CAPÍTULO 15
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LA VIDA DE CAZA CONTINÚA INCLUSO AL DÍA DE HOY
Ha pasado un mes desde que Sieg llegó. Nuestro matrimonio temporal no era de ninguna forma dulce; sin embargo, el tiempo con ella era lo bastante placentero por el simple hecho de que tenía alguien con quien hablar. En esa vida, sabía que Sieg se estaba esforzando en un nuevo ambiente. Estaba aprendiendo el lenguaje de este país, socializaba con los aldeanos y estudiaba técnicas de caza. A duras penas tenía algo de tiempo libre. Me sentía mal por hacer que luchara tanto; no obstante, la apariencia que tenía cuando daba todo de sí era hermosa, así que simplemente la veía desde un lado. Acostumbrados a la vida diaria, cazábamos todos los días sin presionarnos, a fin de prepararnos para las noches polares. Aunque era una cazadora novata, tal y como se esperaba de una mujer del ejército, su puntería era excelente. El tiempo que tardaba en calcular el impacto de la bala así como el tiempo que tardaba en recargar su a rma, ambos eran rápidos. Como de costumbre, salimos de cacería el día de hoy. El trabajo de los perros de caza era buscar la presa dentro del bosque nevado y conducirlas hacia el rango de la pistola. Para que recuerden el olor, les damos orejas de animales recién cazados. Así es como los hemos criado por generaciones. De camino, mientras seguíamos los rastros de los perros en el bosque, nos encontramos con un animal pequeño de pelaje marrón y blanco por debajo de su cara. —Ritz, ¿qué es eso? —Una marta negra. Las pieles de marta negra son apreciadas como bienes de lujo por las mujeres de la nobleza; sin embargo, debido a que sus números descendieron por la cacería excesiva, el país prohibió cazar a esos animales. Incluso en esta aldea de cazadores, ya que estaba regida por nobles, también aplicaba la ley aquí. Aunque, en realidad las martas nunca fueron cazadas mucho ni por su carne ni por su piel. El motivo de ello es que tenían un mal olor. Hay un método para remover la peste, sin embargo, para crear una pieza se necesitarían de muchas martas, así que era molesto procesarlas también.
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