es como se expresa la Sra. Mendoza, quien, con un orgullo digno de mejor causa, confesó ser ella la persona designada por Zapata para el desempeño de comisiones de importancia.278

El tiempo dedicado a Juana Belén nos hace pensar en la importancia que tuvo su aprehensión, sin embargo, al referirse a ella se le ridiculiza, anteponiéndose el «la» a su apellido, con lo que se le da un tono despectivo. Una mujer dirigiendo un diario subversivo, admiradora de un bandido, pretendiendo levantar al pueblo contra el gobierno para con ello «salvar a la Patria». Se admira su valentía pero les da lástima sus convicciones tan pobres, como concluyendo que sólo una mujer es capaz de estar del lado del salvajismo, de los perdedores, de la lucha sin sentido, del idealismo cursi. Una mujer que pretende ser intelectual, que pretende dedicarse al periodismo le da la razón a la visión positivista acerca de la mujer que intenta tomar un papel que no le corresponde en la sociedad según la visión de la época. Una mujer jamás podrá tener la misma preparación intelectual que el hombre ya que ella está conformada físicamente para las emociones. Si quiere tomar un papel masculino se convertirá en una farsa, en una parodia del ser masculino. Vemos entonces cómo en el imagiario de la época la mujer tiene un papel pasivo y se ve con naturalidad sus lloros y sus rezos. Pero cuando llega a tomar un papel más activo, éste se minimiza o ridiculiza sobre todo cuando la violación de los espacios de género llega a verse como una amenaza a la estabilidad social, entonces se ve clara la voz de alarma y la negación o exageración de los hechos. Las mujeres que aparecen en la vida de Zapata cumplen también este papel pasivo, ya sea como víctimas o girando y/o sometiéndose al héroe; temiéndolo, cuidándolo, recibiendo su protección o traicionándolo. Heridas de amor o aceptando compartir su cariño con otras mujeres. En el siguiente capítulo veremos cuáles eran las representaciones de Zapata antes de convertirse en el prototipo del héroe y como representante de la masculinidad. 277 278

El Independiente, 7 de septiembre de 1913, p.3. El Diario, 6 de septiembre de 1913, p.1.

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