Conoce a Nuestra Feligresa: GUADALUPE DE LA CRUZ — Una Amiga Cercana de Nuestra Señora

En estos días, es difícil ver a Guadalupe De La Cruz sin un rosario en sus manos - o sin amor por María en sus ojos.

“Estoy muy cerca de la Virgen María,” dice. “Sobre todo me encanta la Santa Misa, y después viene el Rosario, el pequeño Jesús y San José. Me encanta el Rosario y siempre trato de rezarlo; lo rezo tantas veces como puedo cada día. Es muy, muy especial y hermoso. Si rezamos el Rosario lentamente, contemplando la vida de Jesús a lo largo de cada década, la Santísima Virgen nos protegerá de muchos males.”

Y también es difícil sacarla del edificio de nuestra parroquia.

“Nuestra parroquia es mi segundo hogar, o incluso mi primera casa!” ella dice. “Conozco a casi todo el mundo allí. Los feligreses son muy amables y buenos. Rezo por mis compañeros feligreses y sé que ellos también rezan por mí. Nuestra familia parroquial nos trae amor y ayuda en tiempos de dificultad. La Iglesia nos enseña y nos trae sacerdotes preciosos.”

Cada año, Guadalupe se une a tres equipos de feligreses para visitar a las personas en sus hogares y rezar el Rosario con ellos. Por lo general, comienzan este esfuerzo en Octubre y terminan el 11 de Diciembre, día de la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.

“Hemos hecho esto durante muchos años,” dice. “Visitamos 46 hogares y rezamos 46 rosarios en total. No pudimos hacerlo el año pasado debido a COVID, pero realmente lo disfruto y espero que podamos hacerlo de nuevo este año.”

Guadalupe también disfruta dando su tiempo y talento a los necesitados, como al llevar la Sagrada Comunión. a los enfermos y rezar por los difuntos.

“Me gusta visitarlos y permitirles recibir a Jesús, para que Él pueda ayudarlos a sobrellevar su dolor,” dice Guadalupe. “Quiero traerles la paz y el gozo de Jesús. También trato de rezar una Novena del Rosario por el alma de casi todas las personas de nuestra parroquia que mueren.”

Lo más importante es que, como madre de ocho hijos y abuela de cinco nietos, Guadalupe vive la visión de la corresponsabilidad al traer el amor de Cristo. a su familia de una manera hermosa.

“Siempre rezo por ellos y trato de ser un buen ejemplo para ellos,” dice. “Varios de mis niños van a la iglesia de San Patricio y están muy felices de pasar mucho tiempo allí.”

Al recordar su vida, Guadalupe, de 75 años, puede ver la mano bondadosa de Dios obrando de maneras maravillosas. Con esto en mente, quiere dar esperanza a quienes más lo necesitan.

“He tenido una gran fe en Dios durante toda mi vida,” dice. “Dios me ha ayudado todos los días de mi vida. Siempre que necesito algo, Él está ahí para mí. También veo su presencia en otros. Si pudiera dar un consejo a otros, diría que vengan a la Iglesia y no dejen a Dios atrás. Encontrarás todo lo que necesitas en la Iglesia. Si dejas de lado tu fe, la vida te será muy difícil.”