Teoórico
Material
Objetividad y Profundidad
Intelecto Formal
Práctico
Sabiduría Entendimiento Ciencia
Coherencia Capacidad de distinguir Capacidad de inducir y deducir Capacidad de relacionar
Arte
Prudencia
Santo Tomás define la ciencia como la recta razón en materia especulable (Suma Teológica, I-II, 56,3), el entendimiento como la evidencia de los principios más universales, que proyectan su luz sobre todos los ulteriores conocimientos y la sabiduría como el hábito supremo del intelecto, por el cual se lleva a unidad real todo saber. Este hábito permite tener una visión de la realidad de conjunto y desde su fuente, por así decir. La sabiduría es una, mientras que la ciencia se diversifica, según los diversos géneros de verdades cognoscibles (i-II, q. 57).
En su génesis el orden es inverso, aunque no estrictamente lineal, pues los primeros principios, como reglas supremas del operar intelectual, están implicados en la adquisición de cada una de las ciencias particulares. A éstas, en cuanto perfeccionan al intelecto respecto de diversos sectores -o formalidades- de la realidad, se las llama hábitos y esta precisión es importante en la tarea pedagógica porque permite subrayar el carácter orgánico del conocimiento científico, que no puede reducirse a mera información 166