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Adán decidió sacar una cartilla para niños sobre el Carnaval de Barranquilla ¡y los personajes éramos nosotros! Ese fue el lanzamiento al estrellato de Paco Paco y Cucarachita Alegría.
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En 2005 el profesor
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además soy técnico en danza, así que armamos una carnavalteca y pusimos a los pelados a bailar. El objetivo era mostrarles a los niños que podemos divertirnos con nuestra música. Pasamos por el son de negros y las marimondas. Todo con alegría, con broma, con humor. A raíz de esto al profe Adán, de nuevo el profe Adán, se le ocurrió años más tarde meterle una función a los personajes, los carnavalores para trabajar los valores con los niños. Entonces los personajes, tanto cucarachitas como paco-pacos, trabajan la campaña “Carnavaleros, pilas con los carnavalores”. Todos los años el Carnaval de los Niños escoge un valor y enfoca la fiesta hacia ello. Al segundo año de Paco Paco, la mamá de un rey Momo del Carnaval de los Niños, Annie de Araujo, se le ocurrió la idea de hacer el disfraz. Una amiga suya me hizo el sombrero vueltiao, las antenitas y me bordó el nombre. Las antenas se convirtieron en un elemento incómodo para mí, no se agarraban, me estorbaban y así fuimos transformando el sombrero. A raíz de la catástrofe invernal que hubo en la zona de Santa Lucía, se me ocurrió hacerles un homenaje y llevar un gorro de son de negros. Así el gorro verde y el de colores que ahora uso son hechos por artesanos de Santa Lucía. El vestido también ha cambiado. Ahora utilizo zapatos grandes, haciendo homenaje a ese payaso Chocolatín que fui y de donde nació la idea del Paco Paco. En un principio el personaje nació como Joselito el Paco Paco, por tomar el Joselito Carnaval, pero para darle una connotación diferente al Joselito Carnaval que es borrachón y mujeriego este sería otro Joselito. Casi en la misma época apareció el personaje de Cucarachita Alegría, también con un espíritu pedagógico, pero dejemos que sea ella quien cuente la historia.
La historia de Cucharita Alegría Desde 1991 cuando asumí la dirección de El Congo Alegría me he ocupado de que los niños no solamente aprendan a bailar, sino también que conozcan qué hay detrás de la danza, de dónde proviene el congo, los diversos significados que esta encierra y el porqué nos llamamos Congo Alegría. Como soy maestra, lo pedagógico es muy importante para mí, así que diseñé un plegable con toda la historia de la danza. Cuando me invitaban a una conferencia siempre iba acompañada de algunos niños y ellos a veces hablaban incluso más que yo. Recuerdo a Jaime Molina, un niño pilo que hablaba con mucha propiedad del congo, de por qué nuestros grupos se llamaban así, del vestido, de su significado. En el año 2003, cuando salió un afiche con un par de paco pacos disfrazados, me dije, “debo inventarme algo así y no presentarme en las conferencias como la seño Esther, sino de otra forma”, y pensé que debía ser un animal. Al comienzo se me ocurrió que podía ser la María palito, porque la María palito ya ni se ve en los árboles, y yo de niña jugaba con ellas y con los cocuyitos, pero para representarla se necesitaba tener una figura muy delgada y fue entonces cuando se me ocurrió que podría ser una cucarachita, en homenaje a Rafael Pombo y su Cucarachita Martínez. Con la idea en mente me fui a conversar con el profe Adán y él y su esposa me ayudaron a redondear la idea. Yo usaba en ese entonces un enterizo y una licra negra, una faldita y un turbante porque toda la vida me han gustado los turbantes, pero también pensando en que la cucarachita fuera lo contrario de la Cucarachita Martínez, y me dije, “bueno, la Cucarachita Alegría será alegre, risueña para que le llegue a los niños y nos acompañe a las escuelas”. El vestido inicial era rudimentario y fue la mamá de Víctor Araujo, que había sido rey Momo,
quien me elaboró uno nuevo, que he seguido usando. En ese tiempo el enterizo era marrón, porque las cucarachas son marrones; ahora le ponemos adornos, lentejuelas, colores. Lo hemos ido mejorando. Al comienzo hacíamos las presentaciones en prosa; después, en cualquier momento de mis andanzas en esto, se me ocurrió que debería ser en verso, con la estructura que se utiliza en el congo, de tal manera que cada elemento de la danza esté en verso. Así los niños los aprenden y yo lo que hago es animarlos e impulsarlos a que los digan. Yo hago el saludo: “¡Hola, amiguitos! Soy Cucarachita Alegría! Reciban un saludo entusiasta de mis ancestros africanos, y en especial de Cucarachita Alegría”. Entonces de pronto va una niña y dice: “Hola amiguita. Soy Cucarachitica Alegría, hija de Cucarachita Alegría”. Entonces yo le digo: “Quieres jugar?”, “Sí”. Hay diferentes juegos tradicionales a los que les hemos insertado la historia de Cucarachita. Esa es mi manera de aportar a que los saberes no se pierdan y se puedan trasmitir de generación en generación. Ya después el profe Adán decidió juntarnos a Hugo y a mí y Cucarachita Alegría salió al público por primera vez en 2004. La cucarachita estaba diseñada para estar en el micromundo de la escuela, no como nos ha tocado, en los paco pacos del parque. Tanto es así que yo me quedo un poquito timidona, porque Hugo tiene más manejo, él es animador. Él pone a la gente en sintonía y de pronto me llama: “¿Dónde estás Cucarachita?”, “¡Aquí estoy, Paco!”. Y entonces ahí me meto yo, pero el manejo lo tiene él. Yo me meto con la muestra didáctica. Con los mismos niños que yo convoco a través de mi trabajo en las escuelas o en los barrios. Ya no trabajo en el aula como maestra, yo ya no soy la seño Esther en las escuelas, soy la Cucarachita Alegría.
Ya hay niños que son Paco Paco y niñas que son Cucarachita Alegría. Creemos que está llegando el momento de que nosotros vayamos tras bambalinas y los niños asuman más y más esto.
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