Título: Arribar a un primer diagnóstico desde el psicoanálisis con niños.
Autora: Carolina Persia Murúa
Cuando se aborda la clínica psicológica con niños es importante destacar que al encarar la posición del analista se debe estar dispuesto a escuchar e identificar los diferentes discursos que hablan de un niño como ser, los padres, la familia, la escuela, otros profesionales de la salud, etc.
En general la demanda del niño al analista no llega en forma directa y será primordial realizar el trabajo de diferenciarla. Así será conveniente antes de empezar a ver como esta armada la estructura del sujeto en particular considerar que en el análisis de un niño la mejor forma de arribar a un primer diagnóstico posible estará en situar mediante la escucha como viene el niño ubicado en relación a sus padres.
Pensar al niño en el lugar que ocupa y sobre todo que le ha sido conferido dentro del contexto de la pareja familiar. Y escuchar también en el niño la eficacia de esos dichos o sea como los dichos del Otro parental han bañado el cuerpo del hijo dejando en éste su marca.
Para enriquecer el entendimiento y el trabajo que se deberá llevar a cabo en el análisis de un niño será necesario detenerse y hacer un recorte sobre el concepto de familia. El psicoanálisis ha tomado prestado algunas concepciones de la antropología para enriquecer su comprensión de este particular objeto de estudio que es la familia.
Al pensar a la familia desde el plano de la cultura, Levi-Strausse en su texto sobre las estructuras elementales del parentesco hace mención a la relación de intercambio que se establece entre dos familias.
“… el intercambio surge como base fundamental y común a todas las modalidades de la institución matrimonial. Todas estas modalidades pueden incluirse bajo la denominación general de exogamia”
Encontró con su trabajo que en todas las diferentes formas de familias hay un mismo punto que es la prohibición del incesto. El tabú del incesto es una operación por la cual en ese universo homogéneo aparece una marca que establece una diferencia entre las mujeres permitidas y las prohibidas. Por eso es que se establece al tabú del incesto como ordenador que permite ir a buscar un objeto afuera.
“La prohibición del incesto y la exogamia tienen una función esencialmente positiva”.
“… su razón de ser es establecer entre los hombres, un vínculo sin el cual no podrían elevarse por encima de una organización biológica para lograr una organización social”.
Queda establecido que la prohibición del incesto es universal y funda un pasaje de la naturaleza a la cultura.
El psicoanálisis toma algunas concepciones de estos estudios antropológicos para estudiar que es la familia y develar desde su materia cual es el entretejido inconsciente que se esconde. Esto tiene también que ver con hacer reconstruir una historia.
Psicoanalíticamente podemos hablar de familia partiendo del rescate que realiza Freud sobre el mito del complejo de Edipo (que por cuestiones de espacio no serán abarcadas en este trabajo). Estableciendo que el mito es el producto de la reacción del hombre primitivo ante la vida y expresión dramática de sus propias creencias.
Refleja complejos aspectos del psiquismo individual y a la vez es una imagen de la conciencia colectiva.
Son producciones al igual que los sueños que brindan la vía regia de acceso al inconsciente. A Freud el rescate del mito del rey Edipo le permitió abrir su teoría del Complejo de Edipo.
“Si el destino de Edipo nos conmueve es porque habría podido ser el nuestro y porque el oráculo ha suspendido igual maldición sobre nuestras cabezas antes que naciéramos. Quizás nos estaba reservando a todos dirigir hacia nuestra madre nuestro primer impulso sexual y hacia nuestro padre el primer sentimiento de odio y el primer deseo destructor. Nuestros sueños testimonian de ello. El rey Edipo que ha matado a su padre y tomado a su madre en matrimonio no es sino la realización de nuestros deseos infantiles.”
Lacan en el texto “Dos notas sobre el niño” permitirá abordar el síntoma de un niño.
“…El síntoma del niño está en posición de responder a lo que hay de sintomático en la estructura familiar…” No se trata de pensar al síntoma de un niño como si se tratara del síntoma de un adulto. Sino que en el síntoma del niño se revela algo familiar que no es visible porque esta en relación con aquellos deseos reprimidos de los padres. Lacan ubica al síntoma del niño también bajo forma particular porque en ese sujeto se puede seguir una lógica a partir de una lectura que implique el descifrado de los significantes de la historia familiar tanto de ese niño como también de cada padre en tanto sujetos escindidos por el goce y el deseo que hacen que produzcan una verdad de la cual no puede ser dicha toda, verdad que es a medio decir y que solamente puede ser dicha bajo forma particular.
“… El síntoma puede representar la verdad de la pareja familiar. Este es el caso más complejo, pero también el más abierto a nuestras intervenciones…” Es así como se puede entender más adelante cuando plantea al síntoma cuando la distancia entre la identificación con el ideal del yo y la parte tomada del deseo de la madre no tiene mediación cuando la función del padre no asegura una mediación, el niño queda expuesto a todas las capturas fantasmáticas. Se convierte en el “objeto” de la madre y su única función es revelar la verdad de este objeto.
Por lo que se puede decir en alusión a ese fragmento es que esa primer relación dual que establece el niño con la madre es fundamental. La madre es el primer Otro y por ello es la relación primordial para el niño.
Lacan en su seminario “El reverso del psicoanálisis metafóricamente utiliza como ejemplo la boca de un cocodrilo para explicar algo de lo que se trata el deseo de la madre.
“El papel de la madre es el deseo de la madre. Esto es capital. El deseo de la madre no es algo que pueda soportarse tal cual, que pueda resultarles indiferente. Siempre produce estragos. Es estar dentro de la boca de un cocodrilo, eso es la madre.
No se sabe que mosca puede llegar a picarle de repente y va y cierra la boca. Eso es el deseo de la madre.
“Trate de explicar que había algo tranquilizador… Hay un palo de piedra por supuesto que está ahí en potencia en la boca y eso la contiene, la traba. Es lo que se llama el falo. Es el palo que te protege si de repente eso se cierra…” (Sem. 17 El reverso del psicoanálisis. Cap. VII Edipo, Moises y el padre de la horda)
Como segunda cuestión en torno al deseo materno caracterizado como estragante la figura del palo de piedra alude a la operación de la metáfora paterna que es la que consiste en la sustitución que el significante del Nombre del Padre opera sobre le significante del deseo de la madre y cuyo producto es la significación del sujeto como fálica.
Vitus B. Dröscher puntualiza en su cuento que:
El cuento hace alusión al momento por el cual atraviesan todas las crías del cocodrilo generando asombro en aquel que observa tal relación de protección. Y una
vez que la cría ingreso en la boca de su madre provoca en el observador la idea de que la cría queda atrapada casi impedida a buscar una salida.
Todo puede ir bien pero como dice Lacan no se sabe que mosca le puede picar y entonces cerrar la boca. Para salir la solución posible es ponerle a esta boca un palo
de piedra firme para que no se quiebre que es el “falo” para que esas crías puedan salir de esa boca que es un estrago y metafóricamente hablando lleguen a la orilla del río para encontrarse con alguien más.
Es en el discurso que traigan cada uno de los miembros de la familia donde se revelará la verdad. La cual tiene que ser escuchada por el analista quien desde su función deberá seguir la dirección de la cura.
Es el analista el que esta advertido del efecto que provoca estar situado desde un lugar que “se reduce como es corriente en la historia de los hombres, al ejercicio de un poder”.
Este motivo es suficiente para que dirija la cura desde los principios éticos y técnicos del psicoanálisis. Entendiéndose que lo fundamental de la ética del psicoanálisis esta en relación a no ejercer poder sobre el paciente, el analista tiene que abstenerse de esa posición de obtener ese poder por ejemplo de querer el bien del prójimo del paciente.
La dirección de la cura no se trata tampoco de una guía moral o de conciencia sino que consiste en hacerle aplicar al sujeto la regla fundamental. Siempre se deberá poner en juego algo del deseo es decir del lado del analista sostener que el deseo del paciente se sostenga haciendo que se siga siempre la lógica de la experiencia de satisfacción. Y en cuanto a los principios técnicos se hace principalmente alusión a la dirección de la cura (Freud. Consejos al médico).
El lugar del analista se definirá como aquel que sitúa su función en el lugar del Otro.
Lacan al trabajar con el grafo del deseo en uno de los dos puntos de cruzamiento del grafo ubica el lugar del Otro como tesoro del significante1 como sede previa del puro sujeto del significante, ocupa la posición maestra como Amo absoluto. Y en el otro punto esta el otro s(A) como significado del otro que es un momento donde la puntuación de la significación se constituye como producto terminado, ya que es el Otro el que puntúa y detiene el efecto de significación retroactivamente.
Tomando como base este grafo se puede situar desde donde opera el analista con el paciente. Es trabajo del analista la escucha y la lectura lógica de los significantes del discurso que trae el paciente en la sesión. Deberá como analista escuchar ese lenguaje particular, el cual fue transmitido por el Otro. Cuando el paciente en la sesión habla con el otro evoca al Otro, es decir al hablar se dirige a un otro con el Otro.
Para entender el lugar que deberá ocupar el analista y la particularidad del paciente que hay que escuchar. Lacan en el texto de subversión del sujeto explica en base al grafo del deseo como ubicar la constitución del sujeto.
Ubica dos líneas que se cortan en dos puntos llamados matemas:
_ el Gran Otro (A) que es el lugar del tesoro del significante.
_ el otro s(A) que es la puntuación donde la significación se constituye como producto terminado.
“El Otro como sede previa del puro sujeto del significante ocupa allí la posición maestra incluso antes de venir allí a la existencia (como Amo absoluto)…” Pag. 786
Se puede decir que antes del nacimiento hay un discurso que al sujeto lo precede. Este discurso que nos precede es una cadena de significantes (podría haber un sujeto antes de la cadena significante pero eso es un mito).
El sujeto se va a encontrar con su lenguaje mediante el Gran Otro (A) el cual es un lugar y como tal puede ser ocupado por la madre por ejemplo.
El cuerpo del niño esta atravesado por el universo simbólico que la madre le transmite (sería que la madre baña al niño en el lenguaje del universo simbólico, ese baño del lenguaje lo hace también sobre el cuerpo del niño y va a determinar a ese niño).
El psicoanálisis va en contra de la comprensión lo que sería solo una relación de identificación imaginaria porque para comprender lo que habría que hacer sería ponerse en el lugar del otro diciendo por ejemplo “si yo hubiera estado diciendo lo que él esta diciendo yo le hubiera dado este sentido” por eso el analista no debe quedar capturado en ese lugar.
A partir de este desarrollo es como se pueden relacionar los postulados de Lacan en la dirección de la cura. Considerando que con la regla de la asociación libre del paciente se produce un despliegue de las repeticiones inconscientes. En la diacronía de esta repetición donde el analista opera un desciframiento mediante su intervención en la sincronía de los significantes que se componen. Así introduce un corte en eso que el paciente esta diciendo.
Y así en analista no debe quedar capturado en ese lugar donde principalmente los padres ubican con frecuencia al analista depositándole un cierto saber que le permitiría “curar” a ese niño. A diferencia del sentido común al analista le corresponde ubicar al niño en su singularidad que muchas veces advierte con sus síntomas que algo de la situación familiar no esta bien.
Cabe aclarar que no se trata de entender al síntoma de un niño solamente como si se tratara de una relación directa de causa-efecto con la situación de desorden familiar que pueda estar generando malestar.
Bibliografía
Lacan, Jacques, Escritos I, Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el incosciente freudiano. Ed Siglo XXI. México T.I (1976)
Lacan, Jacques, Escritos I, La dirección de la cura y los principios de su poder. Ed. Siglo XXI. México (1976)
Lacan, Jacques, Intervenciones y textos 2, Dos notas sobre el niño. Ed. Manantial. Buenos Aires (1988)
Lacan, Jacques, El seminario libro 17, El reverso del psicoanálisis 1969-1970. cap
VII Edipo, Moises y el padre de la horda. Ed. Paidos. Buenos Aires (2008)
Freud, Sigmund, Consejos al médico en el tratamiento psicoanalítico (1912) Obras
Completas T.XII Amorrortu. Buenos Aires (1984)
Freud, Sigmund, Interpretación de los sueños. Capítulo: Material y fuentes de los sueños, Sueño de la muerte de personas queridas Obras Completas. Volumen V
Amorrortu editores (1900)
Levi-Strauss, Claude, Las estructuras elementales del parentesco, Segunda parte. El Intercambio Generalizado, conclusión cap. XXIX Los principios del parentesco.
Ediciones Paidos Ibérica Barcelona y Editorial Paidos SAICF Buenos Aires (1969)
Dröscher, Vitus B., Un cocodrilo para desayunar (Ein Krokodil zum Frühstück)
Historias sorprendentes de la conducta animal. Cap IV ¿Son los animales las
mejores madres? P.28 Las fauces del cocodrilo sirven de cochecito de niños.
Traducción de Joaquín Adsuar Ortega. Editorial Planeta Barcelona (1981)
