armas de caza
Para un estudio exhaustivo de los impactos que pudiéramos ocasionar en un animal, y con arreglo a determinar un diagnostico reconstructivo, Ustedes pensarán y es evidente que para llevar una identificación balística, es preciso disponer de una serie de medios auxiliares, microscopio, Ibis (Sistema integrado de identificación balística), ordenador,….. Como un complejo estudio de materiales, composición química, forma, peso…. En nuestro caso, esta reconstrucción va a ser menos laboriosa y mucho más sencilla. Por supuesto se va a desarrollar en el campo, por razones obvias utilizaremos otros medios menos técnicos y bastante más rudimentarios.
¿Cuáles serían los factores y medios que nos podrían ayudar a determinar qué arma y qué cazador ha llevado a cabo esos posilbes impactos en el animal? - El Punto o distancia desde el cual se ha efectuado el disparo. Teniendo en cuenta el alcance de nuestra arma. El impacto en un arma de cartuchería metálica (rifle) no será igual a una distancia de 50 que a 150 metros. El daño en carne que se observará será mayor a más corta distancia si empleamos mismo calibre y munición. Al utilizar cartuchos semimetálicos (escopetas) vamos a detectar diferencias en la posible dispersión o agrupación de los perdigones en el animal; observándose más o menos daño. - Cartucho metálico. Dentro de este punto podemos analizar si pudiéramos localizar el tipo de la punta, examinar ocularmente forma, peso aproximado, calibre de la misma, material del que está fabricada. Hay una extensa gama de variedad en el mercado, lo cual nos favorecería, dado que la coincidencia sería más difícil. - Cartucho semimetálico. Hay variantes en los perdigones de una marca comercial a otra. Tipo de diámetro (… 7ª,8ª… etc.) si coincide o no. Si utilizamos la escopeta para la caza mayor (cartucho-bala), podremos observar las distintas variantes de puntas, con arreglo a las marcas comerciales. - Posición y/o ubicación. Posición del cazador respecto al animal impactado. Establece una línea entre animal > cazador. En caza mayor, orificio de entrada, trayectoria y posible salida. (Marcar trayectoria con una vara fina, de cualquier arbusto o árbol, de orificio a orificio). Establecer ángulo de entrada con arreglo a nuestra zona de disparo. Tener en cuenta la dirección del disparo: La que presenta el proyectil con respecto al plano de incidencia, sobre el que choca en el momento de penetrar en el organismo del animal. - Trayectoria balística. En el punto anterior comen-
tamos la entrada y salida del proyectil en el animal. Para ello hemos de tener en cuenta esa trayectoria que ha marcado este antes de impactar en el animal al que hemos disparado. Ver si ha habido un posible rebote o triangulación de nuestro proyectil o, por el contrario, del compañero que reclama ese animal. - Número de impactos. Ver cuantos impactos tiene el animal, y sacar conclusión con arreglo a los que hemos efectuado nosotros. - Trayecto interno del proyectil en el animal. Analizaremos esa penetración y el poder lesivo de la munición. Nos va a determinar el camino recorrido por este a través del cuerpo. La fragmentación del cartucho metálico nos va a definir, en algunos casos, la posición de entrada de la punta o proyectil. En forma y su ubicación, de las microlesiones específicas o individualizadas. Observemos la posible rotura ósea, que en muchos casos pueden presentar: Desviaciones: cambios bruscos de dirección, o desajustes que sufren los proyectiles en el interior del cuerpo al chocar con estructuras compactas (huesos). Migraciones: Arrastre del proyectil por el torrente sanguíneo al penetrar en la cavidad o en un grueso vaso sanguíneo. - Ángulo de penetración. Lo vamos a definir como el ángulo formado por la horizontal que atraviesa el orificio de entrada (OE) y la trayectoria de la punta, tomando en consideración que el cuerpo del animal esté en posición normal.
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