CAPÍTULO 29
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LAS CIRCUNSTANCIAS
DE AINA
Siendo reprendido por Sieg, los ojos de Emmerich se llenaron aún más de lágrimas. Daba algo de lástima, así que decidí darle información sobre esa persona. —Creo que sé quién es la persona que le gusta a Emmerich. —¡¿?! Luego de hurgar por mis recuerdos, les conté sobre la chica que tuvo un encuentro con un extranjero (Emmerich). —Se llama Aina. —A-Aina-chan. —Tiene una personalidad fuerte. —No hay problema. —… Emmerich se volvió positivo en cuanto empecé a contarle sobre Aina. Qué tierno. Sin embargo, si quiere que su amor dé frutos, hay una montaña de problemas que tiene que resolver. —¿Qué hizo que te enamoraras de Aina? Se trataba de un tema delicado; pero, como era algo importante, tenía que saberlo. Si no escucho una respuesta satisfactoria, no pienso ayudarlo. Además, opino que debería escucharlo antes de tomar una decisión apresurada. Pese a eso, a diferencia de su comportamiento previo, el joven Emmerich comenzó a declarar sin una pizca de vacilación. —Ese día… aunque había muchos aldeanos, solo la podía ver a ella. El motivo fue que tenía una expresión muy triste. Emmerich dijo que vio a Aina caminando con una expresión desesperada, así que se preocupó. Trató de hablar con ella, pero fue rechazado contundentemente. —Aun cuando regresé a mi país, no podía borrarla de mi mente. Fue entonces cuando me di cuenta que me había enamorado de ella a primera vista. - 167 -