Viaje en sueños Voyage de rêve Hada Hada Ya hace una semana que nuestra embarcación navega por las mareas del Atlántico. Esta tarde, después de comer, todos vamos sentados y atentos al sonido de las olas que nos guían hacia un futuro mejor. Oímos la llamada de alerta de Balick desde la proa. Y, al instante, el viento comienza a balancear nuestra barca de madera en todas las direcciones. Yo agarro cada parte de mi cazadora contra el pecho y no me muevo del sitio. Una ola enorme se levanta, abalanzándose contra nosotros. Calado, cojo mi amuleto del bolsillo derecho del pantalón y lo aprieto con los cinco dedos de la mano. Escucho los quejidos y un gran grito de angustia. La ola se ha llevado a uno de nosotros. Ahora, nuestra piernas se sumergen en agua helada. Vuelve el viento del océano e insiste en levantar nuestro cayuco, que se resiste... pero finalmente lo vuelca de lado. ¡Y una ola gigante viene a asestarle el golpe de gracia! Ya no veo la barca. Solo hay cuerpos luchando bajo el agua. Siguiendo los consejos espirituales de mi marabout, pido un último deseo a mi madre, imploro piedad a aquellos que me ayudaron a costearme esta aventura, pienso en mi hermosa Maya. Por un momento, no siento nada más. Y escucho la voz de mi madre: «Ndeye! Ndeye!». Una mano agita mi hombro derecho. Me despierto empapado en sudor. Es mamá. Ella me dice: «Balick te está esperando para partir... ¿Estás listo?».
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