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Reportaje: Cross de las Doce Uvas

CROSS El Cross de las Doce Uvas:

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Sólo apto para los más valientes

La carrera popular que organiza el Club Deportivo Rondilla la mañana del 31 de diciembre acaba de cumplir 36 años. El Cdo es patrocinador desde hace 10.

En los años 80, el Parque de la Ribera del barrio de la Rondilla en Valladolid tenía un aspecto bastante diferente a como es hoy. Se trataba de un espacio infrautilizado, descuidado, un completo pedregal que rodeaba las antiguas huertas. Con la intención de recuperar ese entorno para la vida del barrio y “ocupar ese espacio”, la Asociación Familiar Rondilla, a través del ex atleta Juan Cornejo, puso en marcha el Cross de las Doce Uvas, que discurría por la ribera del Pisuerga y desde su origen nació con voluntad de dureza.

Los primeros años la Asociación contó con la ayuda del Club Trotapinares hasta que en la cuarta edición se funda la rama deportiva con el Club Deportivo Rondilla, que asume desde entonces y hasta ahora la organización del Cross. Es una labor ardua y costosa y desde el Club admiten que les ha costado mucho esfuerzo mantener el Cross, que se financia exclusivamente a través de patrocinios y colaboraciones, tanto de instituciones como de empresas amigas, porque siempre ha sido una carrera totalmente gratuita.

El Cdo Covaresa es uno de los principales patrocinadores del Cross desde hace 10 años, prácticamente desde su nacimiento y con su aportación anual contribuye al mantenimiento de esta arraigada carrera en la ciudad. “El Cross de las Doce Uvas es uno de los eventos a los que más cariño tenemos desde el Cdo, por nuestra larga vinculación con él y por ser una cita obligada en el calendario deportivo de Valladolid”, señala el director del Cdo, Francisco de la Fuente. “Nos llena de orgullo poder aportar nuestro granito de arena para que el Cross siga desarrollándose año tras año”, añade.

Desde el Club Deportivo Rondilla, su director técnico, José Luis Castro, recuerda que los primeros años corrían 150 personas y que en 2019 han alcanzado las 1.700 y no ha sido el mejor año porque la participación, sobre todo infantil, varía mucho en función de la meteorología “y la pasada Nochevieja ha sido de las más duras, estábamos a 6 grados bajo cero”. “Es un día en el que lo fácil es que haga mal tiempo, pero el Cross también consiste en eso, en la dureza del clima y del propio recorrido, y los corredores buscan eso también”. José Luis recuerda cómo en los primeros años, “les hacíamos saltar los muros que dividen las huertas” y si llovía gran parte del recorrido se convertía en un barrizal. Poco a poco, el Cross ha ido creciendo y mejorando, al mismo tiempo que han visto cómo la zona de la Ribera se transformaba en el magnífico parque que es hoy.

Castro recuerda a los grandes atletas que han corrido el Cross a lo largo de su historia; desde Teodoro Cuñado a Mayte Martínez, pasando por Sara Valderas, Isaac Viciosa, Oscar Fernández Giralda o Marta Domínguez. “En la categoría junior y cadete aquí ha corrido lo mejor de Castilla y León y además sucedía una cosa curiosa y es que los que ganaban el Cross, tenían un buen año deportivamente hablando, o sea, que les daba suerte”.

Dureza, frío, compañerismo y suerte. Una combinación perfecta que asegura el éxito del Cross de las Doce Uvas por muchos años más.

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