Apocalipsis revisión 2013 v2

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fecha 30 de Abril de 1996, publicó un artículo llamado “EL TELESCOPIO HUBBLE TOMA UNA FOTO DEL CIELO”, firmado por Ron Kinton; y decía así: “Washington-Científicos de la NASA están estudiando cientos de imágenes increíbles enviadas a la Tierra desde el telescopio espacial Hubble… Las fotografías claramente muestran una enorme ciudad blanca, flotando misteriosamente en la negrura del espacio “. Un experto de la Nasa dijo al respecto que esa ciudad definitivamente era el Cielo, porque “la vida, como la conocemos, no puede existir en el espacio helado y sin aire”. A pesar del silencio oficial, fuentes bien informadas dan crédito a que la NASA ha descubierto algo que puede alterar el futuro de toda la humanidad. Después de asegurarse y reasegurarse, concluyeron diciendo que las imágenes eran auténticas. También teorizaron acerca de que la ciudad no podía estar habitada con vida como la conocemos. La única posible explicación, dijeron, es que esa ciudad esté habitada por las almas de los muertos. Como una de las fuentes dijo: “Hemos encontrado donde vive Dios”. ¿No dice la Palabra, venga a nosotros tu Reino? ¿Por qué no pensar que es literal, como de hecho es? Esperamos el momento en que Dios establezca Su Reino a través de Cristo en esta tierra. Su santa ciudad, que es la nuestra, está viniendo; “está descendiendo del cielo”. Creo que la nueva Jerusalén está aproximándose a este planeta, y que llegado el momento, todos los arrebatados, desde las nubes donde recibiremos al Señor, seguidamente iremos a la ciudad que viene. No me costaría nada creer que Dios ha dispuesto que el Hubble haya podido enfocar en el punto exacto del universo para que sepamos, los cristianos, que queda muy poco para que veamos cara a cara al Señor (1 Jn. 3: 2). De hecho, la doctora Marcia Masson, comentó a los reporteros lo siguiente: “Yo no soy particularmente religiosa, pero no pongo en duda que alguien o algo influenció en la decisión de dirigir el telescopio hacia esa área en particular del espacio. ¿Es ese alguien o algo, Dios mismo? Dada la inmensidad del universo, y de todos los lugares donde la NASA podría haber apuntado para estudiar, ese parece ciertamente ser el caso”. Dejando aparte las cuestiones vivenciales y de testimonio extrabíblico, la Palabra nos enseña que efectivamente, la Nueva Jerusalén descenderá del cielo, se entiende entonces, que vendrá a esta tierra. Recordemos: “…vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido”: Evidentemente, en estos momentos, gran parte de la desposada de Cristo está aquí en la tierra, y aún no se ha producido el Arrebatamiento, cuando los muertos en Él y los vivos que quedemos para cuando Él vuelva sobre las nubes, seamos literalmente sacados de este planeta en un abrir y cerrar de ojos. Para el tiempo en que fehacientemente la santa ciudad esté “dispuesta como una esposa ataviada para su marido“, que es Cristo; es decir, cuando todos los que tengan que ser parte de la esposa de Cristo, lo sean, porque se hayan cumplido los tiempos, eso será después del Juicio Final, que vimos en el capítulo anterior. La ciudad de Dios estará llena de los que son de Dios entonces. Tengamos en cuenta, que para Dios, cuando se habla de ciudades, no se habla tanto de calles, plazas y edificaciones (aunque lógicamente las hay, así como en la Nueva Jerusalén cuya descripción veremos más adelante), sino de vidas. Vidas rendidas a Cristo…o al diablo. Así pues, la Gran Ramera representa a Babilonia la Grande, no porque sean feas sus calles y casas, sino porque quien la habita está y estará mayormente rendido al espíritu de la Bestia. Contrariamente, la nueva Jerusalén es la esposa de Cristo, porque todos los que la habitarán estarán rendidos a Su Espíritu. (V. 3) “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios”: Claramente se nos dice que tal ciudad es el continente de la esposa de Cristo, porque es el tabernáculo de Dios, (gr. skene) , que significa literalmente, “tienda de campaña” . La traducción literal de “El morará con ellos”, es “El acampará con ellos” (gr. Skénosei). Mientras el pueblo de Israel iba por el desierto, Dios moraba en el tabernáculo, una tienda de acampar grande, que estaba localizada en el centro del campamento. Todo ello era ejemplo de lo que será, una vez el pueblo sea santo del todo, sea la Esposa del Cordero. Realmente, en ese momento se llevará a cabo la total y perfecta unión y comunión entre los hombres de Dios, y el Dios de los hombres. (V. 4) “Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”: Vemos aquí el trato y cuidado tan personales de Dios con sus hijos. Las lágrimas se derramaron en la tierra; pero el dolor de la causa por la cual se derramaron, Dios lo quitará para siempre de todos los que lloraron. Comenta Nee: “Las lágrimas son comunes entre los hombres de la tierra, pero ahora, Dios va a limpiar sus lágrimas al eliminar sus causas como son, la muerte, la pena, el dolor y otras. Todas ellas son el resultado del pecado”. Las primeras cosas pasaron, lo que tiene que ver con esta tierra, en esos momentos se habrá acabado; ¿qué sorpresas nos aguardan de parte de un Creador fiel y amoroso? Como dice la Palabra: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han subido en corazón de hombre, son las que Dios ha preparado para los que le aman” (1 Corintios 2: 9) En esos momentos, esa palabra obtendrá su total y definitivo cumplimiento.

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