123 varios kilos de fruta, yo se lo agradezco en nombre de los peregrinos. Se van muy contentos por esta participación. Interesante la larga conversación “botellón” en el comedor del refugio y “callandito” para no molestar al resto de peregrinos que duermen, con 11 jóvenes. Llevan unas cuantas botellas de vino y yo me uniré con una de orujo de hierbas. En la conversación aparece de todo: droga, Iglesia, sexo, Cristo, por qué me hice sacerdote, etc, super interesante, maravilloso. Hay mucha sinceridad, claridad y bienestar. Cuando ya llevamos más de una hora de diálogo uno de ellos dice: “Si esto fuera un cónclave, saldría fumata blanca y te elegiríamos Papa.” Risas… Cuando son casi las doce, me despido y les mando a dormir. Obedecen como niños, mañana deben madrugar. A la mañana siguiente les acompaño hasta el alto de San Roque, confieso a uno de ellos, luego me da un abrazo. Misterios del camino. Me inspiro y creo estos pasos quebrados:
Regalos
Recibo al peregrino con el toque del cuerno, con el de la caracola, como lo hacían los celtas. Hay sustos, risas, relax y acogida. Según escucho la lengua les doy la bienvenida y el poema correspondiente en su lengua. Otros regalos son: flores, pequeños ramitos para las mujeres… hay jóvenes que lloran de alegría, a veces se los doy al hijo para que se lo haga entrega con un beso a la madre, al esposo, al novio. También doy plantas aromáticas, como por ejemplo: menta, poleo-menta, ruda y más. Recojo arándanos maduros con las matitas, muchos ni los conocen y debo explicarles. Poemas en diversas lenguas tanto extranjeras, como autonómicas.
La señal de la cruz en la frente.
Este gesto de signar con la cruz de Cristo en la frente la suelo hacer y lo pido, lo he pedido a muchos que veo o noto que son creyentes, siempre respetando, ateos, agnósticos y de otras religiones. Procuro que medien antes algunas palabras y saludos. Me he encontrado con grandes sorpresas: signar a sacerdotes, a ortodoxos, a católicos, budistas, protestantes, ateos, agnósticos, judíos, vividores y turistas.
Las bendiciones en diversas lenguas
Tenemos en doce lenguas extranjeras la misma bendición del peregrino y en todas las lenguas autonómicas. Cuando llega un peregrino y asiste a la bendición y no está en su lengua, se nos ofrece a traducirla de otra, generalmente del inglés. Este tesoro de bendiciones son fruto de muchos años de trabajo.
PEREGRINO QUE VAS Peregrino que vas cargado con tus fuerzas, juventud y vida. ¡Párate y mira! ¡Calla y escucha! Llevas el corazón lleno y la mochila repleta. Tira a la basura mucho de este peso y quedará ligero. Limpia tu alma y verás cómo el amanecer Es aún más claro en la mañana y a la tarde tienes más calma. Peregrino, peregrino, será gozo tu llegada, Si mantienes tu mirada, si tu ánimo es limpio y claro Si eres tú mismo, lleno de amor y de esperanza.
OH CAMINO DE SANTIAGO Oh Camino de Santiago, lleno de llagas, lleno de llantos, miserias y miradas. Oh Camino de Santiago, que portas dioses e ídolos, Misterioso sendero que en recovecos descubres los secretos. Camino, Camino de Santiago, pletórico de joyas, lleno de sinsabores. Te quiero así, como eres en el siglo veintiuno, como eras en el primero Con bienes y con males, siempre con cruces, flechas y señales. Paso a paso te escucho, con pie seguro me haces, conduces, alientas y meces. Querido camino, bendito, ¡Oh Camino de Santiago!, siempre te querré como te quiero; Eres como la vida en camino al cielo, sendero bendito éste de Santiago, El que llegando a Compostela sigues y conduces a lo más alto.
A modo de conclusión Creo haber podido expresar algo de lo vivido con los peregrinos. Considero muy importante estar junto a ellos, estar a tiro, hablar, comunicarse, desde ahí surgirá lo imprevisible, por un resquicio veremos el final del túnel, el milagro, la vida. Tenemos el corazón y sentiremos el latido del misterio. No es fácil esta presencia activa, no es sencilla. Para ello va a ser preciso haber sido durante muchos años peregrino, para poder conectar, ver, discernir, y así ayudar en algo a quien se acerque. Suelen pararse, preguntar e interesarse más aquéllos que vienen de lejos; los de más cerca, suelen ir más deprisa, les faltan días para haberse hecho peregrinos, son comida rápida… No se trata de correr, sí de disfrutar, vivir, sentir cuanto uno ve a su paso. En esta presencia, uno va a recibir grandes regalos, recibe más de lo que da, mucho más; el pálpito de vidas llenas de ilusión, esfuerzo, dolor, esperanza y amor. El peregrino es muy agradecido y lo recompensa con una sonrisa, diálogo y si es el caso, compartiendo la esperanza, afecto y amistad. ¿Para qué más? Tenemos de todo y aquí, en el camino, podemos compartir de aquello que con frecuencia en la cultura urbana falta. Esto se puede dar por el hecho de que no hay muros ni barreras, sin haberse conocido de nada, sin saber quién es o qué eres, se entra en lo profundo del ser. Es el misterioso sendero que en recovecos descubre sus secretos.
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ESTAFETA JACOBEA 09.indb 28
17/11/09 13:39:05