Inmigrante ante la sede de Iberia de Passeig de Gràcia, en reformas/ fotografía digital
Pues idos a vivir a un pueblo; allí todo el mundo cuida de todo el mundo, y si hay una rata en mitad de la calle, una hacendosa señora (de enérgica sonrisa; delantal bordado a mano, quizá) la va a barrer y va a pasar la fregona luego; a todo esto, nadie cierra la puerta de la calle, y nuestros bolivianos hablan un cantarín, selvático, gracioso catalán. Etcétera. No podemos ser parte del problema y, sin embargo, somos la parte principal del problema. Por nuestra culpa, hacer esto pasa por hacer algo. Por culpa de gente como nosotros, la progresía ambiente es este amontonarse abúlico de historias e imágenes y no acaba de pasar que se imponga el atónito, silencioso, necesario estupor y el caer en la cuenta que será el principio de todo.
texto de Manolo Martínez