Historia del Ecuador y América Latina

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Tras efectuar varias salidas de exploración “por varios rumbos de suma aspereza y riesgo, en que tuvo mucho que padecer personalmente y el gasto de más de mil y quinientos pesos”, según lo hizo constar en la relación de méritos que elevó a la corona, logró establecer una dilatado”.6. En realidad, la ruta escogida por Olmedo era otro antiguo camino prehispánico que subida por la “cuesta de Chazo Juan” (1050 msnm) en el subtrópico, subiendo hasta al puerto de montaña de Tomabela (3000 msnm) y avanzando desde ahí por El Arenal (4500 msnm) y con la relación exacta de los lugares sobre (los) que había levantado (esa carta)”, pero luego pudiera dar el mismo Olmedo para su construcción.7 El siguiente proyecto para un nuevo camino hacia Guayaquil surgió en 1799 y lo formuló don Pedro Tovar y Eraso, un comerciante guarandeño de origen judío sefardita, quien planteó al cabildo de Guayaquil que le entregase el monopolio de la venta de hielo en el puerto por el lapso de diez años, comprometiéndose a cambio a abrir un nuevo camino entre Guaranda verano, sin la pensión de pasar los ríos intermedios”.8 to fue aprobado por la Audiencia de Quito y Tovar emprendió su tarea, abriendo en el plazo de un año un nuevo camino por la ruta de Ojiva, tan ancho que permitía el paso paralelo de dos áreas y se construyeron tambos para el reposo y aprovisionamiento de los viajeros. Finalmente, el camino entró en uso en 1803, mostrando con ello la determinación y esfuerzo de la gente del corregimiento de Chimbo para buscar el progreso de su región mediante la posesión de nuevas vías de comunicación y transporte. Empero, Pedro Tovar a los pocos años de explotación de la ruta y nadie estuvo en capacidad de mantener su gran obra vial, que en pocos años fue devorada por la selva, con lo cual las cosas volvieron a su situación anterior.

Construcción del camino de Santiago En realidad, la búsqueda de nuevas rutas entre la capital quiteña y la costa del Mar del Sur era un antiguo sueño de los habitantes del centro del país, que venía desde comienzos del siglo XVII. Varias rutas se concibieron para ello en diversas épocas, aunque todas buscaban aprovechar y reformar antiguos caminos indígenas. Fueron las principales las que buscaban trazar un camino directo desde Quito a Esmeraldas, por la ruta del noroccidente, y la que pretendía trazarlo yendo por Ibarra hasta el río Santiago (Camino de Malbucho). Como ya hemos esas nuevas rutas, que lamentablemente, decayó luego de la ausencia y muerte de su constructor, hasta quedar reducida a un sendero usado por tramos y abandonado en gran medida a la voracidad de la selva tropical. Casi cinco décadas más tarde, hacia 1788, surgió un nuevo proyecto para abrir un camino entre Quito y Esmeraldas, esta vez por la vía del río Santiago. Su autor fue un empresario criollo, don Antonio Fernández Juárez, quien formuló el proyecto ante la Audiencia de Quito, solicitando una concesión para su construcción. Tres años más tarde, a su sucesor, Antonio Mon, como uno de los asuntos pendientes que esperaban resolución Sobre la apertura del Camino al Río de Esmeraldas, que vierte sus aguas en la Mar del Sur, hay formado un proyecto por don Antonio Fernández Juárez, muy Id. Id. 8 Cabildo de Guayaquil, Acta del 9 de agosto de 1799. En: “Actas del Cabildo de Guayaquil”, vol. XXIV, pp. 367-368. 6 7

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