a l e b r i j e

Mi segundo nombre lo encontré en Oaxaca. Estaba ahí, esparcido en los colores Lo recogí y me lo puse, vi que me quedaba. Mejor me lo guardé……. después..... Diógenes.

En las tardes de luna lo miraba encandilada, una amiga me hablaba inocente de él. Aunque yo le coqueteaba me sentí indigna de ir de su brazo. No fue en estas tierras de donde sacaron la madera de la cual fui tallada.

Shame

Miro con cuidado mis manos. Veo las fieras que de ellas salen, me sacudo la duda ¿no es toda la naturaleza mestiza?

En mi piel se concentran pelos, escamas y plumas; además de las pelonas cetáceas y las carcazas insectas. Puntos, rayas, colores, durezas y suavidades, triángulos y curvas.

No soy sólo el espejo. Re-conozco mis raíces, las vuelvo a conocer, las conozco de nuevo.

Veo cómo mi tierra es aquella que toca mis pies, veo mi cuerpa ramificarse.

Alebrije. fui tallada, modelada, esculpida, labrada, forjada, tejida…. Aquí estoy, sigo siendo.

Sobre los milenios atravesaré miles de nombres, tantos como palabras puedan inventarse. Tan pocos como sea necesario.

Oothilco me llamo. Agua y tierra mi cuerpa .

Alebrije, mi vida.