SIEMPRE A TU LADO

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Siempre a tu lado Jose Ruiz González

Prefacio Juan Espino Durán Textos

Jose Ruiz González

Galería Saro León



Si te dediqué mi vida mamá, cómo no te voy a dedicar este libro.



Índice Prefacio

La emergencia en el arte.

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Prólogo

Siempre a tu lado.

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1´15´´mas de vida Autopoemas

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La emergencia en el arte Juan Espino

El arte influye enormemente en el alma del espectador. Tiene el poder de despertar imágenes vividas y muchas veces olvidadas. En esos momentos nos damos cuenta de lo imprevisible que puede ser la memoria. Es por ello que, al vivir el arte, se experimenta la emergencia, una emergencia que se renueva sin censura antes de que podamos sofocar sus efectos. El arte es una práctica que realizamos con una imaginación que nos libera. Es esa la razón por la que el artista crea, por lo que necesita crear. José Ruiz, Las Palmas 1968 se presenta en esta muestra como un prospector solitario en una galería de imágenes. Imágenes vividas que arrastra desde el alma del artista hasta la imaginación del espectador. De este modo el sujeto que expone es ”todo el sujeto” y esto se debe fundamentalmente a que se entrega sin reserva al espacio poético de las obras que ha creado para una exposición en la que los objetos nos hablan de una parte dolorosa de su vida. Al observarlos experimentamos el estar inmersos en problemas que no podemos resolver únicamente por medio de la reflexión. Nos pone en contacto con un trágico proceso vital de humillaciones y maltratos psicológicos que culmina con la pérdida del ser querido. El humo que invade la atmósfera de las fotos de personas allegadas al artista, tiene una profunda carga simbólica. Cada persona fotografiada ha perdido a un ser muy querido, algunos recientemente. Es por ello que unidas no dejan de conformar una foto familiar en el dolor y en lo cercano. El humo es la antítesis del barro (agua y tierra) por corresponder a los elementos fuego y aire. Según el alquimista Geber, el humo es el alma separada del cuerpo. La sublimación de la hoguera. De igual manera la pérdida del ser querido nos ha debilitado. No somos ahora los que éramos antes. Sus tumbas son en alguna medida también las nuestras. Se han ido y nos han dejado solos frente a los retos que encarábamos juntos. 11


Alguien debería contar lo que sucedió en la casa que Magüi González proyectó para José Ruiz en San Cristóbal durante aquellos años en los que todos deseamos cubrir el universo con nuestros diseños vividos. Nunca leímos y hablamos tanto de arte, sociedad e identidad mientras oíamos música, bebíamos y bailábamos con el rumor perpetuo de las olas que rompían a pocos metros de donde estábamos. Clara Muñoz exponía las líneas de futuros proyectos y como me dijo José una vez parecía que los iba engarzando como perlas en los hilos del tiempo. Creo que tras su muerte nos quedamos desamparados con una enorme reserva de imágenes y sin embargo nos faltaban fuerzas para escribir nuevas páginas. Lejos quedan ya las tardes de Juan y ginebra. Las comidas frente al mar con Saro León, Juan Hidalgo y Carlos Astiárraga. Siempre nos sentimos privilegiados por oír de la propia boca de Juan, anécdotas sobre el carácter y la obra de John Cage al que conoció íntimamente. Hablaba de la interpretación disciplinada con que David Tudor se enfrentaba a las indicaciones existentes en las partituras de sus conciertos. -Pocos interpretan correctamente Cuatro treinta y tres – Nos comentaba entre sorbos de Bombay Sapphire con hielo. Compuesta por Cage en 1952, “for any instrument or combination of instruments” 4´33´´ fue la obra que Juan interpretó en su propio piano tras ser intervenido, como dedicatoria a Clara Muñoz. La otra casa de Jose está situada también frente al mar, en San Agustín. Ahí conocimos a Lucía González Hidalgo. Su vida fue sorprendente. Su dedicación a la alta costura la llevó a trabajar con el diseñador Antonio Nieto y la Casa Dior. Tras su matrimonio dejó una prometedora profesión para integrarse en un hogar regido por un patriarcado. La frustración vivida se ve reflejada en los trozos de tela calados con frases humillantes. La costura, en otros tiempos creativa y liberadora se manifiesta ahora como resultado de la sumisión en la que muchas mujeres creadoras se han visto sumergidas a lo largo de la historia. 12


La poesía hace cooperar la percepción de lo real con la función psíquica de lo irreal. Es por ello que inquieta al ser dormido en su automatismo. El poeta no puede ser el sujeto del verbo adaptarse. La muerte de la poesía es el fin de los sueños. La urna que contiene las cenizas de la poesía no nos habla únicamente de la renuncia de Lucía sino de la pérdida de ideales de muchas mujeres que no encuentran en sus parejas y familia el apoyo para crecer, para imaginar más allá de la rutina de las amas de casa. El artista crea en el umbral del ser. En cada obra experimentamos su resonancia. Podemos encontrar en ellas una medida de sus presiones - sobre todo de la opresión- que el creador ha debido padecer en el curso de su vida. El recorrido humano es dolorosamente intransigente pero no se le pide al pez que ame el mar, sino que lo atraviese. La imagen surge en la consciencia como un producto directo del corazón, del alma, del ser del hombre captado en su actualidad. No existe poder evocador más poderoso que la pérdida del ser querido. Thomas Bernhard lo expresó magistralmente en su novela “Masestros antiguos” Alte Mesiter. John Casavettes, en el film “Maridos” nos llevó de la mano de tres hombres que tuvieron que afrontar en el funeral de un amigo la ansiedad provocada por una crisis existencial, en una edad madura en la que parece imposible retroceder. En el largometraje “Mi vida sin mí” Isabel Coixet nos presenta a una protagonista que tiene que preparar una existencia en las que ella no iba a estar.

“God only knows where I´ll be whitout you…” (The Beach Boys) 13



Siempre a tu lado

Jose Ruiz González

En esta exposición se emprende una búsqueda desde lo real hacia el dolor y la pérdida. Aún a riesgo de parecer muy simplista, se podría decir qué esta muestra lleva a la realidad más allá del arte, que se baja de él para entrar en la vida. Lo social no puede desprenderse del arte pero hay en estos trabajos un acercamiento más físico, una proximidad más conceptual y espiritual con un espectador más real, al que se le enfrenta con la realidad y su representación. El arte se ha visto aquí, como un suceso en el que convergen experiencias y vivencias autobiográficas, tratando de conciliar al espíritu con la materia y al ser humano con su individualidad perdida. Estos trabajos se ubican en medio de la realidad misma y de sus desgarros. No se ha pretendido crear un nuevo mundo, sino que se ha querido actuar sobre el ya existente, con una mirada completamente alejada de cualquier idealismo. Una forma de acceder a la realidad que pretende acercar al espectador a verdades incómodas, es por ello que se necesite de su empatía, de su conexión con la imagen, alimentándola con sus vivencias y su concepción del mundo, esta es la vía que posibilita la creación de toda una red de significados comunes asociados con la vida y con la muerte. 15


“Siempre a tu lado” se dirige a un espectador que se ubica en medio de la realidad, de las simples cosas, esta muestra desarrolla su poética mediante nuevos enfoques representativos de la vida para asentarse en la verdad a secas, sin pudor ni intermediarios, para sumergirse en el centro del dolor y de la perdida. La realidad se muestra aquí como un suceso del trauma, como la cosificación de los sentimientos. El discurso de la muestra se mueve entre las poéticas artísticas que subvierten el sentido de la obra como elemento representativo y se ubica en la realidad, desde la que se busca un lenguaje que intenta encontrar la interacción del espectador para acceder a su comprensión, para provocar en él una respuesta. Se busca su empatía para que incorpore lo que le es afín o necesario, rechazando aquello que no le interese. Se trata de tejer una red de significados intertextuales en los que todos nos reconozcamos, recobrando la conciencia de la memoria para crecer en el presente. Se representa el realismo traumático de un tiempo dominado por la incertidumbre, donde todo parece arrastrarse y girar sobre la misma existencia del individuo, la misma idea de la realidad y su frontera con un espacio agónico donde todo puede suceder, estas obras respiran esa sensación inquieta de lo incierto, habitan en la incertidumbre de nuestra propia identidad. 16


Lo traumático aparece como un encuentro fallido con lo real, con esa realidad que se nos hace insoportable porque no acabamos de aceptar que la incertidumbre se convierta en vivencia de lo siniestro. Aquí la categoría de lo siniestro, que cubre con su sombra el arte contemporáneo, se convierte en el discurso estético del trauma. Y es cierto que en estos trabajos se ha hecho del trauma un leitmotiv y un sustento, ya sea para ponerlo en evidencia o como un esfuerzo de catarsis personal. Cuando el dolor se mueve en los territorios de la incertidumbre nos encontramos con el llamado “retorno de lo real”, descrito por Hal Foster: no pocos artistas parecen impulsados por la ambición de habitar un lugar de afecto total y de ser purgados absolutamente de afecto, de poseer la obscena vitalidad de la herida y de ocupar la nihilidad radical del cadáver. Esta oscilación sugiere la dinámica de la conmoción psíquica, pero ahora llevada mucho más allá del principio del placer. El afecto puro, ningún afecto: Duele, no puedo sentir nada. (1).

1.En el retorno de lo real. La vanguardia a finales de siglo (Madrid, Akal, 2001, p. 170). 17



Comida familiar

El psicópata doméstico

Las personalidades psicopáticas son mucho más habituales en nuestra sociedad de lo que parece y su efecto es más grave de lo que creemos, puesto que no se limita a aquellas personas que se encuentran en centros penitenciarios cumpliendo condenas por crímenes, sino que en muchas ocasiones se trata de personas cercanas que crean problemas cotidianos. La mayoría de estos sujetos están integrados totalmente en nuestra sociedad, en nuestro entorno y no son detectados a simple vista, lo que los hace aún mas peligrosos para sus víctimas. La psicopatía integrada aparece en cualquier estamento social, económico o profesional. La mayoría de las dinámicas de relación de pareja que llevan a cabo este tipo de personas están orientadas a la selección de parejas a corto plazo, a crear un ambiente de relación volátil y a maltratar psicológicamente a sus parejas e hijos siempre que esta relación perdure. Son incapaces de mantener un compromiso porque la fidelidad, el respeto y el amor no tienen para ellos ni valor ni significado. Son emociones que cognitivamente entienden desde el punto de vista social, pero son incapaces de sentirlas y de llevarlas a la práctica, lo que hace que el sufrimiento de sus víctimas sea agónico e invisible a los ojos de las personas que las rodean. Las relaciones familiares de los psicópatas integrados se centran básicamente en mentiras, manipulación e interacción coactiva de diversa índole, lo que hace pensar que las relaciones con este tipo de sujetos, generan un gran sufrimiento en sus víctimas. Los psicópatas domésticos agreden psicológica o emocionalmente con la finalidad de ejercer control y poder sobre la víctima puesto que perciben que es una de las maneras más sencillas de aprovecharse de ellas y de obtener beneficio. 19


Una de las fases de la violencia psicológica de los psicópatas integrados es la de aislamiento y cosificación de la víctima. La cara amable y seductora del psicópata va desapareciendo y aparece una actitud constante de aprecio y menosprecio, buscando un solo objetivo: la dependencia de la víctima. Con ello busca separarla de aquellas personas que puedan servirle de apoyo y sólo le quede él. Además tiene la tendencia de cosificar a la víctima, de tratarla como un objeto, lo hace a través de la humillación. Esto crea una gran confusión en la víctima ya que al verse aislada recurre a la dependencia hacia el psicópata. Es en ese momento cuando el psicópata logra su meta más importante. Es en la fase de aislamiento y cosificación de la familia, en la que se basa esta pieza. La cara buena del psicópata desaparece y surge el maltrato y la humillación, busca un solo objetivo: la dependencia de su grupo hacia él. Ha cosificado a sus víctimas que aparecen como las tres sillas doblegadas y humilladas. Esto genera una gran confusión en la familia que aislada, recurre a la dependencia hacia el psicópata doméstico. Es en este momento cuando el psicópata logra su meta más importante y se mantiene, como la única silla recta, erguido y mostrando su hegemonía de manera triunfante ante la doblegación, la humillación y la sumisión de los suyos. 20








Calado emocional

Desgarrando el tejido del alma

En estas piezas se ha querido investigar la labor minuciosa que realizan las artesanas canarias en los manteles calados, nos detenemos en su paciente labor, en el complicado proceso del deshilado del tejido de la tela. Su delicado trabajo nos sirve como metáfora del largo proceso en el que la víctima del maltrato machista no se da cuenta de cómo su agresor va vulnerando sus derechos, cómo le falta al respeto, cómo la humilla y cómo progresivamente va perdiendo su autoestima y seguridad en sí misma. Los insultos del maltratador son comunes, se repiten las continuas comparaciones para descalificar, su tono de voz duro y desagradable, el volumen alto, la mirada fija, la risa sarcástica. Estos signos, a los que restamos importancia, van provocando en la víctima un malestar interno y profundo. Pero ella continúa tejiendo sumisa y humillada, sintiéndose inservible a pesar de su inestimable labor. Es por ello, que en la pieza central del mantel, la víctima escribe la palabra inútil deshilándola en el tejido y asumiendo su incapacidad de huir ante aquella situación. 27





“El maltrato psicológico es una violencia invisible y es cualquier conducta, física o verbal, activa o pasiva, que atenta contra la integridad emocional de la víctima en un proceso continuo y sistemático” (Loring 1994), con el fin de producir en la víctima intimidación, desvalorización, sentimientos de culpa y sufrimiento. Es el mismo proceso continuo y sistemático del deshilado del tejido de lino de la mantelería del calado canario en el que la víctima continúa tejiendo con sumisión, sintiéndose inservible a pesar de su inestimable labor. En este pieza, al realizar el deshilado en la tela del mantel cuadrado, se escribe con hilos la palabra “Sí”. Dicha palabra emula la sumisión ante el maltratador. “Sí” es el desgarro interior de la víctima. Cada deshilado representa la acción perversa de posesión del torturador psicológico a la mujer. Para la realización de estas piezas el artista ha contado con la colaboración de la artesana Mila Rios, era importante que fuera una mujer quien deshilara el tejido y ella puso su saber hacer y su alma en ello. Sin duda un valor añadido a este trabajo que lo dota de integridad. 31


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4′ 34″

Un segundo más para Juan Hidalgo

4′ 33″ es una obra musical en tres movimientos realizada por el compositor estadounidense John Cage en 1952. La pieza puede ser interpretada por cualquier instrumento o conjunto de instrumentos. En la partitura, con una única palabra, «Tacet», se indica al intérprete que ha de guardar silencio y no tocar su instrumento durante cuatro minutos y treinta y tres segundos. Aunque comúnmente se considera que se trata de «cuatro minutos y treinta y tres segundos de silencio», algunos teóricos consideran que el material sonoro de la obra lo componen los ruidos que escucha el espectador durante ese tiempo. Con el paso de los años 4′33″ se ha convertido en la obra mas famosa y controvertida de John Cage. Aunque no se bautizarían hasta 1964, los orígenes del grupo Zaj hay que buscarlos en 1958 y en la ciudad alemana de Dramstadt. Ahí, dos de los fundadores, Walter Marchetti y Juan Hidalgo –no estuvo presente el tercero, Ramón Barce– conocerán a John Cage y a David Tudor, dos grandes referentes para ellos que, junto a Fluxus, serán determinantes para definir el modo de hacer del propio grupo Zaj años más tarde. En Dramstadt, Tudor interpretó una vez más 4’33”, una pieza creada por John Cage que se pudo ver por primera vez unos años antes, en 1952, cuando el pianista David Tudor se encargó de interpretarla: se sentó frente al piano, abrió la tapa, estuvo en silencio y cerró y abrió la tapa de nuevo para completar la pieza con sus respectivos movimientos. 35



En 2016 se inauguró en la galería Saro León la exposición “Dos amigos”. “Quiero que sientan que Clara Muñoz está con nosotros”, eran las palabras con las que la galerista Saro León daba la bienvenida a un numeroso público que asistió a la inauguración de una retrospectiva de la obra selecta de Juan Hidalgo, presidida por la ausencia de la comisaria y crítica de arte y arquitectura Clara Muñoz, fallecida recientemente y a la que dedicó la obra “los amores de Clara”. En primer lugar, las palabras de Saro León dieron paso a la música de Astor Piazzolla, Vuelvo al sur, interpretada al piano por Juan Espino, su hija Laura al violín y José Ruiz modulando la voz, una pieza querida por Hidalgo y su pareja Carlos Astiarraga; posteriormente la galerista dio paso a la interpretación de 4’33”, de John Cage, que performó por última vez el propio Juan Hidalgo en un gesto hacia el maestro musical de la repetición y hacia el silencio que supuso la muerte de su querida amiga Clara Muñoz. 4’34” es un silencio más por la ausencia de Juan Hidalgo. 37


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In loving memorie Lucía González Hidalgo, Juan Hidalgo Codorniú, Jose María Maya Cáceres, Clara Muñoz Jiménez y Aurora Socorro de la Nuez.

Freud (1918), define el duelo como “la reacción frente a la pérdida de una persona amada o de una abstracción que haga sus veces, como la patria, la libertad, un ideal, etc.” Dentro de las muchas teorías que lo definen y que han contribuido en la comprensión del término, es posible sintetizarlo como “el doloroso proceso normal de elaboración de una pérdida, tendiente a la adaptación y armonización de nuestra situación interna y externa frente a una nueva realidad” (Bucay, 2002), considerándolo como “un conjunto de reacciones físicas, intelectuales, emocionales, conductuales y espirituales que se producen como consecuencia de una pérdida” (Cañadas, 2007). “Dicho proceso de duelo se referirá a la secuencia de estados subjetivos que siguen a la pérdida y que tienden a la aceptación de ésta y a una readaptación del individuo a una realidad que ya no incluye al ser amado” (FASIC, 1987). “El duelo es una etapa que se caracteriza por el vacío que deja la pérdida sufrida, generándose en el deudo frustraciones, rabia, tristeza u otras emociones provenientes del dolor de la pérdida, donde los recuerdos de los buenos o malos momentos; de las situaciones pendientes; el sentirse abandonados o simplemente la desesperanza, acompañan al sujeto en duelo que no concibe como comprender o asimilar la pérdida” (Limonero, 2008). 41


Para Niemeyer (Citado en Oviedo, Parra, Marquina, 2009), la elaboración del duelo está determinada no sólo por las emociones, sino también por el contexto relacional y los significados únicos del doliente, los que tienen que ser reconstruidos después de la pérdida. En ese aspecto relacional del duelo marcado por Niemeyer es en el que se basa esta serie de fotografías de un grupo de amigos que han sufrido juntos el proceso de duelo por la pérdida de seres queridos que formaban parte de sus vidas en un periodo corto de tiempo. Esta serie fotográfica aborda la confluencia del dolor y transforman el espacio en un ritual inherente al proceso de pérdida, allí se enfrentan con la aflicción y la adaptación a una nueva vida sin sus deudos. Los rostros de los retratos fotográficos de los amigos se ven con dificultad a través de una niebla que dificulta reconocerlos. La niebla es la negación y es un acto más simbólico que literal por la incapacidad 42

de comprender que las rutinas diarias que se mantenían con los seres perdidos no se volverán a repetir. Las fotografías cuestionan la realidad y dificultan la comprensión de los hechos a los que se deben enfrentar los amigos. La niebla aparece como un mecanismo de defensa que les permite enfrentarse a una nueva realidad de forma paulatina, dosificando el dolor de la pérdida. La bruma adquiere la forma que tiene la naturaleza de permitir ver al grupo, solamente lo que son capaces de soportar. Es una etapa de paralización y de insensibilidad. El conjunto aparece en un estado de conmoción, el cual les permite afrontar la situación y poder sobrevivirla. La paralización, se observa en la incapacidad de respuesta del deudo y los olvidos continuos al enfrentarse a los hechos; la insensibilidad les permite confrontar un diálogo entre sus miradas y sus afectos.












Cosido a ti

Hilvanada a mi brazo

La muerte es un acto que crea una realidad abstracta de la existencia por el encuentro cara a cara con lo desconocido, el enigma auténtico de la existencia y del sentido de la propia vida. Es la mayor y silenciosa incertidumbre provocada por la desaparición de un ser humano. La consternación que sentimos está bien reflejada por Goethe en la carta final de Werther, quien dice a Lotte: “Cómo puedo desaparecer? ¿Cómo puedes desaparecer? Existimos. Esta pieza habla de recuerdos, de uno de los recuerdos que el artista compartió con su madre. Sentirla caminar cogida de su brazo, andar con los brazos hilvanados, cosiendo sus emociones, avanzando al unísono como iguales. Dicen que quien toma del brazo a otro acepta el camino elegido por éste y él eligió cuidar de su madre. Sus pies avanzando y sintiendo el vaivén de su camino marcado por el apoyo de su muleta, sólo una muleta, la otra era él. La muleta sostenida por globos habla de la fragilidad de la existencia de la memoria, se centra en un intento de mantener vivo su recuerdo, de mantenerla con vida. Los globos violeta, amarillo y rojo recuerdan todas la veces que no pudo decir que ella era republina. 53







Mal parido

Las picadas de erizo duelen

Hasta hace muy poco tiempo, las imágenes de la maternidad en el arte eran sublimadas, idealizadas y casi idolatradas por autores masculinos, por citar algunos de los más recientes: Picasso, Klimt o Chagall. Sin embargo, en los últimos tiempos, la creciente presencia de las mujeres en el entorno artístico y la revolución sufrida en cuestiones de género, roles y expectativas ha generado un campo de cultivo muy diferente en el que comienzan a florecer otro tipo de miradas más crudas y menos condescendientes. Una reapropiación del cuerpo de la mujer con un discurso mas crítico hacia la maternidad. Hace tiempo que las mujeres han expresado su opinión más personal sobre la fecundación, representando la maternidad desde una perspectiva más cruda y reflexiva, rompiendo el mito que idealizaba la experiencia y cuestionando los beneficios de ser madre. Frida Kahlo, Louise Bourgeois, Sally Mann, Ana Álvarez Errecalde, Marina Abramovic o Mary Kelly son un claro ejemplo de ello. En este trabajo el autor se posiciona como hombre artista contemporáneo que investiga la maternidad desde una mirada feminista, y se sitúa en contra de la imagen masculina del artista alineado con el patriarcado, aborda un discurso sin género en el que se cuestiona el idealismo establecido por la fecundación. Las piezas que se presentan son una serie de tres fotografías en blanco y negro y un vídeo donde se muestra la imagen del sexo femenino del que parece haber salido un erizo de mar. La imagen produce dolor y eso es lo que simboliza el erizo en este trabajo, el dolor y la presencia de una masculinidad dañina. Por un lado el padecimiento de la mujer por su sometimiento al dominio patriarcal y por otro lado, el dolor que inflige el erizo, metáfora del patriarcado que se posiciona en contra de la mujer y la agrede desde su nacimiento. 59







La muerte de la poesía Siempre a tu lado

Lucía, la madre del artista, tuvo un novio durante la postguerra que se llamaba Antonio. En esa época el noviazgo significaba una etapa de matrimonio, pero nadie les decía nada a las jóvenes. Todo se resolvía con dichos como: “Ya aprenderás, hija”. Lo primero era estudiar a fondo el carácter del futuro marido y hacer que la respetara, porque el amor era concebido como una batalla que requería de una actitud defensiva. Antonio murió, una picada de erizo en la playa lo llevó al pulmón de acero con tétanos. En aquel entonces cuando fallecía un novio, la mujer era vista como una viuda. Lucía comenzó entonces a escribir poesías, las mandaba a la radio con el seudónimo “la hurraca”. La buscaron para publicarlas pero no se dio a conocer. Era una época con pocos hombres, de ahí la necesidad de educar técnica y profesionalmente a las jóvenes, para que pudieran tener una independencia económica en caso de no poder tener un hogar familiar. Ella se fue a Madrid a trabajar con el diseñador de moda Antonio Nieto, llegó hasta París con Christian Dior. Pero antes de irse a Madrid quemó sus poesías. En Madrid conoció a su marido y padre de sus hijos, era un calco a Antonio, su primer novio. A pesar de que había llegado a ejercer una carrera como modista de alta costura era, como para todas las mujeres de su época, algo provisional. El verdadero ideal de la mujer era otro: el hogar y la familia. Pero ella encontró en su familia, como pasaba en otros muchos hogares, a un maltratador. No hace muchos años el artista encontró poesías de su madre en una libreta. Lucía falleció y con ella la poesía. La urna de madera de palmera realizada por el artesano Carlos Alzola guarda los poemas quemados de la madre del artista, el objeto poema se redefine como la vida. 65







Gabeta del olvido

Donde habitan los recuerdos perdidos

La memoria es algo más complejo que un simple proceso mental. A grandes rasgos se podría decir que se encarga de la codificación, almacenamiento y recuperación de la información. La memoria nos permite recordar acontecimientos, ideas, relaciones entre conceptos, sensaciones y en definitiva todos los estímulos que en algún momento hemos experimentado. La memoria episódica es el tipo de memoria que nos permite almacenar información de tipo autobiográfico, recordar sucesos y hechos concretos. Un factor muy relacionado con la recuperación de los recuerdos es el olvido, el cuál podremos definir cómo la imposibilidad de acceder a una información que se supone almacenada en la memoria. Dalí consideraba que el cerebro estaba constituido por múltiples cajones en los que se guardaban fragmentos de la memoria y que sólo era cuestión de abrirlos para extraer lo que se necesitase recordar en cada instante. Sólo recordamos lo que visitamos en los cajones de la memoria una y otra vez. En esta pieza se recoge de la iconografía Daliniana el cajón como contenedor de la memoria con la diferencia de que aquí no se pueden abrir. Así en “La gabeta del olvido” vemos un mueble de madera maciza con el tirador de un cajón. La madera ocupa el lugar de un espacio inexistente en el que simbólicamente se almacenan los recuerdos a los que no podemos acceder. Allí se resisten a nuestro deseo de volver a recordar aquellas experiencias que vivimos en el pasado. La impotencia de recordar vivencias comunes se hace latente con la contundencia del macizo mueble y así se hace inexorable el olvido. 71





Despedida que no cesa La búsqueda de lo irrepetible

Bajo el título “Despedida que no cesa” se muestra una serie de fotografías que forma parte de la creación de una memoria inventada en la que perturba el espacio y el tiempo. Un contexto heredado de la iconografía del propio mercado y que revela la construcción del ideario de la figura de la madre. Este artefacto visual nace a partir de los valores emocionales que nuestra cultura contemporánea asocia al papel de madre. Son mujeres siempre jóvenes y delgadas en entornos naturales y acompañadas de hijos que difícilmente superan los siete años de edad. Esquemas que para nada se corresponden con la realidad de hijos de mediana edad con madres mayores. Lo que devuelve el sistema es siempre un imaginario que hace imposible la reconstrucción del recuerdo personal perdido y que incita a la búsqueda incesante del recuerdo real. Existe una memoria que acude diariamente sin esfuerzo, la de los seres queridos que han desaparecido de nuestras vidas. Pesan en el interior de cada uno y alimentan preguntas que buscan la verdad del silencio. La búsqueda de la madre desaparecida no cesa, se hace necesaria para recuperar la historia personal, la propia la vida, aunque ésta sea un simulacro que intente tapar una herida imposible de sanar. Es reconocida “la extraordinaria posibilidad de la fotografías de ser elípticas y fragmentarias”. Situaciones cotidianas toman un nuevo significado, forman un conjunto de recuerdos de madres anónimas que ni siquiera se han llegado a conocer y que parecen formar parte de una maternidad inventada. Este grupo de fotografías forman un microrelato que narra diversas películas de ficción que hace real la vida de una familia imaginada y que provocan el efecto placebo que emborrona el dolor de la perdida de un familiar, el dolor de posibilidad de reconstruir una familia perdida. 75


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En palabras de Gubern, la fotografía puede cumplir y satisfacer dos grandes funciones culturales: la memoria y la creación. En este caso, el vacío de memoria ocasionado por la pérdida se ve ocupado por el simulacro de la acción fotográfica. El objetivo es la construcción de una vida inventada que suplante el dolor de la pérdida. Las relaciones entre historia y memoria se abordan aquí́ desde la perspectiva de la historia del tiempo presente en la que la memoria emerge capaz de transformar la propia realidad para suplantar el dolor como una especie de memoria placebo. Considerar la fotografía como documento de memoria exige tener en cuenta las formas en la que se nos presenta: con o sin referente identificable; con o sin pie de texto y, en fin, las distintas lecturas e interpretaciones en función del marco en el que se contemple o de la persona que realice esa interpretación. Desde el punto de vista del historiador, cada fotografía “existe” y “significa” en unos momentos que son necesarios considerar, como considerar una historia inventada que sirva para paliar el dolor de una ausencia. Todos los personajes de “Despedida que no cesa” son aquellos que nos miran desde los mostradores de los centros comerciales, los que forman parte de nuestro entorno y que convertimos en un recuerdo familiar, son individuos que representan una familia ideal vendida por el propio mercado. “Despedida que no cesa” habla de un concepto que considera la fotografía como una huella de la memoria, reflejo fragmentario de una experiencia, la cual nos permite el simulacro de “volver a ver” pero que también nos puede permitir “volver a vivir”, en este caso, un pasado que consuela el dolor del presente. 78


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Se trata de una memoria organizada según una lógica social de significación y de un eje de temporalidad diacrónica. Una memoria que, al igual que la memoria biológica, lleva aparejada unas cualidades de selección y olvido a partir de las cuales se pone en marcha un sistema de cribado capaz de “bloquear” los acontecimientos que no se quieren recordar. Se selecciona y conserva para la posteridad solamente lo mejor; los momentos que son dignos de adquirir el carácter de perdurables. Es una memoria que se cree capaz de crearlos en el caso de que no existieran ni siquiera aquéllos dignos de ser recordados. Es el caso de la memoria que hilvana momentos que alquila al mercado tras haber perdido la posibilidad de construir un futuro junto a la madre. La fotografía de familia es por naturaleza antropocéntrica, es decir, su centro siempre es la persona, pero existen, sin embargo, categorías espaciales que muy bien pueden tener un significado simbólico. Nos referimos a la localización espacial de los sujetos fotografiados dentro de la fotografía lo que, a veces, nos hace sospechar de acentuaciones valorativas, estos entornos naturales forman parte del contexto de las fotografías de este proyecto, no-espacios exteriores que revelan lugares comunes capaces de reconstruir un nuevo espacio en nuestra memoria robada. Estas madres funcionan como un mecanismo de memoria, una memria placebo que nace para contribuir a suplantar el dolor por la imposibilidad de poder recuperar la viverncias de la vida de un individuo marcado por la pérdida. 81


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1´25´´minutos de vida Paciencia, todo llega

En esta video acción el artista dibuja, con el dedo y agua, la palabra “vida” sobre el hormigón. El calor del sol hace que en 1´25´´ minutos la imagen de la palabra escrita con agua desaparezca del hormigón. Esta pieza fue realizada en marzo del año 2020 durante el confinamiento decretado por la emergencia sanitaria producida por la pandemia del Covid-19, en aquellos momentos el tiempo se paró. Mientras se desarrolla la acción el audio reproduce la melodía “La vie en rose” creada por el músico Louis Guglielmi en 1946 e interpretada magistralmente por los violinistas Laura Espino Muñoz y Matej Osap Galovic. Antes de acabar la escena la melodía finaliza dejando en silencio el momento final de la desaparición de la palabra vida. Quizá uno de los aspectos más interesantes del vídeo es que al finalizar la escena no queda nada, como nada había al principio, la obra transmite la evanescencia de la vida. Hay una mirada positiva ante la vida, que nos insta a vivir el momento y nos recuerda el carácter efímero de nuestra existencia. El autor coincidía con su amigo el artista Juan Hidalgo, en sentir que nacemos para morir y que la única certeza de la vida es su seguro camino hacia la muerte. Este trabajo es sensible a la desaparición, pero aporta lo positivo de tratar de incorporar ese algo más de vida a la acción, a la vida misma. En el año 2015 con motivo del 50º aniversario de la creación del grup Zaj Juan Hidalgo dijo …”No hay ninguna diferencia entre arte y vida, lo que hay que tener es paciencia”. La desaparición llega inexorablemente, la espera es la vida, el proceso es el momento, el desarrollo es la acción, no más fronteras entre el arte y la vida, ni entre la vida y la muerte. 83


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Autopoemas

Resignificados

Calas rosas en algún mar sin lado busco apenas olear solos, dentro sin abandonar la moráda nómada Su madre se llevó la poesía. Ella siempre jugó con las palabras, él la ve en los recuerdos resolviendo autodefinidos. Como a todas las mentes creativas se le pasaban las horas activando su pensamiento, gestionando su conocimiento para resolver problemas. Y después de irse se quedaron las páginas como se quedaron los días, sueltos y sin relación, se había parado el tiempo. El esfuerzo por reconstruir aquellos días vividos juntos, por unir aquellas palabras sueltas, por tratar de crear la vida en común con solo una parte del día. Un día que unido a otro construyeron el poema de sus vida. Y jugaron con el tiempo para reconstruir la memoria, con las palabras para renacer a la poesía en un esfuerzo por recuperar la cordura. Los autopoemas son fragmentos de memoria que a veces tratan de recuperar la vida que se fue y otras veces tratan de entenderla. Las palabras se resignifican por sus acepciones, como se resignifica la vida y el arte. 89



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Palabras para el tiempo Sólo queda lo escrito

Explorar la memoria es indagar entre conceptos como la post-memoria, la memoria de lo no vivido, la memoria de lo que nunca se vivirá, la memoria de la ausencia, la memoria del cuerpo y la memoria del imaginario colectivo, entre un montón de acepciones del mismo término. Y toda esa búsqueda cargada de reflexiones se manifiesta gracias a las palabras. La memoria siempre es una serie de fragmentos en desorden, la acción de recordar dista mucho de ser una estructura o una historia lineal. Un recuerdo no es un relato que seamos capaces de reproducir sin errores o vacíos. Al recordar hay que unir las piezas para reconstruir lo que fue, o sus pedazos, que necesariamente son interpretaciones que dotan a la memoria de una naturaleza ficticia. La “verdadera historia” y los hechos que acontecieron permanecen en el pasado, lejanos e inalcanzables, más allá de ciertos esbozos y registros que dejamos a nuestro paso, cuando necesitamos consultar nuestros relatos y volver por instantes a lo que fue, como al releer una tarjeta postal. Los recuerdos construyen lo que somos, la relación entre la memoria y la identidad es en realidad muy cercana y, de alguna manera, aprendemos a ser quienes somos a partir de ella y por lo tanto nos define. Es por ello que las líneas que trazan este libro, se entrelazan como hilos que dan forma a un tejido situado en el lugar común en el que nos ha abandonado la ausencia. Los fragmentos de memoria que se comparten aquí se ordenan desde el duelo reconstruyendo lo vivido y redibujando a la mujer, a la madre, al amor y a la amistad. Son palabras que hilvanan un tejido híbrido diseñado desde el patrón de la memoria y que se pueden leer en el presente libro que se puede descargar desde pieza de la exposición “Siempre a tu lado”. 93





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