Uno de esos recorridos, considerado ya una ruta “imperdible” en nuestra ciudad, es por el sector comprendido entre los barrios El Prado, Bellavista y Altos del Prado.
El modelo inspirador de estos barrios fue el de la "ciudad jardín", que se destaca por la amplitud de sus vías, con andenes y arborización; la generosidad en el espacio y el amoblamiento urbano; la implantación de sus edificaciones, aisladas y rodeadas de jardines, que guardan homogeneidad en sus características volumétricas.
Los inmuebles de todo este sector presentan una gran variedad estilística que refleja las condiciones socioculturales y la individualidad de sus propietarios, cuya gran mayoría eran inmigrantes de diversos lugares que impulsaron el desarrollo de la ciudad. Las dificultades para la vivienda del casco urbano originario (hoy Centro Histórico) hacia finales de la primer década del Siglo XX, donde registraba todo una mezcla de actividades comerciales, industrial, portuarias y vivienda. Manuel J. y Enrique de la Rosa en asocio con los ciudadanos estadounidenses Jas F. Harvey y W. D. de Barard, los Parrish crearon la Compañía Urbanizadora El Prado en 1920, con capital inicial de $300.000.