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Jueves 20 de enero del 2011
Desquiciados por el 2012 Aunque a muchos el tema les incomode y otros de plano lo nieguen, lo cierto es que Tabasco se encuentra en la plenitud de una anarquía preelectoral. El 2012 se hace tan presente que ya desquicia la vida política, económica y social del tabasqueño: En lo político porque muchos de los que tienen un cargo publico no están cumpliendo a cabalidad con
los compromisos y obviamente que la respuesta a la problemática del estado no está fluyendo al cien por ciento. En lo económico porque, en aras de capitalizar un fondo que garantice la conservación del poder a cualquier precio, se especula con la riqueza pública sin importar que al final de cada sexenio se nos quede mucho a deber como tabasqueños. Lo afable de todo esto es que una vez terminada la tregua decembrina, ha llegado el tiempo de la verdad para ver al Tabasco sobre los rieles del
desarrollo nacional que tantas veces nos han prometido. Así tiene que ser con la nueva era del PRD facilitador. No deja de ser lamentable que al inicio de la segunda década del siglo XXI, los tabasqueños continúen en la orfandad de una fuerza política y social capaz de aglutinar y enarbolar sus más caros anhelos. Cuando ya parecía verse una chispa de luz al final del túnel, la partidocracia se robustece para repartirse la riqueza pública cerrando toda posibilidad de desarrollo social al grueso de la población.
¿Será 2011 la última llamada para Granier? Como el 2012 será, sin duda alguna, un año de intensa actividad política, este 2011 vendría siendo la ultima llamada para que el gobierno del Químico Andrés Rafael Granier Melo consolide si no la transformación que se propuso al principio, cuando menos la reconstrucción de Tabasco que le han dejado como opción las circunstancias del momento político que le ha tocado vivir. Así se concibe con el nuevo plan de gobierno, corregido, aumentado y presentado apenas a mediados del año que acaba de concluir, acorde a las necesidades que se fueron presentando después del peor desastre que sufrimos en el 2007 con inundaciones históricas, en paralelo con la irrupción del crimen organizado, sin soslayar aquí los efectos nocivos de la corrupción política que, por encima de las promesas de cambio, sigue franqueando las estructuras del poder público en Tabasco. Bajo los lodos de las inundaciones de los últimos cuatro años quedaron los ofrecimientos, si acaso las buenas intensiones de transformar al estado, hoy lo apremiante es darle la vuelta y olvidarnos
de una vez por todas y para siempre de esa página de horror, sin descuidar la cultura de la prevención y de la información puntual en caso de desastres. Durante todo este año nuevo 2011 y lo que se le pueda rescatar al electorerísimo 2012, tenemos que concentrar todos los esfuerzos en la reconstrucción integral de Tabasco, pero no nada más en lo que a infraestructura física se refiere sino en lo político, económico y social. La reconstrucción de Tabasco no es nada más el Plan Hídrico Integral y las nuevas promesas que, como siempre ocurre, se van y regresan con la temporada de lluvias, se necesita acelerar el paso en todos los rubros, principalmente en los sectores contemplados dentro del Plan estatal de desarrollo, para que las obras se concluyan en tiempo y forma. Tabasco lo merece y los nuevos tiempos lo demandan porque ya estuvo bueno de tanta simulación. Es cierto, a la gente la han engañado Y si no hay sorpresas, pues a echarle el resto...! durante décadas de predominio priísta, incluso han quedado testimonios fe- han tenido una historia diferente que conhacientes y suficientes de que las admi- tar, pero no hay mal que dure cien años nistraciones municipales perredistas no ni pueblo que lo resista, esto se tiene que 4