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Cubierto en los tres primeros tomos la relación entre las estructuras demográfica, económica y social de Venezuela, el tomo IV abre el estudio, a lo largo de todo el proceso histórico venezolano, de la relación “Clases Sociales y Poder Político”. Sin embargo, cada reedición de su obra da al autor la oportunidad de reflexionar sobre la misma. Si en 1966 afirma que “En sentido histórico, neocolonial o colonial son los únicos términos con los que se puede definir y caracterizar el proceso de dependencia que domina en todos los niveles sociales de Venezuela contemporánea”, veinte años después, en 1987, en el Prefacio y Propósito del Tomo IV señala, lo siguiente: “En el futuro, a partir de la sexta edición, el contenido temático (manteniendo la misma estructura) de los tomos I, II y III variará sensiblemente. (...) Los tomos II y III serán actualizados estadísticamente, y nada más, porque al revisar las fuentes, apoyados en el criterio metodológico que orienta nuestros trabajos, la investigación empírica y teórica conduce a los mismo resultados: la línea de evolución histórica de Venezuela es de país colonial, pasando por postcolonial y semicolonial, hasta concluir en neocolonial en nuestro tiempo.”21 En este mismo orden de ideas, en 1992 publica un opúsculo con el título de Balance y Comprensión Crítica del Tomo I de nuestra “Historia Económica y Social de Venezuela” en donde hace énfasis en el carácter aproximativo de sus investigaciones sobre el proceso histórico venezolano, destacando su condición de obra en permanente construcción. Allí, partiendo del subtitulo que acompaña su Historia Económica y Social de Venezuela como propuesta de una “estructura para su estudio”, señala: “Si, “una estructura para su estudio”, porque la historia real de Venezuela puede ser (y así es) comprendida desde diferentes perspectivas, tomando en consideración otros elementos integradores de esa realidad. En efecto, algunas tendencias historiográficas fijan su atención en los sistemas políticos; otras en las ideas o en la cultura en sentido estricto, en la tecnología o en el cambio social. Todo es válido en la ciencia de la historia, sólo que yo seleccioné la población, la estructura económica y la estructura social como “niveles” significativos de cualquier sociedad global. Esos niveles me facilitaron la reconstrucción y comprensión de la sociedad venezolana, con espíritu de totalidad, a lo largo de un “tiempo de larga duración”. Es decir, desde el mundo colonial iberoamericano al mundo neocolonial contemporáneo, regido por el imperialismo planetario, especialmente en la modalidad angloamericana (US).”22 La ratificación de su periodización histórica, sustentada en la categoría colonia, no le impide exponer los cambios que la obra sufre frente a realidades políticas y sociales no sólo nacionales sino también internacionales, por efecto de las transformaciones que vive el mundo en su conjunto en la década de los 80, en especial 21
Ibid. p. Cit. 1987. T. IV. P. 1035 y 1036. Brito Figueroa, Federico. Balance y Comprensión Crítica del Tomo I de nuestra “Historia Económica y Social de Venezuela”. 1992. p. 18. 22