Dexter por decision propia jeff lindsay

Page 155

155

JEFF LINDSAY

—Ni tampoco Disneylandia —replicó de manera innecesaria, en mi opinión—. Esto no es un picnic, colega. Hemos venido a matar a ese tipo, y cuanto antes te acostumbres a esa idea, mejor. —Sí, lo sé, pero... —No hay pero que valga. Vamos a matarle. Ya veo que eso te supone un problema. —En absoluto. Por lo visto, no me oyó, o bien estaba lanzado a un discurso preexistente y ya no podía parar. —No puedes mostrarte aprensivo por un poco de sangre —continuó—. Es de lo más natural. Todos nos criamos escuchando que matar está mal. Depende de a quién, pensé, pero me lo callé. —Pero las normas están hechas por gente que no podría ganar sin ellas. En cualquier caso, matar no siempre está mal, colega —dijo, y aunque parezca extraño, me guiñó el ojo—. A veces, hay que hacerlo. Y a veces, la víctima se lo merece. Porque, o bien un montón de gente morirá si no lo haces, o puede que sea una cuestión de acabar con él antes de que él acabe contigo. Y en este caso... concurren ambas circunstancias, ¿verdad? Y si bien era muy extraño escuchar esta tosca versión de mi credo de toda la vida en labios del novio de mi hermana, sentado en la cama de una habitación de hotel de La Habana, me llevó una vez más a dar las gracias a Harry, tanto por haberse adelantado a su tiempo como por ser capaz de expresarlo de una forma que no me diera la impresión de estar haciendo trampas en el solitario. De todos modos, no me entusiasmaba la idea de utilizar una pistola. Me parecía mal, como ir a lavar los calcetines en la pila bautismal de la iglesia. Pero, al parecer, Chutsky estaba muy complacido consigo mismo. —Walther, nueve milímetros. Unas armas estupendas. —Cabeceó, metió la mano de nuevo dentro del maletín y extrajo otra pistola—. Una para cada uno —dijo. Me dio una de las pistolas y la cogí con aire pensativo—. ¿Crees que podrás apretar el gatillo? Sé qué extremo de una pistola hay que sujetar, piense lo que piense Chutsky. Al fin y al cabo, me crié en casa de un policía, y trabajo con policías a diario. Es que no me gustan esas cosas. Son muy impersonales y carecen de elegancia. Pero me la había arrojado como en plan de desafío, y encima de todo lo que había pasado, no estaba dispuesto a hacer caso omiso. De modo que extraje el cargador, volví a cargarla y la sostuve en posición de disparo, tal como Harry me había enseñado. —Muy bonito. ¿Quieres que dispare a la televisión? —Resérvate para el malo. Si te crees capaz. Tiré la pistola sobre la cama, a su lado. — ¿Es ése tu plan? —le pregunté—. ¿Esperamos a que Weiss se registre en el hotel y le montamos la de Duelo de titanes? ¿En el vestíbulo, o durante el desayuno? Chutsky sacudió la cabeza con tristeza, como si hubiera intentado sin éxito enseñarme cómo se abrochaban los zapatos. —Colega, no sabemos cuándo aparecerá este tipo, y no sabemos qué va a hacer. Puede que sea él quien nos vea primero. Enarcó ambas cejas, como diciendo, Ja, ¿a qué no se te había ocurrido? — ¿Le dispararemos cuando le encontremos? —La cuestión consiste en estar preparados, pase lo que pase. Lo ideal sería llevarle a algún sitio tranquilo y liquidarlo. Pero al menos estaremos preparados. —Dio una palmada sobre el maletín con el gancho—. Iván nos ha traído un par de cosas, por si acaso. — ¿Minas terrestres? —pregunté—. ¿Un lanzallamas?

BayHarborButcher.WordPress.com


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.