personas más vulnerables. Otra circunstancia ligada a la anterior, es la invasión de aceras que se da para realizar paradas “momentáneas”.
la calle aportan. Haciendo una aproximación durante las sesiones a la sección de calle ideal, se detecta que la plataforma única, con todos los usos de la calle al mismo nivel, sería la ideal. De este modo se evitaría cualquier tipo de rebaje o cambio de nivel en el recorrido. Sin embargo, se detecta como necesario distinguir a través de cambio de pavimentos y colores la delimitación de cada uno de los usos para aumentar la tranquilidad de las personas. La instalación de bolardos que puedan disuadir a los vehículos de estacionar sobre el espacio para peatones son recomendables, además porque aumentan la confianza de las personas con menos reflejos y/o agilidad. La colocación de los bolardos, podría ser temporal, hasta que las dinámicas de respeto entre vehículo-peatón puedan ir cambiando.
Es recomendable prestar atención y actuar para garantizar los recorridos seguros a las peatones, evitando cualquier tipo de obstáculo y obstrucción en la acera que comprometa un recorrido accesible. En este caso se ha hablado de vehículos pero del mismo modo habría que actuar con la disposición del mobiliario y otros elementos urbanos como alcorques, farolas, papeleras, etc. El diseño de la calle debe ser pensado y respetado para atender a los distintos perfiles. Es importante a la hora de diseñar, además de atender a las cuestiones técnicas o físicas, atender también a la percepción de la seguridad que los elementos que componen
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