Este proyecto nace en el invierno de 2019 en Santiago de Chile en la periferia Maipucina, fue la respuesta a la búsqueda que el autor emprendió por un largo tiempo para dar con el paradero de Héctor Margaritas, poeta y amigo de quién no sabía nada por meses. A traves de redes sociales parte la búsqueda hasta dar con un número telefónico donde quizás podría encontrarlo. Así fue. Héctor se encontraba en una situación compleja de rehabilitación y desde ahí partió este trabajo, conversaciones largas que desembocaron en la urgencia del retrato. Se acordó una sesión de fotos vía web cam, el encierro y la confinación voluntaria y obligatoria que ordena el sistema médico fueron el territorio que dio paso a las fotografías, un formato de baja calidad en donde se traspasa y confunde el límite de la teoría fotográfica y se desplaza hacia una imagen cargada de emotividad y desolación.